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Beomgyu tiene la costumbre de escabullirse de su habitación por las noches, cruzar el pasillo y meterse en la habitación de Yeonjun para desvelarse jugando videojuegos o platicando.

O bueno, la tenía. Hace meses que ya no lo hace, ¿el motivo? el rechazo que siente de parte de Yeonjun. Parecía muy felíz por el tiempo que pasaban juntos, pero eso cambio desde aquella vez.

Era un sábado por la noche; así que no había mucho problema en que se desvelaran, todos estaban cansados por haber trabajado tanto los días anteriores, por lo que se fueron a dormir temprano.

Cuando Beomgyu salió de la ducha, secó su cabello y colocó loción en su cuerpo, para después ir a visitar a Yeonjun. Como de costumbre, el mayor lo recibió con una sonrisa.

Yeonjun se hizo a un lado en la cama para hacerle espacio y palmeó el lugar a su lado, Beomgyu apagó las luces y se colocó junto a él, a la vez que le brindaba una brillante sonrisa.

Solo conversaron de tonterías por un largo rato; algo que les sucedía mucho es que incluso perdían la noción del tiempo cuando estaban juntos.

Cuando Yeonjun prendió su celular para poner el juego favorito de los dos, vió que ya era de madrugada, pero le restó importancia, ambos estaban demasiado despiertos a pesar de la hora.

Tenían la costumbre de acomodarse de cierta manera cuando iban a jugar: Yeonjun sentado y Beomgyu sobre el regazo del mayor, con su espalda contra su pecho.

Esa noche no fué la excepción.

Según ellos, esa posición era la mas factible para que ambos pudiesen ver el celular. Aunque en el fondo había otros motivos, a Yeonjun le encanta meter su cabeza en el cuello de Beomgyu para poder olerlo.

Si, siempre ha tenido una gran obsesión con el olor de Beomgyu. Y en el caso del menor, por algún motivo que desconoce, le encanta sentir los brazos fuertes de Yeonjun rodear su cintura.

La noche continúo normal, hacían ésto tan seguido que ambos se habían vueltos expertos en ese tonto jueguito para celular, por lo que pasaron los niveles con facilidad.

Todo bien, hasta determinado momento en el que Yeonjun se encontró a sí mismo observando a Beomgyu con algo más que admiración, tragó saliva y su corazón se aceleró al darse cuenta.

Su mentón descansaba sobre el hombro de Beomgyu, mientras repasaba con devoción su hermoso perfil, deteniéndose varios segundos en sus labios, deseando inmensamente probarlos.

Eso le pareció inaceptable.

En su cabeza, absolutamente todo sobre gustar de Beomgyu es incorrecto, por lo que tomó una decisión drástica que marcó los siguientes meses.

—Ya tengo sueño Beomgyu—le dijo apartandolo levemente de su regazo.

La sonrisa del chico que veía el celular se desvaneció, le puso pausa a su partida y se bajó de las piernas de su hyung, sin entender por qué el repentino cambio de actitud.

Pues no se trata solo de su comentario, algo en su semblante simplemente cambió, los cinco se conocen lo suficiente para poder leer sus expresiones y la de Yeonjun denota rechazo.

Beomgyu en su mente insegura cree que es rechazo hacia él, pero la realidad es otra: Yeonjun rechaza el hecho de que gusta de Beomgyu, por temor a las consecuencias.

—Entiendo—dijo notablemente desanimado y le devolvió el celular—volveré a mi habitación entonces, descansa hyung.

Beomgyu le dió un tierno beso en la mejilla que lo hizo sonrojar, y sin saberlo, esa sería la última vez en meses que tendrían algún tipo de contacto físico, fuera de cosas del trabajo.

Beomgyu estuvo pensando mucho una vez que volvió a su cama, consideró que tal vez malinterpretó a Yeonjun y solo estaba cansado de verdad.

Decidió no darle más vueltas al asunto y dormir, pero el trato que tuvo Yeonjun con él los días siguientes, solo reafirmó su idea de que el mayor lo quiere lejos suyo.

Literalmente evita todo tipo de contacto con él, en la medida de lo posible: no se sienta a su lado, no almuerza si está él, ni siquiera se une a las conversaciones o juegos grupales, y está seguro que es por él.

Le duele muchísimo porque ni siquiera entiende que hizo mal, pero sobre todo porque Yeonjun no es tonto, ha sabido como alejarse para que parezca "imperceptible."

Es decir, no es que no le dirija la palabra nunca o que no bromeen de vez en cuando. Siguen siendo buenos amigos, pero solo ellos dos saben que su relación no es ni de cerca lo que era antes.

La cercanía, la confianza, la complicidad y todo lo que tenían juntos, se acabó. Yeonjun trazó una línea entre ellos, pasaron de ser realmente muy cercanos a un simple par de amigos.

Eso hace que la idea de preguntarle que demonios fué lo que hizo mal, suene absurda. Pues aparentemente todo está bien, pero en el fondo saben que no.

Mencionar que las cosas cambiaron, sería el equivalente a admitir que sí solían tener algo más que solo una amistad y en definitiva no es un tema que quieran tocar.

Así que Beomgyu se resignó, no es que no extrañé todo el tiempo que compartían juntos, pero ponerse triste por ésto solo causaría problemas al grupo y no quiere hacer eso.

Con el paso de las semanas, Beomgyu se hizo más cercano a Taehyun, no fué con la intención de reemplazar a Yeonjun de alguna manera, simplemente se dió porque en su último comeback tuvieron muchas actividades juntos.

Por lo que pasaron mucho tiempo al lado del otro los últimos meses: en el estudio, en sesiones fotográficas, eventos, programas, etcétera. Inevitablemente, se volvieron más cercanos de lo que ya eran.

Beomgyu sigue extrañando a su hyung, pero le brinda el espacio que le pidió de manera implícita, pensando que es lo mejor para el mayor y equivocándose por completo.

Yeonjun no la está pasando bien.

Decir que lo extraña es quedarse corto, realmente le duele tenerlo tan cerca y tan lejos a la vez. Poder verlo a diario pero prohibirse mirarlo de más, tenerlo a su lado pero marcando un clara distancia entre los dos.

Lo que más le duele es que; a sus ojos, a Beomgyu no parece importarle la distancia que puso entre los dos. Se siente tan estúpido, el temor a sus sentimientos hizo que estropeara a conciencia lo que tenían.

Pero probablemente la parte mas desgarradora de todo ésto, ha sido tener que ver éstos meses como Beomgyu se vuelve cada vez mas cercano a Taehyun.

Admite que cuando el staff les indico cuales serían las subunidades y vió que no le tocó con Beomgyu, suspiró de alivio, pues no estaría tentado teniéndolo tan cerca.

Pero nunca pensó que el chico se volvería tan cercano a Taehyun, los escucha a ambos conversar animadamente en la habitación de Beomgyu prácticamente todos los días, tal como ellos hacían antes.

Los ve ir juntos de compras o almorzar, los ve sentarse uno al lado del otro. Maldición, incluso Taehyun descargó el mismo juego que jugaban juntos y ahora lo juegan ellos dos.

Como era de esperarse, todo ésto lo ha tenido de mal humor, el cuál trata de disimular para no desquitarse con nadie; pues nadie tiene la culpa en realidad, todo ésto es por su desicion.

Pero está vez no lo pudo evitar, la presa que contenía toda su ira se rompió al entrar a los camerinos y ver a Beomgyu sentado sobre el regazo de Taehyun, justo como lo hacía con él.

—Taehyun—tose para llamar su atención.

Tae le voltea a ver, con Beomgyu aún sentado sobre él, jugando animadamente en su celular, sin percatarse siquiera de que alguien mas entró al lugar.

—¿Qué pasa hyung?—le pregunta Tae al ver que solo está parado allí de brazos cruzados.

—Te busca Kai, está en el pasillo—le miente.

—¿Para qué me busca?—pregunta con confusión.

—¡Yo que sé, pregúntale a él!—contesta notablemente irritado.

Tanto Taehyun como un par de estilistas que estaban por ahí, le miraron sorprendidos por su tono grosero. Pero ni se fijó en eso, solo pudo ver como los ojos de Beomgyu se posaron sobre él, por primera vez desde que entró.

—Ya veo...—dice Tae confundido—dame permiso hyung—le susurra a Beomgyu.

Taehyun le da una pequeña nalgada para que se pare y posa sus manos sobre su cadera cuando lo ayuda a bajarse, los dientes de Yeonjun se aprietan con fuerza al ver la sonrisita complice que comparten.

El menor de los tres se pone de pie y pasa de largo a Yeonjun, para después salir al pasillo donde supuestamente lo está esperando Kai. Las estilistas también salen del lugar, pues el mal humor de Yeonjun se percibe a leguas.

Beomgyu considera salir también, pero Yeonjun tiene que entender que el mundo no se va a hacer a un lado solo por él, así que toma asiento donde antes estaba Taehyun.

Yeonjun se sienta en la silla de al lado, haciendo contacto visual con Beomgyu a través del espejo que tienen enfrente. El menor agacha la cabeza de inmediato, sintiéndose nervioso por su mirada con el ceño fruncido.

Continúa jugando en el celular de Tae por varios minutos, sin decir una sola palabra y percibiendo la mirada penetrante de Yeonjun sobre él en todo momento.

Finalmente se cansa del juego, no del juego del celular, del juego de Yeonjun. Traga saliva con molestia y lo voltea a ver, esperando que le diga lo que se nota que muere por decir.

—Se han vuelto muy cercanos—habla el mayor finalmente.

—Pues...todos hemos sido muy cercanos siempre—se hace el desentendido.

—Claro, pero ahora pasan mas tiempo juntos, a veces lo oigo en tu habitación por las noches.

El cerebro de Beomgyu maquina a mil por hora, pues se siente incapaz de entender a Yeonjun. No sabe con que intención le dice ésto, no puede descifrar su expresión o su tono de voz.

—Uhm sí, a veces viene—desvía la mirada.

—¿Qué es lo que hacen por las noches?—su seriedad es casi aterradora.

—¿De qué hablas?—le mira confundido.

—Quiero saber que hacen—alza los hombros.

—N-nada solo...platicamos—frunce el ceño, sin entender por que le está dando explicaciones que no se merece.

—Viendo como te sientas encima de él, no creo que solo platiquen por las noches—aprieta los dientes.

—¿Perdón?—frunce el ceño—¿qué insinúas?

—Cualquiera notaría que algo pasa entre ustedes, al menos disimulen—se queja con voz alta.

Beomgyu genuinamente no entiende ésta actitud, puede tolerar que no sean cercanos, pero que le eche en cara la forma en la que se relaciona con Taehyun es demasiado.

Sobre todo tomando en cuenta que él se alejó; dando a entender que no le importa lo que sea que tenían, es simplemente absurdo que ahora se queje de su amistad con otra persona.

—¿Qué mierda estás diciendo?—entrecierra los ojos con confusión.

—Podrías no comportarte como una puta con él cuando hay otras personas...

Está de mas decir que inmediatamente se arrepintió de decir eso; sus celos hablaron por él, cuando Beomgyu le miró con los ojitos llorosos casi le dieron ganas de pegarse un tiro.

—¡No, lo siento! no quise...

No pudo terminar de decirlo, Beomgyu se fué corriendo tan rápido que no lo alcanzó. Mas bien, no hizo esfuerzo por seguirlo, aunque lo hubiese alcanzado no tiene cara para verlo después de ofenderlo así.

Lleva sus manos a su cabello y lo jala con frustración, inevitablemente, un par de lágrimas salen de sus ojos porque absolutamente todo ésto es su culpa.

Yeonjun se queda un largo rato sopesando sus malas acciones, odiando su personalidad explosiva y pensando en mil maneras distintas para disculparse con Beomgyu.

Su pequeño colapso es interrumpido por la persona del staff que entra a avisarle que los chicos lo esperan en la camioneta para ir a casa, toma sus cosas y sale con la peor cara del mundo.

Al llegar, solo están Soobin y Kai. Pensó que Beomgyu y Taehyun aparecerían unos minutos después, pero no, el conductor arrancó y comenzó a transitar por el camino que los lleva a su apartamento.

—¿Dónde está Beomgyu?—le pregunta a Soobin, pasando por alto el mencionar a Tae para disimular.

—Se sentía mal y regresó a casa con Taehyun—le explica.

Yeonjun asiente con una cara de amargura imposible de ocultar, se coloca los auriculares y el resto del camino se la pasa viendo el paisaje a través de la ventana.

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