Versos de sangre
Hielo,
fuego.
Todo era tempestad
esa turbia mañana.
¿Había peligro?
No, había muerte por todas partes.
¿Había llanto?
No, había mares a pupilas iguales.
Era miedo,
era horror,
una absurda perdición,
la más letal condición ante el filo del cañón.
¿Eres tú, Muerte?
Ay,
vieja vecina de las noches sin aire,
sin oxígeno y en presidio.
¿Eres tú, Sangre?
Mi pequeña niña bipolar y caprichosa.
Ojalá aún sigas quieta y preciosa,
no quiero que te vuelvas a perder.
¿Eres tú? ¿¡Eres tú!?
¡Oh, no! ¡Por favor, no!
¡No llames más!
¡Vete ya!
¡Deja a mis alas volar!
¡Calla! ¡Calla!
¿No ves que el mundo es demasiado bonito?
No me apreses con las cadenas,
aquellas que sujetaron mis quimeras.
Yo solo quiero oler las flores
y tener rizos a montones.
¡Por favor, vete!
Déjame,
no quiero volver a esa cama blanca,
¡ni a mi torre de marfil!
No me sobornes con experiencias de vida,
ni inspiración al escribir.
Que tu mayor ansia es guardarme en esa celda de abeto
y yo a ti no te lo pedí.
¡Vete!
¡Por favor!
Me sangra el alma al sentirte cerca
y con pensarte ya inundo la cama.
Solo te pido que no me llames a mí,
Sé que eres mujer de muchas personas.
alba20092009
Hola. Bueno, muchas os preguntaréis cuánta droga me estoy metiendo en el cuerpo que ya hasta en verso hablo sola, TRANQUILOS, no me drog... ¡digo que no estoy loca! Me refiero a más loca de lo normal, obviamente.
Tras esta aclaración, paso a explicaros el origen y significado del poema.
La anécdota es que llevo resfriada desde la semana pasada, el lunes tenía que ir al hospital a recibir una medicación (pentamidina), mientras la aspiraba mi madre se encontró con la médico potterhead, ella le preguntó por mí y mi madre le habló de mi resfriado. Resultados: me pidió tres tubos (hemograma, bioquímica y coagulación), muestra de orina, radiografía del pecho y para rematar quería verme sobre las 12:30/13:30.
Esto al principio me fastidió. Al pasar las horas llegó a mi la preocupación: ¿y si tengo leucemia? Estoy resfriada como las otras veces, imposible no es. No quiero volver otra vez al hospital, resulta horrendo, no quiero más lágrimas, no quiero más agujas, tampoco vómitos ni días de malestar, no quiero dejar mi vida atrás, no quiero perder mis rizos, no quiero morirme. Me puse "un poco" melodramática, admitámoslo. Caminando por el pasillo, llorando disimuladamente y escuchando Strange things will happen by The Radio Dept (soundtrack de TFIOS, para qué os voy a engañar). Todo muy sad hasta que me tranquilicé leyendo lo último de Blue Jeans en la sala de espera y la potterhead me dijo que mi hemograma era una maravilla (y lo sigue siendo).
Ahora nos toca un breve comentario literario del poema como extra:
Hielo,
fuego.
Menciona al hielo y fuego como dos cosas totalmente opuestas que actúan de metáfora conjunta al representar las dos posibles opciones del final de ese día, morir o vivir.
Todo era tempestad
esa turbia mañana.
Esa tempestad descontertante que turbaba la mirada al futuro, un futuro incierto. La ausencia de la certeza la aturdía como las olas.
¿Había peligro?
No, había muerte por todas partes.
¿Había llanto?
No, había mares a pupilas iguales.
Alba, como siempre, exagerando las cosas. No pensaba en que iba a curarse de una tercera leucemia e iba a ser fuerte, no, creía que le tocaba un diagnóstico letal con debilidad total.
Era miedo,
era horror,
una absurda perdición,
la más letal condición ante el filo del cañón.
Sigue exagerando sobre su estado ante el posible diagnóstico, situándose en el peor desenlace.
¿Eres tú, Muerte?
Ay,
vieja vecina de las noches sin aire,
sin oxígeno y en presidio.
Se pregunta si se va a morir, al igual que casi lo hizo la primera semana ingresada con leucemia cuando llevaba una mascarilla de oxígeno que nunca se quitaba y no iba al baño para evitar dicha acción
¿Eres tú, Sangre?
Mi pequeña niña bipolar y caprichosa.
Ojalá aún sigas quieta y preciosa,
no quiero que te vuelvas a perder.
Su sangre amada y de ese rojo precioso, la cual cambiaba y enfermaba agitadamente, según el punto de vista de la poetisa, esta espera que ojalá continue sana.
¿Eres tú? ¿¡Eres tú!?
Se refiere a la leucemia.
¡Oh, no! ¡Por favor, no!
¡No llames más!
¡Vete ya!
¡Deja a mis alas volar!
¡Calla! ¡Calla!
Le suplica que se marche y le deje crecer como persona.
¿No ves que el mundo es demasiado bonito?
No me apreses con las cadenas,
aquellas que sujetaron mis quimeras.
Yo solo quiero oler las flores
y tener rizos a montones.
Argumenta que la vida es demasiado preciosa para perderla, le exige que no aprese su libertad ni la llene de dolor, al igual que ya lo hizo antes, ya que ella solo precisa cosas tan simples como oler flores y características comunes similares a lucir un bonito cabello.
¡Por favor, vete!
Déjame,
no quiero volver a esa cama blanca,
¡ni a mi torre de marfil!
No me sobornes con experiencias de vida,
ni inspiración al escribir.
Que tu mayor ansia es guardarme en esa celda de abeto
y yo a ti no te lo pedí.
Expone que no le apetece volver a la desoladora y vacía cama del hospital, ni encerrarse en aquella habitación minúscula, lo rechaza a pesar de beneficios como la experiencia y sabiduría, además de mayor inspiración literaria, pues sabe que ella solo quiere matarla cruelmente.
¡Vete!
¡Por favor!
Me sangra el alma al sentirte cerca
y con pensarte ya inundo la cama.
Solo te pido que no me llames a mí,
Sé que eres mujer de muchas personas.
Nos comenta que cada vez que la cree estando en su interior siente como se parte en mil pedazos y tiembla en ella la tormenta, que con solo saber que existe su conciencia le moja las pupilas. Le suplica que no la enferme a ella, porque sabe que ansía cada alma sobre la Tierra.
Llevo milenios con esto. Espero que aprecéis el poema que os traigo en primicia, porque hasta lloré escribiéndolo y me ha costado la vida el comentario. Por si alguien no lo ha percibido, estuve dos días respondiendo comentarios y mensajes privados. Tengo sueño, así que no me extenderé. OS ADORO, MUCHOS BESOS Y HASTA PRONTO.
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