Epílogo
Jimin corrió las cortinas blancas para seguido abrir la ventana de doble puerta. Observó el verde panorama y respiro profundamente.
—Ya no extraño el mar —pronunció con una sonrisa suave—. No puedo cuando tengo a un apuesto vampiro que siempre está a mi lado dándome amor. No cuando tengo amigos aquí que se preocupan por uno. Todo lo que no tenía allí, lo tengo aquí.
El tritón dejó de observar por la ventana a los integrantes de la manada de Namjoon andar sin miedo por alrededor de la mansión. Yoongi les había quitado esa regla de restricción e incluso podían entrar a la mansión cuando necesitaran algo, siempre y cuando no subieran las escaleras, ese era el límite.
Algo era algo.
Con un suspiro se sentó en la silla frente a Hoseok y se inclinó hacia el pelirrojo, moviendo el cabello y despejando el relajado rostro.
—Taehyung y Jungkook ya llevan dos meses afuera. Tae quería conocer más sobre el mundo exterior y su pareja estaba más que dispuesto a cumplir su deseo. Claro que a Namjoon prácticamente le dio un ataque al corazón y se negó a distinguir que su sobrino ya no era un cachorro —ríe travieso.
—Recuerdo ese día —rió Jin ingresando a la habitación como si no hubiera estado escuchando a escondidas. El tritón sonrió asintiendo con su cabeza—. Nam prácticamente encerró a Taehyung en una de las habitaciones mientras iba tras de Jungkook por ponerle esas absurdas ideas en la cabeza, según él.
—Y deberías de ver a Yoongi, ahora es un poco más abierto —Jimin dijo con ojos amorosos. Jin resopló tomando asiento en la silla que estaba al lado del menor.
—Pero sigue con su personalidad sarcástica y obstinada, solo se muestra amable cuando tú estás cerca Minnie, y no sé si eso se consideraría ser amable —añadió arrugando su nariz.
—Yoongi es perfecto —refunfuño cruzando sus brazos sobre su pecho.
—Claro que sí, pequeño bebé —se burló con cariño, descansando sus manos en su abultado vientre.
El tritón frunció el ceño y luego sonrió, volviendo a observar a Hoseok quien obviamente seguía recostado en la cama sin signo de despertar.
A pesar de tanto tiempo estando postrado e inconsciente, todo en él parecía seguir igual, como si se hubiera recostado a tomar una siesta, solo que nunca más abrió sus ojos.
Lo único que se podría considerar que cambió, fue su rojo cabello que apenas había crecido unos tres dedos. Era extraño, pero todos asumieron que se debía a que Hoseok en esencia era un mago.
—Jin está tan gordo como si se hubiera comido una sandía ahora —exclamó Jimin, estirando su mano para acariciar el vientre de rubio.
—Y tú definitivamente tienes que volver para cuando nazca mi cachorro que es cosa de días, no pienso pasar por ese infierno sin ti —gruño el rubio.
Aunque Namjoon ya había encontrado a alguien para que ayudara en el gran día, Jin seguía pensando que no habría mejor persona que Hoseok.
Una presencia en la puerta distrajo a ambos.
—Los integrantes de tu manada están acosando mi cocina, otra vez —se quejó Yoongi con el ceño fruncido.
—¿Y Namjoon? —preguntó el omega.
—Vigilando en su forma lobo los alrededores.
Jin blanqueó sus ojos, había dejado en claro que no quería que se acercaran a la cocina sin avisarle antes desde que asumió el cargo de cocinero por cuenta propia en esa mansión.
—Les dije claramente a todos que se mantuvieran lejos de mi cocina —refunfuño no muy feliz el rubio, levantándose con esfuerzo de la silla que habían colocado frente a la cama de Hoseok desde aquel día que habían adoptado como rutina ir a la habitación del pelirrojo para hablarle.
Jimin espero a que Jin saliera de la habitación para soltar una risita, sabiendo que si lo hacía antes, solo enojaría al mayor.
—¿Cómo está la bella durmiente? —pregunto el peliblanco acercándose, colocando sus manos sobre los hombros de su pareja.
Instintivamente, Jimin alzó sus manos para dejarlas sobre las del vampiro.
—No le digas así —regañó con una sonrisa amorosa, inclinando su cabeza hacia atrás.
Yoongi contempló divertido como el tritón estiraba sus labios pidiendo claramente un beso que no se negó a concederle.
—Jungkook llamó, ya están devuelta, específicamente en unas horas llegarán.
—¿Descubrieron algo? —su tono era esperanzado.
—Mm... —emitió pensativo, su primo realmente no le había dado indicios al respecto—. No lo sé, pero no te hagas muchas ilusiones al respecto, se oía algo decaído.
La otra razón por la que Taehyung había querido salir de la montaña, no solo fue para conocer sino que, para ver si podía descubrir una forma de despertar a Hoseok.
—Ojalá hayan descubierto algo, Jin parece estar a punto de reventar—suspiro con un puchero, sacándole una carcajada al vampiro con lo último.
—¿Qué me vas a pedir? —pregunto divertido el de cabello blanco al percibir los ojitos que le hacía el tritón.
—¿Yo? Nada —respondió con tono inocente, sonriéndole dulcemente.
—Conozco esa mirada, pareja, sé que quieres algo.
Jimin rió y negó con su cabeza, soltó las manos de su pareja para levantarse y abrazarlo.
—Solo pensé... —comenzó, jugando con los botones de la camisa del vampiro.
—Ajá... —Yoongi arqueó una ceja.
—¿Podemos hacerle una fiesta a los chicos? —pidió haciéndole ojitos otra vez—. Si se oía triste, eso les puede animar un poquito.
—Eres un tritón caprichoso —mordió suavemente el labio inferior de su pareja.
—¿Eso es un sí? —murmuró ladeando su cabeza.
—Bien, pero no esperes que ayude —señaló antes de besarle—. Para eso tienes a Namjoon y su manada.
(***)
—¿Sabes? Esperaba algo más —pronunció Taehyung observando la mansión frente a ellos.
—¿Qué cosa? ¿Una fiesta a gran escala? —se burló para seguido besar la mejilla de su pareja.
—Já, já, muy gracioso —refunfuño mirándole feo—. Pero en serio, por último me imaginaba a Jimin esperándome si mi tío estaba ocupado con su pareja, en la última llamada me dijo que Jin estaba a punto de dar a luz —recordó.
—A lo mejor está adentro y tú aquí hablando —trató de animar, suficiente tenían ambos con el fracaso de descubrir algo respecto a Hoseok.
—Tal vez tienes razón —asintió con su cabeza, caminando con el vampiro hacia la mansión.
Pero tal como afuera, en el interior no había nadie.
—Okey, esto es extraño —anuncio Jungkook arqueando una ceja.
Dejó ambas maletas en la entrada mientras seguía a su pareja.
—¿A dónde vas? —pregunto siguiéndole en la cocina.
—Mi instinto me dice que están escondiéndose —aseguró saliendo para ir al despacho de Yoongi.
—Mm... No lo sé —Jungkook le siguió esta vez al jardín trasero donde estaba la piscina.
—¿Por qué no se abre la puerta? —gruñó el castaño forcejeando con ella.
Antes de que el vampiro se acercara para poder ayudarle, la puerta se abrió sola y Taehyung casi se cae ante el repentino movimiento de no haber sido por su pareja.
—¡Bienvenidos! —gritaron miembros de la manada y sus amigos, incluso Yoongi les sonrió ladinamente mientras abrazaba a su pareja.
Ambos se quedaron mudos de la sorpresa, realmente no se habían esperado aquello.
Namjoon fue el primero en acercarse, tomando entre sus brazos a su sobrino para darle un caluroso abrazo.
—Será mejor que no te vuelvas a ir por tanto tiempo, cachorro —regaño suavemente en su oído.
Taehyung trago el repentino nudo de emociones en su garganta y sonrió correspondiendo el abrazo.
Las pequeñas hadas salieron de su escondite al sentir la llegada de Taehyung, dando una hermosa vista con sus pequeños cuerpos brillantes que despertó la curiosidad de los cachorros de la manada.
—¿No te vas a acercar? —preguntó Yoongi a su distraída pareja.
El tritón dejó de contemplar el pequeño cuerpecito color morado suave sobre su mano y observó a su amigo estando rodeado de los miembros de la manada junto a las hadas.
—Se ve algo ocupado —sonrió entre diente.
—A ti fue el que más extraño —reveló Jungkook apareciendo al lado de ellos—. Fuiste su primer amigo después de todo.
—¿En serio? —preguntó con voz baja, observando al castaño empezar a observar alrededor como si buscara algo, hasta que lo encontró.
—Ve —alentó Yoongi soltando la delgada cintura.
El pequeño tritón se volteó para dejar un suave beso en la mejilla del vampiro antes de correr al lado de su amigo.
—Te has ablandado —pronunció el vampiro menor, observando a sus respectivas parejas hablar y abrazarse animadamente.
—No, solo tengo alguien a quién cuidar ahora, una persona que me tiene envuelto en su pequeño dedo meñique —resopló divertido de la verdad en sus propias palabras, y Jungkook asintió entendiendo aquel sentimiento.
—No pudimos descubrir nada —anuncio con un aire culpable y derrotado.
—Ni yo pude encontrar algo por aquí —comentó el mayor—. Supongo que Hoseok despertará cuando esté listo, no antes.
Jungkook asintió con su cabeza—. Solo espero que sea antes de que Jin entre en labor de parto, algo me dice que no le perdonará cuando despierte el haberlo dejado solo.
—Todos los días va a advertirle —comentó Yoongi, solo un poco divertido.
—Yoongi, Tae me trajo un regalo —exclamó Jimin acercándose a su pareja.
—Que bien por ti —sonrió el vampiro ante la emoción infantil de su pareja.
—No es la gran cosa —advirtió Taehyung, al igual que el tritón se acercó y abrazó a su vampiro—. Pero me lo imaginé en ti cuando lo vi.
—¿Y qué es? —el castaño rió.
—Te lo entregaré cuando la fiesta termine, pero antes de que nos retiremos a nuestras habitaciones —aseguró.
—Taehyung, Jungkook, les hice un pastel de bienvenida —recordó Jin antes de desaparecer por la cocina junto a su alfa, como siempre pendiente de su pareja.
—¿Quieren jugar? —preguntó Chanyeol, acercándose junto con su pareja a Jimin y Taehyung.
—¿A qué? —preguntó Jimin jugando con las manos de Yoongi, distraído.
—Hace unos días fuimos con los pocos humanos que hay y nos interesó un juego, se llama karaoke —explicó Baekhyun, riendo al recordar la expresión del vendedor cuando les explicaba cómo usarlo.
—Oh, con Kookie lo vimos en no me acuerdo que parte —exclamó Tae—. Pero es cuando tienes que cantar, ¿no?
—Exacto —sonrió Chanyeol—. ¿Entonces?
—Yo quiero —exclamó Jimin y seguido se le sumó Taehyung.
(***)
Hoseok gritó sabiendo lo inútil que era, pero estaba frustrado. Su propia mente le tenía prisionero, sin dejarle volver a la realidad.
Todo era oscuro, como un laberinto sin final ni inicio. No sabía dónde comenzaba todo o donde terminaba. Un pozo sin fondo. No había luz.
A momentos podía sentir la presencia de Heechul, aunque sabía que este ya no estaba, el idiota había dejado una marca que lo enjaulaba y mandaba pesadillas.
Los recuerdos de su abuelo se presentaban de vez en cuando, era como si estuviera viviendo en aquella época a pesar de que nadie lo podía ver, luego todo se volvía negro otra vez.
Los recuerdos de su madre, era lo mismo. Pudo conocer y aprender por todo lo que pasó su familia, todo por sobrevivir. Entendió y comprendió que la esperanza era lo último que se perdía...
Porque él era la última esperanza de toda su familia.
Por eso no se rendía. Sin importar que sus gritos no tuvieran ningún efecto, que correr no sirviera de nada, él lo seguiría haciendo.
No se quedaría atrapado en su propia mente, en la oscuridad. Toda su familia no había luchado por sobrevivir para que él se rindiera por algo como eso. No lo haría.
Mientras Hoseok volvía a correr, se dio cuenta de cómo la oscuridad levemente se iba levantando y el laberinto se iba mostrando más a detalles.
Sólidas paredes de cemento grises con diseños extraños tomaron formas, el pelirrojo llegó a un espacio abierto y contempló la oscuridad, llamándole de vuelta.
Giró su cabeza en dirección contraria, hacia donde se iluminaba. Había algo allí que también le llamaba, pero de forma diferente.
Era una voz envolvente, suave e hipnótica. El cántico perfecto, las notas dotadas de hermosura, era algo... Angelical, celestial que cada vez lo envolvía más y más, llamándole a salir y volver.
Hoseok dio un paso y luego otro, sintió manos invisibles en sus tobillos y brazos que le dificultaban su camino, no queriendo que se fuera.
Pero aquella voz... Oh, Hoseok no podía dejar de escucharla.
Una luz cegadora hizo que el pelirrojo apretara con fuerza sus ojos, cuando sintió que estaba nuevamente a oscuras, maldijo.
—¿Por qué? —se preguntó y frunció el ceño.
Restregó sus ojos y contempló la oscuridad a su alrededor.
Algo era diferente, todo era distinto si observaba bien. No era oscuridad absoluta, en ella podía distinguir perfectamente una cómoda, un escritorio y dos sillas frente a su cama.
Las cortinas estaban corridas y su ventana abierta, la débil luz de la Luna apenas se colaba en el interior de la habitación tímidamente.
—Puedo estar soñando otra vez —se advirtió a sí mismo, no queriendo salar en las conclusiones rápidamente.
Ya lo había hecho antes, solo para descubrir que seguía encerrado en su mente y esta jugaba con él.
Se sentó en la cama y observó sobre su hombro al notar el roce de algo. Alzó su mano y tocó el rojo cabello que comenzaba a tocar su hombro.
—No recuerdo haberlo tenido de ese corte —murmuró levantando las mantas, estaba en pijama.
Otra vez, aquella dulce voz estaba cantando.
Con apresura se levantó de la cama dispuesto a volver seguirla para que lo guiara nuevamente hacia la luz.
Al llegar a la ventana, se sorprendió al descubrir una suave fogata frente a la piscina, a un metro de distancia. A pesar de la distancia podía reconocer a sus amigos alrededor, de la piscina y a Jimin cantando.
Él era aquella voz celestial que lo guió de vuelta.
—El canto de una sirena —susurró sorprendido.
(***)
Cuando el cielo ya estaba oscuro y lleno de estrellas, la improvisada fiesta pareció calmarse, quedando solamente los que vivían en la mansión.
Todos estaban sentados en el borde de la piscina apreciando la hermosa voz de Jimin.
—Cantas hermoso —susurro Yoongi cuando su pareja dejó de hacerlo. Jimin río tímidamente y recargo su cabeza en el hombro del vampiro.
Todos estuvieron de acuerdo con ello.
—Bueno, al menos eso de que el canto de una sirena podía ser mortal es verdad.
Jimin alzó de golpe su cabeza y observó al pelirrojo que les sonreía hermosamente a un costado de la piscina.
—¡Hobi! —chilló sorprendido de verlo, al igual que los demás.
—Aunque para mí significó mi regreso, estoy devuelta chicos —anuncio riendo.
Taehyung y Jimin se levantaron de un salto, abrazando con efusividad a su amigo.
—Te extrañe Hobi, mi ardilla voladora —rió Taehyung.
—Yo igual te extrañe Hobi, no te vuelvas a dormir —advirtió Jimin.
—Oh mierda... Creo que no querré cerrar mis ojos por un buen tiempo—exclamó el pelirrojo.
—¿Cómo mierda despertaste? —cuestionó Yoongi—. Aunque estoy feliz, tengo curiosidad ya que fueron meses en los que estuviste en coma y nada parecía despertarte —señaló levantándose al igual que los demás.
Hoseok rió y observó a sus amigos.
—Creo que mi siesta duró más de lo esperado, eh.
—Demasiado —pronunció Jin limpiando una traicionera lágrima de felicidad—. Menos mal que lo hiciste antes de que mi cachorro viniera al mundo, no podría confiar en nadie más que en ti.
—Sí, realmente no quería cortar tus pelotas por no estar presente en un momento tan importante como ese —bromeó Namjoon consiguiendo que los demás rieran.
—Yo también estoy feliz de por fin haber sido capaz de salir de aquella prisión —exclamó observando divertido como ambos vampiros jalaban a sus parejas para abrazarlas.
—¿Prisión? —preguntó Taehyung.
—Mi propia mente me tenía encerrado, estaba perdido. La mayoría del tiempo era como si estuviera atrapado en un laberinto, pero cuando me comenzaban a hablar podía escuchar perfectamente a pesar de que no me podía mover, fue desesperante —reveló—. Y cuando se iban, vagaba despierto en mi mente buscando una forma de escapar. Los recuerdos de mi familia acudió en medio de la oscuridad y con ello aprendí el conocimiento junto con la magia que me concedió mi abuelo —observó a todos—. Pero fue solo hoy, que mientras buscaba una forma de escapar que escuche una voz, tu canto —observa a Jimin.
—Por eso dijiste esa cosa de las sirenas —susurro Jin. Hoseok asintió.
—Gracias por buscar una forma de despertarme y cuidarme.
—Eres amigo, familia —contestó Jimin, sorprendido de que algo tan simple como su canto haya ayudado al pelirrojo.
—Una familia extraña, pero somos una después de todo —aceptó Yoongi, sonriendo al recibir un beso en su mejilla.
—No mentían cuando me dijeron que Yoongi había cambiado —comentó sorprendido Hoseok, logrando una carcajada en los demás.
—Chicos, no quiero alarmar la felicidad de nadie —anunció Jin—. Pero creo que rompí fuente —exclamó un poco más alterado.
Y cuando soltó un gritó de dolor, fue que la mayoría acudió al pánico.
—Cállense y dejen que Hoseok hable —ordenó Yoongi cuando todos empezaron a hablar al mismo tiempo.
Jimin hizo un puchero y observó a su pareja ceñudo. El vampiro rodó sus ojos y beso castamente los labios del menor quien rápidamente le sonrió.
—Gracias. Namjoon, llévalo a su habitación. Jimin, Taehyung, ustedes dos junten toallas y calienten agua —todos se comenzaron a mover a penas termino.
—¿Y nosotros qué? —preguntó Jungkook.
—Solo apoyen a Jin y Namjoon —anuncio entrando a la mansión con los vampiros a su espalda.
Las horas pasaban y con ello las personas se sumaban. Afuera de la mansión estaba la mayoría de los integrantes de la manada, los que no estaban de turno vigía, esperando una noticia. Las pequeñas hadas revoloteando dentro de la habitación, alejadas del camino de las personas para no estorbar.
Namjoon se paseaba nerviosamente por el pasillo de segundo piso, mordiendo su uña. Al escuchar otro grito de dolor, se dio media vuelta dispuesto a invadir la habitación otra vez.
—No me obligues a usar mi poder otra vez —advirtió Yoongi recargado en la pared.
—¿Por qué no puedo estar ahí adentro? —gruñó.
—Quizás... ¿Porque molestabas a Hoseok con preguntas cada cinco minutos? ¿Porque alterabas al mismo Jin? —respondió Jungkook.
—Pero-...
—Shh... ¿Escuchan eso? —pregunto Yoongi alzando su mano.
—No escucho nada —respondió el otro vampiro.
—Exacto —sonrió Min.
La puerta se abrió dejando escuchar un suave llanto infantil y Jimin apareció con una sonrisa cansada.
—Ya puedes entrar, Namjoon —informó saliendo, yendo directamente a los brazos de su vampiro.
Sin esperar más, el alfa entró a la habitación junto a Jungkook para encontrarse con la hermosa escena de Jin sosteniendo a su hijo... Al igual que Taehyung.
—Jin tuvo dos bebés, son mujeres —murmuró Jimin contra el cuello de Yoongi una vez quedaron a solas en el pasillo.
—¿Estás bien?
—Sí, solo con un poco de sueño y cansancio —sonrió risueño, besando con pereza al vampiro.
Yoongi contempló a su pareja con amor, acarició los abultados mofletes con ternura y lo besó otra vez.
—Vamos, entremos antes de que Jin se enoje —murmuró suavemente el tritón sobre los labios de Yoongi.
—Solo un momento para conocer a cosa 1 y cosa 2 —advirtió el vampiro—. Luego iremos a nuestra habitación y dormirás.
—¿Contigo?
—Siempre estaré a tu lado —prometió antes de tomar su mano y seguirlo a la habitación.
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Okey, oficialmente ya se terminó 😭👏💕
Si tienen alguna pregunta al respecto, escríbanme aquí he intentaré contestar, puede que ahora mismo en los comentarios o cuando tenga tiempo.
Aún trabajo en el epílogo de Kumamon así que lo subiré -espero- mañana 😘
Pd: La nueva portada está hermosa💕😍
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