- ¿Qué? ¿Dónde estoy?

- Nando-san, lamentablemente has muerto, bienvenido a la otra vida, mi nombre es Eris.

-- Varias horas antes--

Me encontraba apurado, tenía muchas cosas que hacer, muchas, y tenía poco tiempo. Acababa de salir de mi lugar de trabajo, y me dirijo a la universidad; no he dormido nada en cuatro días, proyectos finales y sustentaciones para la universidad, informes para mi supervisor en mi empleo, y más y más trabajo.

- (Hah, ¿algún día terminará esto?) - Me preguntaba en mi cabeza mientras pedaleaba, evadiendo a los autos que me cerraban el paso.

Sin contratiempos, logré llegar a la universidad... a la misma clase aburrida de siempre... con el mismo profesor aburrido de siempre... con su cuentico de ''para esta asignatura, tienen que crear una empresa, con misión, visión, objetivos... bla bla bla bla''.

- (¿Es enserio? Si de verdad un estudiante tuviera una buena idea de negocio, cree que pedería el tiempo aquí con su materia, profesor de m****... Estos maestros de verdad me fastidian, no dictan una clase interesante, ni explican bien el dichoso tema, pero para exigir buenos trabajos y proyectos de fin de semestre, para eso si joden, muchos hijos de... Haaa, bueno, no es como si pudiera quejarme, después de todo, necesito el dichoso título de universidad a ver si me dan algo mejor).

Después de aquellas aburridas clases, y de un día agotador y lleno de problemas no muy agradables; aguantarte a un supervisor o jefe que se enjuaga la boca contigo con sus insultos  todos los días, y después, ir a una bendita clase aburrida que ni entiendes ni te importa, pero ''es importante para la carrera'' supuesta-mente. Así que no me queda más de otra que seguir con esto.

Para mi suerte o no, cierta diosa, cuya bendición jamás me ha alcanzado, su descuido, está a punto de cambiar mi existencia.

Nando, un joven de 26 años, nacido en una tierra llamada latino américa, está a punto de ser sacado de allí, pero no como el esperaba.

Tras salir en su bicicleta y de vuelta a casa, Nando se detiene en el semáforo, ya que, a diferencia del cliché en su tierra, el sí respeta las normas. Sin embargo, otro cliché está a punto de pasarle ¿tal vez?.

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- Veo a ver pirobo, bajese de too - Dijo un tipo extraño con una gorra.

- (No me jodas, con un demonio lo que faltaba, que se me apareciera ''un Brayan'', que falta, ¿que me roben la cicla y muera apuñalado en medio de la noche? Tsk, qué cliché).

Lamentablemente para Nando, no eso fue exactamente lo que le sucedió, en las aceras de Bogotá Colombia, ya que logró pedalear rápido y huir; no obstante, algo totalmente inesperado le sucedería. Ya que no estaba pendiente del camino y toda su atención estaba centrada en escapar de aquel ladrón, se acercó demasiado a un camión que transportaba químicos, el cual de un momento a otro explotó intempestivamente.

//Nota de autor: Como cuando te mata el camión-kun, pero no como esperabas//

Por el joven que era buena persona, nadie lloró, a nadie le importó, nadie lo auxilió, y no hubo tiempo para eso. La suerte, la suerte que representa aquella diosa de pelo plateado, la suerte que acompañó a otro joven, un japonés con tres hermosas chicas, esa suerte jamás acompaño a aquel hombre de Latino américa, que de forma extraña, ha logrado escapar de allí, pero no como él esperaba.

¡SÁQUENME DE LATINO AMÉRICA!... *Se murioo-o-o-o-o-o*