09
MoonstarWang
Gracias x tanto 💜
Este capítulo es para ti.
—
El fin de semana había pasado rápidamente para Seokjin quien triste se dirigía hasta su casa en compañía de Taehyung y el padre de este.
Había sido unos días increíbles, Seokjin estaba contento de haber salido un poco de su rutina diaria. Había comido comida deliciosa gracias a la abuelita Kim.
Él realmente estaba agradecido por el cariño brindado.
—Entonces, ¿nos vemos mañana en el colegio? —Tae no ocultaba la decepción de despedirse de su amigo cuando llegaron a la casa de este.
—Nos vemos mañana —Jin se despidió del padre de Taehyung y se bajó del destartalado vehículo en el que lo habían ido a dejar a su casa. —Llevaré algo para comer.
Taehyung también se bajó y acompañó a su amigo hasta la reja de entrada .
—¿Hay alguien esperando por ti?
Seokjin miró hasta la casa y no se veía ninguna luz encendida en el interior aún si ya había oscurecido. —No lo creo, pero está bien, seguramente fueron a la iglesia.
El azabache asintió despacio. Su pecho dolió al ver los ojos tristes de Seokjin nuevamente, él había visto un brillo particular en su amigo cuando estuvieron en la granja pero ahora mismo Taehyung estaba viendo al mismo Seokjin de todos los días y eso le dolía demasiado.
—¿Estarás bien?
El castaño sonrió y asintió —lo estaré, no te preocupes.
Taehyung quería estar tan seguro como se veía su amigo pero lo cierto era que la noche anterior ambos habían estado hablando de los padres de Seokjin y el azabache pudo escuchar por boca de este como lo trataban en ese lugar y ahora a él le dolía el estómago al pensar en las cosas que viviría cerca de sus progenitores.
No era justo.
Seokjin no merecía esos tratos.
—Entonces nos vemos mañana —dijo un poco enojado por la situación.
El azabache caminó de vuelta hasta la vieja camioneta de su padre pero antes de subirse su amigo lo llamó. Él inmediatamente se giró y esperó hasta que este estuvo frente a él.
—Gracias por estos días, fue todo mucho mejor de lo que imaginé.
—Mis papás dijeron que puedes ir cuando quieras, incluso todos los fines de semana si tú quieres.
Las mejillas de Seokjin se sonrojaron y él agradeció que estuviera lo suficientemente oscuro así su amigo no vería lo avergonzado que se sentía en ese momento por las tremendas ganas que tenía de volver a la granja pronto.
—Yo creo que podría ir de nuevo —susurró.
—Las veces que quieras —Taehyung sonrió dejando su molestia atrás.
Seokjin dio un paso atrás —nos vemos mañana Taetae —luego se giró para llegar rápido a la reja de su casa y luego entrar a esta.
El azabache suspiró como el chico enamoradizo que era y se subió a la camioneta de su padre para volver a la granja dejando atrás la casa de los Kim con una enorme sonrisa en su rostro y su corazón latiendo fuerte en su pecho.
.
.
.
.
Seokjin ordenó su mochila para el día siguiente mientras sonreía sin siquiera darse cuenta que lo hacía, pero la verdad es que estaba contento, ni la mirada de pocos amigos de su madre quitó lo bien que se sentía luego de estar en la granja de los Kim.
Incluso no le importó cenar en la cocina, por lo menos había vuelto a recibir alimento y eso era muy bueno.
Miró la caja de metal que estaba sobre su cama, dentro de esta habían un montón de galletas de chocolate hechas por la abuelita Kim.
Sonrió ante el regalo y se acercó para tomar el objeto entre sus manos, luego miró por todo el lugar, temió que su madre lo encontrara y pudiera botarlas por lo que metió la caja metálica dentro de su mochila. De esa manera se aseguraría de que nadie pusiera sus manos en el objeto tan preciado.
Cuando tuvo todo listo él apagó la luz de su dormitorio y salió de este.
Todas las noches debía dar las buenas noches a sus padres. Aunque estos jamás le deseaban un bonito descanso ni ninguna de las cosas que escuchó en casa de Taehyung.
Se dirigió directamente a la cocina pero antes de entrar escuchó a sus progenitores susurrar y lo hacían lo bastante alto ya que él podía escuchar claramente lo que estaban hablando.
—Entonces ¿que?
—Hay que mantenerlo mientras no sepamos más.
—Eso es una mierda —Hye Soo escupió —estoy harta.
—Yo también, pero no podemos hacer nada…
Seokjin dio un paso atrás al darse cuenta que había estado escuchando una conversación privada pero el ruido que hizo el piso de madera bajo sus pies hizo que ambos adultos miraran en su dirección.
—Uh, yo venía a decir buenas noches.
Dong Hae se levantó de golpe y llegó en dos pasos hasta el menor —¿Ahora escuchas las conversaciones de los adultos como la maldita rata que eres?
Hye Soo también llegó hasta ellos y al ver los ojos asustados del menor ella simplemente lo mandó a dormir.
Cuando Seokjin ya no estuvo cerca ella miró a su esposo —¿Estás loco?
Dong Hae había tomado licor aquella tarde por lo que no estaba pensando muy bien en lo que decía.
—Me gustaría que se vaya —dijo volviendo a la cocina.
—Yo también deseo eso pero tiene 14 años, no lo podemos echar por mucho que queramos.
El hombre se sirvió un poco más de licor y se lo tomó de un sorbo —maldito sacerdote. Nos condenó a tener que criar a un bastardo.
Hye Soo no dijo nada pero ella estaba de acuerdo con su marido. Llevaban 14 años haciéndose cargo de un hijo ajeno y aunque ella sabía que Seokjin no tenía culpa por eso, ellos no podían dejar de sentir repulsión y rechazo hacia el chico.
—Vamos a dormir mejor, mañana Mingyu debe ir al colegio y tú al trabajo.
Los adultos se levantaron y se fueron hasta su dormitorio.
En tanto Seokjin acurrucado en su cama repasaba en su mente una y cada una de las palabras dichas pero no lograba llegar a entender de qué hablaban sus padres.
Pensó en el perrito que habían tenido meses atrás pero que su madre había tenido que entregar a una vecina por que no aguantaba su olor. Según ella le daba alergia a Mingyu pero Seokjin jamás vio a su hermanito sentirse enfermo cerca del perro.
Su padre había dicho que le comprarían la comida al cachorro hasta que fuera un poco más grande...
Quizás hablaban de ese perrito.
Seokjin deseó poder tener una mascota que acariciar como los de Taehyung, así no se sentiría tan solo.
Sonrió con sus ojos cerrados al recordar a Soonshim y a Monnie.
El sueño llegó rápidamente a él y sonrió aún más amplio por que en sus sueños él era un chico feliz comiendo galletas y corriendo detrás de dos perros juguetones mientras su mano era tomada de la manera más dulce por su amigo Taehyung.
.
.
.
.
—¿Tienes todo listo para mañana?
Taehyung asintió mientras se metía a la cama. Su hermano lo miraba desde el marco de la puerta.
—Gracias por darme tu mochila nueva Joonie.
—No es nada, ya te dije —Nam entró a la habitación y se sentó a los pies de la cama de su pequeño hermanito. Lo observó un momento y luego se dio los ánimos suficientes para hablar de lo que había estado rondando en su cabeza durante todo ese fin de semana —Seokjin se ve como un buen chico —dijo finalmente.
Taehyung sonrió inmediatamente y asintió —lo es.
Nam suspiró —tú sabes que a mí no me gusta meterme en tus cosas ¿Cierto?
—Si, lo sé —su ceño se frunció por que no sabía que quería su hermano y por qué estaba hablando de Seokjin de la nada.
—¿Él te gusta?
El corazón del menor comenzó a latir rápido, demasiado fuerte y sintió calor en sus mejillas —N-no.
—Bebé, no me ocultes lo que es evidente.
—¡No es así! —Tae se sentó en la cama de golpe —él es mi amigo, él es lindo conmigo y me siento cómodo a su lado.
—No te enojes, pero dime ¿Que sientes cuando lo ves? —Nam volvió a suspirar. —¿Es lo mismo que sentiste en algún momento por ese mocoso, Woo Seok?
Tae negó de inmediato e hizo una mueca de desagrado al escuchar aquel nombre.
—¡No! Yo no sentí eso jamás con él.
—Dime que es lo que sientes, bebé —dijo comprensivo.
—Uh. Mi estómago duele y mi corazón es demasiado molesto cuando él sonríe. Él no lo hace mucho, siempre está triste y lejos. Como si tuviera muchos pensamientos malos —Tae acarició su cabello negro —yo solo quiero que él sonría, eso no significa que me guste, Joonie —se cruzó de brazos con un puchero adorable en sus labios.
—Ten cuidado ¿si? Yo no quiero que sufras de nuevo por que no podré estar ahí para golpear a quien te haga daño.
El menor asintió despacio recordando como su Joonie había golpeado al hermano mayor de Woo Seok en uno de los campos de su antiguo pueblo.
—Jinnie jamás me haría daño, él no es como los demás —sentenció muy convencido.
Namjoon sonrió con todo el amor que sentía por su hermanito y luego de darle un beso en su cabello cerró la puerta para dirigirse a la suya.
Taehyung se quedó sentado sobre la cama pensando en las palabras de su hermano.
Él no quería querer a Seokjin de esa manera. Eso solo arruinaría todo, tal y como había pasado con Woo Seok, aunque él no había sentido nunca ese dolor en su estómago al verlo. Él solo lo había encontrado bonito y se lo dijo…
Luego de eso vino la paliza del hermano de este y el rechazo de quien en ese entonces era su amigo.
Taehyung no quería que la historia fuera la misma con Seokjin por más que este le pareciera un chico demasiado lindo. Ni por qué se sentía realmente cómodo a su lado y quisiera hacerlo reír a cada momento para que este fuera feliz.
No. Taehyung no quería que la historia se repitiera.
Con ese pensamiento él se acomodó entre las frazadas y cerró los ojos suspirando por que la semana pase lo suficientemente rápido para invitar nuevamente a Seokjin a la granja.
Si, ese era un buen plan. Podría decirle a su abu que hiciera mucha comida deliciosa para su nuevo mejor amigo en el mundo.
Si, definitivamente ese era un excelente pensamiento para dormir.
.
.
.
.
—¿Trajiste las galletas de mi abu?
Seokjin asintió y sacó la caja metálica de su mochila —no quise dejarlas en casa.
Taehyung rió y terminó de quitarle la cáscara a su naranja y se la echó completa a la boca ante la mirada divertida de Seokjin.
Luego de largos minutos tratando de comer la fruta Taehyung tragó y tomó otra de las naranjas que había llevado ese día, pero su amigo se la quitó y comenzó a quitarle la cáscara.
Tae abultó sus labios y trató de quitarla de sus manos pero Jin se alejó disfrutando de la pequeña pataleta de su mejor amigo.
—Ya, Jinnie —puchereo.
Seokjin rió y negó con su cabeza —si sigues comiendo así te vas a atorar —después de quitar toda la cáscara el castaño la abrió y le entregó la fruta en gajos.
Tae rodó los ojos pero mientras comía de esa manera él se encontró sonriendo ante tal acto.
Seokjin ajeno a aquella mirada de enamorado de su mejor amigo se dedicó a comer sus galletas mientras miraban por la ventana del tercer piso hacia el patio de su instituto.
Bajo ellos y festejando un gol recién anotado estaba Jung Hoseok levantando su camisa de colegio mostrando su abdomen.
—Pareciera que él no come mucho —Tae observó aquel plano abdomen e hizo una mueca al ver que Seokjin no dejaba de mirarlo.
—Hace ejercicio —los ojos de Seokjin se desviaron de su compañero para observar más a lo lejos una discusión entre alumnos de cursos superiores. —Mira Tae, una pelea.
Taehyung emocionado se acercó hasta la ventana que no era tan grande para los dos. Aún así Seokjin no lo empujó cuando sus cuerpos estuvieron muy juntos. Rozándose.
—Wow, ese chico tiene fuerza.
—Ese es un chico que viene del extranjero, siempre lo molestan pero él ahora se defiende, el año pasado siempre recibía golpes. Ha mejorado mucho, escuché que estaba haciendo boxeo. —Dijo Seok con sus ojos brillantes.
Tae se sorprendió al escuchar eso ya que el chico que estaba viendo en ese momento no parecía para nada alguien indefenso. Pero cualquier otro pensamiento se alejó de él al darse cuenta de lo cerca que estaba de Seokjin, podía oler su colonia y si se acercaba un poco quizá podría oler su cabello. Pero no lo hizo y se alejó de él cuando escuchó varias voces venir del pasillo. Su amigo no se dio cuenta ya que estaba emocionado por la pelea que estaba viendo.
Taehyung lamió sus labios y luego dejó de mirar en dirección al bonito castaño. Su estómago volvió a tener ese revoloteo y él no quería ponerle un nombre a lo que estaba sintiendo.
—Mis papás dijeron que si podía ir a la granja mañana. —Seokjin seguía mirando por la ventana pero cuando no escuchó respuesta alguna giró su cabeza. —¿Que te pasó, te sientes mal? —se acercó a su amigo que estaba rojo como un tomate. Puso su mano en la frente contraria pero no había temperatura, solo sudor. —¿Tienes calor? —Jin lo tomó de las mejillas —¡Tae, háblame!
El azabache asintió rápido —estoy bien Jinnie.
Los ruidos se hicieron más fuertes y varias voces se escucharon. Ellos seguían parados frente a frente sin alejarse mientras se miraban.
Tae sentía que su cara iba a explotar mientras Seokjin lo miraba de esa manera tan preocupada.
—¡Uy los novios!
Seokjin rodó los ojos y miró a su compañero de clase —Que gracioso Félix. —Avanzó detrás de él para dirigirse hasta su salón y como Taehyung no estaba a su lado él se giró y lo llamó.
—Iré al baño antes de entrar Seokjin.
El azabache se perdió por el pasillo y Seokjin arrugó su ceño ante el cambio en su amigo, ¿había dicho algo para hacerlo enojar?
Él no lo sabía pero lo averiguaría y mientras caminaba hacia el baño Seokjin se dio cuenta que por primera vez desde que se habían hecho amigos con Taehyung, él nunca lo había llamado por su nombre completo.
Y no le gustó escucharlo, no de esa manera.
El timbre para volver a clases resonó en todo el piso pero al castaño no le importó.
Entró al baño y en el silencio de este solo pudo escuchar unos sollozos ahogados. Se asustó y no lo pensó dos veces antes de abrir la puerta, la única que estaba en buen estado, y vio a su amigo con lágrimas en los ojos.
Se acercó de inmediato y lo abrazó, no tenía idea por que Taehyung estaba llorando pero él no quería verlo así.
Entonces lo apretó entre sus brazos y como conocía una canción de cuna se la cantó, esa misma canción la cantaba su madre para hacer dormir a Mingyu y él amaba escucharla, aún si nunca fue dirigida a él.
—Ya estoy aquí Taetae, llora si quieres. Yo te tengo, no te dejaré nunca solo.
Taehyung cerró los ojos y sintió sus piernas ceder mientras estaban dentro de ese pequeño cubículo. Tenía miedo, tanto miedo de que su amigo se de cuenta de lo que estaba pasando por su cabeza.
Tenía miedo de perderlo.
Temía que Seokjin se alejara de él por sus estúpidos sentimientos.
Taehyung sorbió por la nariz y trató de respirar para calmarse pero lo cierto era que ya nada podía hacer para estar tranquilo.
No al darse cuenta de lo mucho que le gustaba Seokjin.
Pero eso sería algo que él jamás diría…
┉┅━━━━━━━━┅┉
☹️💔
Besotes cariñosos para todxs 💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro