Esta noche no traigo una anécdota cómica, porque las lágrimas y palabras que la ocupan no eran bonitas, no eran cordiales, no eran amables. Eran el cuchillo más fino contra mi cuello, la pistola más potente contra mi pecho, la bomba más próxima a mi cuerpo. Eran sordas, eran bobas, eran palabras de sorna. Eran opiniones sin pensamiento, sin conciencia, caminando ciegas y asesinas. Y sí, puede que solo fueran palabras, fugaces y pasajeras palabras, pero, ¿acaso lo era mi alma?

La cosa empieza así: habían quedado mi madre y sus primas a cenar en el pueblo este verano y me dejaron unirme. Una de mis tias en un momento de la noche dijo "Las ONG son un parche en la sociedad" y yo me quedé apagada y oprimida por dentro mientras mostraba indiferencia a sus argumentos por fuera, opinaba que el objetivo de muchas era conseguir dinero con fines lucrativos, no digo que no existan asociaciones así, pero tampoco se puede generalizar, pues la fundación Josep Carreras contra la leucemia la fundó una persona que padeció esta enfermedad y milagrosamente sobrevivió, pero para ello tuvo que tratarse en Houston costeándolo con su fortuna como cantante ya que en España no se disponían de los actuales avances ¿Me estás diciendo que ese individuo la ha creado con el afán de conseguir aún más dinero del que posee? Me dolió mucho pues también añadió que debido a sus argumentos, las ONG no deberían existir pues no ayudan en realidad ¿Insinuas que miles de niños como yo deberíamos estar muertos, que todo es un esfuerzo vano pues nuestras vidas no merecen la pena, que no se ha avanzado en todos estos años gracias a las generosas donaciones? ¡Y no solo te refieres al cáncer, sino a todas las tragedias!

Mi madre y demás familiares le llevaron la contra y durante el postre lo volvió a sacar el tema, yo que había permanecido impasible, me marché sin indicar razón y lloré descosida de camino a la casa de mis abuelos. Me subí al balcón y escuché música, estuve como una hora deprimida profundamente hasta que percibí que la única persona que me entiende contestó mis mensajes, hablamos del tema y todo se calmó. Pero sigo frustrada por esa conversación, sigo rota, y no me rompió solo esa charla, sino muchas otras experiencias más, más de dos años y medio de un sufrimiento que a veces ahoga.

Soy poeta, de ahí la profundidad del inicio del apartado. Recordé esta mala charla y cuando me dediqué a escribirla mi corazón desprendió esto. Creo que ha sido lo más intenso que he escrito en el blog. Si os apetece comentad y debatid sobre este tema, votad también si os gustó. Adiós.

PD: Por si aún no quedó claro, soy muy profunda, sobretodo cuando me deprimo.