12 de Abril, 2011.

—¿Cómo van tus clases? —Anne acaricia el cabello de Ted que está dormido en mi cama, tuvo un tiempo libre en su trabajo de reportera.

—Eso no debes ni preguntarlo, están muy bien, sabes que soy excepcional.

—Como digas enana —la razón de que mis hermanos me llamen enana es debido a que herede la estatura de mi madre, no sé cómo ellos se salvaron, pero gracias a mi padre Anne tiene una estatura muy buena y Matt es más alto que todos—. ¿Mamá te dejara a ir al viaje?

El viaje, uno al que todos en nuestra preparatoria quieren ir, es en un campamento, en muy buenas condiciones para pasar unas vacaciones, claro que no estaremos de vacaciones, solo son dos semanas en las que harán competencias por cabaña, es una manera de hacer el viaje más divertido, la preparatoria paga este viaje una vez al año, una excursión para los estudiantes.

—Sabes cómo es mamá, si me dejara y además va a ir Matt.

—Sé cómo es mamá y sé que eres su consentida por eso te dejara.

—No soy su consentida, pero si me dejara —mi estómago ruge, se ríe por lo bajo.

—¿Vamos por algo de comer?

—Me conoces bien hermana, tengo muchas ganas de comer —vamos a la cocina y encontramos a Matt comiendo de las galletas que mamá está haciendo.

—Déjenme adivinar ¿Quieren galletas? —mamá mete otra tanda al horno.

—Si mami —decimos Anne y yo al unísono, mi madre niega con la cabeza mientras ríe.

El timbre suena, las tres nos miramos cuando Matt se pone de pie para abrir, es raro cuando ese holgazán va a abrir la puerta, me encojo de hombros y sigo devorando las deliciosas galletas de mamá.

—Hola señora Kristen —me quedo inmóvil al escuchar esa voz, no me volteo a ver quién es, sé perfectamente quien es, escucho como otros llegan y saludan a mamá y Anne, lo hacen conmigo, pero solo asiento sin volverme hacia ellos.

—Por favor vasta con lo de señora, díganme Kris, pasen al jardín llevare galletas en un momento —todos salen incluyéndome, pero no voy al jardín sino a mi habitación.

—Hey Leanne —Max se me acerca antes de que pueda encerrarme en mi habitación.

—Hola Max —me sonríe y esa es una mala señal.

—Quería hablar con…

—¿Qué pasa chicos? —Andrew aparece dejando el brazo alrededor de los hombros de Max que no parece muy feliz.

—Intentaba hablar con Le —dice Max no muy a gusto con la situación.

—Lo siento por interrumpir, pero Kris los mando a llamar —sé que no lo siente, también se por qué lo hizo.

Max asiente alejándose, no digo ni una sola palabra, sigo el mismo camino que Max, pero como la vida no es fácil y mucho menos para mí Andrew me detiene.

—¿Te gusta la visita sorpresa de tu acosador?

—Cállate —sonríe, eso me molesta tanto y odio que me moleste—. Igual tengo algo que decirte.

—Wow, mi fase acosador ha bajado las defensas de mi chica —frunzo el ceño, ahora no siento tanta lastima por él.

—Andrew no soy tu chica, tengo que hablarte acerca de algo que vi de Stephen y Melody —su expresión cambia totalmente, sus facciones están tensas y sus ojos parecen oscurecerse.

—No me interesa —no dice más nada y se aleja, no dejare que se vaya sin escuchar lo que tengo que decir, tomo su camisa y lo empujo a mi habitación.

—¿No quieres saber lo que tengo que decirte? —en un movimiento brusco se suelta de mi agarre.

—Pensé que te había quedado claro —sube la voz y señalo a Ted.

—No grites, actúas de una manera estúpida Andrew, Melody es…

—No te metas Leanne, Melody no es nada, cállate y guarda tus estúpidas palabras para ti —sale de la habitación dejándome como una completa estúpida, realmente pensé en ayudarlo, en decirle lo que descubrí, me doy cuenta que no conozco al verdadero Andrew y eso es aún peor porque es más imbécil que el que estoy conociendo.

***
—¿Puedes creer eso? —Niall esta acostado en mi cama con su cabeza guindando hacia el suelo.

—Lo siento Niall, pero Carla es una zorra —suelta una carcajada.

—No lo sientas Le, ella es una completa perra sin corazón —escupe con desprecio—. No puedo creer que gaste tanto de mi tiempo con ella.

—No sabias que te iba a engañar, aunque no entiendo que pasa con las chicas de ahora, eso es lo único que saben hacer.

—¿Tu no harías eso? ¿Cierto? No me engañarías y luego vendrías diciendo que te traicione, que me acosté con otra chica porque soy una mierda.

>>Que diga que nunca la ame me dolió, eso fue lo más hipócrita que pudo haber dicho, cuando fue ella la que nunca me amo, hubieras visto su cara cuando le dije que sabía que me engañaba, ahí se cayó su teatro, no supo que decir y solo lloro en silencio.

Me acuesto a su lado dejando mi cabeza en su hombro, tomo su mano y juego con sus dedos, odio que le haya ocurrido esto, lo conozco desde hace mucho y él tal vez sea el mejor chico que he conocido.

—¿Recuerdas cuando tenía diez y me gusto por primera vez un chico? —asiente sonriendo—. Recuerdo que a ese chico le gustaba otra chica y eso me hizo llorar mucho, también recuerdo lo que me dijiste “Siempre seré tu mejor amigo, pero te prometo que cuando cumplas veinticinco estaré contigo y si estamos solos me casare contigo” solo tenías doce años y decías cosas locas, pero eso me hizo querer ser tu mejor amiga por siempre.

—Eres muy cursi Le —golpeo su estómago haciendo que se queje.

—El punto es que siempre seré tu mejor amiga y si cuando tenga veinticinco estoy soltera y tú también, me casare contigo —eso lo hace reír.

—Como digas, igual no creo que te soporte como esposa —lo vuelvo a golpear.

—En estos momentos prefiero al tú de doce años —suelta una carcajada y me uno a él.

—Leann tengo que hablar contigo... —la puerta de mi habitación se abre de repente, Kiara se calla cuando ve a Niall.

—¿Qué hay abejita? ¿Quieres unirte? —Niall le sonríe.

—No Niall, no quiero unirme, quiero a mi amiga ¿Me la devuelves?

—Tendré que cobrar por consultas —intervengo.

—No importa mi turno acabo —Niall besa mi cabeza y se pone de pie—. ¿Nuestro trato sigue en pie?

—Claro que si —me rio.

—Nos vemos luego abejita —se despide de Kiara y sale de la habitación.

—¿Qué traro tienes con ese? —camina de un lado al otro.

—No lo entenderías —asiente y no dice más nada, pero sigue con su caminata por mi habitación.

—¿Qué sucede? ¿Me perdí de algo?

—Termine cualquier contacto con Reese —pasa una mano por su cabello en señal de frustración.

—¿Estas segura? Ya lo habías hecho antes y no funciono, siempre terminas en su cama —me fulmina con la mirada, alzo mis manos en son de paz.

—Eso que tenemos es toxico Leann, no lo quiero más y no sabes lo peor.

—¿Qué? —me paro frente a ella y detengo su caminata desesperada—. Me mareas.

—Lo extraño, no quería pensar en eso, me gusta Leann, lo quiero y no lo puedo tener —una expresión triste aparece en su rostro, ya veo porque todos me buscan para hablar, todos con problemas sentimentales y yo estoy más sola que una persona en cuarentena.

—¿Se lo dijiste? —se sienta en mi cama y deja caer su cabeza en sus manos, mi puerta es rasgada y voy a abrir, Scott entra moviendo su colita animadamente, lo tomo en brazos y me acerco a Kiara rascando su pancita.

—No, pero no debo decírselo, sé que todos dicen que el parece mi novio y todo eso, pero no lo es, solo se encariño con una de sus conquistas, no dijo nada en contra cuando le dije que no lo vería más, sonrió de una forma verdadera, lo sé porque lo conozco muy bien, dijo que estaba de acuerdo con eso, que pasamos mucho tiempo juntos y se aburrió.

—No sé qué decirte, solo sé que eso pasara, que lo que sientes ahora no durara para siempre, como diría Ada “Nena, no te merece” —eso le saca una pequeña sonrisa—. Iré por el helado.

—Eso sería genial, llamare a Ada para que se nos una —asiento y salgo de la habitación con Scott en mis brazos.

—¿Tú piensas lo mismo que yo? —le hablo a mi lindo perro Husky—. Me quedare sola por siempre, no corrección, me quedare contigo para siempre, el amor es muy complicado.