Capítulo 43: Obsesión.
06 de Diciembre, 2011.
Andrew.
La llamada de Leslie me tomo desprevenido, siempre fui yo el que se comunicó con ella, lo que me llevo a apresurarme a la cafetería en la que me está esperando.
No fue muy difícil encontrarla cuando entre, lleva su cabello castaño en una coleta y viste completamente normal, nada a como la había visto, recta y refinada.
—Hola... —trato de parecer amable y la verdad me desanimo saber que realmente no me quería ver, sé que ya crecí y que soy un hombre, pero supongo que tengo algo con que ella no me quiere, cuando era niño me dolió no tener a una madre, ahora solo me da unn tirón en el pecho cuando la veo.
—Esto me tomo por sorpresa, nunca creí que me llamarías —digo sentándome en frente de ella, entrelazo mis dedos frente a mí en la mesa para mantenerme distraído con ellos.
—¿De dónde conociste a Ruby. —claro, tiene sentido.
—¿Qué te dijo? —soy cauteloso.
—No me dijo nada, conozco a mi hija, solo rebusque un poco y llegue a ti —por supuesto es detective o lo que sea.
—Di con ella en una fiesta, supongo que tengo esa cosa de búsquedad que tienes —miento—, no me llevo muchosaber que era tu hija —me encojo de hombros—. También como que la delatan los ojos.
Se quedó callada por un rato y era cierto, esa chica tiene mis mismos ojos, los mismos que ella.
—¿Sabe que son... bueno, hermanastros? —ella solo quiere proteger a su hija y está claro que no la quiere cerca de mí.
—Sí —sus labios quedaron en una finq línea, fue a hablar pero mi celular la interrumpío, una cancíon de Bruno Mars sonaba en el, es el tono que Le puso para ella, le hice una señal y conteste.
—Aló... —no tuve oportunidad de decir más nada porque ella sollozo, fruncí el ceño—. Oye ¿qué sucede? ¿estás bien?
Sus balbuceos llegaron a mis oídos y solo fui capaz de entender que nombro a Ada y lo egoísta que era.
—Cariño. Hey Le, necesitas calmarte, no te entiendo —respiro pesadamente, pero seguía sollozando—. Linda ve al apartamento ¿sí?
Afirmo con un sonido extraño, suspire cuando dijo que tomaría un bus porque Kiara es su enemiga por ahora.
—Escucha. El tapete de bienvenida tiene un agujeró por debajo, ahí hay una llave de repuesto, entra y espérame, estoy en algo importante, hay helado de tu favotito en el refrigerador —no puedo evitar sonreír por lo que dice—. Claro interesada, tambíen te amo.
Cuelgo la llamada y cuando miro al frente Leslie me mira fijamente, me muevo incomodo en mi asiento, es mejor que vaya directo al grano, Ruby siempre me dijo que su mamá era grandiosa y fuerte, que estaba agradecida de tenerla, pero yo solo veía la mirada extraña que me daba, la que me decía que no me quería ver porque tenía la sangre del tipo que la violo.
Me he llevado súper bien con Ruby y a ella le encanta pasar el rato conmigo y Leanne, también me habla mucho de las travesuras de Charlie, a él solo lo he podido ver pocas veces, pero si lo que Leslie quiere es que no la vea más, hare eso para no meterla en problemas.
—Si lo que quieres es que ya no la vea, está bien — le dije algo irritado—. Suponiendo que eso era todo, mi novia me está esperandome con alguna crisis, así que adiós.
Me levante y me paralice al sentir sua dedos en mi muñeca, la mire y había algo más en sus ojos.
—Siéntate —me escaneo un momento—. Por favor.
Hice lo que me pidió, sus dedos me soltaron suavemente.
—He estado viendo un psicólogo, alguien que me ayude realmente —me quedo en silencio—. No espero que corras a tener una relación conmigo, pero quisiera intentar...
—¿Ruby te dijo que lo hicieras? —frunció el ceño.
—¿Se han estado viendo mucho? —vacilé, pero fui honesto.
—Varias veces, también he visto a Charlie —se quedó en silencio.
—¿Los ha visto tu padre? —parece entrar en pánico.
—No soy estúpido Leslie —negó con su cabeza como quitando algo de ella—. Si Ruby te dijo que lo hicieras no tienes que hacer algo que no quieres, la última vez me quedo claro.
Un suspiro pesado salió de ella, parecía verdaderamente triste.
—No me dijo nada, lo hago por mí —su mano cayo en la mía y le dio un leve apretón—. Para sanar y arreglar las cosas.
No retire mi mano de la suya, pero aun así sentía dolor, no quería esto, en realidad no sé lo que quiero de esta mujer.
—Necesito... —retire mi mano y me puse de pie—. Espacio, quiero pensar.
Me aleje, esto es extraño, nunca quiso verme y ahora este cambio.
¿Por qué ahora?
***
—¡Joder! ¿Todo el helado Leanne? Había un montón ahí —hizo un mohín.
—Tardaste mucho y estoy triste —no pude estar enojado con ella, no con esa mirada que me da.
—Está bien ¿qué fue lo que sucedio? —me siento a su lado y entrelazo nuestros dedos.
—Ada se va —susurra, frunzo el ceño sin comprender.
—¿Para dónde?
—La semana que viene se va para España —aprieto su mano cuando creo que va a romperse—. Ella es mi hermana Andrew, realmente la amo y me dolió demasiado enterarme ahora que se va a otro país, ni siquiera se graduara con nosotras, lo peor es que no iba a decirnos.
—¿Por qué tomo esa decisión? —resopla y se pega a mí, paso un brazo por sus hombros.
—Que es lo mejor, maldita sea, eso no es ni de cerca lo mejor, alejarse de las personas que la aman no es lo mejor.
—¿Y si es por sus padres?
—Sus padres son unas mierdas, pero ella nunca se dejó gobernar, ella no lo permitiría —suelta un suspiro tembloroso—. Me duele que no confié en nosotras, que haya esperado a romperse para soltarlo y Kiara solo quedo muda, las deje cuando te llame, tuvimos una discusión absurda porque reaccione mal.
Esconde su rostro en mi cuello e inhala antes de hablar.
—No quiero que se marche —la aprieto contra mí, dejo varias caricias en su espalda para reconfortarla.
—Sabes lo que tienes que hacer —suelta un pequeño sollozo y se aferra a mí.
—Lo sé —dice con voz quebrada.
***
Leanne.
Me sentí completamente dolida, buscábamos en nuetra tienda favorita algunos vestidos, era pronto para eso, pero solo estuvimos pensando en que nos graduaríamos en pocos meses y que tendríamos que buscar los vestidos perfectos.
Ada simplemente rompió a llorar hasta terminar diciendo que ya solo le quedaba una semana y que se iría a España, en ese momento no deje que me hablara, yo solo reaccione, grite y patalee tal cual niña de cinco años, fue muy estúpido después que me calme que estuve pensando supe que la regué, por otro lado Kiara se quedó mirándola, nada de palabras, así que también me moleste con ella. Bufo, Andrew me ha estado pegando su inmadurez.
Llegue a su casa y toque hasta que abrió Kiara, me dio una leve sonrisa.
—Sabía que vendrías —suspiro.
—Fui una idiota, lo siento por lo que te dije —me dio un rápido abrazo adentrándome en la casa.
—Está bien, esa no eras tú, pero dile a tu pscópata interior que se controle —nos reímos y me hizo sentir algo mejor.
Kiara me lleva al cuarto de Ada donde está casi todo empacado, el golpe de realidad que siento parece dejarme sin aire, pero me las arreglo para seguir y acercarme hasta ella que esta tumbada boca abajo en su cama.
—Hey —me siento a un lado, no dice nada, dejo que mis dedos se pierdan en su cabello—, lo siento Ada, hable idioteces, pero solo estaba herida por que te vas y ni siquiera confiaste en tus mejores amigas para hablar.
—Odio las despedidas —susurra ahogadamente. Sonrió con tristeza.
—Lo sé —sigo acariciando su cabello—, no estaba pensando bien, pero sabes que siempre te apoyaremos, si crees que esto es lo mejor, estamos contigo hasta siempre.
La miro temblar, esto debe estar matándola, nunca llora y esta Ada está muy vulnerable, Kiara se acerca del otro lado y frota su hombro.
—Nunca dejaremos de hablarte, nunca dejaría a mi hermana más pesada —dice con la voz quebrada, pensaba que ya había llorado mucho con Andrew, estaba muy equivocada.
***
10 de Diciembre, 2011.
Andrew.
Dejo los papeles que revise en la oficina del hombre con el que hable, esta finanza va para los suelos si no hacen cambios y al parecer a Connor no le interesa, acaba de entrar en su etapa autodestructiva, se le acerca un divorcio en la puerta, al parecer la pendeja que tenía encontró a alguien mejor.
Salgo del lugar, no quiero problema, pero la vida me tiene agarrado porque apenas salgo Serena está ahí, esa chica está loca, paso una mano por mi cabello.
—¿Qué haces aquí? —no le doy tiempo de nada y comienzo a caminar hacia mi auto.
—Me canse de perseguirte, así que vine a hablarte seriamente —casi me reí, si te pones a pensar, me está persiguiendo justo ahora.
—Vete Serena, he estado siendo considerable contigo, pero tengo un punto límite.
—Blair tiene como objetivo a Leanne...
—Que se aleje de ella —gruñí interrumpiéndola—. ¿Cuál es tu problema? Supera todo de una vez.
—Tu eres mi problema, tienes que estar conmigo —se apunta en el pecho haciendo énfasis—, solo conmigo.
—Estas jodidamente loca, aléjate antes de que pierda lq paciencia —se ríe.
—Mi madre te quiere hacer todo más fácil ¿puedes entender? —frunzo el ceño ¿qué quiere decir con eso?
—¿Qué tiene que ver tu madre? —se ríe nuevamente, ya está claro que Serena tiene que estar en un psiquiátrico—. Esto no es un juego Serena, no entiendo lo que quieres decir, pero ya viene siendo hora de que te alejes.
—Andrew, amor. Deberías saber que todo es un juego para la familia Lewis —se acerca y deja algunas caricias en mi hombro—. Melody ya no estorba, pero Leanne es intensa y yo solo quiero protegerte.
Esto ya da algo de miedo, está muy cerca por lo que retrocedo.
—Tienen un gran problema —susurro y vuelve a reír. Se vuelve a acercar, esta vez su cara termina al lado de la mía.
—Mi madre hará mierda a tu padre —susurra y deja un lento beso en mi mejilla—. Cuídate, estaré pendiente de mi celular por si me necesitas.
La veo alejarse y solo puedo quedarme ahí parado como estatua intentando descifrar que fue lo que me quiso decir con solo esas pocas palabras.
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