26 de Octubre, 2011.

Hay una tormenta afuera y mientras el cielo parece querer caerse estoy frente a la ventana con una taza de té.

Este clima me da cierto sentimiento de nostalgia o tal vez tristeza. No consigo descifrar porque me siento así o tal vez lo sepa, pero alejo la verdad de la luz.

Sopló el té, esta demasiado caliente para mi gusto, estoy en la hora de los pensamientos caóticos que, aunque sabes que te hacen mal no puedes reprimirlos.

No he hablado con Andrew, exceptuando la pelea que tuvimos.

- ¿Puedes explicarme? -fue lo siguiente que le dije después de contarle mi charla con Melody.

Lo miraba intentando mantener la calma sobre todo, pero también estába esa duda en su rostro.

Desde ese momento he vuelto a rememorar cada detalle, justo como hoy.

- ¿Qué quieres que te expliqué? -también había enojo en él.

- ¿Qué es lo qué sucede? ¿Qué querías hablarme?

-Es algo estúpido, es de mi vida y no te quiero en eso -pasa las manos por su cabello-. ¿Cómo te habló? Tú llegas atacandome.

-Tú vida -me rio-. ¿Yo qué soy? ¿No soy parte de ella?

En ese momento tenía la mente llena de mierda, Melody hizo eso con mi seguridad, ya me engañaron una vez, no pude evitar atacarlo.

-Por supuesto Leanne, eso es complicado.

-Todo es complicado ¿siempre será así? ¿Lo nuestro es discutir hasta matarnos? -su rostro se torna rojo.

-Joder te quiero, no quiero esto para nosotros.

Me quiere, eso era en lo que pude pensar por unos minutos y lo que hizo fue que mi enojo se transformará en tristeza.

-No sabemos como manejar esto, somo jóvenes y lo estamos arruinando -suspiro derrotada-. No te abres a mí Andrew, no sé en donde te vas a meter con todo el asunto de tu padre y no sé porqué Melody esta metida en eso.

-Estoy descubriendo cosas Le, no te quiero en eso, prometo que te diré todo -y ahí está esa sensación agridulce que no puedo manejar.

-Cuando estés listo puedes buscarme, del resto déjame sola por favor.

Más que frustración estuve llena de sensaciones terribles, no le dije que le quería y me aleje.

Si tenía ganas de abrazarlo y pedirle nuevamente que me explicara, pero eso no sucedió porque también sentía que las cosas están empeorando.

He recibido mensajes, solo buenos días y buenas noches de su parte. Aún así no tuve ningún valor para responder.

Cuando bajó a dejar la taza en el lavavajillas mis padres están en el sofá de la sala viendo alguna película o eso trataban, mi madre esta recostada de su hombro dormida y él con la cabeza hacía atrás con la boca levemente abierta.

Ellos tiene un amor muy lindo y me siento demasiado afortunada de tenerlos.

En la cocina me encuentro a Matt haciéndose un sandwich, no digo nada mientra voy a mi objetivo.

- ¿No me hablaras? -me encojo de hombros.

- ¿Por qué no lo haría? -bufa.

-Por ella, estarás del lado de Ada, aunque no sepas que sucedió -me seco las manos y lo miro de frente.

-No sé qué carajos sucedió y no sé si estás actuando como el mismísimo imbécil -suspiro-, te metiste con Ada, a mi no me involucra, tú eres mi hermano, ella una de mis mejores amigas, pero sus problemas son suyos.

No digo más nada antes de regresar al encierro de mi habitación, con esta lluvia ni siquiera puedo correr para liberar estrés.

***
La película termina y limpio mis lágrimas con el dorso de mi brazo.

Sabía que la protagonista iba a morir, he visto esta película un montón de veces y todas esas terminó llorando, que sensible me pongo con eso.

Mi celular suena y lo agarro sin ver de quien se trata.

- ¿Aló? -sorbo por la nariz.

- ¿Qué tienes? -reconozco la voz de inmediato.

-Na... Nada -respiro hondo-. ¿Qué quieres?

—Estoy afuera —me siento de repente.

— ¿Qué? —sé lo que oí.

—Estoy fuera de tu casa Le, puedes salir —me pongo de pie.

— ¿No ves la lluvia? ¿Se te cayo un tornillo? —escucho una leve risa.

—No soy ciego, sal —comienzo a escuchar la bocina.

—Calla eso Andrew, mis padres están dormidos.

—Sal.

—Bien —gruñó.

Salgo de mi habitación y paso con sumo cuidado por la sala, abro la puerta y me quedo en el pequeño techo de enfrente.

—Que linda pijama —su voz burlona me hace fruncir el ceño.

Miro mi pijama de monitos, una camisa manga larga y unos shorts rosas con monitos por todas partes.

— ¿Qué quieres? —no dice nada y cuelga.

Resoplo. Aparece de repente empapandose con la lluvia, pero no llega hasta mí, se detiene a mitad del camino.

—Ven —niego repetidas veces con mi cabeza.

—No seas demente Andrew, tengo frío.

—Puedes dejar de pensar por un momento, acércate ¿no te atreves? —sé lo que hace y me carcome dejar que se burle de mí.

Dejo mi celular en donde no se moje corro hasta él. ¡Mierda! Que fria esta.

—Me enfermare imbécil —se ríe acercándose.

—Sabes que eres muy linda —ruedo los ojos.

— ¿Para qué has venido? —sus ojos reflejan algo extraño.

— ¿Me dejaras besarte?

—No.

—No te diré entonces —golpeó su pecho.

— ¿Para eso me haces mojarme? —arquea una ceja.

—Creo que siempre hago que te mojes —el sonrojo en mis mejillas es inevitable.

—Idiota.

—Un beso Le —intenta acercarse.

—Te hable en serio Andrew, no quiero este juego —las gotas de lluvia que caen por su rostro lo hacen ver muy bien, sus largas pestañas atrapan algunas y sus ojos se ven intensos.

Cualquier vecino que se asome por su ventana va a creer que estamos locos, dos locos en medio de la calle bajo el diluvio.

—Nunca quisiste mi juego, pero no estoy jugando —se acerca—, estoy madurando.

—Me parece que eres muy infantil, me has hecho salir para hablar mientras llueve —su mano tibia cae en miejilla.

¿Cómo puede estar tibia con el frío que hace?

—Es pura diversión —me guiña un ojo ante de terminar de acercarse.

Sus labios caen en los míos, húmedos, suaves y deseosos, este beso es alucinante, como los otros pero con algo diferente. Es completamente seductor, es lento y perezoso, es de los que te dan esas mariposas y te hacen querer apretar los dedos de los pies.

Nunca pensé que sentiría tanto, es aterrador todas las sensaciones.

Succiona mi labio superior con lentitud, luego su lengua se une para acariciarlo, casi quiero gemir, peo lo detengo.

No sé como retener todo lo que me viene, solo necesito pensar, lo alejo y su mirada ya es otra.

— ¿Qué? —digo de una vez, hay algo que tiene que decirme.

—Salía con Melody por orden de mi padre —frunzo el ceño—. Nuestros padres son amigos, hacen un negocio y él me quería con ella.

Me alejo de él.

— ¿Esto qué tiene que ver? ¿Por eso Melody esta tan segura de que te tendrá?

—Nosotros teníamos el acuerdo, yo me acostaba con quien quisiera y ella igual, pero mi padre investiga todo, una falla de cualquiera y la jodiamos —comienzo a olvidar el frío que se cola por mis huesos—. Teníamos todo bien hasta que se metió con uno de mis amigos y yo me fui tras de ti.

Comienzo a alejarme y me sigue hasta el techo en donde estaba un momento antes.

» Esos eran los problemas que tuve con papá, por eso busqué a mi madre y por eso acepte el apartamento que me regalo, me aleje de esa mierda de hombre, pero ahora tengo que volver, para descubrí la verdad, mi verdad.

Mis dientes castañean por el frío, me cruzo de brazos y intento digerir todo y caigo en cuenta de algo. Frunzo mis labios en una fina línea.

—Volverás con ella... —casi es un susurro lo que digo, él hará todo lo que este en sus manos para saber la verdad.

Se queda en silencio y lo miro, no hay nadie frente a mí, Andrew no me está viendo esta vez, solo mira sus pies.

—Debo hacerlo, él lo quiere.

Me molesta, me hierve la sangre y quiero golpearlo, no volveré a lo mismo, él quiere hacer esto solo en vez de dejar que lo ayude y hacerlo juntos.

¿Qué esperaba de él?

—Vete —es todo lo que puedo decirle.

—Sabes que será solo para que él se lo crea, no es como si fuera a volver con ella realmente —me río secamente.

—Sabes algo Andrew, ella tiene algo contra mí, porque aunque para ti en solo fingir ella quiere algo más y mientras a mí me este matando me lo restregara hasta más no poder —lo empujó lo más fuerte que puedo y no se mueve casi nada—. No seré la otra persona que trataras a escondida, valgo más que eso.

Intenta acercarse.

—No es así, esto lo necesito y...

—De ninguna jodida manera, lárgate —lo interrumpo.

—Leanne...

—No —es todo lo que digo antes de entrar y cerrar la puerta detrás de mí, tomo mi celular y subo a mi habitación sin regresar para limpiar el reguero de agua que deje a mi paso.

Todo cambia y cambiará en minutos, hasta en segundos. Un momento eres el más feliz y en un instante el más miserable.

***
01 de Noviembre, 2011.

Pasar por el pasillo de la preparatoria es de lo más normal, todo es aburrido y complejo.

—Hey —excepto por una cosa, después de todo mi vida es fácil, menos mi parte amorosa y mocho menos la parte en la que Serena aparece, omitiendo a Melody.

—Hola Serena, vienes a recordarme lo idiota que eres —el veneno que ha estado en estas semanas esparciendose por mi legua ataca.

—No estés amargada por la estupidez que cometiste —deja un dedo en su barbilla—. Aunque ya podría dejar de atacarte, sin ti mi objetivo está libre.

Me encojo de hombros, ya no es mi problema.

—Has lo que quieras —sigo caminando para no escucharla.

—Que bueno que te alejaste, sino te hubiera hecho daño —es lo último que la escucho decir.

¿Qué pasa por la mente de esa enferma? ¿Sería capaz de hacerme daño?

Vuelvo a pensar en lo que me dijo Melody en el hospital.

—No me agradas, pero sé que fue ella, el año que desaperecio, según ella estudio fuera del país, pero fue internada en un psiquiátrico —solo me quede en silencio mientras continuó hablando—. Andrew tiene que estar en mi vida, pero no estoy tan loca como ella para mandarte a secuestrar, fue lo único que pude averiguar.

¿Tendrá aún alguna enfermedad mental? Pero no te dejan salir de un psiquiátrico si aún estás mal ¿cierto?

Todas mis clases pasan rápido o eso creo porque no preste atención, nuevamente.

Me encuentro a Ada frente a su auto, esta perdida en su celular cuando me acerco.

— ¿Algo que contar? —da un salto y posa una mano en su pecho.

—Joder, me diste un gran susto —me río—. Kiara se volvio a atrasar.

—Espero que llegue pronto, tengo ganas de salir a correr por unas horas —Ada me da una mirada, ella comprende mi manera de distraerme.

— ¿Esta mal si te acompaño?

— ¿Desde cuando me pides permiso? —se ríe.

—Nunca.

—Hey, vámonos, rápido por favor —Kiara esta trotando hacía nosotras ¿trotando?

Esto es lo más raro que he visto hoy.

— ¿Qué pasa? —me gira hacía el auto y me empuja.

— ¿Qué mierda Kiara? —Ada la detiene.

—Ustedes nunca colaboran —bufa—. ¿Podemos irnos?

Me giro y miro detrás, Andrew esta ahí, hablando con Melody.

Y hay muchos sentimientos, enojo, ira, celos, envidia, dolor y asco cuando veo que ella lo besa.

Quiero matarlos, pero no puedo hacer nada, él tomo esta decisión.

—Si —digo antes de subirme al auto.

Es hora de fingir, sé que puedo hacerlo bien.

El camino es silencioso y aún así puedo notar las miradas que se dan entre ellas.

—Todo esta bien –afirmó para ellas.

—Lo malo siempre pasa Kya, ese idiota se lo pierde.

—Nada que no podamos superar —Kiara me sonríe.

—Eso es cierto —les regalo una sonrisa.

No saben todo, pero con solo lo que saben sé que serán mi apoyo.