Yo poseo una peculiaridad, cada vez que voy al hospital me llevo mis peluches Bob y Olaf. Duerma donde duerma, lo hago con ellos. La manía empezó con mi segunda leucemia, pues la habitación de noche parecía aterradora y le supliqué un peluche de minion a mi madre durante semanas. Primero nos compro dos pequeños a mi hermano y a mí de Kevin y Stuart. Pero yo quería un Bob más grande con su osito. Fue a unos grandes almacenes, una juguetería, y al final se lo emcontró en el escaparate de un multiprecio(chino). Del Olaf me encapriché más tarde porque una amiga falleció teniendo uno. El viernes antes del trasplante, llegué al hospital para ponerme el antifúngico y encontré una caja de Disney Store, salté y grité de emoción. Me lo regaló una enfermera.

Debo irme a dormir, es muy tarde. Estoy participando en la voz naranja, por si quieren oírme, he publicado el link en mi tablón. Un besooooo.