Como desees (Keo)
La música suena a todo volumen por los altavoces del escenario. En escena, la potente voz del actor que interpreta a Benjamin Barker contando a Mrs. Lovett su plan de venganza, hace que se me erice la piel, y eso que es solo un ensayo. Taekwoon está tan metido en su papel que incluso da miedo, sobre todo cuando llega la escena en la que comete su primer crimen.
Aunque yo ya he hecho mi parte, y podría seguir ensayando, prefiero ver como mis compañeros de reparto representan sus guiones. Hay algún que otro fallo que nuestro director corrige al momento, pero gracias a la profesionalidad de nuestro equipo, la mejora es constante. Llevamos semanas practicando el musical, y los nervios por el día del estreno son cada vez mayores.
- ¡Jaehwan! - Sohyun, la chica que interpreta a la hija del barbero, me sorprende por la espalda. - ¿Me ayudas a ensayar una escena? No logro decir una de las frases sin equivocarme.
- Por supuesto.
Hecho un último vistazo al escenario principal antes de seguir a la chica hasta otra de las salas donde practicamos, es más pequeña, pero perfecta para nuestro acto. Sohyun se sienta en una de las sillas, vestida con el vestido que usará en la representación final. La chica tiene un talento increíble para la actuación a pesar de su corta edad. Recita las frases completamente metida en el papel, pero sí es cierto que noto como se le traban algunas palabras.
- Intenta ir algo más lenta, simplemente vocaliza.
Mis consejos la ayudan, y no tarda casi nada en coger el truco, recitando el guion a la perfección. En cuanto lo tiene dominado, aprovecho para recitar mi parte. Me pongo serio y agresivo, interpretando al juez Turpin, el hombre que quiere casarse con la joven Johanna. Por desgracia, ella me mira con desprecio y me odia, luego cierro una de las puertas ficticias con fuerza. Me entra la risa, cuando casi desmonto el improvisado escenario.
- Ken, eres demasiado tierno como para interpretar al malo de la historia. - Dice una voz a lo lejos.
Me giro para mirar al único que me llama por ese nombre, al menos desde que nos conocemos. Taekwoon avanza hasta mi con una sonrisa, y con el pelo aún engominado, destacando así el mechón blanco en su flequillo. También lleva las manos manchadas de falsa sangre.
- ¿Has matado a mucha gente?
- Solo a la misma persona unas cinco veces. - Bromes. - El director te busca. Nos pide que ensayemos nuestra escena.
Yo asiento, y sigo a mi mejor amigo de nuevo hasta el escenario principal. Quien nos iba a decir que ambos acabaríamos cumpliendo nuestros sueños a la vez. Comenzamos juntos los estudios de música, nos apuntamos a clases de interpretación por mero entretenimiento, y ahora vamos a representar el musical de Sweeney Todd con papeles protagonistas. Si esto nos lo dicen seis años atrás, nos hubiéramos reído de lo imposible que sonaba.
Me siento en la silla de la ficticia barbería a la vez que aclaro mi garganta. Taekwoon por su lado, también calienta sus cuerdas vocales, él lleva más tiempo que yo ensayando. La música suena demasiado fuerte, pero no tanto como para que no se nos escuche. Me entra la risa cuando comienza a ponerme la crema fría por la cara, pero logro contenerme, mi amigo se da cuenta, pero no dice nada para no estropearlo todo.
Su mirada asesina da verdadero pavor, al menos es lo que tiene que inspirar y es lo que suele lograr con cada una de sus representaciones, pero en mí causa un efecto que no debería. Me entran escalofríos cuando al fin simula que me está afeitando, aunque no es por el roce de la cuchilla de mentira, si no por el tacto de sus dedos sobre mi cuello. Y es que el estar completamente enamorado de él no me facilita nada las cosas cuando tengo que decir las frases, o cantar mis partes.
Llevo meses con ese sentimiento, y aunque al principio intentaba negármelo, al fin tuve que aceptarlo. Es duro y muy difícil llevar una simple relación de amistad, cuando cada palabra suya, me hace sonreír; o cuando cada roce, sin ninguna otra intención, hace latir mi corazón como si no hubiera un mañana. Y a todo esto añadir la peor parte: que Taekwoon esté al principio de una nueva relación y me pida consejos sobre ello.
Recuerdo perfectamente el día que ya me comenzó ha hablar de Hakyeon: sus labios, su simpatía y lo bien que le sentaba el negro. Por desgracia no pude negarlo, pues nuestro estilista destaca tanto física como personalmente, y por desgracia el chico de piel morena también siente esa misma atracción por mi mejor amigo.
Y yo no puedo hacer nada por ello.
Un cobarde, eso es lo que he sido todo este tiempo y sé que he tenido oportunidades para confesarme, como una de las noches en la que se quedó en mi casa a dormir, y esa misma mañana ambos amanecimos abrazados; o el día de mi cumpleaños, cuando planeo todo un recorrido hasta llegar a mi tarta de cumpleaños escondida. En todas esas veces, ha habido un cruce de miradas o un roce de manos que incitaba a decirle lo mucho que lo amaba, pero el tan solo imaginar perderlo me hace dar dos pasos más atrás del que he adelantado. No tengo miedo a que me rechace, si no a que desaparezca de mi vida, pues prefiero mil veces tenerlo como amigo que estar con él de manera distante o incómoda.
Taekwoon recita una parte de la canción y lo le respondo con la siguiente estrofa. Metido en su papel, me mira con odio, clavando sin apretar la supuesta afilada cuchilla.
En un movimiento, que ni siquiera imagino, veo a mi amigo irse al lado contrario del planeado, confundiéndose con la letra. La música sigue, y yo lo miro sin saber que hacer, así que digo mi parte. No la termino, pues me es imposible no reír al verle la cara. Se ha manchado parte de la nariz con la espuma de afeitar. El sonido para de repente cuando el director lo exige, a la vez que tampoco puede contener las carcajadas.
Escenas de este tipo son constantes en nuestros ensayos, el buen ambiente que se respira entre todos en general es maravilloso, y eso hace que adore mi trabajo, sobre todo añadiendo que paso con Taekwoon la mayoría de mis horas. No nos hemos cansado el uno del otro en todos estos años, y aunque dudábamos de ello, una vez nos prometimos estar siempre juntos en las buenas y en las malas, aunque no sé si se podría considerar "malo" que yo esté enamorado de él, así que para prevenir es mejor callar.
La tarde pasa sin ningún otro percance más, y cuando nos damos cuenta ya estamos vestidos con nuestra ropa habitual y con el pelo mojado de las duchas de los vestuarios. Al salir siento el frío, y más con el agua en la cabeza, me encojo por ello en mi chaqueta, pero rápidamente noto algo encima. Un gorro de lana hace que el viento no mueva mi pelo.
- Te vas a resfriar. - Taekwoon pasa por mi lado y se detiene delante de mí, lo miro agradeciendo que fuera esté algo oscuro y no pueda ver mis mejillas sonrojadas.
- Gracias. - Digo simplemente.
- Esto... Ken. - Su expresión está seria, incluso parece nervioso.
- Dime.
- Esta noche... Sé que habíamos planeado ver La princesa prometida por milésima vez, pero... - Se detiene, aunque no sé por qué, sé perfectamente lo que me va a decir. Hoy es San Valentín y él ahora tiene novio. - Yo he quedado -
- Lo sé. - Lo interrumpo. - Pásalo bien. - Intento sonreír
- ¿De verdad que no te importa? - Niego con la cabeza para que mis labios no mientan. - ¿Estás seguro? - Ahora asiento. - No te creo, conozco esa expresión. - Y se cruza de brazos.
- Leo. - Susurro el apodo que le puse, al igual que él me nombró Ken en su momento. Cojo aire, me está mirando tan fijamente que ahora el que tiembla soy yo. Parece que esta es otra de esas oportunidades. Sí, puedo gritarle que no quiero que vaya con Hakyeon, que sí que me importa que pase San Valentín con él y no conmigo viendo una de nuestras películas favoritas y que lo quiero con toda mi alma. Suelto el aire. -Ve con él, divertíos.
Noto como parece que también quiere decir algo, pero no lo hace.
- Está bien. ¿Nos vemos mañana? -
- Te llamaré. - Taekwoon asiente y se despide con la mano.
Para ser sinceros, no quiero verlo mañana porque sé cual va a ser nuestro tema de conversación, y ya estoy aguantando las lágrimas lo suficiente ahora mismo, como para tener que soltarlas de nuevo, y menos delante de él. Por suerte, en cuanto me quedo solo y mi mejor amigo gira la esquina, noto el agua en mis mejillas. Imagino que lo superaré y en un futuro, cuando Taekwoon me enseñe el piso donde vivirá con Hakyeon, le contaré como anécdota que aquella noche lo dejé ir para que fuera feliz y poder mantener nuestra amistad.
Doy la vuelta en dirección a mi casa, con la idea de pasar por una tienda veinticuatro horas, comprar ramen picante y luego llorar cada vez que Wesley le dice "como desees" a Buttercup.
- Un gran plan para pasar la noche de San Valentín. - Digo a la nada mientras decido que sabor combina mejor, al entrar en la tienda.
Minutos más tarde, agradezco el calor de mi casa y el agradable tacto de mi pijama cuando me acurruco en el sofá con la cena lista entre mis manos. Adoro más la sensación, cuando la película al fin empieza, dando un buen trago al refresco que voy a acompañar con el ramen instantáneo.
Pero es cierto que todo esto sin su compañía no es lo mismo. No puedo recitar las líneas de la princesa Buttercup sin Taekwoon a mi lado respondiéndolas, e imaginando que realmente me está diciendo que cada "como desees" es un "te quiero". Suspiro, pues ojalá fuera tan atrevido como Wesley para luchar por mi amor verdadero, fueran cuales fueran las circunstancias.
Pero, tal vez en mi caso, si debería serlo. Supongo que podría perder, pero Buttercup nunca dejó de amar a Wesley ni aun pensando que estuviera muerto, y éste a su vez luchó por ella a pesar que sabía que se iba a casar con el rey. Él cometió locuras y la princesa se enfrentó al rey por amor, terminando en un final feliz digno de una película antigua que trata del amor verdadero.
Pienso todo mientras me vuelvo a vestir, pues yo también puedo cometer locuras. No sé que voy a hacer, ni que voy a decir, pero también voy a luchar por lo que quiero, por quien quiero. Cierro la puerta de mi casa con fuerza, y aunque mis piernas tiemblen y mi corazón vaya a mil por hora, no pienso rendirme. Bajo las escaleras, giro el pomo de la entrada y alguien me impide salir a la calle. Doy un paso atrás para dejarlo pasar, pero al levantar la mirada veo a Taekwoon tan sorprendido como yo.
- Ken. - Susurra. - ¿Dónde...?
- ¿Qué haces aquí? - Pregunta mi cabeza por mí.
- Vengo a... bueno... yo... - No entiendo nada, ni siquiera porqué se traba al hablar.
- Leo.
- No puedo pasar el día de San Valentín con nadie que no seas tu. - Abro la boca, pero no sale nada. - Siento si esto puede estropear nuestra amistad, pero necesito decirte que estoy enamorado de ti, y que hace unas horas necesitaba que me impidieras ir con Hakyeon. Yo... - Suspira. - Sé que me arriesgo mucho con esto, y de verdad que no quiero perderte, Ken. - Taekwoon agacha la cabeza y yo creo que estoy sonriendo, aunque no lo noto.
- Leo. - Le tomo de las mejillas y lo miro con lágrimas en los ojos, aunque esta vez sé que son de felicidad. - Como desees.
- ¿Qué quieres dec...? - Y corta la palabra al darse cuenta del significado. Luego abre los ojos y me observa- ¿En serio? -
Mi respuesta automática es lanzarme a sus labios, dando el siguiente paso a nuestra curiosa declaración, siendo tan valiente como Wesley y tan atrevida como Buttercup. Definitivamente nuestra "novela de besos" está a punto de escribirse por si sola, y yo tengo tantas ganas de leerla como de vivirla.
🧡👨❤️👨💙
Holi^^ Bueno, para empezar (y por milésima vez) perdón por la tardanza, el trabajo siempre me impide sentarme a escribir con tranquilidad. 😔
Aquí hay varias cosas que quiero comentaros, al menos para que entendáis las dos referencias que he hecho, es algo largo y tampoco es obligatorio leerlo, pero os puede ayudar a comprender varias cosas que han pasado.
Para empezar, el cliché del mejor amigo enamorado tenía que ponerlo en el Keo por el tema de que yo a esta shipp la veo más como a una amistad que como algo romántico, sinceramente, por eso me cuesta tanto escribir sobre ellos en general 🤣
2. El musical que ensayan al principio está basado en la película de Tim Burton Sweeney Todd, os dejo el video de la escena que supuestamente interpretan en el teatro. Es un musical que me encanta y que realmente me gustaría mucho ver en directo, si no conocéis la historia os recomiendo que la busquéis o si no que veáis la película (Algo sádica, ya aviso😅).
3. Mi libro favorito es La princesa prometida, y siempre he tenido ganas de meterla de algún modo en alguno de mis fics y aquí ha caído xD Os cuento algunos detalles por si no habéis visto la peli o leído el libro, que por cierto también recomiendo: (Alerta spoiler/argumento rápido)
3.1: Wesley trabajaba como "criado" en la casa de Buttercup. Ella siempre le mandaba hacer cosas varias, a lo que él respondía "como desees". Por circunstancias, ambos acaban enamorándose y él le cuenta a ella que cada "como desees" que le decía, significaba un "te quiero" pues Wesley estaba enamoradísimo de ella. Luego pasan varias cosas que son las que aquí le dan el valor a Jaehwan, pues en toda la trama tratan mucho el tema del amor verdadero.
3.2: Si leéis el libro o veis la película, veréis que al principio comienza con un niño enfermo en su cama, jugando a videojuegos. El abuelo aparece con el libro de "La princesa prometida" y el niño acepta que su abuelo se lo lea. En la parte en la que Wesley y Buttercup se besan por primera vez, el niño lo interrumpe poniendo cara de asco y preguntándole si aquello era "una novela de besos", así que aquí tenéis la referencia del final.
Y el trailer: (Aunque mejor leer el libro primero) Sí, es una peli que tiene unos años ya, pero igual la amo♥️♥️
Bueno, no me extiendo más. Espero haberme explicado con claridad y de nuevo os animo a ver estas películas o leer los libros basados en ellos, pues me ha encantado introducirlos aquí, así que espero que os hayan gustado.
Besitos y nos vemos en la siguiente historia 😘😘😘
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