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—¿Que vas a hacer hoy hijo? 

Taehyung miró la ventana y la poca nieve que había caído la noche anterior. Luego volvió su mirada hacía su madre y se encogió de hombros —voy a ir a buscar a Seokjin, me va a acompañar a comprar las zapatillas de las que te hablé ayer. 

Mi soo asintió mirando la televisión —que también se compre un par, yo ya hablé con él. 

Taehyung sonrió amplio, amaba el corazón noble de su madre y que siempre pensara en Seokjin como si fuera parte de la familia, como si fuera un tercer hijo. 

—Hay algo que también me gustaría comprarle.

—¿Que es? 

—Un calefactor para su habitación, el otro día llegó casi congelado al instituto, me dijo que su habitación era demasiado fría porque la puerta siempre estaba cerrada. 

—¿Sus padres se molestarán? Eso le corresponde a ellos ¿no? 

—Les corresponde pero no lo hacen y Jinnie es muy inseguro para pedirlo. 

Mi soo arrugó su ceño y asintió pensando en la vida de Seokjin en esa casa. 

—Está bien, un calefactor y muchas frazadas de polar para nuestro Seokjinie. 

Taehyung estuvo de acuerdo y se levantó de su sitio, besó la mejilla de su madre y subió la escalera. En su habitación eligió ropa abrigada, tomó su billetera y celular para luego abandonar el dormitorio. 

Se despidió de su madre y de su abuela que se unió a ella en la sala para ver una telenovela de media tarde. 

Taehyung sintió las miles de mariposas rondar su estómago como cada vez que veía a su mejor amigo. Habían pasado a lo menos dos semanas en que Seokjin no había ido a su casa y con suerte se veían en el instituto. Taehyung lo extrañaba demasiado. Y es que también Seokjin esa semana había comenzado a salir con un chico del instituto, él no se dejó persuadir ya que Seokjin aún no se sentía cómodo con ese tal Yeosang entonces él lo iba a ayudar.

El azabache frotó sus manos y golpeó la puerta de la casa de su mejor amigo, suerte que este abrió y no su madre que siempre lo miraba como si fuera un pedazo de mierda inservible. 

—Hola Taetae. 

La hermosa sonrisa de Seokjin le hizo sonreír como un tonto. —Hola Jinnie. 

Taehyung caminó fuera de la propiedad esperando a que Seokjin cerrará la puerta de la casa. Luego se unió a él y caminaron en silencio hasta la parada de buses. 

—Hace mucho frío.

—Va a nevar o eso dijeron en las noticias. 

—Este invierno va a ser una mierda —Jin escondió la mitad de su cabeza dentro de su chaqueta. 

—Me gusta la nieve, quizá vayamos a algún centro de ski, ¿te gustaría venir con nosotros? 

Seokjin pateó una pequeña piedra y se encogió de hombros inseguro si Taehyung se lo preguntaba por cortesía, por costumbre o porque de verdad quería que él fuera con él y su familia. 

—¿Que fue eso? —Taehyung tomó la chaqueta de Seokjin y se paró frente a él —¿no quieres ir?

—No es eso. 

—¿Entonces?

—Nada. 

—No digas eso, algo pasa, estás raro, ya ni siquiera vas a casa y cada vez hablamos menos por teléfono… ¿pasó algo? Dime. 

—No pasa nada —Jin de quitó del fuerte agarre y se alejó de Taehyung quien lo miraba con su ceño fruncido. 

—Eres tan malo mintiendo. 

—No estoy mintiendo. 

—Lo estás y pareces enojado —Tae se rio negando con su cabeza —te conozco. 

—Me da igual. 

Taehyung estaba bastante sorprendido por el cambio en el humor de su mejor amigo, pero también le parecía adorable y él como la persona juguetona que era se acercó al espacio personal de Seokjin empujándolo hacia uno de los pilares del paradero de buses. Sus narices se rozaron levemente y cuando Seokjin giró su cabeza, Taehyung atrapó sus labios. 

Los ojos de Jin se abrieron ante aquello y con mucha fuerza de voluntad puso sus manos sobre el pecho de su amigo para detenerlo. 

—¿Que estás haciendo? —Jin lamió sus labios sintiendo menos frío que hace un momento. 

—Solo quiero quitar tu mal humor. 

—No resulta así. 

Taehyung no lo dejó ir y lo tomó aún más fuerte queriendo besarlo tan mal, podía sentir la tensión en su amigo, el enojo y aunque no sabía cual era la razón no le importaba si Seokjin se comportaba como un idiota gruñón mientras estuviera a su lado. 

—Seokjin —Tae aclaró su garganta aflojando sus manos —yo…

Seokjin parpadeó nervioso, bajó la mirada hasta las manos de Taehyung sobre su cintura y suspiró cuando varias personas entraron al paradero haciendo que ellos se separaran. 

En ese momento sonó su teléfono, lo sacó de su bolsillo, leyó el mensaje del chico con el que estaba comenzando a salir y volvió a guardar el teléfono en el bolsillo de chaqueta. 

—Es mejor que vayamos de una vez al centro comercial. 

Tae miró de reojo a la pareja que estaba a su lado y suspiró —correcto, mejor tomemos un taxi, si seguimos esperando nos saldrán raíces. 

Un taxi pasó cinco minutos después y en silencio se subieron sin hablar de nada, Taehyung estaba tranquilo y realmente se sorprendía de estarlo ya que el humor de Seokjin era una mierda esa tarde. 

En el trayecto el azabache se dedicó en mirar los edificios y la gente al pasar, no quería molestar a Seokjin y por el contrario quería que la salida fuera un buen momento luego de no haber estado cerca de él, pero al parecer Seokjin no quería lo mismo. 

El centro comercial estaba lleno de personas enfundadas en abrigos y suéteres enormes a pesar de que dentro del recinto había una calefacción cálida. Como las actividades al aire libre bajaban en invierno, toda la ciudad estaba en el centro comercial. 

Tae miró a su derecha y suspiró mientras veía a Seokjin con su teléfono en la mano respondiendo un mensaje o lo que sea que estuviera haciendo. Lo esperó diez minutos y luego de eso Taehyung comenzó a molestarse por lo que avanzó sin siquiera decirle nada a su amigo. 

No se detuvo mientras miraba las tiendas y la ropa en exhibición, tampoco lo hizo cuando escuchó su nombre siendo gritado a poca distancia. 

Luego de un rato paró en la tienda de zapatillas y deseó no haber salido de casa, su humor cayó en picada de un minuto a otro sintiéndose frustrado y triste. Todo en menos de quince minutos. 

Seokjin llegó a su lado y se veía más molesto que antes pero a Taehyung realmente ya no le importaba.

—Si quieres ir a otro lugar puedes hacerlo. 

—Dije que te iba a acompañar. 

—Lo sé, pero también puedes cambiar de opinión e irte a la mierda si quieres. 

Taehyung mordió su labio, no quería ser así de brusco, tan cambiante. Se sentía como un tonto por no poder controlarse pero es que en realidad no podía, no sabía como hacerlo. Esperó diez segundo exactos antes de girarse y mirar a su mejor amigo con el corazón saliendo de su pecho porque si Seokjin le daba un puñetazo él no podría hacer nada al respecto. 

Se lo merecía después de todo.

Pero eso no ocurrió y ambos se quedaron mirando por unos momentos y luego estallaron en risotadas realmente fuertes haciendo que las personas los miraran al pasar. 

—Eres tan tonto, Tae —Jin siguió riéndose mientras pequeñas lágrimas se acumularon en sus ojos. 

—Yo no soy el que anda con el genio de mierda —Tae dejó de reír y pasó un brazo por el hombro de su amigo para caminar un poco —vamos a tomar o comer algo… Lo que sea. 

—Ya no estoy enojado. 

—¡Lo sabía! Estabas molesto, a mi jamás me podrás engañar Jinnie. 

Seokjin rodó los ojos y cuando giraron hacia el enorme patio de comidas paró de golpe al ver a lo lejos a Yeosang. Se giró antes que este lo vea y comenzó a caminar de vuelta. 

Taehyung confundido lo siguió y lo detuvo un poco más allá. 

—Compra tus zapatillas y vamos ¿si? 

—¿Que? Oye no, no nos hemos visto en días y ya te quieres ir —Tae se acercó a su amigo —¿que te pasa? Y por favor no me mientas esta vez. 

—Es ese chico Yeosang… Creo que no es para mí, me hace sentir inquieto y no sé, siento que me persigue, hace un rato me preguntó que haría en la tarde, le dije que vendría al centro comercial y lo acabo de ver… Eso es raro ¿no? 

—Quizá quiere verte…

—Me hace sentir nervioso, él no es como Felix… Es más contundente y yo me siento como un virgen cuando estoy con él, necesito más experiencia. —Jin mordió el pulgar de su mano derecha mirando sobre el hombro de Taehyung por si venía su compañero de teatro. 

—Oh eso es fácil de solucionar. 

—¿Si? 

—Claro —Taehyung sonrió de lado, luego dio un paso adelante y luego otro hasta que Seokjin estuvo apoyado en una de las paredes de acceso a los baños públicos. Nadie estaba cerca por lo que no se preocupó de que alguien los vea —solo debes mirarlo —Tae subió sus manos hasta la cintura del castaño y acarició por sobre la tela. 

Seokjin tragó saliva y lamió su labio inferior queriendo que los labios de Taehyung lo besaran, que sus dientes lo mordieran y que su lengua lo chupara así como solo Taehyung sabía hacerlo. 

—Y solo debes hacer que él sienta lo mismo que estás sintiendo tú en este momento.

Taehyung tomó el labio inferior de Seokjin y luego su lengua trazó un lento recorrido amando el suspiro que su mejor amigo dejó escapar antes de que sus manos lo rodearon por el cuello y sus labios se unieran. 

Era tan fácil la manera en la que la boca de Seokjin se abría para él, tan sencillo y delicado a la vez, tan atemorizante que Taehyung tenía miedo de abrir sus ojos y que Seokjin lo aborreciera por aprovecharse de alguna manera de su inseguridad para acercarse a otro chico. 

Jin abrió sus ojos y empujó suavemente a su mejor amigo, sus mejillas estaban rojas por el asalto y también por la vergüenza de que las personas lo vieran, incluso tuvo miedo de encontrar a alguien de su familia en el centro comercial. 

—Es mejor ir a comprar —Seokjin lamió su labio y se pasó una mano por su cabello medio aturdido por ese beso. 

—Si, tienes razón, hay mucha gente aquí. 

Caminaron de vuelta a la tienda, Taehyung eligió el par de zapatillas que había visto semanas antes y las pagó. Luego llevó a Seokjin a su tienda favorita y lo hizo elegir también un par de zapatillas. Obviamente su amigo se negó por lo que Taehyung tuvo que usar toda la paciencia que tenía reservada solo para el castaño y le explicó de mil y una formas que era un regalo de su mamá y que ella se iba a sentir muy ofendida si no lo aceptaba. 

Como era de esperar Seokjin aceptó el regalo y eligió un par bastante económico y que Taehyung sabía que no durarían mucho. 

—Este está mejor, ¿no crees?

Seokjin miró de reojo el precio y negó —es muy costoso, nunca he tenido algo así de caro.

—Esta es la oportunidad, mi mamá no va a aceptar que te compres algo tan barato que no va a durar nada… Piensa que es como tu regalo de cumpleaños adelantado —Taehyung sonrió sin mostrar sus dientes. 

Seokjin dudó varios segundos y luego se rindió —no quiero que la tía Mi soo se enoje.

—Eso está mejor —Tae palmeó la espalda de su amigo con cariño. Amaba lo desinteresado que era Seokjin.

Juntos buscaron un vendedor y salieron de la tienda. Taehyung sabía lo difícil que le era a Seokjin recibir ese tipo de regalos, cosas compradas, porque su amigo no tenía problema en recibir los calcetines tejidos de su abuela o cualquier tesoro que su abuelo quería compartir con él, pero todo eso cambiaba cuando había dinero de por medio y Tae lo entendía. 

—Algún día espero poder darle un regalo a tu mamá, ella se porta tan bien conmigo. 

—Le caes bien, deberías aprovechar. 

Seokjin bufó —no me gusta eso, no quiero que piensen que estoy cerca por dinero o algo así. 

—Nadie nunca ha dicho eso, está todo en tu cabeza. 

Salieron del centro comercial y de inmediato se encogieron en sus chaquetas ya que estaba nevando y la brisa era bastante helada. 

—Mira Taetae —Seokjin se acercó al cartel del cine que estaba anclado a uno de los tantos muros del lugar y sonrió realmente amplio. —Hace mucho que no entro al cine.

—¿Quieres verla? —Taehyung leyó el título y lo único que reconoció fue el nombre del actor principal, Brad Pitt. 

—El árbol de la vida —murmuró Seokjin viendo el cartel una vez más. 

—Vamos. 

Taehyung arrastró a Seokjin de vuelta al centro comercial, respiró feliz al sentir la calefacción ya que un minuto afuera y sentía que su culo se había congelado. 

Revisaron la hora y como todavía quedaba una media hora para que empezará la película ellos dieron unas vueltas y luego Taehyung insistió en comprar palomitas de maíz, gomitas de osito y mucho chocolate para Seokjin. También dos bebidas enormes para cada uno ya que no podías ver una película sin comer un montón. 

Cuando pudieron entrar tomaron asiento y mientras la sala se llenaba se dedicaron a comer y conversar. 

—Espero que sea buena —Jin tomó un sorbo de su bebida y luego giró su cabeza para mirar a Taehyung. 

—Da igual si no es buena. 

Seokjin arrugó su ceño. No daba igual. 

Taehyung se rio y se metió dos gomitas a la boca, luego sacó una más y estiró su mano para ofrecerle una a Seokjin, este dudó unos segundos y luego aceptó la oferta tomando suavemente la gomita entre sus dientes sin dejar de mirar a Taehyung a los ojos. 

Comenzó un tráiler pero ellos no estaban mirando la pantalla y cuando las luces bajaron de intensidad ellos se acercaron lo suficiente para besarse con sus ojos cerrados y sus respiraciones un poco más rápidas. 

Seokjin tomó la mejilla del azabache un poco más confiado ya que estaba casi todo en penumbras y la sala estaba casi vacía. 

Su lengua encontró la de Tae al segundo y gimió muy bajito, su zona baja despertando ante el beso y también por lo que estaban haciendo. 

Taehyung echó su cabeza para atrás y sin vergüenza alguna tomó la mano de Seokjin y la puso en su entrepierna para mostrarle lo duro que estaba. 

Seokjin cerró sus ojos mientras tocaba la carne dura y su corazón golpeó fuerte en su pecho cuando Tae volvió a besarlo. 

—¿Por qué es tan fácil contigo? —Jin mordió el labio inferior húmedo y que sabía a gomitas. 

—No lo sé —Tae jadeó porque Seokjin no había quitado la mano de su bulto acariciándolo de arriba hacia abajo y él estaba teniendo problemas para no correrse dentro sobre su ropa. 

Alguien tosió en algún lugar de la sala y ellos se separaron. Se sentaron derechos en sus sillas y aunque ambos estaban sonrojados y muy duros bajo sus pantalones ellos decidieron ver la película que resultó ser una buena distracción y Seokjin lo agradecía porque había estado a nada de bajarle el pantalón a su amigo y probarlo en una sala de cine donde seguramente lo verían y los echarían por exhibicionistas. 

Y aunque eso debería haber sido catalogado de incorrecto, Seokjin se sorprendió de no asustarse, por primera vez no sentía tan incorrecto besar y pasar el tiempo con Taehyung haciendo cosas que estaban solo destinadas a las parejas. 


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Esta es la antesala para el próximo capítulo y les sugiero que tengan pañuelitos a mano por si acaso 🥺☹️.

Tengan una linda tarde ❤️

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