Blueskyforest

Cuando yo tenía más o menos seis o siete años llegó a la casa de mi tía abuela una chica joven y su hermano, cuya madre trabajaba en el cuidado del hogar de su hermana.

Ellos llegaron a la capital porque Joel (el chico) tenía cáncer, pero nunca me dijeron de qué tenía.

Mientras él estuvo aquí iba a visitarnos a mi hermano y a mí en nuestra casa. Cada vez que llegábamos de la escuela lo encontrábamos listo para almorzar y jugar con nosotros, sobre todo con mi hermano por ser dos años menor.

Él era mayor que yo, no más de dos años, por lo que se le hacía fácil ayudarme con matemáticas, ya que por ese entonces no me iba bien. Aún me pregunto como hacía para seguir con su tratamiento y tener una sonrisa siempre para nosotros.

Joel llegó aquí sin pelo, por lo que siempre lo veíamos con un gorro, no sabía por qué lo usaba hasta que un día escuché a su hermana (era mayor de edad) llorando diciéndole a mi mamá que le quedaba poco tiempo de vida. Yo también lloré.

A poco más de una semana de eso nos dijeron que regresaban a su casa, y yo me puse feliz porque pensé que estaba mejor y volvería con su familia, pero antes de irse me hizo prometer que me esforzaría mucho en matemáticas; ese mismo día falleció en el hospital.

Desde ese entonces fui de las mejores en mate, pero este año todo vino cuesta abajo. Y cada vez que tenía una mala nota lloraba porque sentía que le estaba fallando. Hoy estoy aquí estudiando para los finales y llorando por dentro al ver todos mis desaprobados.

@Blueskyforest tranquila, seguro que él sabe que te esfuerzas. ¿Alguien más ha llorado como una patata al leer esto? La semana que viene me dan vacaciones, así que espero poder mantenerme activa. No me matéis por abandonaros. Chaoooooooooo. <3<3<3

PD: hoy hace un año que salí de la burbuja y mi médula sigue genial.