Capitulo 50: Antes de todo (I)
23 de diciembre, 2011.
-Deja las crisis Kiara.
-No son para nada crisis -me rio-, no te rías, no conseguiremos nada antes de noche buena.
-Claro que sí, relájate.
-Porque tú eres muy relajada -dice con sarcasmo, tiro de ella para cruzar la calle.
- ¿A quién le compraras ropa interior?
-A tu mamá -la cara de Kiara se contorsiona.
- ¿Qué? -comienzo a reír histérica.
-Solo comprare algo para ti -sonrió felizmente-, muy sexy.
Ruedo los ojos, se va para el área de biquinis. Elijo algo rápidamente y nos vamos perdiendo por otras tiendas para conseguir los regalos de mañana.
-Esto esta divino -lame el helado que se le derrite por la galleta de su barquilla.
-Es una adicción -después de que logre despegarme de los libros de la librería en la que entramos, luche contra el deseo de Kiara de llevarse todos los libros del lugar, terminamos en unas mesas del centro comercial gastando el poco dinero que nos quedó en unas barquillas.
- ¿Al final que haremos mañana con los chicos? -recuerdo lo que sugirió Andrew.
-En casa de Andrew repartiremos los regalos secretos.
- ¿No me dirás a quien le regalaras? -le doy un bocado a mi helado y me deleito de su sabor, nunca me cansara el helado.
-No ¿me dirás tú? -frunce el ceño.
-Sucia, obviamente no te diré sin obtener nada a cambio.
-Siempre tiene que ver algo a cambio ¿no te conformas con mi felicidad?
-No -rueda los ojos-, levántate ya, quede en pintarle las uñas a Cris.
- ¿Me dices que tu hermana mayor no sabe pintarse las uñas?
-No es no saber, ella sabe cómo debes usar la brocha, pero como que nunca aprendió a dibujar dentro de la línea -me rio.
-Es raro no verlos seguidos -termino mi helado y nos encaminamos a la salida.
-Es solo porque Hunter se la pasa en casa -voy a protestar y habla-, sé que lo perdonaste, pero tuvieron historia y fue dolorosa por eso entiendo que no quieras volver a compartir con él, la mayor parte del tiempo es un idiota, pero es un buen chico.
Que podría decir a eso, todo lo que dice es verdad, engancho mi brazo al suyo.
-Lo sé, es genial que entiendas eso -asiente y saca un frasco de tictac de menta, se come algunos y lo vuelve a guardar.
***
24 de diciembre, 2011.
-Te vez muy linda -Andrew le da un beso a mi cuello.
Después de la cena en casa y repartir los regalos, pase por la casa de Kiara dejándoles regalos de mi parte y de mis padres, para luego ir a la casa de Ada y luchar un poco con sus padres para ver a Bett y darle dos regalos uno de mi parte y otro que mando Ada.
Para por ultimo llegar al apartamento de Andrew un rato antes de que todos llegaran, me doy la vuelta entre sus brazos y sonrió, acomoda el gorro de lana azul que llevo puesto y deja un beso fugaz en mis labios.
- ¿Abrimos los regalos? -sonríe y tira de mi hacia su habitación.
-Compre algo que seguro te gustara -saca algo de la última gaveta de su mesa de noche.
Tomo la caja que me tiende, me siento en su cama y lo abro, una caja aterciopelada es lo que me consigo y debajo logro ver un libro
-Ve por la caja primero -tomo la caja y la abro revelando un dije de corona de oro blanco con unos pequeños diamantes decorándolo-. Es completamente autentico.
- ¿Oro real? ¿Diamantes reales? -asiente y por un momento no respiro-, esto es mucho Andrew, no debiste ¿de dónde sacaste para esto? ¿De tu papá
-No Le, por supuesto que no, nada de ese regalo viene del dinero de Connor -sus manos ahuecan mis mejillas-, hace años yo no toco ni un centavo de ese ser.
- ¿Entonces? -inquiero preocupada.
-Mi abuelo me quiso mucho, antes de morir se encargó de que no me quedara en la calle -agarra el dije de la caja y lo coloca en una de mis manos-, dale la vuelta.
Despego mis ojos de los suyos y veo mi palma, le doy la vuelta y leo lo que dice.
Solo tú.
Una risa se escapa de mis labios, me vuelvo hacia él y acaricio su mejilla.
-Me encanta, gracias -dejo un dulce beso en sus labios.
-Aún falta -me sonríe y me pasa la caja con el libro adentro.
Frunzo el ceño cuando leo el título.
Historia de Venecia.
-Te dije que me gustaba la ciudad ¿por eso el libro? -me sonríe abiertamente, lo saco y dos folletos salen por arriba del libro.
-Ve lo que está adentro -hago lo que me dice y veo la parte de atrás de los folletos, cunado los volteo logro ver que no son ningunos folletos.
-Pasajes de avión -digo sin aire-, con destino a Venecia.
-Cuando termine todo mí jodido problema nos iremos de vacaciones a Venecia, guárdalos bien amor.
-Tu ¿Esto es real? -se ríe.
-Es real -suelto un chillido y me lanzo sobre él.
Atrapo sus labios con los míos y comienzo a darle muchos besos.
-Vamos a Venecia -le doy un último beso y me pongo de pie-. Ponme mi nuevo collar.
Le doy el collar y alejo mi cabello para que no tenga problemas en ponerlo, el frio material choca contra mi piel, lo toco con mis dedos y vuelvo a leer el grabado, intento no reír, cuando termina tomo su brazo y lo llevo a la sala en donde deje mi bolso con su regalo.
Lo saco y lo pongo en sus manos.
-Ábrelo -se sienta en el sofá y desenvuelve la envoltura, me quedo de pie mirándolo.
Cuando saca la caja de mi regalo me regala una sonrisa antes de abrirla y encontrar el reloj que compre para él, la verdad solo quería que le diera vuelta.
-Es el que te dije que quería comprar, era muy costoso no tenías
-Dale la vuelta -digo rápido interrumpiéndolo.
-Solo tu -susurra lo que dice y se ríe-, joder esto
No termina la frase y se lo coloca en la muñeca izquierda, se pone de pie y enreda sus brazos a mí alrededor.
-Me encanto, se nota que somos el uno para el otro, creo que hasta da miedo -voy a reír pero sus labios cortan cualquier sonido proveniente de mí.
Me besa con pasión, me besa como él sabe hacerlo y como me encanta, cuando profundiza el beso no me opongo, juego con el cabello de su nuca mientras rozo mi lengua con la suya poniendo el ambiente intenso.
Sus manos se quedan en mi espalda baja acercándome lo más posible a él, muerde mi labio inferior y tira de él.
-Te amo -jadea antes de volver a besarme.
Paso mis manos por sus hombros y hacia adelante por su pecho para terminar tirando de su cabello cuando necesito respirar, sus labios rozan mi mandíbula y da pequeños besos hasta mi cuello, muerdo mi labio inferior cuando un gemido quiere salir de mí.
La puerta suena y Andrew gime frustrado, me rio y me alejo un poco.
- ¿Por qué siempre pasa esto? Dios no quiere que tenga sexo con mi sexy novia -enarco una ceja.
- ¿Y es que tendríamos sexo? -me regala una sonrisa pícara.
-Con la forma en que se ve tu boca ahora olvidaría cualquier juego de regalos solo para meterte en mi habitación y no dejarte salir -golpeo su hombro cuando la puerta vuelve a sonar, me doy cuenta de que perdí mi gorro de lana, lo recojo del suelo y lo regreso a su lugar.
-Encárgate de abrir voy al baño -me da la espalda cuando va hacia la puerta.
- ¿Por qué? ¿Estas mojada? -golpeo su trasero y corro al baño.
-Cállate imbécil.
23 de diciembre, 2011.
-Deja las crisis Kiara.
-No son para nada crisis -me rio-, no te rías, no conseguiremos nada antes de noche buena.
-Claro que sí, relájate.
-Porque tú eres muy relajada -dice con sarcasmo, tiro de ella para cruzar la calle.
- ¿A quién le compraras ropa interior?
-A tu mamá -la cara de Kiara se contorsiona.
- ¿Qué? -comienzo a reír histérica.
-Solo comprare algo para ti -sonrió felizmente-, muy sexy.
Ruedo los ojos, se va para el área de biquinis. Elijo algo rápidamente y nos vamos perdiendo por otras tiendas para conseguir los regalos de mañana.
-Esto esta divino -lame el helado que se le derrite por la galleta de su barquilla.
-Es una adicción -después de que logre despegarme de los libros de la librería en la que entramos, luche contra el deseo de Kiara de llevarse todos los libros del lugar, terminamos en unas mesas del centro comercial gastando el poco dinero que nos quedó en unas barquillas.
- ¿Al final que haremos mañana con los chicos? -recuerdo lo que sugirió Andrew.
-En casa de Andrew repartiremos los regalos secretos.
- ¿No me dirás a quien le regalaras? -le doy un bocado a mi helado y me deleito de su sabor, nunca me cansara el helado.
-No ¿me dirás tú? -frunce el ceño.
-Sucia, obviamente no te diré sin obtener nada a cambio.
-Siempre tiene que ver algo a cambio ¿no te conformas con mi felicidad?
-No -rueda los ojos-, levántate ya, quede en pintarle las uñas a Cris.
- ¿Me dices que tu hermana mayor no sabe pintarse las uñas?
-No es no saber, ella sabe cómo debes usar la brocha, pero como que nunca aprendió a dibujar dentro de la línea -me rio.
-Es raro no verlos seguidos -termino mi helado y nos encaminamos a la salida.
-Es solo porque Hunter se la pasa en casa -voy a protestar y habla-, sé que lo perdonaste, pero tuvieron historia y fue dolorosa por eso entiendo que no quieras volver a compartir con él, la mayor parte del tiempo es un idiota, pero es un buen chico.
Que podría decir a eso, todo lo que dice es verdad, engancho mi brazo al suyo.
-Lo sé, es genial que entiendas eso -asiente y saca un frasco de tictac de menta, se come algunos y lo vuelve a guardar.
***
24 de diciembre, 2011.
-Te vez muy linda -Andrew le da un beso a mi cuello.
Después de la cena en casa y repartir los regalos, pase por la casa de Kiara dejándoles regalos de mi parte y de mis padres, para luego ir a la casa de Ada y luchar un poco con sus padres para ver a Bett y darle dos regalos uno de mi parte y otro que mando Ada.
Para por ultimo llegar al apartamento de Andrew un rato antes de que todos llegaran, me doy la vuelta entre sus brazos y sonrió, acomoda el gorro de lana azul que llevo puesto y deja un beso fugaz en mis labios.
- ¿Abrimos los regalos? -sonríe y tira de mi hacia su habitación.
-Compre algo que seguro te gustara -saca algo de la última gaveta de su mesa de noche.
Tomo la caja que me tiende, me siento en su cama y lo abro, una caja aterciopelada es lo que me consigo y debajo logro ver un libro
-Ve por la caja primero -tomo la caja y la abro revelando un dije de corona de oro blanco con unos pequeños diamantes decorándolo-. Es completamente autentico.
- ¿Oro real? ¿Diamantes reales? -asiente y por un momento no respiro-, esto es mucho Andrew, no debiste ¿de dónde sacaste para esto? ¿De tu papá
-No Le, por supuesto que no, nada de ese regalo viene del dinero de Connor -sus manos ahuecan mis mejillas-, hace años yo no toco ni un centavo de ese ser.
- ¿Entonces? -inquiero preocupada.
-Mi abuelo me quiso mucho, antes de morir se encargó de que no me quedara en la calle -agarra el dije de la caja y lo coloca en una de mis manos-, dale la vuelta.
Despego mis ojos de los suyos y veo mi palma, le doy la vuelta y leo lo que dice.
Solo tú.
Una risa se escapa de mis labios, me vuelvo hacia él y acaricio su mejilla.
-Me encanta, gracias -dejo un dulce beso en sus labios.
-Aún falta -me sonríe y me pasa la caja con el libro adentro.
Frunzo el ceño cuando leo el título.
Historia de Venecia.
-Te dije que me gustaba la ciudad ¿por eso el libro? -me sonríe abiertamente, lo saco y dos folletos salen por arriba del libro.
-Ve lo que está adentro -hago lo que me dice y veo la parte de atrás de los folletos, cunado los volteo logro ver que no son ningunos folletos.
-Pasajes de avión -digo sin aire-, con destino a Venecia.
-Cuando termine todo mí jodido problema nos iremos de vacaciones a Venecia, guárdalos bien amor.
-Tu ¿Esto es real? -se ríe.
-Es real -suelto un chillido y me lanzo sobre él.
Atrapo sus labios con los míos y comienzo a darle muchos besos.
-Vamos a Venecia -le doy un último beso y me pongo de pie-. Ponme mi nuevo collar.
Le doy el collar y alejo mi cabello para que no tenga problemas en ponerlo, el frio material choca contra mi piel, lo toco con mis dedos y vuelvo a leer el grabado, intento no reír, cuando termina tomo su brazo y lo llevo a la sala en donde deje mi bolso con su regalo.
Lo saco y lo pongo en sus manos.
-Ábrelo -se sienta en el sofá y desenvuelve la envoltura, me quedo de pie mirándolo.
Cuando saca la caja de mi regalo me regala una sonrisa antes de abrirla y encontrar el reloj que compre para él, la verdad solo quería que le diera vuelta.
-Es el que te dije que quería comprar, era muy costoso no tenías
-Dale la vuelta -digo rápido interrumpiéndolo.
-Solo tu -susurra lo que dice y se ríe-, joder esto
No termina la frase y se lo coloca en la muñeca izquierda, se pone de pie y enreda sus brazos a mí alrededor.
-Me encanto, se nota que somos el uno para el otro, creo que hasta da miedo -voy a reír pero sus labios cortan cualquier sonido proveniente de mí.
Me besa con pasión, me besa como él sabe hacerlo y como me encanta, cuando profundiza el beso no me opongo, juego con el cabello de su nuca mientras rozo mi lengua con la suya poniendo el ambiente intenso.
Sus manos se quedan en mi espalda baja acercándome lo más posible a él, muerde mi labio inferior y tira de él.
-Te amo -jadea antes de volver a besarme.
Paso mis manos por sus hombros y hacia adelante por su pecho para terminar tirando de su cabello cuando necesito respirar, sus labios rozan mi mandíbula y da pequeños besos hasta mi cuello, muerdo mi labio inferior cuando un gemido quiere salir de mí.
La puerta suena y Andrew gime frustrado, me rio y me alejo un poco.
- ¿Por qué siempre pasa esto? Dios no quiere que tenga sexo con mi sexy novia -enarco una ceja.
- ¿Y es que tendríamos sexo? -me regala una sonrisa pícara.
-Con la forma en que se ve tu boca ahora olvidaría cualquier juego de regalos solo para meterte en mi habitación y no dejarte salir -golpeo su hombro cuando la puerta vuelve a sonar, me doy cuenta de que perdí mi gorro de lana, lo recojo del suelo y lo regreso a su lugar.
-Encárgate de abrir voy al baño -me da la espalda cuando va hacia la puerta.
- ¿Por qué? ¿Estas mojada? -golpeo su trasero y corro al baño.
-Cállate imbécil.
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