Las pequeñas Loud no dejaban de correr huyendo de su perseguidor, las decoraciones de los pasillos habían empezado a cambiar, ahora podían ver a su alrededor espadas de goma-espuma, pistolas de agua, katanas decorativas incluso algunas armaduras hechas con cartón. Pero las niñas estaban mas centradas en huir que en pararse a ver aquellos objetos.

Ascendieron varios tramos de escalera, descendieron otros tantos, los cruces que pasaban solo tomaban la dirección que les venia mas cerca. Finalmente llegaron a un corredor sin salida y el detenerse hizo que el cansancio en sus piernas se mostrase de golpe haciendo que cayesen al suelo, solo les quedaba esperar su final con lagrimas en sus ojos mientras respiraban con fuerza.

Tras un rato temblando tiradas en el suelo, Lizy que era la menos cansada fue la que habló.

Lizy: Aaahhh... aaahhh... Chi-Chicas. ¿Escucháis algo?

Leia intentó calmar su llanto, pero para Loan era imposible. Lizy se acercó a Loan y la intentó consolas a la vez que tapaba su boca con la mano. Loan se calmó poco a poco al notar que apenas se escuchaba nada. La mayor de todas secó rapido sus lagrimas intentando que no se echase a perder su maquillaje, aunque este ya se habia esparcido por toda su cara.

Leia (susurrando): ¿Creéis que lo hemos perdido?

Lizy al notar a Loan mas calmada retiró su mano, las tres permanecieron en silencio un buen rato atentas a todos los sonidos que las rodeaban. Solo la respiración acelerada de las niñas parecia romper el silencio.

Loan: Y-Yo... no oig... escucho los pasos de eso... ese hombre-vaca...

Leia (susurrando fuerte): No tan alto Loan.

Lizy (Susurrando): Creo que lo hemos perdido. Pero vayamos en silencio. No quiero que nos vuelva a encontrar. Que te coma una vaca debe ser la peor forma de morir.

Leia: Concuerdo.

Loan: Y las v... las vacas... tienen tres estomagos... es como si nos comi- comiese tres... tres veces a cada una.

Leia: ¡Loan! No hables de eso, me da repelús.

Las niñas se acercaron lentamente a la ultima intersección que habían tomado, ahí escucharon nuevamente los ruidos del minotauro, pero este parecía alejarse de donde se encontraban. Con cuidado se escabuyeron por otro de los pasillos intentando alejarse de los sonidos de esas pesadas pisadas. No tardaron en ver como las cosas de lso apsillos dejaban de ser armas, armaduras y cosas similares para empezar de nuevo a ver diferentes tipos de comidas, joyas, cámaras, radios, invitaciones a shows, Globos con formas de animales, ordenadores con acceso a Internet SIN control paternal...

 Lizy (Con ojos brillantes): Hermanas, creo que ya se como podemos llegar al tesoro.

Leia: Bueno, pues guíanos hermanita. Nosotras te seguimos.

Lizy se puso en cabeza con el ceño fruncido y con cara de concentrarse mucho. Leia y Loan no sabían bien que pasaba, pero se limitaron a seguirla por los pasillos. La pequeña de gorra roja cada vez se concentraba mas o por lo menos eso parecia por la mueca de esfuerzo que se reflejaba en su cara. Finalmente tras varios pasillos y cruces, la pequeña relajó su cara y se lanzó feliz a una de las estanterias, donde tomó algo que habi aallí y se lo mostró al resto.

Lizy: SIIIIII. ¿Veis? Este sitio nos ha dado un mapa del laberinto. Ahora podremos llegar a la sala del tesoro. Jejeje.

Loan: E-Eso... es mu-muy inteligente... 

Leia: ¡¡Esa es mi hermanita pequeña!! La mejor del mundo, jejeje.

Loan miró algo triste a Leia al escuchar esas palabras, pues ella también era su hermana pequeña, pero no tardaron las tres en ponerse a mirar a la vez el mapa. Las tres mostraban una sonrisa en su cara, pero esta se fue desvaneciendo poco a poco cuanto mas miraban aquel mapa.

Loan: ¿Por... por que no se esta quieto?

Leia: Aaaaggghhh, al final no ha servido de nada. El laberinto va cambiando a cada rato.

Lizy (triste): *sniff* Lo siento... creia que si deseaba con toda smis fuerzas un mapa de aqui podríamos llegar al final. *sniff*

Leia (abrazando a Lizy): Ooohh, Lizy, no llores, ha sido una muy buena idea. Pero este sitio no va a ponernoslo facil, ya nos avisó Fenrir.

Loan (sonrojada): ¿Pu... Puedo... puedo probar ahora yo?

Leia (con una ceja levantada): ¿En que has pensado?

Loan: S-Si, este sitio nos da lo que queremos... en... en vez de pensar en un mapa... ¿por que no pensamos en la sala... la sala... emmm...?

Lizy: ¿La sala del tesoro?

Loan: Si, eso...

Leia: Probemos, no perdemos nada por intentarlo. Pero volvamos hacia atrás, me ha parecido escuchar los pasos del minotauro mas adelante.

Loan: ¿El mim... nim... nimomauro?

Leia (rodando los ojos): El hombre-vaca, Loan. 

Loan: ¡AAAHHH! No quiero que vuelva...

Lizy: Eso no es posible, yo he escuchado sus pasos alejarse por detrás...

Las tres se quedaron calladas durante unos momentos escuchando atentamente, los sonidos de pisadas alejándose sonaban de igual forma tanto por delante como por detrás de ellas. Un escalofrío les recorrió la espalda a todas.

Leia: ¿¡Hay mas de uno?!

Lizy: Tenemos que avanzar con cuidado... probemos la idea de Loan, peor miremos en cada esquina, por si lo vemos.

Las chicas fueron avanzando con cuidado pero en el siguiente cruce, 4 caminos habia para escoger y en cada uno de ellos se escuchaban los pasos de minotauros alejandose.

Loan: NOOOOO, hay muchooooos... no lo lograremos....

Leia: Esto no tiene sentido... Fenrir no nos avisó de que habría seres que nos quisiesen comer...

Con cuidado las chicas se adentraron de puntillas en el corredor en que los pasos sonaban mas alejados, pero a medio pasillo Lizy se detuvo en seco mirando hacia atrás.

Lizy (susurrando): Chicas, chicas...

Leia (susurrando): ¿Que pasa Lizy?

Lizy: Los pasos... ya no se alejan por delante.

Las dos chicas miraron a su hermana y se concentraron, era verdad, ahora los pasos se alejaban de ellas por su espalda. Por la parte de delante no se escuchaba nada. Sin mediar palabra, la pequeña de gorra roja salió corriendo hacia donde habían venido consiguiendo alertar a Loan y Leia, pues se dirigía corriendo al sitio del que se alejaban los pasos. Las dos salieron en su búsqueda para detenerla, peor no tardaron mucho en ver como la amante de los dinosaurios se había quedado quieta en medio del pasillo.

Leia: Lizy, no hagas eso, si te pasase algo, yo... yo...

Lizy: Ssshhhh... escuchad.

Las niñas escucharon nuevamente, pero en esta ocasión el sonido de los pasos alejándose volvía a provenir de la parte de delante. Lo que las extrañó mucho. Volvieron a caminar unos pasos y Lizy volvió a hacer que escuchasen. Los pasos nuevamente se alejaban pero por sus espaldas. Algo estaba mal con todo aquello.

Nuevamente se dieron la vuelta, esta vez mas atentas a los sonidos y llegó un punto en que dejaron de escuchar los pasos alejándose por un lado para cambiar de golpe al lado contrario. Las chicas se miraron extrañadas, pero Leia no tardó en fijarse en las cosas que había en el corredor y vio una de esas muchas radios que habían visto. Se acercó a ella y escuchó  atenta. Aquel aparato reproducía el sonido de las pisadas alejándose. Con rabia tomó aquella radio y la estrelló contra el suelo, rompiéndola en pedazos. El sonido de pasos desapareció.

Leia: !Maldito laberinto¡ Nos ha estado engañando.

Loan: ¿Q-Que... que quieres de-decir hermana mayor?

Lizy: Los sonidos que escuchábamos eran de las radios, ahora no podemos distinguir si son pasos de verdad o no.

Leia: Ya estoy hasta las narices de este laberinto, intentemos llegar al final lo mas rápido posible.

Con nada mas que decir las tres se pusieron a seguir su camino intentando ignorar los sonidos de pasos que las rodeaban. Pronto empezaron a hacerse presentes de nuevo en los pasillos diferentes armaduras, pistolas de balines, fuegos artificiales, ordeñadoras eléctricas y hasta algún capote rojo con una espada fina, martillos neumáticos, mazos gigantes.... Parecía que el plan no estaba funcionando, pero seguían a delante, Lizy fue la primera en rendirse pues ya le dolía la cabeza de pensar tan fuerte, Leia no tardó en darse cuenta que se había enfocado mas en "destruir" el laberinto que no en llegar a la sala del tesoro como había dicho Loan. 

Pero la mas alta de todas seguía avanzando con los ojos muy abiertos, con una expresión seria que a Leia le recordó aquella vez que por error entró en el cuarto de tía Lucy y esta había probado a recogerse el pelo... aun hay noches en que tiene pesadillas con aquella mirada. Siguieron durante media hora mas, subiendo, bajando escaleras, intentando ignorar las tentaciones que les ofrecía aquel sitio. Leia empezaba a cansarse y estaba a punto de pedirles a sus hermanas que se rindiesen, pero vio algo que hizo que se sonrojase. Por algún motivo, entre las cosas para tentarlas había aparecido una fotografía de su padre en bañador. Intentó con todas sus fuerzas no pensar en su padre, ni su musculoso cuerpo que competía con el de los actores de cine, pero cuanto menos intentaba pensar, mas fotografías aparecían.

Lizy: Esto es raro... He estado pensando en que papá podría sacarnos de aquí y han empezado a salir algunas fotos suyas con vanzilla o la moto de mamá Lori, pero ahora casi todas son de el en bañador o leyendo en ropa interior y haciendo poses raras.

Leia (nerviosisima): Si, si, jejeje. Este laberinto es muy rarito, jejeje.

Loan: !Ch-Chicas¡ Mirad ahí delante...

Loan había levantado el brazo y señalaba hacia adelante, sus hermanas no tardaron en ver lo que señalaba. Al fondo del pasadizo la iluminación de las antorchas cambiaba, estaba todo mucho más iluminado. Las tres se miraron con una sonrisa y salieron corriendo una última vez, pero en esta ocasión para llegar enseguida a su destino.

La habitación que se abría al final del pasillo las dejó maravilladas, las joyas más exquisitas se mostraban en los alrededores, cochecitos de bebé gigantes para pequeñas del tamaño de Loan, cámaras de video nuevas, vestidos dignos de las mejores pasarelas, un stand para adoptar a tu propio dinosaurio, las nuevas temporadas de los dibujos que aún no habían salido a internet... Pero lo más llamativo se encontraba en el centro de la habitación, un enorme cofre de madera con filigranas doradas y un candado dorado con joyas engarzadas.

Todas: ¡¡SIIIIII, lo logramos!!

Las tres saltaban de alegría y se abrazaban unas a otras, reían alegres de que la idea de Loan funcionara. Ahora sólo debían abrir el cofre y salir de allí.

Lizy: Bien, lo conseguimos.

Loan: ¿Co-Como... Cómo vamos a abrirlo?

Leia (asustada): ¡AAAAAAHHHH!

Leia se arrastraba por el suelo pasando entre sus hermanas, con cara de terror y sin quitar la vista de la entrada de la habitación. Miraron que era lo que asustaba tanto a Leia y vieron justo en la entrada al minotauro, bloqueando la única salida que tenían de aquella habitación.

Mino: MUUUUUUAAAAAGGHHHH

Lizy: Socorro, Leia ayudaaaa...

Lizy se abalanzó sobre los brazos de su hermana para que la protegiese, ambas se encontraban en el suelo abrazadas, temblando, con lágrimas en sus ojos. Loan por su parte se había quedado sin respiración, completamente estática, el miedo que tenía era tan grande que ni dejaba que sus lágrimas salieran. El ser con cabeza de toro entonces dió un paso hacía adelante. Algo se apoderó de Loan, sin darse cuenta se puso delante de sus dos hermanas mayores con sus brazos estirados y mirada desafiante.

Loan: N-No dejaré que toques un pelo... Ni sus brazos... NADA. ¡¡No permitiré que las toques Hombre-Vaca!!

El minotauro detuvo su avance y miró a la joven que le desafiava casi tan sorprendido como las dos pequeñas que estaban en el suelo detrás de ella. Adelantó uno de sus puños hacia la chica de 20 años pero está le dió rápidamente un manotazo y luego imitó una pose de batalla de los dibujos que veía en su computadora.

El minotauro alejó su puño y frunció el ceño ante el desafío de la chica, ya estaba harto, había estado persiguiendolas por todo el laberinto y quería terminar de una vez con todo.

Lo dejaremos aquí en esta ocasión, el próximo capítulo nos traerá el último día de las chicas.... Espero que les agrade y nos dejen algún comentario y vuestro preciado voto.

Un fuerte abrazo queridos lectores ^_^