09
Feliz día de San Valentín ❤️
Taehyung en algún momento de la noche intuyó que terminaría enredado en los brazos de alguien. Gracias al alcohol, la euforia de estar celebrando su anticipado cumpleaños y el de Seokjin, él en algún momento suoo que esa noche se acostaría con alguien.
Y ese alguien no debía ser un hermoso chico de ojos almendrados y de suave cabello castaño. No debía ser su mejor amigo y ahora Taehyung estaba en un punto en que sabía que todo se iba a ir a la mierda después de esa noche.
¿Pero como iba a rehusarse a él?
Incluso cuando había rechazo ese último beso en la graduación sintió que su corazón se partía a la mitad después de ver esos ojos que amaba desilusionados. Avergonzados por ser rechazado, ni siquiera se había detenido a darle una explicación, se alejó de él con su corazón llorando por rechazarlo.
Taehyung se podía cortar una pierna antes de hacer sentir mal a Seokjin pero, todo era tan intrincado que mientras sentía su cuerpo pesado sobre él, no podía dejar de pensar que estaba a punto de acostarse nuevamente con su mejor amigo.
Los labios de Seokjin sabían a alcohol y a Seokjin. Era un sabor que Taehyung adoraba por lo que fue codicioso mientras envolvía su lengua con la otra mientras se frotaban buscado aliviar en algo la excitación que estaban sintiendo.
Taehyung echó su cabeza hacia atrás amando la manera en la que Seokjin lo besaba. Amando como esas fuertes manos lo tocaban haciendo que su piel se erizara por completo.
—Tae. —Jin susurró en su cuello.
—¿Que? —la voz de Taehyung salió más grave de lo habitual por el alcohol y lo mucho que había gritado mientras bailaba.
—¿Condones?
Taehyung abrió sus ojos y la visión era borrosa, asintió tratando de sentarse pero Seokjin no se movía.
—Mi mochila está en ese armario —apuntó hacia el armario que estaba a un costado de la cama.
Seokjin salió de la cama, Taehyung lo observó con su corazón martillando fuerte en su pecho. Aún con lo borracho que se sentía sabía lo que estaban a punto de hacer y quería apagar su cerebro, pero no podía.
Seokjin volvió a los segundos y puso dos condones sobre la cama, luego se acostó a su lado y se giró. Taehyung sintió la mirada de su mejor amigo quemando su costado.
—Estás muy callado.
Taehyung lo miró, giró su cuerpo y quedaron frente a frente. —Estoy un poco mareado.
—¿Quieres agua? Puedo traer algo, ¿comiste?
—Estoy bien —no lo estaba. Taehyung quería una noche con Seokjin, quería sentirlo nuevamente pero habían puesto tantas barreras entre ellos para no caer en la locura y ahora todo eso quedaría en nada.
—Podemos irnos, no pasa nada.
Taehyung mordió su labio, lo de conversar solo estaba atrasando lo que ambos querían, la conversación solo acrecentaba lo complicado que era todo.
—No —murmuró deslizando sus ojos por el rostro de Seokjin buscando el valor necesario para apagar el tren de sus pensamientos y disfrutar de lo que Seokjin estaba a punto de ofrecer.
Entonces su mejor amigo lo acercó para un abrazo pecho con pecho y lo besó. Taehyung se abrió al instante dejando que Seokjin tomara las riendas, sintiéndose dócil y en confianza para entregarse al chico que amaba de todas las maneras posibles.
Seokjin deslizó su mano por su cintura y luego fue bajando hasta su trasero sin dejar de besarlo mientras hacia ruiditos ahogados entre beso y beso.
Había una nueva confianza que no había estado en la primera vez que ambos habían estado juntos, lo cual era normal, Seokjin había temblado como una gelatina esa tarde en la granja.
—Sácate esto —Seokjin tiró su camiseta ayudándole a quitársela.
Taehyung nunca había sido tímido desde que aprendió a usar su polla, pero este Seokjin lo tenía sin palabras y empezaba a odiar el saber que hubieron muchos chicos suertudos que habían ayudado a que Seokjin ahora fuera un poco más seguro de sí mismo en la cama.
Tratando de tomar un poco de ventaja, Taehyung se sentó en la cama y obligó a Seokjin a acostarse, se subió sobre él dejando a su amigo sin aliento. Necesitaba tomar las riendas para que Seokjin no viera lo vulnerable que se sentía aún si todavía estaba con casi todas sus ropas puestas.
—¿Lo has hecho así alguna vez? ¿Te han montado? —Taehyung movió su cadera y el gemido placentero de Seokjin le hizo morder su labio.
—No. La mayoría de los tipos se corren a los minutos de empezar. —Seokjin se encogió de hombros pero estaba medio sonriendo.
Taehyung también sonrió, necesitaba urgentemente que las cosas avanzaran y se pusieran alocadas como él estaba acostumbrado. Se sentía muy fuera de zona de confort mientras Seokjin acariciaba su espalda suavemente.
No quería que fuera gentil, no quería que se preocupara por él. Necesitaba que Seokjin fuera como los bastardos con los que se acostaba y que solo lo necesitaban para correrse que era algo que Taehyung también buscaba. Sin sentimientos de por medio, sin la asfixiante necesidad de ser bueno y dejar un buen recuerdo.
Él no quería que las cosas fueran demasiado perfectas con Seokjin. Pero, lamentablemente sí lo eran.
Seokjin se quitó su camiseta, bajó su pantalón quedando solo en ropa interior. Con los calcetines fuera se acomodó en la cama poniendo sus brazos detrás de su cabeza. Una sonrisa pícara encendió por completo el corazón de Taehyung.
—Entonces... ¿Me vas a montar?
Maldito idiota, Taehyung se rio y asintió lentamente mientras salía de la cama para terminar de quitarse la ropa. Y lo hizo rápido porque comenzaba a sentir un poco de frío.
En ropa interior miró a Seokjin y respiró profundamente. Caminó hasta el armario y de su mochila sacó una manta que había llevado desde su casa y un sobre de lubricante que había robado de la casa de su tutor universitario. Nervioso volvió a la cama y se acostó poniendo la manta sobre ellos, el paquete de lubricante lo dejó en su mano para que no estuviera frío para cuando tuvieran que usarlo.
Miró al chico callado pero que mantenía una sonrisa perezosa en su rostro y aunque las alertas estaban encendidas él se acurrucó en su pecho para luego buscar su boca y besarlo.
Seokjin lo abrazó y la calidez lo envolvió más que la manta que estaba sobre ellos. Sus ojos se cerraron y se entregó a lo que fuera a pasar esa noche.
Comenzaba a amanecer sobre la ciudad, el ruido de la música se había apagado. Taehyung no estaba seguro si estaban solos y no estaba seguro de a qué hora irían a limpiar.
Una cautelosa mano se deslizó de su cadera hasta su parte delantera. La mano de Seokjin se deslizó por su carne dura varias veces hasta que no pudo contener el gemido ronco que salió de su boca.
Se miraron en silencio y Taehyung se bajó su ropa interior y lamió sus labios cuando Seokjin lo imitó. Quería tocarlo, lamerlo y hacer todo tipo de cosas que no había podido hacer con nadie por falta de tiempo o confianza. Taehyung podía ser un bocazas la mayor parte del tiempo pero a la hora de tener sexo ponía más restricciones de las que aceptaba.
De hecho nunca se dejaba follar. No confiaba en nadie para entregarse de esa manera.
—¿Tienes ese gel?
Taehyung asintió y se lo entregó. —Puedo hacerlo yo.
Seokjin lo abrió con sus dientes y negó con su cabeza —no es problema para mi hacerlo.
—Estoy limpio... Ya sabes. —Taehyung suspiró, sus mejillas se sentían calientes mientras veía a Seokjin sentarse en la cama con el lubricante en uno de sus manos.
—Estabas seguro que ibas a follar esta noche.
Taehyung quería decir que no, pero había tenido una pizca de ilusión de que el alcohol los hiciera hacer cosas que no deberían. Pero mientras transcurría la noche ese pensamiento había fugado y la idea de tener sexo con cualquier tipo ocupó su lugar.
—Ya sabes como soy. Necesito el desahogo.
Seokjin se rio —eres ridículo.
El azabache abrió sus piernas para que Seokjin se pusiera en medio de estas. Plantó sus pies planos sobre la cama mostrándose para que Seokjin hiciera lo que quisiera con él. Y expuesto como se sentía observó los largos dedos de su mejor amigo y se preparó. Mordió su labio cuando uno de los dedos acarició su orificio.
Había pasado un tiempo largo antes de ocupar aquel lugar por lo que sabía que iba a doler o al menos habría un poco de dificultad.
—Si te duele puedo detenerme.
—Estoy bien —Taehyung cerró sus ojos fuerte mientras el dedo lubricado de Seokjin trataba de entrar en él.
—Te estás resistiendo.
Taehyung abrió sus ojos y solo pudo apoyar sus manos sobre el pecho de Seokjin cuando este se acercó para besarlo sin dejar de intentar entrar en él. Jadeando Taehyung lo apretó contra su pecho, desesperado porque estaba duro y necesitaba correrse. Quería durar lo suficiente para sentir a Seokjin dentro de él pero con solo tenerlo entre sus brazos se daba por pagado.
Finalmente el delgado dedo de su mejor amigo entró en él y más lubricante fue puesto para incluir un segundo.
—Mierda —los ojos del azabache rodaron hacia arriba mientras el placer comenzaba a ser mucho más que el ardor inicial. Ya comenzaba a disfrutarlo.
Una gota de sudor corrió por la sien de Seokjin y Taehyung quiso seguirla con su lengua. Se sentía codicioso del chico.
Seokjin movió sus dedos abriéndolo y Taehyung podría jurar que sentía que lo estaba partiendo a la mitad y eso que aún no entraba en él.
—Tae. —Seokjin susurró acercándose.
—Estoy listo —Taehyung podía ver el deseo en los ojos de Seokjin. Lo prendido que estaba y que seguramente no quería esperar un minuto más. Él tampoco quería esperar más.
Seokjin quitó sus dedos y se enderezó en toda su altura mientras buscaba el condón sobre la cama. Parecía y se veía lo bastante ebrio, incluso le tomó un poco más de tiempo el romper el empaque.
—Que putos condones trajiste.
—Dame, tus dedos están resbalosos.
Taehyung recibió el paquete y lo abrió de inmediato, el alcohol todavía chispeando en su interior pero menos borracho de lo que se veía si mejor amigo.
Seokjin se puso el preservativo y Taehyung tragó saliva, su boca se sentía seca y no ayudaba que su corazón estuviera latiendo tan rápido que era molesto.
Se miraron, quizás era el momento de detenerse, había una pequeña chispa de duda en esos ojos marrones que amaba y que era suficiente para saber que estaban haciendo algo que no deberían.
—¿Me vas a montar? Estoy esperando.
Sentándose en la cama cambiaron de posición y ya no había ningún tipo de duda en Seokjin, todo lo contrario, parecía más seguro de lo que nunca lo había visto.
—Eres un borracho mandón, ya veo.
—Solo contigo —Seokjin sonrió mientras acomodaba su cabeza sobre la almohada.
Taehyung sonrió también y mientras gateaba sobre las piernas de su mejor amigo se dio cuenta que estaba temblando.
La cama tenía una cabecera enorme de metal, parecía una cama antigua y por el rechinar podía confirmarlo.
—¿Crees que haya muerto alguien en esta cama? —Taehyung miró hacia abajo a Seokjin y la risotada de su amigo le hizo sentir cosquillas en su estómago.
—Eres ridículo —Seokjin le volvió a sonreír, sus ojos parecían a punto de cerrarse.
—¿Estás listo?
—Estoy esperando por ti.
Taehyung llevó una mano al pene de Seokjin y lo alineó sobre su entrada. Mordió su labio mientras la intrusión lo abría causándole un pequeño malestar, ardor que mejoró cuando Seokjin tomó su pene y comenzó a bombearlo.
Jadeó mientras se deslizaba y, cuando sus pieles chocaron, la cabeza de Taehyung cayó hacia delante, tembloroso y caliente comenzó a moverse lentamente. Deslizó su lengua sobre su labio porque la sensación de tenerlo adentro era todo lo que necesitaba y era lo bastante jodido saber que después de esa noche no lo tendría nunca más.
Seokjin alzó su cadera y se enterró aún más profundo en él sacándole un quejido placentero que lo recorrió por completo.
No se atrevió a abrir los ojos, no quería que Seokjin viera lo arruinado que estaba por él, lo destruido que estaba por tenerlo por lo que escondió su cabeza en el cuello de su amigo pero Seokjin al parecer tenía otros planes.
—¿Estás bien? —la voz de Seokjin era más ronca que lo habitual.
—Si... Estoy bien.
—Mírame.
Taehyung suspiró, no quería hacerlo, pero no tuvo más remedio que alzar su cabeza y mirarlo directamente a los ojos.
Seokjin alzó su cadera nuevamente y todo lo que Taehyung hizo fue besarlo mientras comenzaba a moverse también para encontrarlo en cada estocada.
Era perfecta la forma en la coincidían, la manera suave y a la vez fuerte en que Seokjin lo tenía aprisionado entre sus manos mientras lo follaba tan magistralmente. Taehyung se preguntó entonces si su Seokjin tenía más experiencia porque jamás se había sentido así con otra persona. Nunca el sexo se había sentido tan delicioso y poderoso. Incluso, cuando habían estado juntos esa primera vez, Taehyung se había sentido en el cielo.
Y está noche, la noche en que ambos habían celebrado su cumpleaños se volvió a sentir en el cielo, volvió a sentir que estaba vivo y que el chico hermoso que amaba era solo suyo.
Taehyung dejó la boca de Seokjin y se sentó sobre él, ya no le quedaba mucho para acabar por lo que aferrándose a la cabecera de metal se impulsó para enterrarse y repetir tanto como sus piernas lo dejaron mientras Seokjin lo acariciaba gimiendo y alabando su labor.
—No puedo aguantar más. —Seokjin lo encontró en un último movimiento, tomó su rostro para acercarlo y cuando lo hizo se corrió mientras besaba sus labios desesperadamente.
Taehyung bajó una de sus manos a su erección y también encontró su alivio mientras Seokjin lamía sus labios gimiendo en cada beso.
En el silencio de ese amanecer solo sus respiraciones rápidas podían apreciarse. Taehyung se desplomó a un costado agitado pero satisfecho. No quiso mirar a Seokjin mientras se de quitaba el condón usado, tampoco lo miró cuando se puso de pie y merodeó por la habitación hasta que volvió a la cama y le entregó un poco de papel para que se limpiara.
Su cuerpo fue tapado por la manta y suspiró bajito cuando el cuerpo de Seokjin hizo contacto. Quería que el tiempo fuera eterno, poder detenerlo incluso para que Seokjin y el nunca salieran de la burbuja en la que se encontraban.
—Mierda. Cierro los ojos y siento como si me fuera a caer —Seokjin se rio, parecía más borracho que segundos antes.
—¿Quieres vomitar?
—No, estoy bien.
Taehyung quería decir tantas cosas pero se quedó en silencio porque eso parecía lo mejor que podía hacer en ese momento.
—¿A qué hora tenemos que irnos? Hoy trabajo.
—No lo sabía... Podemos irnos ahora si quieres. ¿A qué hora trabajas?
—En la tarde, a las dos.
—Vamos a la granja.
Seokjin se sentó en la cama y movió su cabeza —mejor iré a mi casa, necesito buscar mi ropa.
—Está bien —Taehyung también se sentó en la cama dándole la espalda a su amigo. Miró alrededor buscado su ropa y cuando se dio cuenta que estaba en el piso se puso de pie.
Ya no podía detener el tiempo y agradecía un poco que Seokjin no quisiera acurrucarse junto a él. Dejarlo ir hubiese sido una tortura.
Cuando ambos estuvieron vestidos tomaron sus mochilas y la manta. Salieron de la habitación hacia la casona que estaba vacía. Vasos y botellas estaban regadas por todos lados, Taehyung tomó su celular y tenía por lo menos cinco llamadas perdidas de su hermano y varios mensajes. Contestó el último y lo guardó nuevamente.
Afuera la brisa de la mañana era fría, ambos se encogieron en sus ropas y caminaron hasta la parada más cercana. Taehyung miró de soslayo a Seokjin pero este parecía estar en otro mundo.
La calle estaba desierta a las ocho de la mañana, después de todo era domingo por lo que Taehyung sabía que iba a ser toda una odisea tomar transporte.
—Voy a llamar un taxi. No creo que tengas mucha suerte tomando algo aquí.
Seokjin se negó, lo miró por primera vez desde que estuvieron en esa habitación —caminaré, no te preocupes. Llega bien a tu casa.
Taehyung abrió su boca para responder pero Seokjin ya se estaba yendo con su mochila al hombro tambaleándose levemente.
Era un domingo de diciembre cuando Taehyung decidió que esa noche no sería contada. La olvidaría y seguiría adelante como lo había hecho hasta ese día.
Nada cambiaba después de todo.
🥀
No me tiren piedras! Vengo a dejar esta ofrenda de paz por todo el tiempo que esperaron. Espero haya valido en algo y les haya gustado 😩.
Tengan un lindo día y espero vernos pronto 💜
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