31
—¡Campesino!
Taehyung no alcanzó a reaccionar cuando sintió el golpe en su rostro. Cerró sus ojos mientras caía sobre el piso del gimnasio de su colegio. Escuchó las risas y burlas de sus compañeros.
Movió su cabeza levemente y de inmediato sintió líquido caliente correr hacia sus labios. Alzó su cabeza y abrió los ojos para observar a Jung Hoseok reír de él con el resto de sus compañeros.
El balón de fútbol con el que lo habían golpeado quedó tirado a un costado.
—Creo que el bebé va a llorar —Hoseok se rió haciendo muecas como si fuera un bebé —¿Que te pasó campesino?
—Hijo de puta. —Tae se puso de pie y limpió su nariz, por suerte su nariz no sangraba tanto.
—Aw, el bebé campesino se ofendió —Jung continuó molestando a su compañero —¿Que pasa? ¿Estás triste porque tu noviecito no vino a clases?
El azabache caminó fuera de la cancha ante la mirada de sus compañeros de clases, nadie dijo algo para defenderlo. Tampoco lo esperaba, no tenía miedo... Bueno quizás un poco y ciertamente él tenía mucho más valor cuando Jin estaba cerca de él. Cuando estaba con Seokjin no dejaba que nadie lo molestara y se defendía con el solo propósito de no quedar mal ante él. Le daba vergüenza verse débil ante los hermosos ojos de su Jinnie.
Y punto aparte era que sus padres le habían pedido expresamente que ya no se involucrara en peleas. De hecho Taehyung estaba castigado por sus malas calificaciones y por una pequeña rencilla con un chico de un curso superior.
Entró a los camerinos y se paró frente al espejo, observó su nariz y maldijo el color que estaba tomando. Se lavó en reiteradas ocasiones. Con su rostro húmedo buscó un poco de papel pero obviamente no había siquiera una mísera toalla de papel.
Era una institución pública después de todo.
La puerta se abrió de golpe y por el reflejo del espejo Taehyung pudo ver a Hoseok. Tragó saliva y se preparó. O al menos lo intentó.
—No me gusta que me dejen hablando solo Kim.
—Jodete Jung.
Hoseok sonrió de lado y se acercó —eres tan patético, vistiendo ropa de marca y comiendo la mejor puta comida que puedas pagar, pero ¿Sabes qué? Sigues siendo un miserable campesino, siempre vas a oler a ese campo asqueroso en el que vives con tu jodida familia.
Taehyung tragó saliva nuevamente y arrugó su ceño cuando su nariz comenzó a picar. Las palabras lo habían afectado más de lo que quería admitir y estaba seguro que lloraría delante del matón de su clase.
Y es que en algunos puntos Jung tenía razón... Él seguía siendo un campesino con ropa cara y lujos que nunca antes había podido adquirir, pero al final del día se dormía escuchando los animales de sus padres y el sonido de la más pura naturaleza.
No sabía porqué pero sentía vergüenza de aquello.
Agachó su cabeza derrotado como un cobarde. Cerró sus ojos porque no podía mirar al chico soberbio frente a él.
—¿Te dio pena lo que dije? —Hoseok se burló —no olvides tu lugar campesino sucio. 0
Taehyung alzó su cabeza —¿Porqué me molestas? Desde que entre a este colegio que tienes algo que decir de mi ¿Que mierda te hice? —Tae dio un paso adelante las lágrimas finalmente cayeron por sus mejillas —¡Déjame en paz!
Hoseok alzó aún más su cabeza viéndose muy serio, pero luego comenzó a reír como un demente mientras el chico frente a él lloraba de impotencia.
—Eres asqueroso campesino. Das pena —dijo con desdén para luego caminar hasta la puerta y marcharse.
Taehyung se giró para verse nuevamente en el espejo, su nariz estaba roja, sus mejillas manchadas por el llanto y la rabia que sentía.
Él tenía claro que debía defenderse, que podía hacerlo, pero no quería meterse en problemas, ya varias veces lo habían llevado hasta donde el inspector general por las peleas y discusiones en las que se involucraba y sus padres habían sido claros en pedirle que ya dejara ese comportamiento de matón.
Suspiró desganado y cuando escuchó el timbre se dio el ánimo suficiente para salir del lugar. Con suerte podría llegar a su última clase sin tener más problemas, pero cuando estaba por salir del pasillo Felix se paró justo frente a él evitando que pudiera seguir caminando.
—Deberías defenderte.
—Y tu deberías meterte en tus propios problemas.
—Estoy siendo amable. No seas una mierda.
Tae rió, aunque le dolía su nariz él rió frente al chico que había roto el corazón de Seokjin. —No seas amable conmigo, no me interesas en lo más mínimo, no eres mi amigo y tampoco eres el novio de mi mejor amigo. Aléjate de mi.
Felix tragó saliva incómodo —no quería hacerle daño.
—De todas formas lo hiciste, fuiste un hijo de puta con él, un mentiroso que hizo que creyera en tus palabras, ¿Porqué a él?
—Yo no mentí.
—Vete a la mierda. —Tae pasó por el lado del rubio pero este lo tomó del brazo para que no pudiera avanzar.
—¿Crees que soy idiota? Tu debes ser el más feliz con esto. Ahora tienes todo el camino libre para estar con él ¿No? Ahora lo vas a poder besar sin culpa.
Taehyung arrugó su ceño —¿Crees que soy feliz porque mi mejor amigo está triste por tu culpa? Estás bien idiota si crees eso —Tae se soltó bruscamente y se acercó amenazante —debería partirte la cara.
Felix se rió alzando las manos antes de dar un paso atrás —siempre estarías al medio, pero ninguno de los dos lo quiere aceptar.
Taehyung se llevó una mano hasta su nariz decidiendo que debería tomar algo para el dolor.
Felix finalmente se fue por completo del lugar y el azabache se preguntó una que era eso que ninguno de los dos quería aceptar.
***
—
¿Te duele mucho?
Taehyung negó y lamió sus labios ante la mirada de pánico de su mejor amigo. Los ojos de Seokjin brillaban y él no pudo evitar que los pensamientos románticos que trataba de bloquear florecieran de inmediato al verlo en su habitación preocupado por su salud.
—Estás resfriado Jinnie. No deberías haber venido.
—Estoy bien, es solo congestión o algo así.
—De todas formas.
—Da igual, ya estoy aquí y te voy a cuidar.
Seokjin se sentó al borde de la cama de Taehyung y acarició la mejilla de su amigo con cariño y sumo cuidado. Sus dedos se movieron hasta los cabellos negros de la frente y no dejó de hacerle mimos hasta que Taehyung se quedó dormido luego de muchos minutos.
El castaño lo observó dormir por un largo rato y se dio cuenta que había un nuevo lunar en el rostro ajeno, también se dio cuenta de que Tae se había rasurado realmente mal esa mañana y que tenía lugares de su mentón sin afeitar. Sonrió mientras su mano bajaba por la mejilla y luego hasta el cuello del azabache.
Sorbió su nariz y se puso de pie para buscar papel. Mientras se limpiaba observó la habitación ordenada y lo bien que olía.
Olía a Taehyung, su fragancia favorita en todo el mundo.
Caminó de vuelta a la cama y se acostó muy cerca del otro. Se giró para observar el perfil de su amigo y un suspiro abandonó sus labios antes de que él siquiera pudiera detenerlo.
Su corazón latió rápido mientras pasaba un brazo por sobre el abdomen del otro acercándolo a su cuerpo.
En sueños Taehyung también se giró por lo que sus narices se rozaron levemente.
Seokjin bajó la cabeza de inmediato y se escondió en el cuello ajeno cuando las ganas de besarlo fueron más fuertes.
Cerró sus ojos con fuerza y se obligó a dormir. Él también estaba cansado, agotado. Había faltado al colegio pero no había podido descansar ya que su madre le había pedido una y mil tareas que hacer. Por suerte había dejado que se fuera antes del fin de semana donde Taehyung y es que ese lugar era realmente como un hogar para él.
Se sentía acogido, querido y escuchado. Todavía, y al pasar los años, se seguía sorprendiendo por el cariño de esas personas, que ajenas a él y sin tener ningún tipo de lazo sanguíneo lo aceptaban como si fuera uno más, como si siempre hubiese pertenecido al lado de ellos.
—Estás ardiendo.
Una voz ronca y somnolienta lo hizo abrir sus ojos. Levantó la cabeza y ahí en medio de una tarde de octubre se dio cuenta que realmente él no podía dejar de anhelar. Que sí, estaba realmente dolido por lo que había pasado con Felix, pero nada se comparaba a lo que sentía cerca de Taehyung.
Lo doloroso que era tenerlo así de cerca y a la vez tan lejos. Tan imposible.
Seokjin tragó ante la cercanía y se alejó un poco porque se sentía realmente enfermo, mareado y muy tonto por estar viendo a su mejor amigo con otros ojos.
—Creo que tienes fiebre. Iré a buscar algo para que tomes.
No respondió y solo asintió con su cabeza.
Taehyung dejó la habitación un tanto preocupado, no había visto a Seokjin tan enfermo y eso lo asustó. Bajó corriendo las escaleras. En la cocina encontró a su abuela tomando té en compañía de su madre. Ambas mujeres lo miraron cuando entró.
—Jinnie está enfermo, creo que tiene fiebre.
—Oh mi niño —NaRa se levantó enseguida —le haré una sopa.
—¿Tienes medicamentos mamá?
—Si hijo —Mi soo se levantó de la silla y hurgó en uno de los tantos cajones del lugar. Cuando encontró lo que estaba buscando lo guardo en su bolsillo y se dirigió al refrigerador para tomar una botella de agua.
—Yo le llevaré las pastillas y el agua —Tae estiró su mano con la palma abierta, rogando con sus ojos.
Mi soo suspiró y le entregó la caja a su hijo. —¿Le vas a tomar la temperatura también?
La mujer abrió un nuevo cajón y le entregó a su hijo un termómetro.
—Oh. —Tae miró el artículo como si nunca lo hubiese visto antes.
—Bajo la axila, cinco minutos y revisas.
Tae asintió un poco confundido pero aún así salió corriendo de la cocina.
Las mujeres se miraron y se sonrieron.
—¿Crees que debería preocuparme mamá? —Mi soo miró la puerta por donde su hijo menor había salido y suspiró.
—¿Porque exactamente?
—No quiero que le hagan daño.
NaRa sacó la tabla de picar y buscó las verduras ante la atenta mirada de su hija —es un chico dulce y amable, las personas suelen desear aquello y eso genera problemas.
—Hoy le pegaron, no quiso contarme quien, ni como pasaron las cosas y eso me preocupa. No quiero que me oculte lo que le pasa.
—Dale tiempo, él va a llegar a ti, siempre has sido una madre preocupada. Él te dirá.
—Eso espero —Mi soo tomó aire para calmarse —iré a ver a los niños, no creo que Tae me haya estado tomando atención.
La abuela Kim asintió y siguió cortando las verduras pensando también en lo que su hija había dicho.
Tae se acercó despacio a su mejor amigo que temblaba sin parar.
—Frío. —Susurró con los ojos cerrados —tengo tanto frío Tae.
—Y estás ardiendo. Ya te traje un medicamento —Taehyung rodeó la cama y se sentó a un costado de su amigo. Llevó sus manos hasta el cierre de la chaqueta ligera de Seokjin y se la quitó con cuidado no siendo ayudado por el chico.
—¡Tengo frío! —Jin hizo un puchero —no me saques la ropa.
—Solo la chaqueta para que estés cómodo, Jinnie. Además debo tomar tu temperatura, mientras más rápido tomes la pastilla podremos ver alguna de tus películas favoritas si quieres más tarde.
—Eso me gustaría —Jin sonrió más dócil.
—Eres un bebé —Tae rió —un bebé que es más alto y grande que yo pero bebé al fin y al cabo.
—Puedo ser tu bebé —Seokjin mantenía sus ojos cerrados sonriendo dulcemente mientras balbuceaba. —O tú podrías ser el mío.
—Dios, tu realmente tienes fiebre —el castaño rió nervioso y tomó el termómetro —levanta un poco tu brazo para que pueda ayudarte.
Seokjin hizo caso con sus ojos cerrados. Todavía sonreía.
—Tae —susurró.
Taehyung no le tomó atención mientras revisaba la hora en su reloj pulsera —solo dos minutos más, Jinnie.
Seokjin se quejó y frunció su ceño, luego se relajó y volvió a sonreír —¿Recuerdas cuando nos vimos por primera vez?
—38 grados y sí, lo recuerdo —Tae sacudió el termómetro y lo dejó en la mesita auxiliar. Luego buscó la pastilla y la botella de agua. —Ese fue un buen día ¿No crees?
—El mejor de todos —Jin suspiró —desde que llegaste a mi vida yo jamás me volví a sentir solo.
—Lindo. —Tae mordió su labio inferior y luego recordó el medicamento —ahora debes tomar esto —se acercó un poco más y puso la pastilla entre su dedo índice y pulgar —tengo las manos limpias por si acaso —rió el castaño más nervioso que nunca.
Seokjin abrió su boca levemente y cuando la pastilla fue puesta en sus labios él la tomó acariciando con estos la punta de los dedos de Taehyung.
El castaño quitó su dedo de inmediato y observó a su mejor amigo como si fuera el mismo diablo. Le dio de beber y se bajó de la cama, tropezó con una de sus zapatillas cayendo estrepitosamente al piso. Cuando se levantó miró de inmediato hacia la cama y grande fue su alivio al ver a Seokjin con sus ojos cerrados y su rostro relajado.
Suspiró con pesar y buscó una manta en su armario. Luego se acostó al lado del bonito castaño y se quedó muy cerca resguardando los sueños de su más grande amor.
Su imposible y más grande amor.
***
Feliz cumpleaños al rey de mi mundo que me llena de inspiración y me permite crear historias en donde eres feliz, como siempre deseo que lo seas en todos los planos posibles.
♥️
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Con respecto a la historia iré apurando un poco esto ya que las lecturas bajaron y también los comentarios ☹️.
Les deseo un buen día y apoyemos los proyectos de Jinnie 💕
#Abyss
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