10 de Septiembre, 2011.

— ¿Seguro te quedaras aquí? —vuelvo a asentir.

—Tranquila Kiara solo es Andrew ¿Qué puede hacerme?

—Está más que claro, es Andrew podrían terminar haciendo bebés —suelto una carcajada—. Hablo en serio, amo a los bebés, pero estas muy joven.

—Cállate Kiara, tu pasaste tu buenas aventuras con Reese.

—Espera, no dijiste que no ¿Te acostarás con Andrew?

—No, deja de imaginar cosas, solo he venido a visitarlo.

—Sí, una visita de la cual no me dices porque.

—Porque son sus cosas, si fuera algo mío sabes que te lo diría —asiente.

—Bien, entiendo, puedes irte.

—Gracias mamá —Kiara golpea mi cabeza.

—Pórtate bien señorita —le saco la lengua y bajo del auto.

Saludo al portero que abre la puerta para que pueda pasar, voy directo al ascensor.

Sin pensarlo mucho voy a su puerta y toco, miro mis manos para calmarme un poco, realmente estoy nerviosa.

«Me encantas»

Sus palabras siguen en mi mente, obvio esta sucediendo algo y cada vez lo evito menos.

La puerta se abre, esta ahí pasando las manos por sus ojos y sin camisa ¡Sí que es una buena vista¡

Miró su abdomen, realmente con la vista puedo revivir el momento en el que lo toque en su auto.

La V que se le pierde al final de los pantalones que le quedan ajustados a la cintura hacen delirar un poco, Andrew es como una perdición para cualquiera.

Parece que acaba de despertarse, cuando quita las manos de sus ojos me mira y parece sorprendido.

—Pensé que no vendrías.

—Me ofreciste helado —sonríe y se hace un lado para que pase.

Terminó de pasar y cierra la puerta detrás de mí, me fijo bien en su rostro porque un momento atrás ni podía apartar la vista de su torso.

Bien he acabado de abandonar mi orgullo, me atrae a morir, me agrada esta atracción y electricidad, supongo que es el momento de dejarla ir, dejar que todo fluya.

Tiene unas grandes ojeras, frunzo los labios y lo dejo atrás, me dejo caer en el sofá que tiene en su sala.

—Estas muy lento, ve por mi helado —se ríe y se pierde en la cocina.

Saco mi celular y envío un mensaje a Kiara.

«Creo que no debí venir»

Su respuesta es inmediata.

« ¿Eres loca? Ya estás ahí, no hay marcha atrás»

«Puedo tener bebés»

« 😱 ¿Te acostarás con él?»

Andrew regresa con dos tazones, me entrega uno y se sienta a mi lado.

— ¿Como te encuentras? —pregunto aunque temprano me dijo que estaba mejor.

Llevo una cuchara de helado a mi boca, glorioso helado de chocolate.

—Mejor —sonríe, pero esa sonrisa no llega a sus ojos.

Mi celular suena y miro que es otro mensaje de Kiara.

— ¿Has vuelto a comunicarte? —mira su tazón de helado, dejo mi mano en una de las suyas.

—Con mi madre no, solo he tenido problemas con el ser que me dio la vida, se cree un gran empresario y un excelente hombre, pero siempre necesita de mí.

Lo miro confundida, esta claro que hay cosas que no sé, pero es bueno que se desahogue por eso no hablo.

» Son cosas que pasan cuando tu padre te deja la empresa y no sabes que hacer con ella, me necesita para casi todo porque el abuelo me crío a mí y me enseñó lo que necesitaba saber.

— ¿Tú manejas su empresa?

—Eso hacía, por eso me esta buscando, pero estoy harto de él, de que quiera utilizarme, desde que murió el abuelo es para lo único que me busca.

—Oye, no importa, ahora estas bien aquí, lejos de él.

—No lo conoces, siempre hay que hacer lo que él quiere.

—Por ahora estas bien, enfocate en el ahora —se queda mirándome y de un momento a otro se lanza sobre mí.

Sostengo fuertemente el tazón para que no se caiga cuando quedó acosada en el sofá.

— ¿Estas loco? —digo agitada por el susto.

Esta sobre mí, pero mantiene su peso en uno de sus codos, deposita su tazón en el medio de mis senos.

— ¿Te puedo secuestrar? —dice sonriendo.

—Obviamente no puedes, bájate de mí ¿Sabes? ese tazón esta frío —agarra una cuchara de helado de el y se lo lleva a la boca.

— ¿Eres consciente de que no tienes más fuerza que yo? Te podría secuestrar fácilmente.

Deja la cuchara en el tazón y lleva su mano hacía mi cara, la acaricia tranquilamente.

—Puedes intentarlo y terminar sin pelotas —suelta una carcajada y no puedo evitar sonreír.

Deja un beso rápido en mi barbilla y se incorpora.

—Termina tu helado, esa es la razón por la que te dejo ir, sino ya estuvieras suplicando —ruedo los ojos y también me incorporo para terminar mi helado que esta buenísimo.

— ¿No has hecho fiestas aquí? —termino mi helado y quito el tazón vacío de sus manos cuando él termina.

—No, solo tu has venido aquí.

—Bueno Kiara también, ella me trajo.

—Pero solo tu has entrado, los chicos saben que vivo aquí ahora, pero ninguno ha venido.

— ¿Has visto a alguien? A parte de mí —me pongo de pie y voy a la cocina.

—No me a dado ganas de ver a nadie, además ya he comenzado a clases.

— ¿En serio? ¿Qué tal es ser universitario? —dejó las cosas en el lavado.

—Es solo el comienzo, todo está tranquilo —asiento terminando de lavar los tazones.

—Que bien —me giro hacía él—. Sería bueno que te alistes en el equipo de fútbol.

Asiente acercándose, deja sus manos a cada lado de mi cuerpo sobre la encimera que está detrás de mí.

—Sí, también lo pensé ¿Cuando tienes jugo?

—En la primera semana de octubre, en si regreso a clases y sigue el torneo —asiente, toma una de mis manos y la deja sobre su hombro desnudo.

Hago lo mismo con mi otra mano y las deslizó hasta atrás para entrelazarlas entre si.

Escucho nuevamente mi celular y lo siento vibrar en mi bolsillo.

— ¿Quien te solicita?

—Seguramente es Kiara —me encojo de hombros y miro su rostro, se ha dejado un poco de barba y parece mayor a lo que es.

—Quiero besarte —mi vista se desvía a sus labios, pero vuelven rápido a sus ojos.

—Sabes que no deberías —se realista Leanne, estas dando rodeos, también te mueres por besarle.

—Realmente lo quiero —se acerca hasta rozar mis labios.

—Al final siempre haces lo que quieres —susurro y sonríe sobre mis labios.

Me dejo llevar por la presión de sus labios en los míos, comienza algo lento y sensual, hundo mis manos en su cabello y intento acercarlo más.

Nosotros nunca podemos mantener un beso lento, siempre es como si estuviéramos desesperados el uno por el otro.

Jadeo en sus labios cuando tira de mi labio inferior, succiono su labio superior y sin permiso alguno adentro mi lengua en su boca.

— ¿Qué me haces? —susurra con voz ronca mientras nos besamos.

—Cállate —bajo mis manos por su pecho y joder el se siente genial bajo mis dedos, su piel siempre está caliente y yo siento mis manos frías fundirse en su piel.

Sus manos van a mi cintura y me sube a la encimera, no tardo ni un segundo en rodearlo con mis piernas y acercarlo.

Deja mis labios y va a mi cuello, mi cuello es mi perdición.

—No... Me marques —susurro, él da un empujón en el lugar justo y siento lo duro que está, muerdo mi labio inferior para no soltar ningun sonido vergonzoso.

—Así de loco... Me tienes —nuestras respiraciones están agitadas, no deja ni que piense cuando su boca regresa a la mía.

Esta atracción va a terminar matandonos, gruñe cuando bajo mi mano por su pecho hasta su abdomen, creo que estoy enamorada de esta parte de él.

Tira muy fuerte de mi labio cuando mi mano llega más abajo sobre el bulto en su pantalón, me quejo y lo alejo rapidente.

—Lo siento... Solo... Dios me tienes loco —me da pequeños besos sobre mis labios antes de volver a besarme.

Un golpe en la puerta nos hace abrir los ojos, no separamos nuestras bocas, solo nos miramos.

Que se joda quien sea que está tocando, yo estoy disfrutando de este momento.

Retomo el movimiento de mis labios y cierro mis ojos, él me sigue por lo que no me preocupo, no llegamos muy lejos cuando vuelven a tocar la puerta.

—Joder, nunca podré besarte en paz —me baja de la encimera—. ¿Quieres matarme por favor?

—Ve y has que se vaya —lo comienzo a empujar fuera de la cocina.

—Pero es que no puedo, mírate, tus labios se ven tan deseables de ese modo.

— ¿Qué modo?

—Tan hinchados, ellos desean más besos —sus ojos están muy oscuros—. Estas muy sonrojada.

Escucho la puerta otra vez, ya a este punto yo me hubiera cansado y me hubiera largado, pero quien sea esta persona es muy insistente.

—Apresúrate —se acerca y besa mi boca rápidamente antes de ir hacía la puerta.

Me sirvo un vaso de agua y me relajo, buco mi celular y tengo varios mensajes de Kiara.

«Leanne, no lo hagas»

«Mentira, usa protección»

«Recuerda, es mejor tener una vida estable antes del bebé»

Me rio por sus ocurrencias.

«No pasó nada, solo estaba un poco nerviosa»

Dejó mi celular en la encimera y me acerco a la puerta principal.

—Jodidamente no, lárgate de una vez.

Me freno en seco y escucho las voces.

—Ya Blair llego, sabes de lo que es capaz mi hermano —frunzo el ceño, esa es Serena.

—Me vale mierda lo que piense tu hermano, no le tengo miedo a un drogadicto.

—Lo mandare detrás de ella —me voy acercando cada vez más.

— ¿Tienes mierda en el cerebro? Ni se te ocurra hablar con Blair de Leanne.

Escucho la risa estúpida de Serena, mientras más la escucho más enferma me parece.

—Ya he hablado antes con él ¿Quién crees que drogo a Hunter? Me acosté con él para que esa zorra sufriera.

— ¿Qué diablos tienes contra ella?

—Todos la prefirieron a ella antes que a mí, solo quise que sufriera, luego la olvidé por completo, pero se metió contigo.

—No eres nada mío, lárgate Serena y ni se te ocurra hacer algo contra ella.

—Esta bien, por ahora, luego sabrás de mí —desde mi lugar veo como Andrew cierra la puerta y presiona la frente en ella.

— ¿Blair volvió? —preguntó acercándome, nunca me he metido con ese chico, pero saber que hizo eso solo por los caprichos de su hermana me aterra, no quiero ningún problema.

—Si, no sabía que lo conocías.

—Sé quién es, me enteré de lo que te dijo Serena hace poco, Hunter me lo dijo.

— ¿Le darás una oportunidad? —pregunta de repente.

—Hunter hizo algo que no debía, habíamos discutido y se fue con ellos, al otro día tenía un video de él teniendo sexo con Serena, video que voló por toda la preparatoria y me dejó como una estúpida.

Me acerco a él, que literalmente parece no poder mantener las manos alejadas de mí, las deja en mi cintura y me acerca más.

» Me dolió y me costó superarlo, pero lo hice y Hunter no volverá a mi vida.

—Entiendo, pero sigo pensando que es un jodido imbécil —ruedo los ojos.

— ¿Y tú no? —me da un beso rápido.

—Soy el imbécil que te puede besar.

—Bien imbécil, ya debo irme a casa —frunce el ceño.

— ¿Por qué?

—Porque no vivo aquí y cada vez se hace más tarde —envuelve sus brazos a mi alrededor.

—No quiero que te vayas.

—No importa que no quieras —me rio, la atracción está volviendo a aparecer, tengo mi pecho pegado al suyo y aunque mi ropa detiene el verdadero contacto, no puedo evitar imaginarlo.

—Está bien ¿Te puedo llevar?

—Suena bien, ve por una camisa.

—Amas mi torso sin camisa —ruedo los ojos.

—No eres Zack Efron, así que superalo.

— ¿Sabes que no puede hacer Zack Efron? —niego con mi cabeza, deja su boca sobre la mía y tira de mi labio—. Zack Efron no te besara como yo.

—Ya cállate Andrew —lo empujó lejos de mí y se ríe.

No puedo hacer nada, así que no luchare contra esto, definitivamente se ha ido mi orgullo.

Se ha lastimado mucho, pero ¿Qué es el orgullo? ¿Por qué debo prestarle atención en esta situación? Me gusta y lo más sabio que puedo hacer es dejar este orgullo.

Siempre es bueno tenerlo, pero no en situaciones que sabes te pueden hacer feliz.

***

16 de Septiembre, 2011.

—No ha pasado nada malo, solo parece que no nos negamos a que algo suceda —Niall sorbe de su pitillo que está en el mismo envase de malteada que el mío.

—Me consta que Andrew esta embobado —ruedo los ojos.

—Sabes que los chicos se tapan entre sí, y más si son amigos —resopla.

—Eres mi prometida, no te mentiría —me río y me concentro en comer mi torta.

—Sabe que pagaras, tú has invitado —niega con su cabeza y le hago ojitos.

—Ya sabía —rueda los ojos.

Sonrió y lleno su cara con glaseado, frunce el ceño alejándose.

—Deja de hacer eso, creerán  que somos novios por tus niñerías.

— ¿Ninguna chica te está mirando? —rueda los ojos.

—Obviamente es porque estoy contigo, hubiera venido solo y tendría una cita para un viaje a la cama de Niall.

—Claro Niall, todas te aman —le doy un golpe en la frente.

—Por supuesto que sí.

—Kiara te diría algo como —pienso una frase de Kiara para él—. Deja de llenarme la cara de mierda.

Niall suelta una carcajada y lo imito porque imagino sus gestos mientras lo dice.

—Kiara siempre tiene ingenio para insultarme.

—Porque tú la fastidias mucho.

—No es cierto, no la veo desde tú fiesta, ahora soy un universitario ocupado.

— Cierto ¿Cuando iras a mi casa? Cuando me llamaste pensé que te habías equivocado de número —se ríe.

—Que exagerada, solo estuve ocupado encontrando trabajo —recuerdo algo debido a lo que me dice.

—Yo comenzaré como asistente en el hospital en el que trabaja papá.

—Felicidades, estas creciendo y no de tamaño.

—Oh Niall eres muy gracioso —digo sarcásticamente.

—Lo sé amor.

Terminó mi torta y vamos a pagar, aunque digo vamos me refiero a que Niall va a pagar.

—Hoy tengo mucho tiempo para ti ¿Qué hacemos?

En mi cara aparece una sonrisa que casi no cabe en el.

—Vamos a jugar un partido con los chicos.

— ¿Crees que quieran? —asiento repetidamente.

—Claro, vamos a reclutarlos.

— ¿Y Kiara? Ella no juega ¿No la invitaras?

—Sí Niall, le tocara ser la animadora.

—Y que buena animadora —golpeó su brazo y se ríe, Niall siempre será un fastidio.

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Aquí estoy, un saludo rápido para ustedes, disfruten ;)

Voten y comenten.

Hasta el próximo capítulo...