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—Muchas gracias por tu ayuda Seokjin, fue muy bueno haberte visto, ya hace un tiempo que no venías a ayudar a la iglesia.

Seokjin se sonrojó mientras veía al cura de la iglesia a la cual asistía desde que era un niño —lo siento.

—No te preocupes, ya eres casi un adulto y de todas formas agradezco que apartaras algo de tiempo para venir a ayudar. Tus padres te han criado muy bien.

Él quería negarse al escuchar aquello, sus padres solo le estaban dando comida y un lugar donde dormir pero jamás le habían enseñado algo, de hecho Seokjin se sorprendía de no ser como ellos, que fuera tan diferente a todas las malas actitudes que tenía su familia.

Y las cosas que había aprendido a lo largo de los años lo había hecho gracias a la soledad y el abandono. De eso estaba casi seguro. Prácticamente se había criado él mismo.

—Trataré de venir más seguido —sonrió sin mostrar sus dientes hacia el hombre que conocía desde que tuviera memoria. De hecho le tenía cierto aprecio.

—Eso sería maravilloso, pero anda, ve a hacer tus cosas, me imagino que tienes novia ya.

Seokjin abrió sus ojos grandes y negó de inmediato —no —susurró —no tengo.

—Oh está bien, todo a su paso ya verás. Estoy seguro que te convertirás en un hombre de hogar en unos años más y tendrás unos bellos y fuertes hijos, pero debes elegir muy bien a tu compañera, no querrás casarte para luego romper esa unión y de paso traer tristeza a tu vida.

¿Que mierda?

Jin quería reírse, de verdad quería hacerlo mientras escuchaba al viejo hombre hablar de aquello. Aunque lo que decía no estaba tan errado del concepto de familia que él quería lograr en el futuro, porque sí, era joven aún para pensar en esas cosas, aún así Seokjin había pasado días pensando en ese futuro. Y el cura tenía razón, él debía elegir muy bien a la persona con la cual compartiría su vida, aunque lo que el hombre no sabía de que en vez de compañera él elegiría un compañero y eso no era algo que cambiaría con el tiempo.

Él quería ser un papá cariñoso, capaz de poder conectar con sus hijos... Seokjin no quería repetir la historia que vivía día a día en su casa, él quería dar todo el amor que le habían negado sus padres y aunque no entendía el porqué, Seokjin se seguía preguntando día a día la razón de que lo despreciaran. No se consideraba un mal hijo, hacía sus deberes, incluso un poco más que eso ya que sabía que los chicos a su edad no eran como él, a menudo no cocinaban, ni hacían el aseo de toda la casa, tampoco tenían tan poco control de sus padres. Seokjin podía decir a ciencia cierta que podía irse por meses completos sin decirle nada a sus progenitores y ellos ni cuenta se darían.

Salió de la iglesia ajustando su gorra sobre su cabeza, ya era tarde y debía volver a su casa, pero antes de ir directamente caminó hasta la tienda de discos e historietas que prontamente iba a cerrar para siempre por las pocas ventas que tenía. Y eso era algo triste, de a poco todos los negocios de su barrio estaban cerrando para dar paso a multinacionales que Seokjin ya odiaba.

Antes de entrar sacó su teléfono del bolsillo y leyó un mensaje que Taehyung había dejado para él minutos antes y que recién podía leer.

Sonrió de inmediato.

Jinnie, ven a rescatarme, odio los cumpleaños infantiles, súmale niños ricos... Kill me.

Taehyung había tenido que ir esa tarde de sábado al cumpleaños del hijo de quienes eran el mayor comparador de la granja de los Kim. Seokjin no recordaba el nombre del niño pero si su apellido. Era Jeon, como los restaurantes de lujo del centro de la ciudad.

Finalmente entró a la tienda y todo estaba en descuento, lástima que no tenía dinero ya que lo que le había regalado la mamá de Taehyung había tenido que dárselo a sus padres cuando su madre había encontrado el sobre dentro de su chaqueta. Suspiró mientras veía una historieta que hace semanas había visto para Taehyung, se la quería regalar, pero, y aunque el precio no era tan elevado él no podía pagarla.

Vagó por el lugar observando todo y luego salió hacia la cálida tarde de febrero, las vacaciones estaban acabando para su mala suerte. Miró hacia el cielo y pensó que era un buen momento para volver a casa antes de que anocheciera.

Seokjin subió el cierre de su chaqueta y corrió hasta su casa porque no quería que la noche cayera y lo encontrara en la calle.

Cuando entró a su casa estaba todo en silencio y en oscuridad, sus padres acostumbraban salir los fines de semana, Seokjin no tenía idea dónde iban pero no le daba mayor importancia, hace mucho tiempo que ya no salían los cuatro.

Se quitó su chaqueta y la colgó en el perchero, luego encendió la luz de la sala para después meterse a su habitación y hurgar entre los discos que tenía en una caja de zapatos. Tomó uno que decía Coldplay. Mina se lo había grabado y contenía todas las canciones que a él más le gustaban.

En la sala encendió el reproductor de música y puso el disco en el compartimiento, dejó que la música inundará el silencio de su casa, se acomodó en el sofá y cerró sus ojos mientras las melodías lentas hacían que se sintiera más tranquilo y en sintonía con sus pensamientos.

Cuando Gravity comenzó él sonrió, amaba esa canción y le gustaba creer que esa letra estaba hecha para él. La gravedad que atraía a las personas entre sí, él lo sentía todo el tiempo cerca de Taehyung, era casi imposible pasar por alto lo mucho que necesitaba estar cerca de él, verlo, hablar con él, saber de su día o de lo que sea que estuviera haciendo. Se sentía bien cuando estaba a su lado, Taehyung era su mejor amigo, su persona especial, era el único que no lo menospreciaba, no lo dañaba con palabras hirientes ni lo dejaba de lado, todo lo contrario, Taehyung siempre estaba pendiente de él, trataba de alegrar sus días tristes con lo que sea que pudiera hacerlo feliz pero lo que Tae no sabía era que el solo hecho de poder compartir sus días a su lado hacía que Seokjin sonriera.

Él no necesitaba más, solo a Taehyung en su día a día y él podía ser feliz.

Seokjin sonrió cuando la canción acabó y pasó a la siguiente, estaba contento porque al otro día iría donde los Kim y él amaba ese lugar.

La siguiente canción fue Fix You y la garganta de Seokjin se apretó, todavía recordaba cuando le había pedido a su compañero de clase, Mark que era originario de Los Ángeles que le tradujera algunas canciones, le había pedido Gravity como primera cosa y cuando la letra de Fix You había caído en sus manos él había llorado como un niño en el baño del instituto. Y desde ese momento se consolaba con esa canción.

Seokjin no había perdido nada irreemplazable, porque no le habían dado la oportunidad, a él se lo habían quitado, nadie puede perder algo que no tiene, así se sentía Jin con respecto al amor de sus padres, pero tenía a Taehyung, Taehyung era su calma en tiempos de tempestad, era su luz en medio de la oscuridad,

Taehyung era su verdadero hogar.

Con las emociones a mil por hora Seokjin se quedó en el sofá, esperando que las horas pasaran rápido para poder ver a la persona más importante de su mundo.

***

Taehyung miró de un lado a otro la sala en la que estaba queriendo morir ahí mismo, no tenía idea del porqué sus padres habían insistido tanto con que debía ir a esa fiesta infantil, no conocía a nadie y estar rodeados de niños ricos estaba haciendo que tuviera ganas de vomitar.

Caminó hasta el final del corredor buscando un lugar donde sentarse, un lugar donde pudiera estar solo sin tener que mirar a nadie y por ende conversar con personas que jamás se acordarían de su nombre.

Taehyung tenía la vaga sensación de que todas las personas lo miraban de manera extraña, como si él no perteneciera a ese lugar. Y en realidad no lo hacía, él no se había criado entre lujos y riquezas, todo lo contrario, ya que todo lo que podía recordar de su infancia era barro y sonidos de animales de campo, el olor a bosque húmedo y terroso.

Y no se avergonzaba, no cuando alguien no lo decía y Taehyung estaba bastante tranquilo porque Jung Hoseok había sido expulsado del instituto, esperaba que así fuera. Su último año estaba por comenzar y él ya no quería más humillaciones gratuitas.

Encontró una sala vacía y se sentó en el sofá rojo brillante que era bastante bonito a su gusto, en realidad ahí todo era de buen gusto, mucho lujo por todos lados, paredes blancas y lisas, techos altos y en los cuales colgaban unas enormes lámparas que se veían pesadas. Muchos cuadros y plantas adornaban el lugar.

Había una chimenea y muchas fotografías sobre esta, no se levantó a mirarlas, no le interesaba en lo más mínimo, él solo quería que sus padres le dijeran que era momento de volver a casa.

Sacó su teléfono y sonrió cuando leyó el mensaje de su mejor amigo. Su corazón traidor comenzó a latir más rápido mientras se imaginaba a Seokjin acostado en el sofá de su casa mientras escuchaba música. Eso decía el mensaje que le había enviado y Taehyung quería ir a esa casa y recostarse junto a él.

La relación de ellos dos volvía a estar en un terreno seguro, ya no habían besos ni caricias. Era difícil, pero Taehyung estaba poniendo de su parte para no saltar sobre Seokjin cada vez que lo veía acostado sobre su cama. Se estaba comportando como el maldito mejor amigo del mundo y eso estaba bien, mientras pudiera estar cerca de él. Taehyung no quería una vida sin Seokjin, entonces mientras más lejos tuviera sus manos de su hermoso amigo todo estaría bien.

Luego de unos minutos apareció una chica delgada y con grandes ojeras en sus ojos, tenía puesto un uniforme de cocina y se veía nerviosa mientras miraba para todos lados.

Taehyung la observó desde donde estaba y se puso de pie cuando ella trató de hablar, estaba temblando.

—¿Estás bien?

Ella negó —necesito salir de aquí.

—Oh bueno, en ese caso somos dos. —Tae sonrió y se levantó de sofá —¿Trabajas aquí?

—Rompí la fuente de chocolate —ella comenzó a llorar —¡en mi primer día de trabajo! —se llevó las manos hasta su rostro y comenzó a sollozar.

Taehyung hizo una mueca con sus labios sintiendo pena por la chica, se veía joven, incluso él podía decir que tenía su edad.

—¡Ahí estás!

Ambos giraron sus cabezas y la chica suspiró aliviada cuando fue Mi Soo quien llegó hasta donde ellos estaban.

—¿A qué hora nos vamos?

—Tae por dios —la mujer negó con su cabeza —llegamos hace media hora.

—¿En serio? Mierda, se siente como una eternidad.

—¡El lenguaje por favor!

Se encogió de hombros luciendo despreocupado. Luego miró a la chica y esta tenía su mirada fija en el piso de esa enorme sala. —¿Estás mejor?

—No, la señora vendrá y va a tirar de mi cabello, he visto como lo hace con las demás.

—¿Quien hace eso? —Mi Soo se paró justo frente a la muchacha que era un verdadero desastre.

—La abuela Jeon —susurró sintiendo miedo de que alguien más la escuchara.

—¿Cuáles son tus labores muchacha?

—Cocinar postres... Mi madre me enseñó.

—Ya veo —Mi Soo entrecerró sus ojos —¿Cuántos años tienes?

—Cumplí 18 hace una semana.

—Oh, ¡Feliz cumpleaños atrasado! —Tae dijo sonriendo hacia la menuda chica.

—Tae por dios —Mi Soo rodó los ojos.

Alguien aclaró su garganta y los tres se giraron. Había un hombre vestido con un traje que a Taehyung se le hacía un tanto ridículo, llevaba guantes blancos, solo le faltaba un sombrero de copa y se parecería al hombre del monopoly. Taehyung se rió bajito ante sus pensamientos.

—La señora Jeon quiere verte, Aisha.

La chica agachó la cabeza y salió de la sala. El hombre les dio una sonrisa incómoda y salió del lugar.

—Me quiero ir.

Mi Soo resopló. —No eres el único, pero tu padre está con los Jeon conversando de negocios.

—Supongo que a él este ambiente no lo marea.

—No, tu padre sabe cómo moverse en varios círculos, jamás lo verás incómodo o inquieto. Sabe aparentar muy bien.

Taehyung miró a su madre y el brillo triste que sus ojos tenían, él ya no estaba tan seguro si estaban hablando de la misma cosa.

—Entonces… ¿a qué hora nos vamos?


***

—¿Cómo era esa casa?

Taehyung dejó de mirar su teléfono y se giró para poder observar a Seokjin —enorme, habían más baños que en un hotel.

—Uhm, nunca he estado en uno.

—No son la gran cosa, imagínate cuántas personas duermen en la misma cama. —Tae arrugó su ceño pensando en aquello.

—Se supone que las limpian, Taetae.

—Si, se supone, pero no es tan genial como crees.

Seokjin de encogió de hombros y se acercó un poco más a su amigo buscando un poco de calor. Pasó un brazo por la cintura ajena y se apoyó en el pecho ajeno —cuéntame más.

Los latidos de Taehyung se volvieron rápidos y tragó saliva dos veces antes de alcanzar el cabello castaño que amaba y comenzó a acariciar los mechones un tanto largos.

—El niño cumplía doce años creo, tenía más regalos en una mesa de los que había visto antes, no los abrió.

—¿No? —Jin levantó su cabeza.

—No lo dejaron, cosas de ricos supongo, una mujer dijo que iba a quedar un desastre.

—Que aburrido —Jin volvió a su posición y cerró sus ojos —los regalos son lo mejor de la vida. No quiero ser millonario, parece ser muy aburrido.

Taehyung se rió fuerte y asintió lentamente, —Creo que ellos hacen que sea aburrido, si yo tuviera mucho dinero lo gastaría en diversión… O una casa en la playa.

—Oh si, eso suena genial.

—No todo fue tan malo en esa fiesta, gracias a los Jeon tenemos una nueva cocinera y ella hace pasteles.

—¿En serio?

—Si, mamá dijo que esa niña no merecía esos tratos, la trajo a la granja y dijo que el lunes iría a inscribirla para que termine sus estudios.

—Tu mamá es la mejor del mundo. Y tú eres justamente como ella.

Taehyung sonrió complacido por el cumplido y luego quedó de piedra cuando Seokjin se incorporó y sin precio aviso dejó un beso en sus labios. Fue corto y envió a otro planeta la mente de Taehyung. Suspiró en los labios gorditos de Seokjin y lo tomó del cuello para besarlo pero esta vez incorporó su lengua y el gemido que recibió a cambio hizo que su polla despertara de inmediato.

Sus manos bajaron bajaron por el pecho de Seokjin  acariciando hasta el bulto entre sus piernas.

Seokjin rompió el beso y tragó saliva. Las respiraciones de ambos era rápida, sonrió hacia Taehyung y se rió bajito al verlo con su boca abierta y sus ojos alertas mirándolo. Estudiándolo.

Arrodillado en la cama de su mejor amigo, de la persona más especial de su mundo se quitó su camiseta con una mano y volvió a su posición inicial esta vez siendo él quien metiera su lengua primero en la boca de Taehyung.



🌸



A veces me dan ganas de cambiar un poco las cosas entre ellos, luego recuerdo que hay una secuela y se me pasa 🤭.

Tengan una linda semana
Lxs amo muchísimo ❤️❤️

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