－¿Qué estás haciendo con esos chicos? －fue el único saludo que recibió por parte de Bryan. Al parecer, no tenía intención alguna de abandonar el coche pues seguía allí sentado, mirándola. Al final, él abrió la puerta y esperó a que ella entrara en éste pero en un principio dudó. Hubiera preferido hablar junto a la fuente, de esa forma los chicos podrían verlos. Pero era Bryan de quien estaba hablando, no era a él a quien tenía que tenerle miedo. Así que, después de un último vistazo al coche donde los otros tres estaban esperando, entró.

En el coche de Aaron hacía frío pero en el de Bryan hacía calor. Los asientos de éste eran de cuero, mucho más cómodos, todo lo distinto al coche de Aaron.  Ni si quiera supo por qué estaba pensando en eso ahora pero si que notó una gran diferencia.

－Lo siento. Tendría que haberte avisado. －se disculpó, pues era cierto. Bryan seguía mirando por el retrovisor al coche aparcado detrás de ellos.

－¿Quiénes son, de todas formas? ¿Y por qué estás con ellos? No parecen el tipo de personas con el que sueles relacionarte. －vio el desprecio en el rostro de Bryan. Trató de pasarlo por alto.

－Ellos son... －comenzó a decir, pero se bloqueó. No podía decir la palabra amigos pero tampoco podía decir que eran unos desconocidos para ella. Ni si quiera sabía el vínculo que tenían en estos momentos. －Bueno, simplemente he pasado algo de tiempo con ellos.

－No deberías.

－¿Qué quieres decir con que no debería?

－Venga, Broke... ¿sabes el tipo de personas que son? ¿Es que acaso no escuchas lo que dice la gente?

Brooke estaba comenzando a cabrearse. Últimamente se enfadaba bastante cada vez que alguien intentaba insinuar algo malo de esos chicos.

－Bryan, en estos momentos no me importa lo que la gente pueda decir. Y puedo asegurarte que la gente tan solo habla mierda. No tienen ni idea de como son. －dijo aquello demasiado confiada cuando en realidad ella tampoco los conocía realmente. No sabía nada de sus vidas, ni de sus pasados o familia. No sabía nada de ellos salvo que se habían portado bien con ella y eso le bastaba. －Además, no he venido aquí para hablar de ellos ni de mi... ni si quiera sé por qué estamos discutiendo esta tontería.

El rostro de Bryan pareció suavizarse un poco.

－Dijiste que sabías lo que había pasado con mi hermano. －murmuró, de manera debil. El desprecio y odio de antes había desaparecido.

El momento había llegado. Era hora de hablar. Se tomó unos cuantos segundos antes de empezar.

－ Yo estuve esa noche －soltó por fin y aunque no le resultó fácil continuar, lo hizo. Sacó toda esa fuerza que ni si quiera sabía que tenía y siguió hablando, contando hasta el mínimo detalle. Trató de imaginar que estaba contando algo ajeno a ella, como una película, pero se dio cuenta de que según iba hablando, volvía a recordar todo y el nudo en su garganta parecía estar cada vez más y más apretado. Minutos después por fin lo había logrado; había dejado salir aquello de su interior pero no se sentía mejor.

Bryan la observaba casi sin pestañear y Brooke esperó a que hablase, a que dijera algo pero el chico se mantuvo en silencio. Fueron unos segundos muy largos hasta que él habló

－Está muerto －dijo al fin. No era una pregunta, más bien una afirmación. －Está muerto.

Estar en el coche comenzó a ser cada vez más agobiante. Brooke quiso abrir la puerta, salir, tomar el aire, huir... pero no podía dejarle allí, no después de haberle contado todo.

－Lo siento mucho, Bryan －musitó, aún sabiendo que no serviría de nada. －Ojalá hubiera podido hacer algo más. Lo siento, lo siento mucho.

No era el miedo lo único que había estado persiguiendo a Brooke todos estos días. También había sido la culpabilidad, esa culpa que sentía por no haber hecho nada

－¿Has ido a la policía? －le preguntó Bryan, mirándola.

－Estaba esperando a hablar contigo. Creía que tú deberías saberlo antes.

Bryan asintió con la cabeza, agradecido. Brooke no sabía que hacer, ¿debería darle un abrazo? No tenía ni idea de como actuar en este tipo de casos. Nunca se le había dado bien consolar a nadie. Así que, con cierta torpeza, le puso una mano en su hombro y lo apretó. Esperó que con ese gesto supiese que ella estaba allí con él.

－Entiendo que todo esto sea muy difícil para ti pero, Bryan, se hará justicia. No voy a permitir que ese hombre se salga con la suya.

－¿Podrías reconocerle? Si le tuvieras delante, ¿podrías reconocer a aquel tío?

Brooke se estremeció; no podría olvidar esa cara nunca. Ese cruel rostro había estado visitándola todos los días.

－Estaba muy oscuro －reconoció. － Pero sí podría. Eso ayudará con la investigación. Puedo describir perfectamente su rostro, será mucho más fácil dar con él de esa manera y...

Bryan no dejó que siguiera hablando.

－Brooke, no vamos a ir a la policía. No vas a ir a la policía y no vas a contarle a nadie lo que viste, ¿de acuerdo?

La frente de la chica se arrugó, confusa.

－¿Por qué no? －preguntó. －Bryan, no podemos dejar las cosas así.

Bryan no parecía escucharla. Era como si él estuviera pensando en otra cosa.

－Has dicho que no estabas sola aquella noche. Estabas con esos chicos, ¿no?

Ella asintió.

－En ese momento no los conocía, fue todo una casualidad. Ya te lo he contado; nos encontramos en el bosque, oímos los disparos, salimos corriendo...

Estaba a punto de volver a contar todo de nuevo pero él la interrumpió una vez más.

－¿Cómo estás tan segura de que todo fue una casualidad?

－¿Qué quieres decir? －preguntó. No le gustaba nada hacía donde estaba yendo la conversación.

－¡Venga ya, Brooke! No me obligues a decirlo. －hubo cierta sequedad en su tono de voz.

－Dilo. Dime que es lo que estás pensando porque no puedo creerlo.

Bryan soltó un suspiro.

－Tú sabes como son esos chicos, todos lo sabemos. ¿No te parece raro que haya un asesinato y ellos estén allí? ¿Cómo estás tan segura de que no están involucrados de alguna forma?

Brooke estaba a punto de gritar debido a toda la rabia que estaba acumulando. ¿Cómo podía pensar eso Bryan? ¿Es que acaso no había escuchado ni una sola palabra de lo que le había dicho? ¿Cómo se atrevía a acusar a los chicos que tan solo querían ayudarlo?

－Eso que estás diciendo es una tontería y no tiene ningún sentido. ¿Qué iban a ganar ellos con todo esto? ¿Por qué esconderse si estaban involucrado? ¿Por qué no me han matado a mi si lo vi todo? － Trató de calmarse. －Mira, Bryan, entiendo que ahora no estés pensando con claridad pero no puedes culpar a gente que tan solo quiere ayudarte. ¿Acaso piensas que yo estoy involucrada?

Entonces, Bryan la miró de una manera muy fría y ella supo que no le iba a gustar, para nada, lo que el chico fuera a decir a continuación.

－No lo sé, ¿cómo sé que que no los estás encubriendo de alguna forma? Pareces ser muy amiga de ellos ahora. Quizás tan solo estés protegiéndolos.

Aquello fue el colmo. Brooke abrió mucho los ojos, no creyendo lo que estaba escuchando. Estaba tan enfadada, decepcionada, triste, asustada y rabiosa que ni si quiera sabía que decir.

－No me lo puedo creer, ¿cómo puedes pensar eso de mi? ¿Cómo puedes creer que yo sería capaz de algo así?

Bryan bajó un poco la mirada. Se le veía arrepentido. Y Brooke tan solo quería salir de aquel coche, no seguir viéndole.

－Yo solo te digo que no me fío de ellos.

－No te fías de ellos tan solo por haber nacido en el sitio en el que lo hicieron. －Estaba decepcionada, pero al mismo tiempo avergonzada, pues no hace mucho tiempo atrás quizás ella hubiera pensado de la misma forma.

Soltó un suspiro. De repente, se sintió agotada. No entendía como podía haber ido tan mal todo. Y estaba asustada de que todo aquello perjudicara a los chicos. ¿Y sí ahora Bryan decidía culparlos a ellos? Tenía que hablar con la policía antes de que él decidiera hacerlo, contando una versión totalmente opuesta a la realidad.

－Creo que ya no tengo nada que hacer aquí －soltó. －Yo confío en ellos y si tú no quieres ir a la policía, aunque no logro comprender el por qué, yo lo haré y ellos lo harán conmigo, porque queremos ayudarte, Bryan. Y yo no puedo seguir viviendo con esto... he pasado unas semanas horribles y tengo que hacer algo.

－No lo entiendes, Brooke...

－No, al que no entiendo es a ti. ¿Es que no quieres hacer nada por tu hermano? ¿No quieres que se haga justicia por él? －lo único que recibió por parte de Bryan fue silencio y eso fue respuesta suficiente para ella.

Ya no había nada que hacer.

Estuvo a punto de abrir la puerta, tenía ya la mano puesta en el cilindro de ésta, pero entonces él habló.

－No puedes irte aún. －le pidió, con cierto cansancio. Él también parecía agotado.

－Lo siento mucho, de verdad. －fue lo único que pudo decirle, lo único que podía ofrecerle.

Pero cuando Brooke fue a salir del coche y reencontrarse así con las tres personas que estaba deseando ver, la puerta no se abrió.

Bryan había puesto el seguro, impidiéndola salir