30
Era finales de octubre cuando Seokjin se presentó por primera vez en una obra de teatro. Con nerviosismo él había subido a ese escenario y aunque se sabía de memoria su parlamento eso no hizo que dejara de sentir las burbujas dentro de él en todo momento.
La obra de teatro era sobre una sesión del congreso de su país. Una oda a la justicia. Claramente era lo único que podían hacer en una institución de hombres, nada de cosas románticas y drama. Aunque para Seokjin eso era lo de menos mientras pudiera presentarse ante sus compañeros y profesores.
Los aplausos no se hicieron esperar cuando todo finalizó y mientras hacían la última referencia él buscó a su ex novio entre los presentes, pero no lo encontró. Sólo vio una bonita sonrisa singular que lo miraba con orgullo y cariño.
Se bajó del escenario y buscó su ropa entre las demás prendas colgadas.
—Eso estuvo realmente bien Jinnie.
Seokjin se giró de inmediato y se acercó a su mejor amigo. Lo abrazó enseguida, un abrazo corto pero que trasmitía lo agradecido que estaba Jin por el apoyo de Taehyung y si bien la idea de inscribirse tardíamente al taller de teatro había sido de Felix. Taehyung había movido sus influencias dentro del club ayudando así a que él pudiera entrar en la etapa final del año.
—Gracias por venir, Taetae.
—No me lo hubiese perdido. Estuvo increíble, en serio.
—Es una obra escolar, Tae. No como si fuera un gran logro.
—Quien sabe —se encogió de hombros mirando a su mejor amigo mientras este se abrigaba para poder salir del instituto. —Quizá te conviertas en un actor de renombre en el futuro.
Seokjin se rió —¿Tú crees que mis padres van a dejar que estudie teatro? Eso no pasará nunca, con suerte podré ir a la universidad.
—No digas eso, lo lograrás, lo haremos. Prometimos que iríamos juntos.
—Lo sé, iremos Taetae. No te preocupes por eso.
Taehyung esperó a Seokjin hasta que se despidió de todo el mundo y ambos salieron del colegio.
—Hace frío —Seokjin se encogió un poco cuando el viento removió sus cabellos y ropa.
—¿Recuerdas que te dije que iríamos a comer cuando tuvieras tu primera obra de teatro?
—Si —Jin calentó sus manos frotandolas entre sí mientras comenzaban a caminar.
—Bien, iremos ahora. No es tan tarde.
—De todas formas hoy iré a tu casa, es viernes.
Taehyung asintió y miró de soslayo a su amigo —¿Y Felix?
—Debe estar con su mamá.
—¿Debe? —Tae se detuvo para esperar que el semáforo cambiara. —Pensé que vendría hoy.
—Dijo que iría pero que también tenía preparar su viaje, está realmente emocionado por irse. Dijo que vería a su madre también hoy.
—Entiendo.
—Además que ya no somos novios. Sólo amigos que se besan y esas cosas.
Taehyung también quería esa etiqueta para ellos.
—¿Y eso es bueno?
—No lo sé, pero de todas formas él se irá. —Jin se encogió en su sitio por el frío y cuando el semáforo cambió ellos avanzaron por la calle principal hacia el centro —es mejor separarnos ahora, eso dijo él. Aunque me dará pena dejarlo ir. Creo que de los dos soy quien más tristeza siente.
—Si —murmuró Taehyung. Seokjin se escuchaba realmente triste y él no sabía muy bien como quitarle esa amargura sabiendo que el causante de la misma solo se estaba alejando de Seokjin aún si quedaban solo un par de meses para que pudieran estar juntos. Tae no entendía a Felix. —Lamento que sea así.
—¿No dice la abu Kim que el primer amor es siempre doloroso?
—Eso dice. Todo el tiempo —resopló Tae ante aquella verdad.
—No debería doler en absoluto.
—Es imposible, sobre todo si está enamorado de alguien que no te da ni la hora —dijo el azabache mientras pateaba una piedra.
—Como historia de telenovela —rió Seokjin.
Ambos rieron bajito y caminaron aún más rápido hasta llegar a un local de comidas nuevo al parecer ya que ninguno de los dos lo había visto antes.
Tomaron asiento a un costado de la ventana.
—Es agradable aquí. Gracias por la invitación —Jin sonrió mirando a su mejor amigo y alcanzó por sobre la mesa la mano de Taehyung importandole bien poco si alguien lo podía ver.
Taehyung tragó saliva y miró a Seokjin un momento antes de desviar la mirada hacia la carta de comida que tenía en su mano libre —no es nada, yo te lo había prometido ¿No?
Seokjin quitó su mano y suspiró —lo sé, y gracias de nuevo.
—¿Que haremos con nuestros cumpleaños?
—¿Que hay con eso?
Tae hizo un puchero con sus labios de inmediato —¿Olvidaste lo que te dije?
—¿Celebrar juntos?
—Si, eso.
—Oh, yo no tengo problemas, de todas formas en mi casa nadie hará nada.
—No hablemos de tu familia que me da alergia.
Jin se rió fuerte —no eres el único.
—Lo siento, no debería decir algo así de ellos, pero es que no entiendo como es que pueden llamarse padres.
Seokjin se encogió de hombros y miró los nombre de los platillos pero realmente no estaba leyendo, simplemente estaba buscando una distracción a la ganas de llorar que tenía por el poco cariño de sus padres hacia él. No era algo nuevo pero de todas formas dolía.
No supo cuanto tiempo estuvo en silencio hasta que sintió unos brazos rodearlo y la cabeza de su mejor amigo en su hombro.
—No estés triste Jinnie, yo estoy contigo, no soy tu familia pero soy mejor que eso. Yo nunca te dejaré solo. Iré a todas tus obras de teatro.
Seokjin apoyó su cabeza en la de su amigo y sonrió porque sabía que Tae hablaba en serio. Que su mejor amigo no lo iba a abandonar nunca.
—No estoy triste, tonto —mintió. Eso era mucho mejor que largarse a llorar por no tener el amor de sus padres. —Tengo hambre.
—Yo también.
Cuando llegó la mesera ellos pidieron una enorme pizza y gaseosas para ambos. Comenzaron a comer enseguida cuando a los minutos su pedido estuvo sobre la mesa hablando mientras masticaban.
—Somos unos cerdos —Tae se rió cuando tragó su porción.
Seokjin asintió con sus mejillas abultadas por la comida —hace mucho no comíamos pizza.
—Creo que debería hacer ejercicio —el azabache se llevó su mano izquierda hasta su abdomen mientras que con la derecha buscaba otro trozo de pizza.
—Yo también, deberíamos salir a correr o algo así... Con Monie y Soonshim.
—Esa es una buena idea.
Jin tomó de su gaseosa y arrugó su ceño pensando de nuevo en las palabras de su amigo. Tae no era un chico tan ligado a los deportes y solo hacia ejercicio cuando había una fiesta por venir o cuando estaba encaprichado con algún chico mayor.
—Mhm… ¿Saldrás este fin de semana?
—No, quiero guardar ganas para nuestro cumpleaños.
—Oh.
Seokjin quería preguntar si había alguien rondando cerca de su amigo, estaba casi seguro que así era, Taehyung esos meses estaba más distraído que de costumbre, sus calificaciones habían bajado levemente entonces Seokjin estaba casi seguro que había alguien en los pensamientos de su amigo.
—Creo que deberíamos hacerlo a mitad de mes...
—¿Hacer que? —Jin dejó de comer y sus ojos se abrieron grandes esperando por la respuesta del azabache.
—El doble cumpleaños —Tae rodó los ojos —¿Porqué estás tan distraído?
—Lo siento.
—Mira, yo sé que el tema de Felix te tiene así, pero él todavía no se ha ido... Deberían pasar más tiempo juntos antes que finalice el año. Quizá solo está asustado o algo así.
Jin parpadeó un par de veces antes de mirar la pizza y sacar un nuevo trozo —lo he buscado, es él quien no quiere estar cerca mío. Dijo que después sería más doloroso despedirnos.
Tae volvió a rodar sus ojos —tampoco es para que vayas a rogarle, ¿Que se cree? Debería estar detrás tuyo aprovechando hasta la última instancia.
—Ya déjalo, ¿Si? No quiero hablar de él.
—Está bien... ¿Quieres ver alguna película hoy?
Seokjin negó enseguida —solo quiero dormir.
—Namjoonie vendrá por nosotros en un rato más ¿Tienes tu ropa?
—Ajá, todo en mi mochila —Jin se puso de pie cuando la comida se acabó y justo en ese momento la puerta del lugar se abrió. Ladeó su cabeza al ver a Felix en compañía de otro chico que él jamás había visto en su vida.
Taehyung tomó la bandeja y caminó a paso seguro hasta el basurero sin darse cuenta que su amigo había se quedado congelado en la mesa.
Seokjin sintió su boca secarse y arrugó su ceño al ver al rubio rodear la cintura de aquel chico. Sus latidos se aceleraron y estaba a punto de ir a encararlo cuando una mano tomó la suya.
—No lo hagas, no aquí, Jinnie.
—Pero Tae. —Jin hizo un puchero —él dijo que estaría con su mamá.
—Lo sé, vámonos antes que te vea. Puedes hablar con él cuando estés más tranquilo y no echando fuego por los ojos.
A regañadientes Jin siguió a Taehyung hasta la salida, pero antes de salir él decidió que no iba a hacer el papel de idiota, no iba a dejar que Felix le viera la cara de idiota.
Caminó rápido hasta la mesa donde la pareja conversaba animadamente. —¿Por esto es que no quisiste ir a mi obra de teatro? —sus lágrimas humedecieron sus ojos mientras veía a Felix ponerse de pie claramente asombrado por verlo en ese lugar.
—Jin, puedo explicarlo.
El rubio miró al chico que estaba claramente incómodo y se llevó a Seokjin fuera del restaurante para poder hablar.
Taehyung se mantuvo alejados de ellos aún si quería partirle la cara a Lee, desde donde estaba podía escuchar claramente lo que estaban hablando.
—¿Quién es él?
—Es un amigo, no es lo que piensas. —El rubio dijo nervioso.
El castaño se limpió las lágrimas rápido y suspiró triste. —Pensé que irías a mi obra.
—Iba a ir, en serio, pero luego tuve muchas cosas que hacer y ahora traje a mi primo a comer.
Taehyung se rió tan fuerte que Felix y Jin lo miraron.
—¿Y tú qué mierda te metes?
—¿Me estas hablando a mi? —Tae se acercó hasta ellos y rió cuando estuvo frente a Felix —mentiroso de mierda, deberías decidirte ¿Amigo o primo?
El rubio rió sin ánimo —es mi primo, si no quieres creer me importa una mierda. Ahora sale de acá que quiero hablar con Seokjin.
—No. Hoy lo heriste, llevas semanas haciéndolo.
Felix se acercó más a Taehyung imponente. —No te metas Kim.
—Basta los dos. —Seokjin puso una mano en el pecho de su mejor amigo y lo alejó lo suficiente —déjame hablar con él ¿Si?
Taehyung gruñó enojado y se alejó echando humo por la boca.
—¿Es realmente tu primo?
—Jin…
—Tú me dejaste por tu viaje, pero ¿Eso es realmente así? Dime, por favor.
Felix suspiró y miró sus zapatillas un momento antes de levantar su cabeza. —Él no es mi primo.
—¿Todo fue una mentira, cierto? Todo lo que dijiste... Lo que dijiste sentir.
—No pude. Traté de no pensar en ti y en tu amiguito —dijo despectivo —los celos me ganaron.
Seokjin abrió su boca para decir algo pero no salían palabras.
Felix estaba bromeando con él, ¿cierto?
—¿Porque no me lo dijiste? Yo de verdad pensé que lo habías superado... Nunca dijiste nada más.
—¿Cómo podría decir algo si cada vez nombraba a tu amigo saltabas como un loco a defenderlo?
—¿Que? —Jin se rió incrédulo ante lo que estaba oyendo —¿De que mierda estás hablando? Nunca volvimos a hablar de lo que pasó entre Tae y yo... ¿Que estás diciendo?
—Da igual, me harté.
Felix se dio media vuelta y se alejó para entrar nuevamente al restaurante de comida rápida.
Jin sorbió su nariz cuando las lágrimas cayeron una tras otra. Se llevó una mano a su pecho y se tocó justo en ese lugar.
¿Porqué dolía tanto?
Su cuerpo fue jalado y prontamente estaba caminando detrás de un furioso Taehyung hacia la calle principal. Sus piernas dolían porque realmente estaba siendo arrastrado por su mejor amigo. Podía claramente escuchar los automóviles pasar por la calle a un costado mientras el viento secaba sus lágrimas.
De pronto Tae se detuvo y él también lo hizo.
—No vas a llorar delante del hijo de puta. —Taehyung acarició las mejillas del castaño y limpió el recorrido de las nuevas lágrimas que cayeron —pero aquí puedes llorar. Yo te voy a cuidar ¿Si?
—Tae —susurró apoyándose en él.
—Lo sé, tranquilo.
Seokjin se aferró al cuerpo de su amigo y dejó de llorar. Suspiró aliviado de tenerlo aún cuando se veía a si mismo como un patético de mierda.
Y esa noche Seokjin entendió a la abu Kim.
El primer amor era siempre doloroso.
💖
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro