Tú...
Guardó silencio y llevó su mano a la nuca.
—Nos encontramos en la tienda, ¿lo olvidas?
—Lo olvidaba.
—No deberías llegar tarde a la escuela. No podrás graduarte.
—Lo sé— bajé la cabeza desanimada.
—No está mal que juegues, solo no deberías estar toda la noche haciéndolo. Hay formas de que no te afecte en la escuela.
—¿Cómo?
—Divide tu tiempo. Dale prioridad a lo más importante; tus estudios.
—No soy muy inteligente que digamos — sonreí nerviosa.
—No creas que no me he dado cuenta.
—Eso es muy grosero — hice puchero.
—Puedes escoger unos días para estudiar y otros para jugar. Sería lo mejor.
—Gracias por el consejo. No eres tan antipático como creí.
Vi un aura maligna alrededor de él.
—Vaya, vaya, ¿así que me consideras antipático? — crujió sus dedos.
—Lo siento, lo siento, solo estaba bromeando. No tenemos que llegar a estos extremos — reí nerviosa—. Ya llegamos a mi casa. Gracias por acompañarme.
—Espero tomes en cuenta lo que te dije. No sería bueno que una chica como tú tuviera que repetir.
—Gracias. Nos vemos el lunes en la escuela— entré corriendo a mi casa.
Mi corazón estaba acelerado. No es tan malo como parece. Ahora bien, ¿por qué me ve de esa forma tan odiosa cuando estamos en la escuela?
Mañana no hay escuela, tendré toda la noche para poder jugar. Luego de comer y bañarme subí a mi habitación. Por suerte, no había nadie en la casa. Respiro paz, tranquilidad, no hay nada mejor que esto.
Me conecté al juego, pero Anzai no estaba conectado. Hubiera querido jugar con él. Es más divertido que jugar sola. Suspiré desanimada y entré a jugar en línea, esperando que se conectara. Mayormente a esta hora siempre entra. ¿Será que está en el trabajo? Estuve un largo tiempo jugando hasta que llegó mi odioso hermanastro a estropear la paz que tenía.
—¿Por qué entras sin tocar a mi habitación?
—¿Otra vez jugando esa mierda?
—No te atrevas a romperlo o sino esta vez te las vas a ver conmigo.
—Salte del medio, tonta— me empujó contra la cama y arrancó el mando de un tirón para llevárselo.
Que haga lo que quiera, pues tengo cinco más de repuesto. Reí internamente ante mi inteligencia. Darle la queja a mis padres solo hará que me castiguen y me quiten la consola, así que mejor busco otro mando y problema resuelto.
Vi que se conectó Anzai y corrí a buscar otro mando para escribirle. Conocí Anzai en una partida en línea. Es uno de los mejores jugadores de Piggy que existe. Si tengo problemas en algún nivel me ayuda a pasarlo. Esta es una de las razones por la cual me amanezco. El tiempo pasa muy rápido mientras hablamos y jugamos. Podría decir que es como mi pequeño Piggy hermano. Nunca nos hemos visto en persona. Llevamos aproximadamente cinco meses de conocidos. Vive cerca y trabaja, por eso nunca hemos salido.
La noche pasó muy rápido como siempre. Todo el tiempo con él es así. Anoche no me sentía tan nerviosa como hoy tras recordar que lo invité al Karaoke hoy. Es la primera vez que nos veremos y no sé qué piense de mí. Solo nos conocemos por el nombre de usuario. Hemos hablado de nuestra vida personal, aunque muy poco. Invitar a un desconocido no es una idea muy inteligente, pero es un lugar público y no estaremos completamente solos, por lo que no debe ser tan peligroso, ¿no? Mi otra preocupación son mis amigas. Probablemente se hagan ideas turbias si lo ven allí. Debo dejarles claro que Anzai es como un hermano. Es con quien me desvelo y juego a menudo.
Todo el día me mantuve en la habitación, solo había bajado a desayunar y regresé a mi cuarto. Mi padrastro siempre está trabajando y mi madre es poco el tiempo que pasa en la casa debido a su oficio. Hoy tiene la noche comprometida, pues acostumbra a compartir con mi padrastro los sábados por la noche, hasta despacharon a Iván; mi hermanastro, para estar a solas.
—Huele delicioso, mamá.
—Gracias, mi amor. ¿Vas a salir?
—Sí, iré al Karaoke con mis amigas.
—Muy bien. Ten mucho cuidado, hija. Y, por favor, no llegues temprano, ¿de acuerdo?
—No te preocupes, mamá, no estropeare tu noche.
Debido a los nervios llegué antes de tiempo al Karaoke y me pidieron que reservara un sitio. Nos íbamos a dividir la cuenta para que fuera menos doloroso para nuestro bolsillo y ahorros. He ahorrado suficiente, pues mi mamá suele depositarme cierta cantidad de dinero en mi cuenta bancaria cada mes para mis gastos. Además, monitorea todas mis transacciones.
Al cabo de varios minutos recibí un mensaje de texto de Anzai. Me puse nerviosa al saber que había llegado y estaba pidiendo el numero del cuarto que reservé, pues mis amigas aún no llegan y tampoco les avisé sobre él. No pasaron ni dos minutos cuando tocaron la puerta y la abrieron. Cuando vi a Jadiel, casi pongo el grito en el cielo. ¿Qué hace él aquí?
—¿Qué haces aquí, Perla?
—¿No debería preguntar eso yo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro