
Capítulo 9
—Me voy por un día y esto ocurre.
Jimin se ocultó parcialmente en la espalda del vampiro al ver a un hombre que no conocía.
—¿Es uno de tus corderos? —pregunto Namjoon con curiosidad, luego arrugó su nariz.
Yoongi tenso su mandíbula al escuchar aquello.
—Es Jimin —gruño rodeando con su brazo los pequeños hombros para volver a dejarlo frente a él—. El tritón.
La expresión del hombre lobo no cambio mucho, se podría decir que no estaba para nada sorprendido mientras veía las desnudas piernas del menor.
El de cabello blanco entrecerró sus ojos e intentó bajar la camisa que llevaba puesta Jimin, tratando de cubrir las hermosas piernas moldeadas de miradas no deseadas.
Aún no entendía por qué Jimin no se quería colocar pantalones, lo único de que había logrado convencerlo fue de usar ropa interior y una de sus camisas negras.
—Yoongi... ¿Me puedo sentar? —pregunto algo cansado el pequeño tritón.
Como no estaba acostumbrado a usar sus piernas, le dolía pasar mucho tiempo de pie.
Sin pensarlo, el brazo del vampiro rodeó la pequeña y delgada cintura, ayudándolo a llegar hasta el sofá.
—Bien, bien... ¿Exactamente cuánto me perdí en un día? —pregunto confundido, nunca había visto a Yoongi a ayudar a alguien más que a él mismo—. No sabía que podía cambiar —señaló las piernas de Jimin.
—Yo tampoco, Taehyung encontró algo —le muestra el libro—. Pero una parte no tiene sentido si lo pienso más a fondo, si ellos podían cambiar entonces veo difícil que se le diera caza si prácticamente es un humano.
—Bueno, sin señalar la exótica belleza casi irreal —pronuncio dejando el libro sobre el escritorio después de leer la poca información tal vez falsa— también está su aroma. Tal vez no te des cuenta al ser un vampiro, pero nosotros, cambiaformas lobos o felinos tenemos el olfato muy desarrollado y puedo asegurarte de que él tiene un aroma muy diferente a los demás, a todas las personas que he conocido de hecho —se corrige—. Así que no es posibles para ellos pasar desapercibidos entre los humanos, solo por tener piernas, si nosotros estamos alrededor.
Yoongi frunció el ceño y sacudió su cabeza, ya después pensaría en eso, primero quería saber qué fue lo que pasó con la seguridad de la montaña.
—Lo único que te debe de interesar, es saber cómo pudieron con tus hombre, cómo lograron llevarse a Jimin y cómo lograron que no los sintiera.
—¿No sería mejor que se fuera? —pregunto observando directamente al distraído tritón que jugueteaba con los pequeños dedos de sus pies, otra vez.
—No me quiero ir —pidió dejando de jugar, comenzando a hacerles ojitos a los dos contrarios, de esos que le hacía a Taehyung para que le leyera otro cuento antes de irse.
—No se va —ordenó Yoongi, no estaba dispuesto a perderlo de vista otra vez.
—Bien, da igual —bufo—. Hable con mis hombres y ninguno recuerda nada. Solo recuerdan haber sentido algo extraño por lo cual decidieron dividirse para recorrer toda la montaña, luego no había nada hasta hace poco que despertaron.
—Todo fue planeado.
—Algo me dice que esas personas estuvieron aquí antes...
—Ayer cuatro hombres vinieron a trabajar en el tercer piso.
—Eso lo explica —sacó de su chaqueta una pequeña bolsita transparente con cierre, dentro contenían un polvo tan blanco que se podía traslucir por la bolsita, solo se veía por el brillo.
—¿Qué es esto? —pregunto tomándolo.
—Eso, querido amigo, fue lo que estaba esparcido en toda la montaña y en casi toda tu casa. Es un polvo que induce el sueño, lo aplicaron en las habitaciones en las cuales sabían que había personas.
—¿Y Taehyung?
—Me dijo que le ordenaste no subir al tercer piso, así que se ocultó en su habitación luego de atenderte y no salió hasta que esas personas se fueron, por lo tanto, ellos no sabían que también estaba Tae.
—Sabes de parte de quien venían o era por su propia cuenta.
—Yoongi, debiste de interrogarlos antes de matarlos si querías saber —señalo.
Inevitablemente los ojos grises del vampiro fueron hacia el sofá, pero el pequeño tritón no mostró reacción alguna por ello.
—Yo conocía a uno —murmura llamando la atención de los dos contrarios—. El hombre perro era el que no dejaba de mirarme cuando estuve en ese lugar feo del cual Yoongi me rescató, no me gustaba que me mirara —recordó abrazándose a si mismo.
—¿Te dijo algo? —pregunto Namjoon ignorando que había dicho hombre perro, era obvio que se refería a alguien de su misma especie y aquello era un insulto que ciertamente ese intruso muerto se merecía.
—Dijo que vendería mis escamas —recordó haciendo un puchero, pero luego sonrió—. Si ya no las tengo no vendrán por mí ¿Cierto?
—Bueno, eso explica. Yo te dije lo que sucedería al comprarlo, Jimin es un ser único y raro que muchos codiciaron esa noche Min, no solo tú.
—Bueno, como le perdonarte la vida a Jaebum, quiero que vayas a investigar si sabía algo al respecto y si hay más personas involucradas —ordenó frunciendo el ceño.
—De acuerdo, primero deja poner todo en orden aquí y luego iré.
Taehyung apareció después de golpear una vez la puerta, sin esperar el permiso de hacerlo.
—Señor, el médico ya está aquí —informó—. ¿Quiere que lo traiga aquí?
—No, dirígele a mi habitación, ahora subo —el castaño asintió con la cabeza y volvió a desaparecer tras la puerta.
—¿Por qué un médico? —cuestionó Namjoon antes de irse.
—Quiero que le haga un chequeo completo a Jimin —sin decir más, el alfa asintió con su cabeza y se fue.
—¿Por qué? —pregunto el pequeño tritón, inclinando ligeramente su cabeza—. ¿Para qué?
—Quiero que te revise y vea si hay algo anormal o mal en tu cuerpo debido al cambio —respondió acercándose para tomarlo entre sus brazos.
Rápidamente el ser acuático lo rodeó con sus brazos por el cuello, le gustaba cuando el vampiro lo tomaba entre sus brazos, era cómodo y le encantaba la sensación.
Al llegar a la habitación del vampiro, el pequeño de cabello celeste arrugó su naricita y se ocultó en el cuello del contrario.
Woobin sonrió suavemente y mantuvo sus ojos en el poderoso vampiro, sabía que mirar al hombre entre sus brazos sin su permiso le vendría muy mal, se notaba por la forma en que lo sostenía.
—¿De qué soy de ayuda, señor Min?
—Quiero un examen completo de Jimin —pronunció acomodándolo en la cama, pero el pequeño tritón seguía aferrado a su cuerpo, sin dar señales de querer soltarlo.
*No quiero estar solo con él.
Susurro en su mente, cosa que extrañó al vampiro ya que desde que Jimin descubrió que podía usar su hermosa y suave voz otra vez, había dejado de hablarle por ese medio.
Asumió que el miedo era por la experiencia reciente, y sinceramente el tampoco lo iba a dejar solo. La sensación de perderlo de vista por un solo segundo y que desaparecería para siempre quedó grabada en él.
Con cariño le acarició la cabeza y tomó los delgados brazos que rodeaban su cuello, bajándolos lentamente, luego se sentó a su lado.
—¿Busca algo en especial? —pregunto el médico vampiro.
Por fin mirando al ser en la cama, sus ojos se abrieron levemente más por la sorpresa al reconocerlo, era el hermoso tritón del tercer piso.
—No, solo hace un examen y me dices si encuentras algo fuera de lo común.
Los ojos del doctor viajaron a las piernas y luego volvieron a los ojos del vampiro contrario.
—Señor, asumo que este chico es el mismo ser que estaba en el tercer piso y revise con anterioridad.
Jimin se removió incómodo, acercándose al más al cuerpo de Yoongi.
—Solo hace el maldito examen en silencio —grazno tensando su mandíbula.
El pequeño tritón cerro sus ojitos cuando tomaron su brazo y algo pincho en el, extrayendo su apreciada sangre.
Yoongi forzó el nudo de hambre en la boca de su estómago a bajar al ver la rojiza y exquisita sangre ser extraída. Para no sucumbir ante el intenso deseo, observó el rostro del tritón, quien mantenía sus ojos cerrados.
Y se mantuvo así, con sus párpados abajo no queriendo mirar que más le hacía el médico, todo esto era extraño para él.
En cambio, el vampiro una vez volvió a controlar su sed de hambre, se mantuvo atento a cada movimiento de Woobin, contando hasta diez o mil cuando este tocaba el suave cuerpo estremeciendo al menor.
—Me gustaría llevarlo a mi clínica para hacerle una resonancia magnética y así poder ver en su interior.
—No.
—Me lo imaginaba —suspiro el doctor—, pero por lo que pude ver y sentir, todo se ve bien respecto a su cuerpo y sus piernas. Sus piernas estarán débiles hasta que estas se acostumbren a su propio peso otra vez. Los demás análisis estarán listo en una semana.
Volvió a su maletín guardando algunos instrumentos médicos que había sacado, teniendo especial cuidado cuando guardo los tubitos de sangre.
Se volvió hacia ellos con algodón, un pequeño parche y desinfectante.
—Limpiare esa herida —señalo acercándose en el corte de la cabeza.
Jimin gimoteo de dolor al sentir ardor en su sien y rápidamente levantó sus párpados, revelando sus ojos asustados ante el dolor.
—No es nada, solo limpio —trato de tranquilizar el doctor antes de volver a acercarse.
Un firme puchero estaba presente en el hermoso rostro del tritón, aguantando con firmeza el ardor. Sus ojos buscaron a Yoongi y se quedaron sobre el, perdido en aquellos ojos grises no tan fríos como la primera vez, esa muralla que había antes ya no estaba presente.
Y mientras Yoongi se sentía un poco vulnerable por ello, a Jimin le encantaba ya que eran profundos y cálidos, llevándolo más allá, hasta la tierna alma del vampiro que se empeñaba en ocultar.
—Bien, no necesita sutura y como no sé si puede sanar por su propia cuenta como la mayoría de los cambiaformas, decidí limpiarla —explicó guardando sus cosas, quitándose aquellos guantes de látex blancos.
—Una semana.
—Si señor Min, informaré cuando descubra algo e intentaré estudiar por mi cuenta sobre las sirenas para no dejar que se me escape nada. Que tengan una buena tarde —se despidió con una sonrisa, de su bolsillo sacó una paleta de dulce que siempre le daba a los niños cuando se portaban bien.
La dejó en la cama, al lado de un curioso Jimin.
—Te has portado bien —con eso se retiró de la habitación.
—¿Qué es? —pregunto el menor, tomando el dulce entre sus manos.
—Es un dulce que comen comúnmente los niños —explicó quitándole la envoltura.
—¿Dulce? —cuestionó inclinando su cabeza.
Abrió sus rellenos labios y recibió aquella comida extraña, sus ojos verdosos se abrieron con sorpresa ante el dulce sabor desconocido que explotó en su paladar.
—¿Te gustó? —pregunto el vampiro ya sin intentar retener una ladina sonrisa.
El pequeño ser acuático asintió con su cabeza y tomó del palito el dulce, retirándolo de su boca.
—Prueba Yoongi, es dulce —pidió con emoción por su descubrimiento, estirando la paleta en su dirección.
Los esponjosos labios de tritón estaban brillantes mientras seguía pasando su pequeña lengua sobre ellos, aun saboreando el dulce sabor.
Ignorando por completo el dulce, el vampiro se inclinó y saboreó los labios que tanto le llamaban, el tritón jadeo y entreabrió sus labios, dándole acceso completo.
Dulce, Jimin era dulce y suave.
—Frutilla —murmura alejándose.
Con sus mejillas pintadas con rojo, Jimin volvió a saborear el dulce sabor de la paleta antes de retirarla y mirar expectante al vampiro con sus labios levemente entreabiertos en una clara invitación.
Yoongi resopló divertido antes de aceptar aquella invitación, volviendo a devorar aquel dulce sabor del pequeño ser acuático.
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Ultima actualización del día, espero que estén bien mis copitos.
Besos <3
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