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9

Taehyung luego de haber recibido la llamada de su padre, le pidió a Jeon que acelerará lo más que podía.
Su corazón palpitaba sin frenesí, y es que se esperaba lo que sea, desde una crisis nerviosa, hasta la noticia más trágica.

El detective Jeon, se ofreció a dejarlo y acompañarlo a su casa, le preocupaba su compañero, y debía cerciorarse que todo estaba bien con él y su padre.

El primero en salir del auto fue Kim, a pasos rápidos llegó hasta la puerta de su casa, abrió la puerta y se adentró a su casa.

Jungkook, más relajado bajo del auto, observó a todos lados mientras caminaba hasta la puerta de la casa de los Kim, entró siendo precavido.

Cada paso que daba dentro de la casa de su compañero, era para dar con su paradero o el de su padre.
Los pasos de Jeon se detienen en el preciso momento que observa al detective Kim de pie, frente al cuerpo de su padre.

Jeon, da unos cuantos pasos más para observar mejor, el cuerpo del señor Kim presenta golpes en su rostro, y en su pecho. Jungkook, gira su rostro hacia la derecha y mira a su compañero.
Regresa de nuevo su mirada al cuerpo del señor Kim, y sin decir nada saca su celular y llama a la policía, y especifica el lugar en donde se llevó a cabo el asesinato.

—Me haré cargo —habla Jeon, rompiendo el hielo.

—No, no lo harás —interviene Kim.

—Es tu padre, Taehyung.

—No es necesario que me lo digas, Jeon. Sé lo que veo —contesta Kim.

—El jefe no dejará que realices la investigación —le recuerda el protocolo, Jungkook.

—No debes meterte, Jeon. Entiende —suelta insistente, Taehyung.

Unas sirenas se escuchan y ambos saben que sus compañeros han llegado.
El jefe de ambos entra, observa a Kim, y de inmediato le brinda las condolencias.

—Jeon, encárgate —le da la orden el jefe.

—Sí, señor.

—Es mi investigación, señor —habla Kim.

—Ya sabes cuál es mi respuesta, Kim. Por ahora no —dice el jefe.

Jeon se reúne con el forense y con el detective Wang, el cual es el segundo en admirar los casos de alias Black Swan.

—Parece que Black Swan, ahora nos dejó un mensaje —dice Wang, observando el pecho ensangrentado del padre de Taehyung.

—¿Recogieron el resto de pistas? —pregunta Jeon.

—Sí, señor —responde el forense.

—La pluma que nos indica que fue Black Swan, una hoja de una planta que al parecer es de paraíso —Jackson saca su celular y teclea.

—La piedra con la cual fue golpeado su rostro, y no hay ninguna huella dactilar, como en todos sus asesinatos —termina de informar el forense.

—La planta es venenosa, lo cual no me sorprende. Black Swan, envenena a todas sus víctimas, pero también las hiere —agrega Wang.

—Si encuentras algo más, por favor házmelo saber —se dirige Jeon al forense el cual toma fotografías.

Jackson y Jungkook, salen de la casa del detective Kim, ambos se observan cuando llegan al jardín.

—Dime lo que piensas, Jeon —le pide Wang.

—Solo me pregunto, ¿por qué el padre de Kim?

Jeon saca su celular y lo chequea.

—Siempre fue bastante insistente en dar con Black Swan —comenta Jackson.

—¿Crees que sea por su obsesión? —cuestiona Jungkook a su compañero.

—No lo sé, Jeon, es solo una teoría.

Jungkook, asiente y guarda su celular.

—Detectives —escuchan ambos.

Los dos se giran y observan a uno de los ayudantes del forense acercarse a ellos.

—Deben ver esto —les acerca la cámara—. Limpiamos los rastros de sangre del pecho del señor Kim, y necesito que vean lo que está escrito.

Wang y Jeon, fijan sus miradas en la pantalla de la cámara, y observan la fotografía que muestra el pecho sin rastros de sangre al rededor, y como tiene escrito la palabra Corrupto, con cortaduras un poco profundas.

—Olvida mi teoría, Jeon —le pide Jackson.

—Gracias —agradece Jungkook.

—¿Qué haremos? —pregunta Wang.

—Yo no pienso involucrarme más, mi madre y mi sobrina están viviendo en Inglaterra, no pienso arriesgarlas.

Jackson observa a Jungkook.

—Entonces crees que la obsesión de Kim, también tiene que ver.

Jeon, suelta un sonoro suspiro.

—Escucha, Wang —Jungkook se acerca más a su colega. —Taehyung, me ha pedido muchas veces que no me entrometa en los asesinatos que Black Swan, realiza —le confiesa.

—También me lo pidió —reconoce Wang.

—Ya sabes mi respuesta, Jackson. Solo creo que hay algo que no cuadra en todo esto —Jungkook, camina hasta su auto.

—Me mantendré al margen por ahora —le hace saber Wang a Jeon.

—Creo que es lo mejor —Jungkook sube a su auto.

—Pero si investigó algo, tú y yo debemos discutirlo.

Jeon, asiente, para luego cerrar la puerta del auto.

Lo primero que Jeon hace al llegar a su casa es responder los mensajes de Jimin, luego intenta establecer comunicación con Taehyung, pero lo único que consigue es que le diga que lo deje en paz, y esa es la señal clara para que Jungkook no vuelva a llamarlo.

Se ducha de forma rápida y luego se va directo a su cama, necesita descansar lo más que pueda, agradece que los fines de semana los tenga libres a menos que sea algo urgente.

Jimin por su parte yace despierto en su habitación, se encuentra sentado en una silla frente a la ventana mirando el cielo, abraza sus rodillas y recarga su cabeza sobre estas, pensando una y mil cosas.

—Deja de pensar tanto —le habla su sombra.

No puedo —se responde.

No puedes borrar el pasado, Jiminie.

Ya lo sé —suspira.

No puedes arrepentirte de lo que ya hicimos.

No me arrepiento, si no lo hubiera hecho seguro y estaría muerto, y tú no existirías —sonríe tristemente.

Sino lo hubieras hecho, no tendrías con quien hablar ahora.

Buen punto —se dice Jimin.

Nam, no cree que existo —le recuerda su alter ego.

Y tiene razón —se corresponde.

El día que tú y yo acabemos con esto, ese día él sabrá la verdad sobre ti —sonríe con ironía.

Y quizás ese día tú y yo ya no estemos más unidos —le hace saber Jimin a su alter ego.

Me necesitas —le susurra su sombra.

Tal vez sí.

Jimin observa los mensajes que Jeon le envía.

O tal vez no.

Sonríe poniéndose de pie, caminando a su cama, luego de responder los mensajes de Jungkook.

El reloj marca las ocho de la mañana, Jimin se reprende así mismo por haber tenido una charla con su alter ego en la madrugada. Sale a toda prisa de su habitación y observa a Emma en la cocina.

—Buenos días —saluda la chica.

—Sí, como sea —contesta Jimin, haciendo sonreír a la chica.

—Es fruta picada —se acerca al castaño con un tóper.

—Gracias —lo toma y lo introduce a su bolso.

—Odio trabajar los sábados —suelta, enfadado Jimin. —¿Y Joon? —pregunta.

—Salió temprano, al parecer el patrullaje será más seguido. Escuché en las noticias sobre la muerte del padre de un detective —comenta Emma.

—Oh, bueno, al fin Nam tendrá trabajo y no pasará en mi casa perdiendo el tiempo y gastando mi comida —dice Jimin—. Me voy.

La chica asiente.

El castaño llega a su trabajo y es lo que menos quiere, le pide a su secretaria que le lleve todos los documentos que debe firmar y avalar.

Cuando el reloj marca las diez de la mañana su celular suena, sin observar quien le llama atiende.

—¿Qué?

—No hay un, buenos días para mí.

Jimin reconoce la voz de Jeon, y deja de hacer lo que estaba haciendo.

—¿Estas molesto, Jimin?

El castaño niega, y se reprende porque sabe que Jeon no lo está viendo.

—No, yo no estoy molesto, es solo que no observe la pantalla al responder —dice de forma rápida el chico.

—¿Todo bien en Manchester? —pregunta Jimin.

—Sí, todo bien.

—¿Estas conduciendo? —indaga el castaño.

—Puede ser —contesta Jungkook.

—Voy a cortar la llamada —dice Jimin.

—¿Acaso no quieres hablar conmigo? —lo cuestiona Jungkook.

—Jeon, quiero más que hablar contigo. Pero no quiero que te accidentes por hablar mientras conduces, así que llámame luego —el castaño cancela la llamada sin dejar que Jungkook le diga algo.

Observa los mensajes informativos que Nam le envía, los lee y luego los borra, sabe que Jeon está de regreso en Londres y que la policía ha reforzado la seguridad.

Ignora todo y continúa con su trabajo, su objetivo es terminar y luego ir a su casa a descansar e intentar distraer a su alter ego.

Cuando termina de firmar y de revisar un documento se pasa a otro, y se detiene solo para beber agua o un poco de café.

Escucha unos sonidos en la puerta, alza un poco su mirada y niega molesto.

—Voy a despedirla, le dije que no me molestara —murmura Jimin.

Los toques cesan y el vuelve a concentrarse en sus últimos documentos, la puerta se abre y él solo suspira intentando controlarse.

—Lo siento señor Park, intenté detenerlo, pero no lo conseguí —escucha la voz de su secretaria y alza su mirada.

Observa a Jeon sosteniendo un colorido ramo de flores, mientras lo mira y sonríe.

—Hola —saluda Jungkook, caminado hacia el escritorio del castaño.

—Retírate —le ordena Jimin a su secretaria.

La mujer asiente, y se marcha cerrando la puerta.

—¿No vas a saludarme? —pregunta Jeon, al observar que el castaño decide seguir trabajando.

—Siéntate —es lo único que escucha salir de los labios de Jimin.

Jeon deja el ramo de flores a un costado del escritorio, mientras Jimin trabaja, él lee los mensajes de su jefe y de su colega Wang.

Una llamada entrante de Jackson hace que se ponga de pie de nuevo, Jimin lo mira de reojo sin dejar de trabajar.

—Dime —atiende su llamada, Jeon. —¿Entonces no realizará ceremonia? —pregunta Jungkook.

Jimin cambia de documento.

—Ok, está bien —sonríe el pelinegro. —Ya hablamos al respecto, Wang —dice Jeon, dándole la espalda al castaño.

Jimin termina su trabajo, observa la silueta de Jungkook, se pone de pie y ve las flores que el detective le ha llevado.

—Nos vemos el lunes —escucha que Jeon se despide.

—Hola —habla Jimin.

Jungkook al escuchar la voz del castaño se gira de forma rápida.

—Ven acá —Jeon, extiende sus brazos.

El castaño lo observa y camina hasta los brazos de Jungkook sin pensarlo tanto.

—Te eche de menos —susurra Jeon, sobre la sien de Jimin.

—También yo —dice Jimin, aferrándose al cuerpo de Jeon. —Creí que trabajarías ahora, por lo del padre del detective. Lo vi en las noticias —miente.

—No, me encargué de eso por la noche —dice Jeon, ganándose toda la atención de Jimin.

—¿Te encargaste de qué? —pregunta el castaño.

—De la investigación y todo eso —confiesa Jeon.

—¿Tienes ese caso?

Jimin se aleja un poco de Jungkook.

—No, no es mi caso —responde de forma rápida el pelinegro.

—Pero si la mayoría de veces soy el acompañante del detective a cargo —se explica—. ¿Por qué la pregunta?

—Solo tenía un poco de curiosidad y preocupación —contesta el castaño.

—No te preocupes por mí —acerca a Jimin de nuevo a él—. Voy a besarte, justo ahora.

El castaño sonríe nervioso y ansioso.
Jeon, junta sus labios con los de Jimin, y sabe que ha extrañado esos besos.

—¿Aún tienes trabajo? —pregunta Jeon, llevando una de sus manos al rostro de Jimin, y la otra a su cintura.

—Terminé recién —le hace saber el castaño.

—Quiero llevarte a un lugar especial.

Jimin se queda estático.

—¿A dónde? —articula nervioso.

—¿Me acompañaras?

Mira a los ojos a Jungkook y sabe que no hay maldad en ellos.

—Yo... Sí —responde.

Jeon, sonríe, besa nuevamente los labios del castaño y luego toma su mano para unirla con la suya.

—Toma tus cosas. Te espero afuera —dice Jeon, saliendo de la oficina de Jimin.

El castaño le envía un mensaje a Joon haciéndole saber que saldrá con el detective. La única respuesta por parte de Nam son unos emojis que hacen que Jimin se sonroje.

El chico sale de la oficina, y va directo a su secretaria.

—Deje todo terminado sobre el escritorio, no quiero llamadas a menos que sean urgentes, te dejaré la llave de mi auto, cuidala con tu vida.

La mujer asiente.

—Hasta el lunes —se despide su secretaria.

El castaño sólo a siente, llega hasta Jeon, ambos se sonríen mientras se observan.

—Vamos —Jungkook toma la mano de Jimin, y lo saca del edificio de su trabajo.

—Puedes decirme a dónde vamos —le pide el castaño.

—Si puedo, pero no te lo diré —Jungkook abre la puerta del acompañante y deja que Jimin entre.

—¿Estas secuestrándome? —pregunta el castaño, haciendo que Jungkook se detenga antes de cerrar la puerta.

—Es una muy buena idea —dice Jeon.

—Entonces... ¿ahora si va esposarme, detective? —el castaño sonríe ladinamente.

—¿Estas seduciéndome, Jimin? —Jeon acerca su rostro al del chico.

—¿Quiere que lo haga, detective? —susurra Jimin, sobre los labios de Jungkook, rosando sus labios con los del contrato.

—Quiero muchas cosas, pero por ahora no me seduzcas hasta que lleguemos a donde quiero llevarte —deja un casto beso en los labios del castaño sorprendiéndolo un poco.

—Claro —sonríe tímidamente, Jimin.

Jungkook, cierra la puerta del auto, rodea la parte delantera de su auto y luego entra y toma asiento.

—¿Y tus cosas? —cuestiona Jeon, al ver que no ha traído su bolso.

—Solo necesito mi celular —dice Jimin, mientras el pelinegro enciende su auto.

—Ok —responde Jungkook, empezando a conducir hasta el lugar al que tiene pensado llevar al castaño.

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