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06


Escuché esta maravillosa obra maestra mientras escribía 💜


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2/3

Dos días pasaron de la suspensión, los plazos se cumplieron y Seokjin retomaba sus deberes como estudiante.

Pero no todos los castigos habían llegado a su fin, con el estómago rugiendo por comida el castaño tomó asiento en su puesto mientras esperaba por el profesor de química.

Miró el asiento vacío a su lado y suspiró bajito. Sacó su cuaderno y su estuche mientras Jung Hoseok entraba al salón.

-¡Kim! -gritó, haciendo que Seokjin apretara su mandíbula.

No levantó la cabeza pero podía sentir el cuerpo de Hoseok cerca de él, podía oler su horrible perfume.

-Sin resentimientos, Kim. -Habló de nuevo el molestoso chico.

-No me interesa, Jung.

Hoseok rió alto -parece que al bebé lo retaron en casa ¿Te dejaron sin comer acaso? -dijo burlón.

Seokjin no dijo nada y solo se limitó a hacer un dibujo pequeño en la orilla de la hoja blanca de su cuaderno. La risa burlona de Hoseok lo tenía asqueado pero no hizo caso. El rugido de su estómago se intensificaba cada segundo un poco más.

-Hola Seokjin.

Inmediatamente levantó su cabeza para observar a su nuevo compañero de clase y sin siquiera ser consciente, una sonrisa se coló en su boca.

-Hola Taehyung.

-Casi no llego -dijo el chico mientras se sentaba -el bus pasó tarde, tuve que correr de la parada hasta aquí.

-¿Vives muy lejos? -preguntó Seokjin interesado.

-Uh, si... como a una hora desde el centro.

-Debe ser genial vivir sin tanto ruido.

Taehyung miró el cuaderno de Seokjin y luego a él -solo ruidos de animales, ¿Que dibujaste allí? -el chico se acercó olvidándose de respetar el espacio personal del castaño y miró interesado la hoja de papel.

-Oh -balbuceó el castaño nervioso -es...

-¿Es como un osito? -dijo Taehyung y luego giró su cabeza por lo que ambos quedaron bastante cerca.

Seokjin tragó y negó -creo que se parece más a una alpaca, hace años fui a una granja y era lo bastante bonita como para querer dibujarla pero no soy muy bueno en eso.

-Me gusta, creo que tienes talento -el azabache se enderezó y comenzó a buscar su cuaderno y su lápiz.

-G-gracias, pero sé que no lo hago bien -se encogió de hombros un poco avergonzado.

-Quizá si la dibujas muchas veces la vas a perfeccionar.

-Uhm, si -murmuró no muy seguro de aquello.

El profesor entró al salón y todos los estudiantes comenzaron a escribir inmediatamente. Seokjin observó el dibujo unos segundos y una sonrisa se dibujó en sus labios. Luego de eso se concentró en la clase y ya no tuvo tiempo de mirar para ningún otro lado que no fuera su cuaderno.

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Taehyung caminó con una pequeña bolsa café en su mano derecha por los pasillos de su nuevo colegio. Buscaba un lugar para poder sentarse a comer la comida que su abuela había empacado para él y que era demasiada según sus cálculos.

Subió una escalera que lo condujo a un piso en el que él no había estado, avanzó lentamente mirando en varias direcciones, no quería tener problemas con nadie por lo que mientras más alejado de todos se mantuviera iba a ser mucho mejor.

Cuando dobló hacia un pasillo vio a Seokjin sentado en el piso con su espalda apoyada en una fría pared de cemento. Su cabeza estaba escondida entre sus brazos y su frente descansaba sobre su piernas.

Se acercó despacio y sin siquiera pensarlo se sentó a su lado.

El castaño alzó su cabeza y Taehyung inmediatamente se preocupó al verlo tan pálido.

-¿Estás bien?

Seokjin murmuró un sí como respuesta pero Taehyung no estaba ni cerca de creerle. Entonces recordó lo que su abuela siempre decía sobre la comida, ella creía fervientemente que los alimentos hechos con amor unían a las personas y él se encontró buscando dentro de su bolsa el sándwich de lechuga con pollo que ya no se comería y se lo ofreció a Seokjin sin decir palabra alguna.

-Es tu comida -dijo Seokjin mirando el sándwich, su boca estaba a punto de salivar por el hambre que sentía.

-Tengo otras cosas aquí -Taehyung agitó su bolsa.-Toma este, no me gusta comer delante de una persona que no.

-B-bien, gracias Taehyung.

-De nada, lo hizo mi abuela... Ella hace todo bien.

-Yo no tengo abuelos. Están muertos.

-Oh lo siento, yo tengo a mis abuelos maternos todavía.

Seokjin le dio un mordisco al sandwich y lo encontró delicioso. Se lo comió en un segundo y se avergonzó cuando vio que Taehyung solo le había robado un bocado a una galleta. Se rascó la oreja incómodo pero su compañero de clases le entregó la bolsa con una sonrisa cómplice en la boca.

-Gracias, no pude desayunar hoy -mintió y luego sacó una manzana roja brillante. Su boca se hizo agua de nuevo y le dio un mordisco. -Dulce -dijo luego de probarla.

Taehyung murmuró algo de que estaba aburrido de comer manzanas pero Seokjin no le tomó tanta atención mientras masticaba la fruta más deliciosa que había probado en su corta vida.

-Oye Seokjin ¿que haces los fines de semana?

-Ir a la iglesia con mis padres.

-¿Iglesia?

-Si, ¿Y tú?

-Ver televisión y ayudar a mis padres. A veces con Joonie caminamos por el sendero y le robamos frutas a los vecinos. -Taehyung limpió sus manos en su pantalón gris de colegio -Joonie es mi hermano mayor.

Seokjin masticó y cuando tragó dijo con una linda sonrisa en sus labios -yo tengo un hermano pequeño, tiene 8 años. Se llama Mingyu.

-Oh, yo soy el pequeño de la familia.

-¿Tu abuela siempre hace galletas?

-Si y muchas cosas más ¿Quieres probarlas? -Taehyung le entregó una y lamió sus labios mientras veía el rostro del azabache.

Su estómago comenzó a doler un poco y su corazón empezó a latir más rápido. Sus manos también comenzaron a sudar y estaba empezando a sentirse nervioso cuando Seokjin volvió a hablar.

-Gracias por compartir tu comida conmigo.

-No es nada, mis padres dicen que es bueno compartir, que sana el alma o algo así.

Cuando el timbre para retomar las clases sonó ambos se levantaron, Seokjin le mostró cómo llegar a su salón desde aquel lugar y también le contó sobre algunos lugares escondidos en donde él habitualmente se escondía para no tener que ver a los molestosos chicos de los cursos superiores.

Taehyung escuchaba con atención ya que Seokjin le estaba contando los secretos de ese enorme edificio. Incluso le había dicho que si quería podía mostrárselos y Taehyung sintió de nuevo su corazón acelerarse al pensar en ellos dos solos en algún lugar escondidos de todos.

Al volver al salón ellos no dejaron de conversar y compartir un poco más. Taehyung estaba casi seguro que Seokjin sería un perfecto amigo para él a pesar de que era bastante callado en algunos momentos. Aunque eso no era un problema por que el azabache no paraba de hablar y al parecer a Seokjin eso no me molestaba en lo más mínimo.

Las horas pasaron y la primera jornada finalizó. Tenían unos 45 minutos para almorzar y unos minutos para descansar antes de la última clase y así por fin poder ir a casa.

-No me acostumbro a estos horarios todavía.

Seokjin tomó su bandeja con comida y se giró para mirar por el lugar.

-Te vas a acostumbrar -dijo mientras lo esperaba.

-En el campo las cosas son diferentes.

Taehyung también tenía su bandeja, cerca de ellos una mesa se desocupó y Seokjin inmediatamente caminó hasta ella. Se sentó y Tae lo hizo al frente de él.

-¿Como era tu antigua escuela?

-Pequeña y habían niñas. Aquí no, eso es raro.

Seokjin abrió sus ojos un tanto sorprendido, él siempre había estudiado en colegios de puros hombres, estaba demasiado acostumbrado a no tener que entablar una conversación con una chica de su edad.

-Yo no conozco muchas chicas -dijo Seokjin -solo algunas de la iglesia.

-No me gustan las niñas, pero las de mi antigua escuela eran divertidas.

Seokjin asintió sin darle mayor relevancia a lo que había dicho su nuevo amigo. Por que sí, Seokjin ya pensaba que podía considerarlo un amigo.

-Este año la comida es mucho mejor.

Taehyung arrugó un poco su nariz -¿En serio?

-Ajá, pero comida es comida y hay que comerla.

-Si -susurró el azabache mirando al bonito chico frente a él.

-Aprovecharé de comer -dijo bajito y con un poco de vergüenza -mi mamá me castigó y eso significa que no puedo sentarme a la mesa -sus mejillas se ruborizaron, esa era la primera vez que hablaba abiertamente con alguien sobre los castigos de sus padres.

Cuando alzó la mirada Taehyung lo estaba observando con su boca media abierta y con una clara muestra de sorpresa.

Seokjin tragó saliva y lamió sus labios nervioso ante el silencio de su nuevo amigo.

Por eso tenía tanta hambre, pensó mientras dejaba su cuchara sobre la bandeja de comida.

¿Que clase de personas le quitaban el alimento a su hijo?

Él indagó en su memoria buscando algún episodio en donde Namjoon o él mismo fueran castigados sin comer, pero nada llegó a su cabeza.

Ellos jamás habían sido castigados, nunca.

-Creo que iré a la biblioteca -dijo de pronto Seokjin levantándose y luego caminando hacia la encimera de la cocina para dejar su bandeja.

Taehyung reaccionó a los segundos y también tomó su bandeja y la depositó donde correspondía. Luego de eso corrió detrás del azabache.

Seokjin caminaba realmente rápido, cuando lo alcanzó Taehyung pudo ver como sus orejas estaban coloradas y sus ojos vidriosos.

-No sabía que teníamos biblioteca -dijo Tae no queriendo ver los ojos tristes de su nuevo amigo.

-Si -Seokjin agachó la cabeza -no va nadie, me gusta ir y dormir ahí a veces.

-Eso suena genial para mi.

El castaño sonrió cuando levantó su cabeza y Taehyung se dio cuenta que le gustaba mucho la sonrisa de Seokjin y se sintió bien ser él quien la generaba lo hacía mil veces mejor.

-Tenemos como media hora antes de volver a clases.

-Entonces vamos por esa siesta.

Seokjin asintió sintiéndose mucho más tranquilo, había sentido tanta vergüenza minutos atrás, no había medido sus palabras pero Taehyung le dio confianza a pesar que lo estaba conociendo hace un par de días.

Era tan extraño sentirse así de cómodo con alguien de su edad.

Entraron a la biblioteca y se metieron en uno de los pasillos, el azabache rió bajito cuando vio a Seokjin sacar una almohada y una manta de una especie de caja escondida bajo uno de los estantes.

-Este es mi secreto. Lo traje de casa un día.

Ambos se acostaron y tuvieron que compartir la almohada, también la manta y es que ellos ya mostraban indicios de lo alto que serían en el futuro. Estaban creciendo o al menos eso era lo que Taehyung escuchaba todos los días de su abuela.

-¿Cuando es tu cumpleaños Seokjin?

-Mhm -dijo pensativo, no por que olvidara la fecha, sino que porque nadie celebraba ese día con él -4 de diciembre.

-¡En serio!, yo estoy el 30 de diciembre, somos hermanos de mes de cumpleaños -Taehyung sonrió mirando hacia el techo.

-Si, supongo.

-Me encantan los cumpleaños, Joonie me lleva desayuno a la cama y mamá toma una foto cada año. Mi padre cocina solo para nuestros cumpleaños, es genial -suspiró.

Seokjin no sabía que decir, a él solo una vez lo saludaron y fue por que en la iglesia le hicieron una pequeña celebración, casi a escondidas de sus padres. Eso fue cuando él cumplió 10 años y él aún lo recordaba como el mejor cumpleaños de su vida.

-¿Tienes perros, Tae? -el castaño recordó lo que su amigo había dicho en su presentación el primer día de clases.

-Si, dos. Soonshim y Monnie. Shim es mía y Monnie de mi hermano ¿Tú tienes perros?

-No, a mi mamá no le gustan.

Taehyung estaba empezando a darse cuenta que a la madre de Seokjin al parecer no le gustaban muchas cosas.

-Cuando vengas a la granja podrás jugar con ellos, son muy amistosos.

-¿Quieres que vaya a tu casa?

-Uhm, ¿si? -Tae quitó el cabello de su frente, seguramente su madre le diría que era hora de cortar el flequillo. -Si quieres, digo.

-Eso me gustaría, pero no me dejan salir mucho de casa. Solo a la iglesia.

El azabache arrugó su ceño -¿Te gusta ir a la iglesia?

-No mucho, pero desde siempre me han llevado así que supongo que debo ir.

-Quizá no. Estoy seguro que la granja de los Kim sería mucho más divertida -Tae sonrió.

-Creo que cualquier lugar es más divertido que ese.

El azabache se giró y apoyó su cabeza en su mano mirando ahora el perfil de Seokjin confirmó una vez más lo bonito que era. Su pequeña nariz, sus labios abultados, el cabello castaño corto pero que se veía tan suave.

Dejando de lado sus pensamientos Taehyung se veía en la obligación de hacer algo para que ese chico no se sintiera tan triste, él podía verlo, incluso si no lo conocía tanto.

¿Acaso sus padres no veían sus ojitos apagados?

-¿Que te parece si mi Joonie va a tu casa a pedirle permiso a tus papás para que vayas a la granja el fin de semana?, mi habitación es grande, podríamos poner un colchón en el piso o pedirle a Joonie su habitación, su cama es de esas grandes.

Seokjin mordió su labio y también se giró para poder ver a Taehyung de frente. La sonrisa de este era contagiosa y muy brillante. Era como si por solo verlo sonreír, Seokjin se sintiera inmediatamente mucho mejor, algo así como una inyección de energía.

-No creo que me dejen, mamá todavía está enojada por lo que pasó con Jung.

-No perdemos nada con intentarlo, Joonie es el mejor de todos y es muy bueno para hacer cambiar las ideas en las personas.

-Pero él tendrá que venir hasta mi casa, es muy complicado, Tae.

El azabache se agasajó al escucharlo.

Tae, sonaba tan bien viniendo de él.

-No te preocupes, Joonie tiene novia y ella vive aquí en la ciudad, él no pasa mucho en la granja.

-Oh, bueno, si no hay problema -Seokjin entrelazó sus dedos e inmediatamente pensó en que diría su madre.

Taehyung cerró los ojos y luego de unos pocos segundos se quedó dormido.

Seokjin lo observó y se quedó viéndolo dormir. Su corazón latía con fuerza en su pecho de alegría supuso él, por fin había encontrado un amigo.

Y él solo quería que Taehyung se quedará por siempre a su lado.



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Lxs amo mucho, gracias x seguir en la historia 💜

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