Satélite
Gabriel conducía algo serio y yo solo lo observaba para descifrar qué pasaba con él.
Él suspiraba y suspiraba, ¿qué piensas Gabriel Mercer?
—Tu amigo Noah —tosí como para que se retracte —"conocido" —hizo comillas con sus dedos soltando el timón —hizo que recuerde a mi familia.
—¿Eso es malo? —miré hacia arriba para no ver su expresión de "acabas de preguntar algo muy obvio y por lo tanto es estúpido".
—Muy malo —cubrió su rostro con una mano —a veces, los extraño, pero mi padre se encargó de que nadie tenga contacto conmigo luego de todo lo que pasó.
¿Qué pasó?
La música de la radio se cortó y los dos nos quedamos en silencio. Al tener tanta tecnología, el celular de Gabriel se conectaba automáticamente a su auto, era una llamada entrante desde un número privado.
—Voy a contestar pero no vas a hablar, ¿entendido? —asentí —y yo tampoco.
Contestó tocando la pantalla y ninguno de los dos soltó ni un respiro, esperamos a que el número privado hable primero.
Se notaba el nerviosismo de Gabriel.
—¡Gabis!, hola, soy Luna —dijo una mujer que parecía de unos diecinueve años.
Los ojos de Gabriel se encendieron de inmediato.
—Hola, Luna, ¿cómo estás?, pero la principal pregunta es... ¿cómo conseguiste mi número? —dijo emocionado y sonriendo.
—Hace mucho que revisaba las transacciones de tus tarjetas, recién vi una reciente de una gran cantidad de dinero para alguien normal y casualmente averigüé tu número, estoy muy bien, se te extraña —la voz de la chica del teléfono era muy linda, Luna...
Qué extraña era.
—Nunca cambias —soltó una risa sofisticada —, ¿y a qué se debe tu llamada?
—Pues quería invitarte a la cena familiar que siempre hay todos los años —dijo más seria.
Se creó un ambiente sumamente incómodo.
—Date una escapada, todos estarían felices de verte.
—¿Cuándo, dónde y a qué hora es? —preguntó al preocupado.
—Sábado, a las seis de la tarde en tu casa —Gabriel estaba nervioso —puedes llevar a alguien si quieres, ya sabes, como siempre.
—Bueno, gracias —sonrió —de inmediato compro los boletos de avión.
—Ni lo pienses —río de una forma sarcástica —tengo una nueva adquisición, mandaré a alguien a que te recoja, solo necesito una dirección, adiós, te quiero mucho.
—También te quiero —sonrió solo con sus labios.
Los dos nos quedamos en silencio luego de que el número privado (más conocida como Luna) cortó.
Lo miré con duda y enojo.
—Es mi prima, niño inseguro —puso los ojos en blanco —busca mi celular y envíale tu dirección—miré a todo sitio buscándolo, ¿por qué le hago caso? —debe estar por ahí.
Qué gran dato.
Estaba debajo del asiento, ¿cómo quería que use su celular si tenía clave?
Lo prendí y se desbloqueó con mi huella, ¿Cuándo? ¿Cómo?
Tenía muchos conflictos mentales, muchas preguntas, muchas dudas. Solo envié la dirección y de paso vi la foto de la tal Luna; una chica sonriente, tez pálida, cabello castaño claro, ojos color miel, labios voluptuosos y rojizos, pecas por debajo de la posición de sus ojos, y esa sonrisa...qué hermosa sonrisa, ¿acaso toda su familia tenía esa linda sonrisa?
—¿Qué miras, pequeño curioso? —Gabriel arrancó el celular de mis manos y vio que estaba mirando a Luna —ah...ella es mi prima: Luna.
—Es muy linda.
Gabriel puso sus ojos en blanco de nuevo.
Llegamos a mi casa, dejó el auto en el estacionamiento y se despidió con un beso.
—Pide permiso para el sábado —susurró —. Adiós.
Me senté en el sillón y peiné mi cabello con las manos, poco después me di cuenta de que mi mamá estaba mirando todo desde el comienzo mientras tomaba una taza de café.
Me saludó con un gesto y yo le correspondí.
—El trabajo adelantó el vuelo de tu padre por un error y se fue más temprano, Gabriel lo llevó, ¿no te dijo? —tomó un sorbo corto.
Negué con la cabeza.
—¿Algo qué decirme? —mi madre frunció el ceño.
—¿Puedo ir de viaje el sábado a la capital con Gabriel? —dije muy rápido, no quería que me escuche, pero lo hizo.
—¿A qué?
—Cena familiar —levanté los hombros —quiere llevarme.
—Por mí normal, aunque — tomó un sorbo más largo —tu padre me dijo que toda su familia estaba lleno de locos, por eso siempre comenta que preferiría hacer negocios con Gabriel —tragó saliva —. Tu padre por ejemplo es administrador de una mini empresa de ellos... —mordió su labio, siempre hace eso cuando piensa —se llama Vía láctea, es una pastelería o algo así, me dijo que la encargada de ese pequeño negocio era una lunática.
—Por casualidad... ¿su nombre es Luna?
Asintió.
—Tu padre dice que todos ellos están completamente en otro mundo, los educan de una forma muy extraña.
Así que...por eso Gabriel es una enciclopedia andante, de seguro todos en su familia son así.
—Tienen la idea de que todos ellos deben de ser perfectos —mi madre negaba con la cabeza —te dejo ir con la condición de que te portes bien y hagas tus tareas.
—Me parece perfecto.
Subí a mi habitación casi corriendo para escribirle a Gabriel.
ARIEL_21:32
Tengo permiso.
GABRIEL_21:34
¿Sabías que mi prima tiene un avión privado?, qué divertido será volar contigo el sábado.
ARIEL_21:35
¿Tu prima tiene una pastelería?
GABRIEL_21:35
Algo así...se llama «La vía láctea», pero también vende galletitas y leche, es mi negocio favorito de la familia.
ARIEL_21:36
¿Acaso todos cocinan?
GABRIEL_17:37
Algo así...
ARIEL_21:37
¿Me presentarás a toda tu familia?
GABRIEL_21:38
Algo así... ¿nervioso?
ARIEL_21:38
Para nada.
GABRIEL_21:38
Mañana te presentaré a todos por una foto, debes estar preparado, son algo...«especiales».
Especiales era una palabra que mis padres cambiarían por "locos".
ARIEL_21:40
¿Por qué deseas presentarme?
GABRIEL_21:40
Te dije que nos conoceríamos poco a poco, creo que es una gran oportunidad. Hasta mañana niño, es muy tarde.
No iba a dormir, no quería hacerle caso.
Entré a las redes sociales y puse en el buscador: "Luna Mercer". Me apareció algo que parecía ser un perfil personal de ella como una figura pública.
Se veía hermosa en fotos: curvas perfectas, sonrisa tentadora, y esos ojos...esos malditos y preciosos ojos. Me recordaba a Gabriel pero en una versión femenina y más joven. Sus poses tan naturales en fotos era lo que la embellecía más, ¿me gustaba Luna?
ARIEL_22:00
Gabriel, tu prima es muy linda.
GABRIEL_22:05
Solo te gusta su físico, ¿Crees que no me he dado cuenta de que seguías usando tu celular?
ARIEL_22:05
Ah...no lo sé, creo que me agrada su aspecto, ¿qué sientes al respecto?"
GABRIEL_22:10
Nada, no soy una persona insegura como para sentir celos de mi propia familia, reconozco que Luna es hermosa, preciosa en realidad, por lo tanto estoy consciente de que a un 85% de personas les gusta mi prima, por supuesto solo el físico, Luna tiene un mal carácter. Las cosas van más allá de una cara bonita, aprende eso Ariel. Duérmete ahora, no me obligues a hacerte dormir, adiós. (Por cierto, puedes causar millones de sensaciones en mí pero déjame decirte que ni tú ni nadie hará que me sienta inseguro de lo que soy, madura).
Me quedé perplejo por ese mensaje, lo leía una y otra vez, ¿Gabriel estaba enojado?
Sabía que estaba viendo a su prima, ¿cómo?
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