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05





—¿Deberíamos invitar a alguno del grupo de Jung? Me cae bien Jeff y Minho.

Seokjin miró la hoja que Taehyung mantenía en sus manos y negó —si invitas a alguno de ellos él va a llegar y no quiero que la celebración se vuelva incómoda. No quiero que pelees.

—No iba a hacer eso.

—Las últimas semanas de clases te la has pasado peleando, Tae. Estás haciendo lo que no hiciste en cuatro años.

—Me tengo que defender, ¿Cuál es el problema con eso?

Que me preocupa. Seokjin desvió la mirada hacia la ventana de la biblioteca del instituto. Sentía los ojos de Taehyung quemando su rostro pero no lo miró.

—Da igual, solo sigamos viendo esto, la tía MiSoo va a volver a preguntar y no tienes todavía la lista hecha.

Taehyung suspiró —bien, ¿Que hay de ti?

—¿Con qué?

—¿No quieres invitar a nadie?

—No tengo amigos.

El rostro ofendido de Taehyung le hizo esbozar una boba sonrisa, su amigo indignado cerró su cuaderno y Seokjin no debió ver ese gesto como adorable pero no podía no verlo así, todo lo que hacía Taehyung le parecía tierno, aún si él quería verse como un tipo rudo y sin sentimientos.

—Me tienes a mi.

La sonrisa de Seokjin lentamente fue desapareciendo y una familiar punzada de dolor se alojó en su pecho. Y ese era el punto de todo, tenía a Taehyung, lo tenía como apoyo, como compañía pero no era suficiente, nunca lo era y no podía decirlo sin arruinar todo alrededor.

—Entonces... —Seokjin tomó el cuaderno —¿Comida?

—Nam dijo que se encargaría de comprar.

—¿Alcohol?

—A escondidas de mis papás.

Seokjin asintió —¿Ellos irán?

—No, les dije que no quería que estuvieran allí pero a Nam no pude dejarlo fuera, insistió en estar en la fiesta.

—Está bien, Namjoonie es divertido.

Taehyung hizo una mueca con sus labios —¿Alguna vez te ha gustado mi hermano?

—¿Que? —Seokjin abrió sus ojos grandes.

—Él es como todo lo que está bien en el mundo, es correcto y guapo... Divertido según tus palabras.

—A Namjoon no le gustan los hombres, tonto.

—¿Y si le gustaran?

Seokjin se pasó una mano por su cabello —no le gustan, no tiene sentido imaginar un escenario hipotético.

—Aburrido —Tae le quitó el cuaderno.

—Puede ser —Seokjin susurró, miró la lista de amigos y aunque no lo pareciera Taehyung había hecho una buena cantidad de conocidos desde que había entrado al instituto. Él en cambio solo tenía compañeros de clases y a Taehyung.

—¿Que vas a hacer el día de tu cumpleaños?

—No tengo nada planeado la verdad. Ya sabes que es un día más en la casa.

—Lo sé —Taehyung se quedó mirándolo en silencio. Las mejillas de Seokjin comenzaban a calentarse ante el escrutinio pero no bajó la mirada aunque estuviera muriendo de vergüenza. Pero no aguantó la intensa mirada y tomó su celular para ver la hora —es tarde Tae, debo volver a casa. Mamá... Ella quiere que pase a comprar algunas cosas al supermercado —dijo con un sabor amargo en su boca mientras guardaba sus libros en su mochila.

—¿Quieres que te acompañe?

—¿De verdad harías eso por mi?

Taehyung se lamió su labio inferior y no debería haberse visto tan guapo al hacer aquello. Seokjin guardó rápidamente sus cuadernos y libros.

—Si, haría eso por ti.

—Bien, entonces vamos. Creo que es suficiente estudio por hoy.

—Somos los únicos que seguimos estudiando para la prueba de admisión.

—Es necesario.

—Pero ya vamos a salir de vacaciones —Taehyung tomó su mochila y juntos caminaron hasta la salida.

—Voy a buscar un trabajo, papá dice que ya no me va a mantener más.

En el pasillo Taehyung se detuvo y Seokjin chocó contra él, se llevó una mano hasta su cabeza para frotarla por el fuerte cabezazo que se habían dado.

—¿Eso te dijo?

—Si, ya sabes como es. —Seokjin le sonrió y hubiese dado su vida para contarle la verdad de todo pero no se atrevía. El secreto de su nacimiento le daba vergüenza y no quería compartir la pesada carga con su mejor amigo. No quería que lo viera con lástima.

—No puede ser —Tae arrugó su ceño —¿Cómo pueden ser tan miserables? Dios, no puedo creer que existan personas como ellos.

—No es una mala idea después de todo, ya no quiero vivir en ese lugar. Preferiría dormir bajo un puente antes de seguir un día más bajo ese techo.

Taehyung le miró con tristeza y Seokjin odió sentirse tan vulnerable frente a él. Quería un abrazo, palabras de apoyo que sabía Taehyung podía decir, quería la seguridad y cariño que su mejor amigo siempre había tenido para él.

Como Taehyung no dijo nada más Seokjin dio por finalizado el tema y avanzó dándole la espalda. Solo dos segundo su mejor amigo se demoró para abrazarlo por atrás haciendo que su corazón se disparara en su pecho. Las mariposas volaron por todo su interior mientras se giraba para recibir el abrazo que anhelaba.

Taehyung lo apretó contra su pecho y acarició su cabello suavemente. Seokjin cerró sus ojos y se dejó mimar, dejó que Taehyung sanara su quebrado corazón y aunque no sabía las reales razones por las que él quería huir de casa, Seokjin estaba agradecido de tenerlo en su vida.

—Ya se nos va a ocurrir algo ¿Si? Tienes que estudiar y ya verás, nunca más vas a necesitarlos y serás muy feliz Jinnie. Te lo prometo que serás muy feliz en el futuro.

Seokjin no iba a llorar, ya lo había hecho en muchas ocasiones mientras trataba de dormir por las noches pero era difícil no preocuparse por el futuro, no sentir miedo por lo difícil que las cosas se pondrían si él no conseguía a entrar a la universidad, o peor aún, el que no pudiera obtener una beca de alimentación para poder subsistir.

Gritos en el pasillo hicieron que se separaran, Jin respiró más tranquilo al compartir un poco de su angustia y cuando vio los ojos llorosos de Taehyung él quiso besarlo. Quería tanto rodearlo con sus brazos y besar esos suaves labios.

—Ya, Taetae —Jin le sonrió y rápidamente pasó sus dedos por la mejilla húmeda de su mejor amigo —no te sientas mal por mi, voy a estar bien, si te mantienes a mi lado entonces todo va a estar bien.

Taehyung abrió su boca, parecía que quería decirle algo por la agitación en sus ojos y en sus manos que ya no lo estaban abrazando sino que las retorcía entre sí.

Pero luego negó con su cabeza y suspiró fuerte —ya verás que las cosas van a mejorar, con mis papás no vamos a dejarte solo.

—Lo sé, son buenas personas.

Taehyung asintió y volvieron a caminar, bajaron las escaleras hasta el primer piso y salieron del instituto para ir al supermercado que estaba bastante cerca. HyeSoo le había pedido comprar dos kilos de arroz y galletas para su hermano. Era solo eso pero Taehyung tenía otros planes cuando tomó un carro y comenzó a llenarlo de puras cosas deliciosas y que por supuesto Seokjin amaba.

—Leche con chocolate es importante —Tae dijo mientras tomaba dos cajas y las ponía en el carro.

—No es necesario, Taetae.

—Claro que sí, te encanta la leche con chocolate y nunca puedes tomarla.

Seokjin tragó y desvió su mirada hasta las cajas de cereales que Taehyung estaba por tomar.

—Tae...

—Llevamos las dos porque son tus preferidas cuando vas a la granja.

Seokjin se rindió, finalmente dejó que Taehyung lo consintiera con cosas dulces y saladas que no tenía idea como las iba a esconder en su pequeño y viejo armario.

Después de casi media hora el carro estaba bastante lleno y Seokjin tragó saliva ante lo abultada que saldría la boleta ya que Tae había puesto lo de mayor costo.

Y quería decirle que no era necesario, que estaba acostumbrado a comer lo que sus padres le dieran pero en el fondo también quería comer todas las delicias que había comprado para él.

—¿Crees que entre todo en mi mochila?

—Si yo creo, las cajas podemos botarlas y solo te llevas las bolsas, ¿Que te parece? Creo que es lo que más hace bulto.

—Inteligente —Jin abrió su mochila luego de que habían pagado por las cosas, acomodó todo lo que Taehyung le había pasado y dejó fuera lo que tenía que llevar a casa.

Comenzaron a caminar hacia la parada de buses, ambos en silencio mientras la tarde caía en la ciudad. Taehyung parecía pensativo desde que hubieran salido del instituto.

La parada de buses más cercana estaba casi vacía, pocas personas a esa hora esperaban por locomoción. Mientras miraba hacia la calle ajustó los tirantes de su mochila y la acomodó ya que ahora tenía bastante peso sobre sus hombros.

Miró de nuevo a Taehyung y decidió atreverse a preguntarle la duda que tenía desde hace una semana cuando había ido a la granja.

—¿Tae?

—¿Mhm? —de inmediato los ojos de su amigo lo miraron y Seokjin lamió su labio inferior rápidamente.

—¿Tú y el tutor...?

—Un poco —Taehyung se encogió de hombros en un gesto casual —hemos salido un par de veces.

—Ya veo... ¿Te gusta?

—No está mal para pasar el rato.

Seokjin asintió, observó la calle nuevamente rogando que un autobús pasara rápido pero no estaba de suerte esa tarde.

—Nunca me terminaste de contar lo que pasó con el que tocaba la guitarra.

—Oh nada, solo que se enojó cuando fui a tu casa.

—No deberías haber ido Jinnie, yo estaba bien.

—Tú me llamaste, ¿Que quieras que hiciera?

—No debí hacerlo, tú estabas ocupado.

—Nunca estaré muy ocupado para ti, Tae. Eso lo sabes.

—Está bien pero no te preocupes por mi, puedo cuidarme solo.

Seokjin no quería eso, quería cuidarlo, estar siempre para cuando Taehyung lo necesitara pero su amigo tenía razón, quizás estaba siendo muy controlador y ellos ya estaban grandes para eso. Quizá Taehyung ya se había aburrido de él.

El autobús que lo llevaba hasta su casa hizo aparición y Seokjin lo hizo parar. Miró a Taehyung y le sonrió.

—Gracias por la comida, Tae.

—No es nada, Jinnie. Ten buen retorno.

—Tu también —Jin se despidió con su mano y se subió al bus, pagó su pasaje y se sentó en el lado opuesto de la calle. No miró nuevamente a Taehyung porque no quería que viera lo triste que se había puesto luego de esas palabras.

Si Taehyung no quería ser cuidado por él entonces iba a dejar de hacerlo de la manera en que lo estaba haciendo, pero no lo dejaría por completo, seguiría estando para cuando lo necesitara porque eso era lo que hacían los verdaderos amigos.

El recorrido a su casa fue aburrido y cuando bajó del autobús ya había anochecido por completo. Su mochila pesaba y cuando entró a la casa se la quitó de inmediato, la dejó sobre su cama y llevó hasta la cocina lo que le habían pedido.

Era bastante inusual que HyeSoo no estuviera en ese lugar cocinando o preparando los alimentos para el día siguiente por lo que él guardó las galletas y el arroz sin que nadie se lo pidiera e iba a apagar la luz cuando su "padre'' entró.

—HyeSoo no se siente bien, tendrás que hacer la comida.

Seokjin asintió —¿Que hago?

—Lo que sea, yo no tengo hambre pero Mingyu si.

Odiaba cocinar para ellos, odiaba todo y estar cerca de esa personas cada día era una tortura muy difícil de soportar.

—Mamá... Digo... Ella me pidió arroz.

—Hazlo con salchichas.

Jin asintió de nuevo y se movió por la cocina, lavó sus manos como primera cosa y buscó dos ollas, una pequeña para las salchichas y una un poco más grande para el arroz.

Una de las cosas que lo tenían tranquilo si es que llegaba a irse de la casa de los Kim era que sabía limpiar y cocinar, no se le dificultaba el hecho de hacer los deberes de una casa, sabía cocinar de niño y también hacer bien una cama y fregar los platos.

Un rato después Mingyu entró a la cocina, miró a su alrededor y como no encontró a su mamá se dio media vuelta y salió.

Era extraño que HyeSoo no se encontrara en buen estado de salud, siempre había sido una mujer que no solía resfriarse y por consecuente cuidaba mucho de ella misma.

Seokjin no pensó más allá, por más que quisiera ir a ver como se encontraba, él sabía que si visitaba la habitación no iba a ser bien recibido, jamás había sentido cariño real por parte de ellos por lo que era mejor mantenerse al margen. Pero dolía y seguiría doliendo el hecho de que su madre biológica no se hubiese quedado con él, que lo hubiera desechado de esa manera a su suerte.

El arroz estuvo listo y también las salchichas, sirvió un plato para su hermano y fue a buscarlo a la sala en donde este estaba viendo caricaturas.

—Te hice cena.

—No quiero comer.

Seokjin suspiró —como quieras, pero tienes que comer un poco.

—No tengo hambre.

Seokjin si tenía y mucha por lo que no esperó a que Mingyu quisiera comer con él y se sirvió una buena cantidad de arroz y dos salchichas para acompañar. Comió rápido, estaba acostumbrado a que su comida fuera interrumpida, por lo que se atoró un par de veces mientras tragaba.

Luego lavó su plato y tomó un vaso de agua, dejó todo en su lugar y se fue a su fría habitación. Encendió la luz, se quitó su uniforme y una mezcla de emociones lo encontró cuando recordó que solo lo usaría por una semana más y luego se acabaría su vida como estudiante de instituto.

Lo colgó y rápidamente se puso su pijama, las noches ya no eran tan frías por lo que su camiseta manga corta y un pantalón deportivo viejo era lo más cómodo que podía usar para dormir sin tener tanto frío.

Miró la mochila sobre la cama y la abrió, los paquetes hicieron ruido mientras los sacaba, contó varios dulces que no tenía idea que Taehyung había comprado para él, incluso una revista de datos interesantes encontró entre medio de las galletas de chocolate.

Sonrió y la hojeó sin verla realmente, quería leerla con calma por lo que la guardó en su mesita de noche. Y antes de cerrar el cajón vio su libreta negra, llevaba un par de semanas sin escribir, la sacó y abrió una hoja al azar, tomó su lápiz y comenzó a escribir lo que había hecho ese día.

Luego de unos minutos dejó de escribir y miró la hoja casi vacía. Todo lo que escribía era triste, sus pensamientos eran negativos y siempre terminaba haciéndose más preguntas de las que podía responder.

¿Dónde estaba su verdadera familia? ¿Tenía alguna siquiera?

Sus ojos se llenaron de lágrimas de inmediato pero no lloró, a cambio siguió pensando en su situación y en lo desafortunado que había sido.

¿Por qué no lo habían querido criar?

¿Su madre lo hubiese querido?

¿Alguien lo querría en el futuro?

Cerró la libreta y se apoyó en su almohada abrazando la libreta. Tenía tanto miedo del futuro y aunque quería esconderse bajo la cama y no salir nunca más, él no podía hacerlo 

Era casi un adulto y la vida no esperaba a que te decidieras a hacer algo.

Cerrando sus ojos Seokjin deseó no ser tan cobarde y ser más positivo, así como Taehyung lo era, y simplemente vivir. Necesitaba vivir.

Se giró en la cama y no se molestó en ordenar los demás alimentos, se acomodó y se entregó al sueño que de pronto lo embargó.

Había sorteado ese día de buena manera.

Un día más, un día menos...

Y Seokjin solo deseaba poder encontrar la respuestas a las tantas preguntas que inundaban su mente sin descanso.




Voy a actualizar seguido así que preparen sus pañuelos 😊

❤️



















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