El día transcurre y mientras Namjoon llena los informes con sus palabras a mano, atestiguando de todo lo sucedido en las operaciones que había tenido que asistir.

Jungkook, sale a toda prisa de su oficina, sacude su chaqueta azul oscuro, la cual en la espalda alerta a cualquiera que es un policía, con letras medianas de color amarillo.

Se cerciora de llevar su arma y su placa, una patrulla lo espera afuera.

Baja los escalones a toda prisa y sin dudarlo entra a la patrulla, cuando el detective Jeon está dentro del auto, arranca a toda velocidad con las sirenas y las luces de color azul y rojo, anunciando que se dirigen al lugar del crimen.

Cuando han llegado al lugar, el detective le ordena al oficial que lo acompaña que apague la sirena. Sale de la patrulla y observa al oficial Kim, mirar el edificio.

—Mantente alerta —le ordena Jeon al oficial.

—Sí, señor —dice el oficial, desenfundando su Glock nueve milímetros Browning.

El detective Jeon, pasa la cinta amarilla, los oficiales lo observan y solo esperan la orden de los detectives.

—Vine lo más rápido que pude —habla Jungkook, acercándose al detective Kim.

—Gracias por venir —Kim estrecha su mano con la de Jeon. —Te pongo al tanto —gira su cuerpo un poco, sin retirar la mano de su pistola. —La estación recibió una llamada, posible secuestro. La vecina escuchó gritos, golpes y un disparo —hace una pausa, gira un poco su rostro y lleva su mirada hacia el tercer piso, en la ventana que se encuentra abierta, pero que una cortina blanca adorna y oculta el panorama que hay dentro de la habitación.

—¿De cuántas víctimas hablamos? —indaga Jeon, dirigiendo su mirada hacia la misma ventana que Kim ve.

—Dos o tres —responde dudando.

—Taehyung, ¿por qué tomaste el caso? —pregunta en tono bajo, Jungkook.

—Puede ser Black Swan —suelta, caminando hacia los oficiales.

—¿Te estás escuchando? —reprocha Jeon.

—Por supuesto —confirma Taehyung.

—¿Qué haremos, señor? —pregunta uno de los oficiales al mando de un pelotón.

—Entraremos —dice el detective Kim, observando a Jeon.

—Está bien —Jungkook toma un chaleco que se encuentra sobre la capota de una de las patrullas. —Iré de frente, ve por atrás —le ordena Jeon a Taehyung.

—Podemos hacerlo juntos —suelta molesto Kim, mientras Jeon termina de ajustarse el chaleco antibalas.

—Entraras por atrás, si es Black Swan el asesino, intentará escapar. La única manera es por la parte trasera, ya que si salta de un edificio a otro será atrapado de igual manera —hace una pausa, se cerciora de que su arma esté cargada. —Si escapa, al fin podrás acabar con tu martirio, Kim —golpea el hombro de Taehyung y camina hacia un pelotón de oficiales. —Ustedes, conmigo —todos se ponen en marcha.

Ambos detectives se observan y luego empiezan con su misión.

Jeon y su pelotón suben el primer piso, intentando ser cuidadosos en cada paso y movimiento que dan.

—Despejado —dice el oficial al mando.

—Todos listos, los quiero a todos listos —les habla Jeon a los oficiales—. Ahora.

Caminan en dos filas pegados a la pared, se unen al medio del pasillo cuando pasan frente a las puertas.

Cuando han llegado a la habitación, Jeon observa al oficial a cargo del pelotón, asiente y le da el aval para poder abrir la puerta.

Con sus largas piernas y su gran pie, calzando unas botas negras, empieza a golpear la puerta, tres golpes más y la puerta se abre.

El detective Jeon se coloca al lado del oficial a cargo, entran a la habitación mientras son escoltados por más oficiales.

—¡Por aquí! —se escucha el llanto y la voz desgarradora de una mujer.

Jeon a toda prisa sigue la voz de la mujer, cuando observa la sala toda esta cubierta de sangre.

Sobre los sillones, yace el cuerpo de una adolescente desnuda desde su cintura a sus pies, el cuerpo de la joven está tumbado boca arriba, su pierna derecha alzada sobre el respaldo del sillón, y su pierna izquierda estirada apoyada sobre la mesa de madera, la vagina de la chica tiene una botella dentro.

—Mierda —susurra Jeon, bajando su arma.

En el suelo un niño de aproximadamente diez años de edad, esta con su boca cocida, su garganta degollada y una laguna de sangre a su alrededor.

—Hijo de puta —suelta Jungkook.

—Salió —articula la mujer con dificultad.

La mujer que aún está con vida, está atada a una silla, sus pechos al descubierto y llenos de sangre, sus pezones le han sido cortados, y parte de la piel del abdomen ha sido retirada.

—Kim, el hijo de puta intenta escapar. Más vale que lo agarres —le informa Jeon por medio del radio a Taehyung.

—Lo tengo —escucha la voz del detective Kim, escucha unos golpes y luego fija su mirada en la escena devastadora que está en esa habitación.

Observa al pequeño y al centro de la laguna de sangre, mira una pluma negra.

—Imposible —murmura.

Toma su celular y llama una ambulancia.

—Soy el detective Jeon Jungkook, necesito una ambulancia en los suburbios —dice cuando le han atendido.

Cancela la llamada, toma el radio y se comunica con el detective Kim.

—Kim.

Escucha como las sirenas de la ambulancia se escuchan a lo lejos.

—Necesito que veas esto —le pide.

—Voy para allá —responde Taehyung.

—Salgan, no quiero que toquen nada. Quiero a los forenses, ahora.

El oficial a cargo sale de la habitación con su pelotón.

Los forenses se hacen presentes, acordonan y evacuan a los vecinos, Jeon observa a los médicos hacer su trabajo.

—El pan de cada día —dice uno de los paramédicos, mirando al detective Jeon.

—La misma mierda de siempre —escupe el detective.

Los criminólogos recogen pistas minuciosamente.

—Estoy aquí —dice Kim, entrando a la escena del crimen.

—Que lo disfrutes —alza su mano derecha Jungkook, señalándole la sala.

—Por Dios —suelta el detective Kim.

A pasos lentos y pesados, Jeon observa cómo su colega se acerca al pequeño, fija su mirada en la pluma negra sobre la sangre.

Cuando está frente al cuerpo del niño se coloca de cuclillas, ve el cuerpo mutilado del niño y luego observa el cuerpo de la joven sobre el sillón.

—Ha sido él —susurra Taehyung.

—No creo que sea él —se acerca Jeon a él.

—¡Su firma está aquí! —alza su voz el detective Kim.

—Vamos, Kim, ¿crees que el tipo que atrapaste en serio, es Black Swan? —lo cuestiona Jungkook. —Estas obsesionándote demasiado con él —dice molesto.

—Quizás no sea él —se pone de pie, Taehyung—. Pero...

—Escucha, Taehyung, debes detenerte, si —Jeon, coloca sus manos sobre los hombros de Kim.

—Solo quiero atraparlo —esboza Taehyung.

—Es un asesino, solo te pido que no te expongas demasiado, tu obsesión puede llevarte a la muerte, amigo —presiona con la yema de sus dedos los hombros del detective Kim. —Debo irme, haré mi parte del reporte, la dejaré sobre tu escritorio —le hace saber, Jeon. —Buen trabajo, chicos —dice en voz alta, Jungkook.

Baja los tres pisos, abandona el edificio y le pide al oficial que lo lleve a la estación, para hacer su parte del reporte, para así luego poder ir a recoger a Jimin.

Cuando llega a la estación se va directamente hacia la oficina del agente Namjoon.

—Agente Kim —dice llamando la atención al de cabello rubio.

—Detective Jeon —alza su rostro, retirando la atención de los informes. —Casi termino —Nam, deja caer el bolígrafo sobre el informe.

—Claro, quería pedirle un favor —Jeon abre más la puerta, y se adentra a la oficina del agente Kim.

—Por supuesto, en que puedo ser de utilidad —Nam se pone de pie, y aprovecha para relajar sus músculos.

—Necesito que te mantengas al tanto del detective Kim. Sé que tu estás bajo mi mando, pero estoy un poco preocupado por él —hace una pausa y observa el rostro de Nam.

—¿Pasaré a trabajar al lado del detective, Kim? —pregunta con confusión, Namjoon.

—No del todo, sólo quiero que lo vigiles y me hagas saber algunos de sus movimientos, mientras trabaja —se explica mejor el detective Jeon.

Nam, quiere negarse, pero recuerda ver ese reporte que dejó en el escritorio de Jimin, recuerda que el detective Kim, es justo la persona que anda tras la pista de Black Swan, y esa sería la razón correcta para aceptar esa orden de parte de su superior.

—Será un placer, ser de utilidad —dice Namjoon.

—Gracias, agente Kim

Jungkook, gira sobre sus talones y luego sale de la oficina del agente.

Cuando Jeon llega a su oficina, cierra la puerta y va directo a su silla, saca su celular y observa los mensajes, le responde a su madre y le avisa que el fin de semana irá a visitarla. Luego abre el mensaje de un número desconocido el cual tiene una dirección, sonríe al saber que después de todo lo horrible que ha tenido que presenciar en el día, por la noche tendría una buena, linda y sexi distracción.

Responde el mensaje con la hora que pasará a recoger al castaño, bloquea su celular y se dispone a empezar a escribir la parte de su informe del caso, del detective Kim.

Una hora pasa y Jeon ha terminado, se pone de pie, se retira la chaqueta color azul oscuro, la coloca sobre el pequeño perchero, toma su saco café. Se lo talla, lo acomoda y luego camina a su escritorio.

Toma su celular, las llaves de su Mercedes ocre, y el reporte, apaga la luz de su oficina, sale y deja con llave, camina hasta el escritorio del detective Kim, y deja su parte del informe.

—Buenas noches, detective Jeon —lo saludan algunos agentes.

—Buenas noches —responde, mientras sale de la estación para ir por su auto.

Desciende la rampa para bajar al estacionamiento, cuando está frente a su auto abre la puerta y entra de inmediato, se observa por el espejo del retrovisor, asiente y luego enciende el automóvil.

Introduce la dirección en la pantalla táctil del auto, y espera a que el GPS del automóvil lo guíe, se coloca el cinturón y emprende su viaje hasta donde su cita espera por él.

Jimin, por su parte, guarda sus cosas a toda prisa, abandona su oficina y se despide de algunos de sus trabajadores.

Llega hasta el living, donde se encuentra la recepcionista, la cual se pone nerviosa debido a su presencia.

—Está nerviosa debido a nosotros —susurra su sombra de forma burlona.

—Basta —se reprende Jimin.

Se pone de pie y camina hasta el escritorio, la chica lo observa nerviosa. Jimin, sonríe al darse cuenta que su otro yo tiene toda la razón.

—Te dejaré las llaves de mi auto —las deja sobre el escritorio.

—Claro —responde con tono nervioso.

Jimin, vuelve al living, toma asiento sobre el sillón, toma una revista y decide distraerse un poco, mientras espera por Jungkook.

—Creo que ese detective atractivo, no vendrá por nosotros _cierra sus ojos como reproche.

—Solo cállate, estoy seguro que vendrá —le asegura a su sombra.

—¿Y que si no? —lo provoca su alter ego.

—¡Te he dicho que sí! —alza su voz, la recepcionista lo observa asustada.

—Continúa con lo tuyo —le ordena Jimin furioso, a la chica.

—Muy lindo, muy lindo —se burla su sombra.

—Solo cállate y déjame en paz —se ordena Jimin, molesto.

Se concentra en la revista, lee unos artículos referentes a la moda en hombres, siente su celular vibrar, pero está emocionado leyendo el artículo impreso en la revista que ignora su celular, escucha el claxon de un auto, deja de leer, alza su mirada y observa un auto ocre.

Deja la revista en su lugar, saca su celular de su bolso de laptop, y observa un mensaje de Jeon, y una llamada entrante.

—Sí —atiende.

—Estoy afuera —dice Jungkook.

—Claro, voy para allá —se pone de pie torpemente.

—A este ritmo, creo que no tendré sexo —comenta su otro yo.

—No tendrás sexo, si continúas hablando, te lo aseguro —le hace saber Jimin a su sombra, mientras camina hacia la salida de su edificio de trabajo.

Llega hasta el Mercedes, la puerta del acompañante no tiene seguro así que entra sin ningún problema, le sonríe al detective Jeon mientras se coloca el cinturón.

—Buenas noches —saluda Jungkook.

—Demasiado cortés —dice Jimin, gira su rostro hacia la venta ocultándolo, maldice a su alter ego y así mismo por no haber hecho un trato con él.

—¿Cómo? —pregunta Jeon, poniendo en marcha su Mercedes.

—Que es una linda noche —dice Jimin, aprovechando que el detective no escucho el comentario de su sombra.

—Será mejor —sonríe Jungkook.

—¿Y qué tal tu día? —pregunta Jeon.

—Es un imbécil —aparece esa voz en su mente.

—Productivo, tuve que revisar algunos productos que viajarán a Japón.

Jimin, intenta ser un chico normal, como lo veía en las películas y series que miraba junto a Namjoon.

—Eso es genial —dice Jeon, sorprendido.

—Sí, es genial —habla Jimin, observando el rostro del detective.

—¿Sucede algo? —indaga Jungkook, cuando se da cuenta que el castaño lo observa.

—Nada —sacude su cabeza, mientras sonríe. —Eres guapo, detective —suelta de la nada el castaño.

Muerde su lengua luego de ese comentario, pero sabe que debe dejar a su otro yo actuar para tener sexo, y así conseguir que deje de joderlo por un tiempo.

—Bueno..., gracias —Jeon, hace unos cuantos giros y estaciona su auto. —Tú eres bonito, lindo, dulce —Jungkook, se detiene al observar el rostro sonrojado de Jimin. —Voy a detenerme _Jeon retira su cinturón, el castaño imita su acción y ambos salen del auto.

—No deberías dejarte llevar por las apariencias —dice Jimin, mientras se adentran al cine.

—¿Estas tratando de intimidarme? —pregunta el detective.

Ambos se detienen frente a la cajera, observan la pantalla que proyecta las películas que están presentándose, acompañado por la hora.

—Puede ser —responde a la pregunta de Jungkook, mientras mira la pantalla.

—Dos entradas para ver Bad Boys, a las ocho treinta, por favor —le pide el castaño a la cajera, Jeon sonríe debido a la repuesta que el chico le ha dado.

—Soy detective, no me intimida alguien como tú —Jungkook saca su billetera, le entrega el dinero a la cajera y cancela las entradas.

Jimin toma las dos entradas, Jungkook recibe el cambio y caminan hasta el puesto de golosinas.

—¿Así que no te intimido? —cuestiona el castaño, mientras espera a que Jeon ordene.

—No —responde, para luego ordenar.

El castaño se aleja un poco de Jungkook y lo observa.

—¿Quieres algo más? —pregunta Jeon.

—Chocolate —pide emocionado.

El pelinegro se gira, y le pide a la cajera que le agregue una barra de chocolate.

El detective paga y luego se gira con cuidado sosteniendo una bandeja, con palomitas, dos sodas, una bolsa de gomitas de osos y una barra de chocolate.

—Cuando dices a alguien como yo, ¿a qué te refieres? —se atreve a preguntar el castaño.

Jimin, entrega las entradas para la revisión, espera por Jeon y luego ambos caminan juntos hacia la sala.

—A alguien sexi y lindo —responde Jungkook.

El castaño se detiene justo en la entrada de la sala, Jeon continúa caminado.

—Camina Jiminie, ahora si estoy seguro que tendremos sexo —le pide su sombra.

El chico entra a la sala y se da cuenta que Jungkook espera por él, sonríe a ese gesto y luego toman asiento.

En el transcurso de la película ríen debido a algunas escenas de los actores, de vez en cuando Jimin se acerca al rostro de Jungkook para que este lo escuche hacer bromas.

Las veces que toman palomitas rozan sus manos o dedos, ninguno de los dos se mira solo fijan su vista en la enorme pantalla.

Jeon, disfruta de sus gomitas y Jimin de su barrara de chocolate, la película llega a su fin y deciden esperar unos segundos mientras la mayoría de gente abandona la sala.

—¿Y cuando estás trabajando te ves igual de ardiente que, Will Smith?

Jeon, ríe ante la pregunta y el coqueteo del castaño.

—Creo que no sólo me veo ardiente. Me veo sexi, demasiado sexi.

Jungkook se pone en pie, sostiene con su mano derecha la bandeja con la basura, su mano izquierda la extiende hacia Jimin, ayudándolo a ponerse de pie.

—Bueno..., para creerte debo verte en acción —sonríe coquetamente el castaño.

Salen de sala comentando sus partes favoritas de la película, cuando llegan al auto se detienen uno frente al otro observándose.

—¿Entonces quieres verme en acción? —inquiere Jungkook.

—Solo si prometes esposarme —Jimin le guiña su ojo derecho, y camina hacia la puerta del copiloto.

Lo que el detective Jeon Jungkook no sabe, es que ahora el cuerpo del lindo y sexi Jimin, será guiado por su otro yo, pero claro, el único que sabe eso es el castaño.

El viaje al apartamento del detective fue rápido y vaya que ambos lo agradecieron.

Los chasquidos obscenos que hacen los labios de ambos inundan la habitación, sus ropas no existen más.

¿Qué cómo llegaron a eso? Pues simple, Jimin quería verlo en acción, y el detective captó a la perfección que tipo de acción el castaño quería. Y por supuesto no se negaría ante ese lindo y sexi castaño.

—Métela ya —le exige Jimin, tomando con su mano derecha el duro miembro de Jeon, alineándolo a su entrada.

—Pero...

—Solo penétrame, duro y profundo —le ruega entre jadeos el castaño.

Jungkook, intenta ser caballeroso, pero manda todo a la mierda al escuchar a Jimin pedirle que lo penetre duro y profundo, con esos labios exquisitos y ese lindo e inocente rostro.

Sin pensarlo más, se abre paso en la entrada del chico, ambos gimen al mismo tiempo. Jimin agradece mucho que las luces de la habitación estén apagadas, sus ojos deben estar brillando por el placer que lo embriaga y de la satisfacción que su otro yo está recibiendo.

—Toda, métemela toda —le pide, para luego besar los labios del detective salvajemente.

Jungkook, introduce por completo su miembro dando en su trayecto en el dulce punto P, del castaño.

—Ahí, mierda —abre más sus piernas, para darle más espacio a Jeon de moverse. —No pares, por favor —le pide Jimin.

—No pienso hacerlo, me aprietas delicioso —deja un casto beso sobre los belfos de Jimin, con sus dientes toma el labio inferior del castaño y lo muerde.

—Aaah —gime el castaño.

El pelinegro deja de embestirlo lleva sus manos al rostro del castaño, lo acaricia provocando que sonría.

—¿Va a esposarme, detective Jeon? —pregunta con voz jadeante, excitada y coqueta.

—No, no esta noche —responde Jungkook, moviendo suave su cadera, provocando que Jimin cierre sus ojos por el exquisito placer.

—Espósame y tócame con tus dedos —le pide con sus ojos cerrados, mientras se sumerge en el dolor y placer que las ahora rápidas embestidas de Jeon le da—. Si lo haces, voy a chupártela.

El detective ve como Jimin abre los ojos, es lo único que con dificultad puede ver, ese brillo que sus ojos proyectan, mientras tiene el mejor sexo desde hace dos meses.

—Es lo que dicen hoy en día —dice riendo con dificultad Jimin, mientras continúa siendo penetrado de forma rápida por el pelinegro. —Detective —gime.

—Sí —habla Jeon sin parar.

—Me gusta más cuando está en acción.

Jungkook, saca su miembro de la entrada del castaño, lo penetra nuevamente y está vez no se detiene.

El castaño se aferra al cuello del detective con sus brazos, se besan, gimen, se prueban el uno al otro hasta que Jimin llega a su clímax.

—Voy a correrme —le alerta Jungkook al chico.

—No, no, no —enrolla sus piernas en las caderas del pelinegro, impidiendo que se corra fuera. —Quiero que te corras dentro de mí, detective Jeon —le pide Jimin.

Jungkook no protesta, desea hacerlo, y le agradece al castaño que se lo pida con esa voz, que lo enciende.

—¡Aaah! mierda —suelta en voz alta el detective, cuando empieza a correrse dentro del castaño.

—Sí, detective Jeon. Sí.

Jungkook, besa los labios de Jimin, mientras da unas suaves embestidas para finalizar por completo.

—Buen trabajo, Jiminie —escucha el susurro de felicitación de su sombra, el cual decide ignorar por completo.

De lo que está seguro el detective Jeon es que le gusta ese chico castaño, que lo seguirá pretendiendo y que no lo dejará solo en una cita. Quiere más, si van a terminar con una buena y deliciosa ronda de sexo.

Jimin, por su parte, está de acuerdo que esta fascinado por haber elegido al pelinegro, no se arrepiente, el mejor sexo que ha recibido por parte de un hombre lo acaba de tener. Su alter ego; su alter ego le pide salir de la habitación y luego del apartamento del detective, está asustado, y es que había sentido el mejor placer, se había sentido saciado, pero con ganas de más y más.
No entiendo lo que sucede, nunca jamás había sentido la sensación de sentirse saciado y querer más, es algo que no puede explicar, ya que es la primera vez que lo siente.