Capítulo 17: El campamento (V)
05 de Junio, 2011.
— ¿Qué paso? —Kiara se sienta en la cama, su cabello en un completo desastre, lo aleja de sus ojos lagañosos, me mira divertida.
— ¿Qué hace ese puto zapato ahí? —me quejo, cierro los ojos con fuerza cuando toco mi labio y duele, escucho la risa de Kiara.
—No lo toques, está sangrando —suelto un gruñido molesta.
Me pongo de pie y salgo apresurada al baño, intento limpiarme con cuidado y lo único que hago es lastimarme, dejo de intentarlo y entro al baño.
Maldigo mentalmente cuando veo la sangre, me limpio y termino con un círculo morado y un poco hinchado, hago un puchero ridículo al espejo, espero que esto no dure mucho, bajo mis pantalones de pijama y me siento en el inodoro a hacer lo que venía hacer desde un principio.
Cuando voy por el pasillo la puerta principal se abre, algunas chicas ya caminan por el lugar.
—Chicas en la cafetería en media hora —eso fue todo lo que dijo la guía antes de salir.
La vida me odia, justo ahora me parezco a un zombi y no tengo el ánimo de hacer nada, menos estar lejos de mi cama, miro a Serena al final del pasillo mirándome con recelo, ruedo los ojos y entro en la habitación.
—Media hora en la cafetería —comienzo a buscar mis cosas para tomar una ducha rápida.
—Ada sigue dormida —Kiara se estira levantándose de su cama.
— ¿Y qué esperas para levantar su sucio trasero nena? —imito a Ada y Kiara ríe—. Me voy a duchar, levántala.
***
Todos comen y charlan animadamente mientras revuelvo mi comida, odio los días en los que no tengo apetito y más porque yo amo comer, subo mi mirada y Andrew me está mirando, veo detrás de él como se acerca Max con una sonrisa hacia nosotros.
—Hola por aquí —me sonríe y mira mi labio—. Yo hice eso.
Se ríe, sé que está bromeando, pero la cara de Andrew no parece ninguna broma.
— ¿Hiciste qué? —su semblante es serio y vacío.
Matt se aclara la garganta mirándome, me rio para aligerar la cosa.
—Que inventas, solo fue que mi torpeza jugo en mi contra esta mañana —digo pareciendo relajada.
—La tonta tropezó con uno de mis zapatos —habla Kiara antes de reír.
—De lo que me perdí —se queja Ada.
—Por perezosa —me rio.
—Y gruñona —agrega Kiara.
—Stitch siempre ha sido perezosa y gruñona —se burla Matt.
—Cállate Matt, nos burlábamos de Kya no de mi —lleva una papa frita a su boca.
—No te moleste mini Stitch —Ada le saca el dedo medio.
El chirrido de una silla llama mi atención y veo como Andrew se pone de pie llevando su bandeja consigo, frunzo el ceño, no dice nada mientras se aleja, deja la bandeja a un lado y cuando va a salir el chicle de Serena se le pega a un brazo y así salen de la cafetería.
—Va a desaparecer —susurra Ada.
—Cállate Stitch —tuerce sus labios en disgusto.
—Perra —murmura entrecerrando los ojos.
—Zorra, anda a buscar a lilo que la perdiste —pone una mano en su corazón.
—Te pasaste sucia, lastimaste mi corazón —me rio jalándola hacia mí.
—Sabes que estás loca y te amo —beso su mejilla y me pongo de pie.
Kiara que estaba perdida en una conversación con Seth me mira confusa.
— ¿A dónde vas?
—Me acostare un rato —me llevo mi bandeja y la tiro a la basura.
Salgo de la cafetería y me encuentro con el guía lindo de la otra vez.
—No vayas a perderte en unos minutos haremos una caminata —sonríe y asiento, debe estar en sus veinte, su cabello castaño no es tan largo y tiene ojos cafés—. Veremos si encontramos algún animal.
—Bien, solo iré a mi cabaña a buscar algo —asiente y me alejo.
Voy jalando los hilos sueltos de mi short hasta llegar a la cabaña, presiono la mandíbula, tomo una respiración honda antes de aclararme la garganta frente a ellos.
Andrew me mira sin ninguna expresión y Serena sonríe maliciosamente, le ruedo los ojos.
—Necesito pasar —ninguno se mueve y tengo que centrarme para no dejar salir a la psicópata que quiere arrastrar a Serena por todo el campamento.
—Si molestas chica, puedes darte una vuelta por ahí —bufo.
—Te recomiendo dejarme en paz —la empujo a un lado y abro la puerta, sus uñas se entierran en mi brazo y me suelto sin pensarlo.
—Me canse de
—Cállate Serena —Andrew habla por primera vez—, deja que se vaya.
—Andrew no te metas y no te dejes engañar por esta pequeña zorra —suelto una risita.
—Mira quien habla —les doy la espalda y me largo de ahí.
***
—Recojan una mochila y vayan saliendo —el guía de hace un rato está entregando las mochilas—. Cada persona tendrá sus cosas, ahórrenlas.
Agarro una de las mochilas y salgo con otros a esperar.
— ¿Puedo ser tu compañero? —Max me da su sonrisa de oro.
—Está bien así dejo a Ada con Matt —me rio.
—Creo que no le agradara.
—Lo sé —busco a Matt con la mirada hasta conseguirlo y acercarme a él con Max siguiéndome.
—Vas con Ada —le digo.
— ¿Y Seth? —ruedo los ojos.
—Con Kiara.
—Bueno
—Le —Niall interrumpe a Matt y me abraza por detrás.
— ¿Qué? —deja su cabeza en mi cuello.
—La abejita me rechazo.
—Siempre te rechaza —me rio y él gruñe—. Busca a una de tus chicas.
—Bien he sido abandonado dos veces, me largo a buscar a la rubia.
—Stitch va conmigo —Matt se rie.
—Joder, me tocara buscar a otra chica —besa mi mejilla y antes de que pueda hacer algo la muerde.
— ¡Auch! ¡Niall! ¡Eres un bruto! —froto mi mejilla para aliviar el dolor.
—Pero me amas —le doy un golpe en el brazo y se aleja quejándose.
Comenzamos a caminar por el bosque mirando algunas cosas bonitas, creo que llegaremos a un lugar alto y luego regresaremos, Max no para de hablar, sé que es una buena persona, pero ¡Dios!, ¿no le enseñaron a estar en silencio por un rato?
Vuelvo a asentir a algo que dice.
—Me gusta ser tu compañero —vuelvo a asentir—. Sigues sin hablar.
—Ya te dije que no hablo si no tengo nada que decir —me encojo de hombros.
— ¿Te gustaría salir? —me quedo en silencio sin mirarlo—. Digo emmm un día de estos por helado ¿Te parece?
Podría salir con Max, claro que yo no lo vería como una cita y creo que él sí.
—Claro, un día de estos —asiente complacido.
Nada podría salir mal con esto, creo yo que nada saldrá mal.
Un par de horas más y ya estoy agotada de tanto caminar, suspiro sacando el termo de agua de la mochila, todos vamos en fila y nosotros somos los últimos, adelante miro como Ada va golpeando a Matt y Kiara sonríe animadamente, buenas señales supongo.
— ¿Escuchaste? —frunzo el ceño.
— ¿Qué?
—Ven —Max jala mi brazo y terminamos bajando por un pequeño barranco—. Ahí está, has silencio.
Un venado está comiendo unas hojas o algo que está por ahí, parece estar muy alerta, parece una escena de película, faltarían solo los colores brillantes alrededor y la música, voy acercándome poco a poco sin hacer ruido.
—Nunca había visto uno a esta distancia.
—No te acerques tanto.
—No te preocupes —sigo acercándome y es ahí cuando mi torpeza llega, mi pie resbala y caigo barranco abajo, un fuerte gruñido sale de mi cuando muerdo mi labio inferior para no gritar.
—Le ¿Estas bien? —niego repetidamente con mi cabeza, tengo las lágrimas en las esquinas de mis ojos, lo peor es que también siento el dolor en mi labio inferior por el golpe de esta mañana.
—Para nada bien —mi voz sale temblorosa.
—Déjame ayudarte —me alza por mis brazos y cuando voy a apoyar mis pies un grito involuntario sale, me dejo caer contra él para no afincar mi pie.
—Duele, duele, duele —aprieto mis ojos.
— ¿Qué? —es inevitable ya estoy llorando.
Mierda duele como la mierda.
—Mi pie —un sollozo se me escapa.
—Tranquila, apóyate de un lado —y así comenzamos a caminar.
Suelto unos pequeños quejidos de vez en cuando, solo a mí me sucede esta mierda y justo aquí.
— ¿Qué demonios sucedió Max? —la expresión de Andrew esta seria y tiene un semblante frio.
—Se ha caído —rueda los ojos y se acerca.
—Me doy cuenta de eso, no debieron haberse alejado —comienza a limpiar la tierra pegada a mí y saca algunas hojas de mi cabello, fulmina a Max—. Le duele, no debería caminar.
—Estaba bien con Max —hablo por primera vez desde que nos encontró.
—Eso no me importa —en un movimiento rápido me tiene cargada, me aferro a su cuello para no caer.
Comienza a caminar fuera de los arbustos hasta llegar por el lugar por donde íbamos, en qué momento se habrá dado cuenta de nuestra ausencia, respiro hondo y todo el aroma de él entra por mis fosas nasales, sí que huele bien.
¿Tengo mierda en el cerebro? que estoy pensando en cómo huele y no en huir de sus sucias manos que estuvieron sobre Serena hace unas horas.
—Ve a avisar porque faltamos, llevare a Leanne a su cabaña —Max hace una mueca y parece que va a protestar, pero se queda en silencio y nos da la espalda.
— ¿Por qué lo tratas así? —pregunto molesta, eran amigo, ahora se la pasa tratándolo como basura alejándolo de mí.
—No es de tu incumbencia —me rio sarcásticamente.
—A mí me parece que sí, Max es un buen chico y me agrada.
—No me interesa si te agrada o no, por su culpa tal vez tengas un esguince porque rodaste como balón hacia abajo —frunzo el ceño.
— ¿Estabas espiándonos?
—Solo miraba que no te sucediera nada y aquí estas —se encoje de hombros.
— ¿Quién te entiende? —bufo.
—Nadie —murmura.
Entra en la cabaña en donde me quedo y entra hasta mi habitación, señalo mi cama y con sumo cuidado me sienta sobre ella, agarra mi pie y me quejo, mis ojos se humedecen y los presiono con fuerza.
—Hay que sacarte el zapato, te dolerá un poco, por favor aguanta.
— ¡Mierda! —muerdo mi labio inferior, después de quitar mi media puedo ver mi pie que se está inflamando con rapidez y un pequeño morado está apareciendo en mi tobillo.
—No parece tan grave.
— ¡No! ¿A caso no lo ves? —golpea mi frente con su dedo.
—Relájate Leanne, no vas a morir —respiro hondo y me dejo caer de espalda en la cama.
—Que agotador, me hubiera quedado en casa durmiendo y comiendo la comida espectacular de mamá —me pongo a pensar en silencio y luego capto el daño—. No, no, no, no —Andrew frunce el ceño cuando me vuelvo a sentar y actuó como loca desesperada.
»El campeonato Andrew ¡Maldición! No voy a jugar, el entrenador va a matarme —lo agarro por los hombros y lo sacudo—. Esto era importante.
—Tranquila —niego con la cabeza repetidas veces hasta que el sostiene mi rostro—. No se ve tan grave, podrás jugar y el entrenador no te matara.
—Esto es importante —susurro, imaginarme en la banca mirando como mis compañeras juegan hace que me entren ganas de llorar.
—Oye, mírame —subo mi rostro para mirarlo—. Vas a patear los traseros de todas hasta obtener esa copa ¿ok?
Sonríe, es la misma sonrisa de aquel día en la cascada, respiro profundo, asiento y le devuelvo la sonrisa, sus ojos caen en mi boca y trago fuerte, lo veo acercarse y rápidamente razono, pongo una mano en su pecho deteniéndolo.
—No, te vi con Serena, no quiero contagiarme de nada y tampoco quiero más problemas con ella, tu novia y esa chica tienen un pacto loco —frunce los labios.
—Serena me beso y Melody no es mi noviaes algo complicado —ruedo los ojos.
—Todos dicen que es tu novia y no hay razón para mentirme, bien. No soy estúpida tienen un royo loco —bufo antes de seguir—, y no te veías molesto cuando se besaban.
»No soy nadie para reclamarte, pero ya me canse de esta idiotez que estamos haciendo.
Me alejo más con cuidado de no mover mucho mi pie, siento el cabezal de la cama y me recuesto de él.
—Entiendo tu punto —parece serio y son estos momentos en los que Andrew me parece más apetecible, solo cuando parece ser más él que un estúpido de mierda—.Te dejare en paz, como dices tú, pero respóndeme algo.
— ¿Qué? —sonríe y ruedo los ojos.
— ¿Estas celosa?
—Cállate idiota, has arruinado tu momento —se ríe y niega con la cabeza.
—Ya viene el doctor del campamento —Anuncia Max entrando con Kiara y Ada detrás de él.
— ¡Joder Kya! Siempre en problemas —Ada sonríe, pero veo la preocupación en sus ojos.
—Me has asustado Leann —Kiara golpea mi cabeza no muy fuerte—, si eres torpe.
—Esa soy yo, la que se enreda con sus propios pies —le guiño un ojo y sonrió.
Miro a Andrew por el rabillo del ojo y me está mirando, me giro hacia él y de manera rápida me da un pico en los labios, mi boca se abre por la sorpresa, siempre nos besamos a escondidas y justo ahora me da un beso tan inocente frente a ellos, guiña un ojo y se pone de pie.
—Hare lo que dije, nos vemos por ahí, ya verás que todo estará bien —así si más sale de la habitación.
—Cierra la boca Kya —hago lo que dice Ada y sin poder evitarlo comienzo a sonrojarme.
—Te veo luego Leanne, que estés bien —Max dice serio y se va.
— ¡Te beso! —Kiara da un salto.
—Fue más inocente que los otros —digo distraída.
— ¿Qué? —Kiara tiene los ojos como platos.
—Cuéntanos perra —exclama Ada y mientras esperamos al doctor dejo salir todo hasta hoy.
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