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—¿Que le pasa al otro Kim? 

Seokjin giró su cabeza y observó a su compañero de clases, Mark. Se encogió de hombros tratando de no lucir preocupado pero seguramente su rostro denotaba lo contrario. —¿Está enfermo? —preguntó el chico. 

—No lo sé. Simplemente no ha venido…

Y no contesta mis llamadas, podía haber dicho pero no lo hizo y una extraña sensación de vacío se alojó en su interior. 

Había pasado al menos dos semanas desde lo ocurrido con Jung en el salón de teatro y Seokjin estaba comenzando a desesperarse. Taehyung no solo no atendía su teléfono sino que tampoco había querido verlo cuando él había ido hasta la granja para saber de él. 

No lo entendía, no sabía que había pasado para que Taehyung estuviera escondido en su casa. Seokjin no tenía respuestas y a cada día que pasaba el mundo que conocía cerca de Taehyung se veía cada vez más oscuro y difícil de enfrentar. 

El timbre sonó justo en ese momento y Seokjin sin ánimos de nada tomó su mochila y salió del salón. A cada paso que daba su mente no dejaba de pensar en Taehyung, tenía miedo y aunque no sabía de qué, Seokjin estaba seguro que algo muy malo estaba pasando con su mejor amigo. 

Era viernes por lo que no tenía clases en la tarde y aunque eso en otras épocas era momento de felicidad lejos de Tae era todo tan aburrido y sin gracia. 

En la puerta chocó con varios estudiantes que se quedaban conversando fuera de esta y no dejaban pasar a nadie más. A tropezones Seokjin pudo salir y cerrando su chaqueta él comenzó a caminar. No avanzó lo suficiente cuando su nombre fue gritado y él reconoció de inmediato esa voz. 

—¿Namjoonie? —murmuró cuando vio al mayor estacionado en la acera fuera de su colegio. Cambió el rumbo de sus pasos para luego acercarse hasta la camioneta del mayor. Este le hizo señas para que se subiera y Seokjin lo hizo de inmediato. 

—Hola Seokjin, ¿cómo estás? 

—Mhm… No muy bien —contestó sincero. 

Namjoon asintió despacio —entiendo… ¿tienes algo que hacer ahora? 

—¿Almorzar? —Seokjin sonrió avergonzado —lo siento, no estoy de buen humor. 

Namjoon se rio alto y negó con su cabeza bastante divertido por la actitud del menor —no te preocupes, yo también soy un poco así y Tae es aún peor. 

El corazón de Seokjin dio una voltereta en su pecho al oír ese nombre, mordió su labio fuerte porque él quería saber que diablos había pasado con su amigo, pero a la vez estaba molesto por ser sacado e ignorado así sin más por el azabache. Pero se rindió al instante, él no era rencoroso por lo que la preocupación por Taehyung era más grande que el vacío que sentía lejos de él. 

Seokjin abrazó su mochila y giró su cabeza inseguro de preguntarle a Namjoon sobre su Taetae. 

—¿Él está bien? 

—Lo está. Ahora mismo me está esperando en el centro comercial, ¿te gustaría verlo? Difícilmente podrá escapar si lo encuentras ahí. 

—No lo sé —Jin abultó sus labios cuando el vehículo se puso en movimiento —él no me quiere ver. 

Namjoon sonrió —si quiere, pero eso es algo que deben hablar los dos. 

—Si… Supongo que es así. 

—No te preocupes, en cuanto lo veas y hables con él vas a entender porque ha estado actuando como un loco. 

Seokjin ya no dijo más, abrazó su mochila un poco más fuerte mientras sentía los nervios crispar su cuerpo entero porque vería a Taehyung después de dos semanas. 

Lo extrañaba tanto que algunos días la distancia con su mejor amigo se había vuelto insoportable y por primera vez había tenido que recurrir al cuaderno que el abuelo Kim le hubiese regalado para su cumpleaños número dieciséis para escribir sobre la soledad que a pesar de ser una constante en su vida, jamás se había sentado a pensar realmente en aquello ya que con Taehyung en su vida no sentía esa necesidad, Taehyung era la mejor parte de su vida, era un brillo entre tanta oscuridad y al no tenerlo en esas semanas él realmente se deprimió.

El vehículo paró en el estacionamiento y Namjoon le sonrió con cariño al mejor amigo de su hermano. Había extrañado su presencia en casa y eso que él no pasaba mucho tiempo en la granja, pero aún así se había habituado de ver a Seokjin casi todos los días haciendo feliz a Taehyung, porque sí, definitivamente Seokjin tenía el enorme poder de hacer la vida de Taehyung mucho mejor de lo que ya lo era. 

—Vamos, Tae está esperando. 

Seokjin miró hacia las puertas del centro comercial y tomó su mochila para luego abrir la puerta. Dudó unos segundos y luego se puso la mochila en sus hombros, rodeó el automóvil del mayor y caminó junto a él. 

Nervioso, así se sentía Seokjin y sabía que era algo tonto, después de todo era a su mejor amigo a quien vería, entonces sentir ese hormigueo recorrerlo por dentro era realmente molesto y no lo entendía del todo. 

Al entrar lo primero que Seokjin pudo ver fue la cantidad de personas que transitaban de aquí para allá con bolsas en sus manos charlando y riendo alegremente. Su estómago rugió y el miró de reojo al mayor pero este no estaba mirándolo entonces él suspiró para calmarse. 

Avanzaron por el lugar esquivando a las personas y subieron la escalera mecánica, de inmediato el castaño sintió el olor a comida rápida y su estómago volvió a rugir y es que lejos de la granja de los Kim ya no podía comer tanto. Su madre le restringía las mitad de los alimentos que preparaba y eso sin duda tenía una fuerte repercusión en su ropa por ejemplo, todo le quedaba más holgado. 

—Ahí está Tae, yo iré a pedir comida, ¿alguna preferencia?

Seokjin negó de inmediato —puedo comer lo que sea.

—Bien.

El mayor se alejó pero Seokjin lo tomó de la chaqueta para hacer que se detuviera. Cuando sus ojos se encontraron Seokjin mordió su labio nervioso —gracias.

—No es nada pequeño, ahora ve a hablar con ese tonto y yo traeré mucha comida para ustedes. 

Seokjin asintió y se aferró a los tirantes de su mochila mientras comenzaba a caminar entre medio del pasillo dividido por sillas y mesas. Taehyung estaba de espalda por lo que no podía verlo mientras se acercaba. 

Paró a unos pasos y peinó con sus dedos los cabellos que caían por su frente y se acercó dudando nuevamente si estaba bien lo que estaba haciendo, inseguro de que su mejor amigo lo mandara al diablo por insistente.

Seokjin se quitó la mochila y la colgó en la silla, luego la corrió para sentarse justo en frente de su mejor amigo. La mirada sorprendida de Taehyung hizo que su interior se derritiera, sus mejillas estaban rosadas y Seokjin pensó de inmediato que su amigo se veía muy lindo de esa manera. 

—Hola Taetae. 

Taehyung abrió su boca pero luego la cerró, su ceño se frunció mientras veía a Seokjin a los ojos y el calor recorrió todo su interior. Bajó la cabeza no pudiendo mirar esos hermosos ojos, lo había extrañado tanto que dolía. 

—Hola Jinnie —murmuró bajito. 

—Habla más fuerte, no te escucho.

Taehyung enderezó su espalda ante ese tono mandón que era tan raro en su mejor amigo pero que solo le indicaba que este estaba muy enojado, él lo sabía, Taehyung lo conocía tan bien que sabía que el castaño estaba molesto y que el mismo Taehyung era la causa principal por haberse escondido como un cobarde luego de la golpiza que Jung le había dado dos semanas antes. 

—Dije hola —Tae dijo empezando a molestarse por la mirada enojada del chico frente a él, pero luego suspiró y se relajó porque Seokjin no había tenido culpa de nada de lo que había sucedido —lo siento. 

—Te fui a ver. 

—Lo sé —Tae entrelazó sus dedos sobre la mesa porque no dejaba de temblar. 

—¿Hice algo mal? ¿Por qué te alejaste? —Jin bajó sus ojos, la tristeza era tan visible en su voz pero lo dejó pasar, después de todo estaba hablando con su persona favorita en todo el mundo. 

—No, no… Tú no hiciste nada, solo necesitaba un tiempo fuera. Lejos de todo.

—Y lejos de mi también —Jin arrugó su ceño, el dolor calando dentro de él como nunca antes había sentido —será mejor que vuelva a casa, mamá tiene que ir a la iglesia —Seokjin se levantó de la silla y tomó su mochila. Luego comenzó a caminar, las lágrimas querían comenzar a bajar por sus mejillas pero él las limpió antes de que eso ocurriera. 

Cuando estuvo de nuevo en el estacionamiento respiró profundamente y comenzó a caminar, llevó sus manos hasta los tirantes de su mochila pero antes de que pudiera salir del recinto su chaqueta fue tomada y unos delgados labios, pero que él conocía muy bien, lo besaron. 

De inmediato rodeó con sus brazos el cuerpo de Taehyung y cerró sus ojos dejándose besar. Y aunque no era correcto él permitió que la lengua de su mejor amigo entrara en su boca y que sus manos de aferraran al cuerpo del otro porque lo había extrañado demasiado. 

Taehyung se separó primero y tenía sus ojos llenos de lágrimas cuando miró a su mejor amigo —lo siento mucho, yo tenía vergüenza. No quería que me vieras mientras me recuperaba de los golpes de Jung. 

—Te he visto así antes, Tae. 

—Lo sé, pero ya no quiero eso, no quiero que me veas de esa manera. 

Seokjin asintió entendiéndolo, después de todo él también siempre quería mostrar su mejor cara a Taehyung, pero eso jamás sería motivo para alejarse, muy por el contrario, Seokjin sentía que necesitaba de Tae y era doloroso darse cuenta que quizá su amigo no lo veía de la misma forma, que Tae podía estar bien sin él. 

No imaginaba al azabache escribiendo tristes líneas en un cuaderno negro porque la soledad lo consumía muchas veces, no imaginaba a Taehyung pensando en él antes de irse a dormir. Ni siquiera se le pasaba por la cabeza que Taehyung fuera a deprimirse por no saber de él, de hecho había vivido dos semana completas sin la necesidad de estar cerca. 

Y eso era lo que más le dolía. 

Ambos se quedaron mirando con tantas cosas que decir pero ninguno lo hizo. Simplemente dejaron que el aire de abril moviera sus ropas y cabellos mientras trataban de acercarse, de traspasar las barreras que ellos mismos habían interpuesto todos esos años. 

Seokjin fue el primero en apartar sus ojos y acercarse un poco más hasta Taehyung, luego tomó la iniciativa porque lo deseaba, deseaba besarlo tanto que muchas veces al día imaginaba tener algo más que besos y toqueteos fugaces con Taehyung. 

—Jinnie —alcanzó a susurrar el azabache antes de que fuera besado. Cerró sus ojos y sus brazos rodearon el cuello de Seokjin con tanta fuerza porque temía que este se fuera de su lado. 

Seokjin lo apretó fuerte y deseo poder ser valiente y decirle que lo quería como algo más, que lo necesitaba en su vida todos los días, que un día sin él era una tortura y que lo necesitaba con urgencia sobre todo en los momentos en que tenía la asfixiante necesidad de un cuerpo bajo él, que en todas sus fantasías siempre era Taehyung el protagonista, que quería conocer un poco más de lo que ya le había enseñado tiempo atrás. 

Pero Seokjin no dijo nada, su inseguridad era mucho más fuerte, la amistad pesaba lo suficiente para que solo fueran besos fugaces, porque al final del día Seokjin sabía que la dependencia que sentía cerca de Taehyung sería motivo suficiente para que este tuviera temor de él y se alejara de su lado. 

Seokjin lo sabía porque todas las personas a su alrededor terminaban odiándolo y estaba seguro que Taehyung correría el mismo camino que el resto. 

Taehyung mordió el labio inferior de Seokjin y con un gruñido se alejó. Ya no podía hacer eso, ya no podía besarlo sin querer repetir la maravillosa primera vez de Seokjin. Se iba volver loco, definitivamente tenían que parar. 

—Vamos a almorzar y después le digo a Joonie que te lleve a casa. 

Seokjin lamió sus labios y suspiró porque el beso se había acabado y no tenía idea de cuando podría nuevamente probar a Taehyung. 

Asintió porque su estómago rugía de nuevo y él de verdad tenía muchas hambre. 

Comenzaron a caminar y Taehyung estiró su mano y tomó la de Seokjin sin siquiera decir algo. Su corazón rebotaba en su pecho pero él siguió adelante. 

Le haría caso a su corazón, haría exactamente lo que había estado planeando esas semanas mientras se recuperaba. 

Se iba a confesar y estaba tan malditamente nervioso por aquello pero también estaba ilusionado…Y ese sentimiento ganaba por lejos. 

Taehyung sonrió cuando Seokjin entrelazó sus dedos con los de él y su corazón le dijo una vez más que era momento de dejar salir sus sentimientos, era momento para decirle a Seokjin que él podía ser su chico, su novio, su alma gemela que clamaba por él, que lo deseaba y amaba en partes iguales. 

Se iba a arriesgar y ese día le diría toda la verdad a su mejor amigo y persona favorita; Kim Seokjin. 




💕

Tengan un bonito domingo 💜

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