Capítulo 10
Jimin apretó con fuerza sus ojos aún cerrados y luego intentó estirar su cuerpo para destensar su colita. Dos cosas fue lo que noto a medida que rápidamente recuperaba la conciencia.
Uno, no podía estirarse como quería ya que su cuerpo estaba atrapado. Dos, no sentía su cola, era como si tuviera dos músculos en vez de uno. Los recuerdos llegaron a él.
¡Tenía piernas!
Sonrió risueño y lentamente levantó sus párpados para dejar a la vista sus hermosos ojos verde esmeralda con pequeñas motitas grises, aquellos ojos únicos que tanto llamaban la atención junto a su envidiable belleza.
El rostro varonil del vampiro fue lo primero que vio, manteniendo su sonrisa, intento inclinarse hacia atrás para poder apreciar bien el rostro del mayor. Pero los fuertes brazos de este rodeaban su delgada cintura, impidiendo que se moviera.
Muy feliz de poder estar con el vampiro, se acurrucó más cerca, escondiendo su cabeza en el cuello ajeno. Subió sus pequeñas manos que estaban entre los dos cuerpo, e intentó abrazarlo también.
—¿No puedes quedarte quieto para seguir durmiendo? —arrastró las palabras con pereza.
El pequeño tritón se maravilló ante la grave voz, estaba demasiado feliz de no estar solo, y más si su compañía era Yoongi.
Una risita suave se le escapó y negó con su cabeza.
—Estás conmigo —respondió con simpleza.
Yoongi resopló y abrió sus ojos por fin, alejándose levemente para ver a un sonriente Jimin volver a intentar a abrazarlo.
—¿Ahora eres un pulpo? —se burló dejando que el ser acuático lo volviera a abrazar una vez que se acomodo de frente en su cama, recargando su espalda en el colchón.
—Sí, soy un pulpo y ahora no te voy a dejar —aseguró esta vez alzando una de sus piernas para también rodearlo.
El vampiro acarició la suave piel de bebé que poseía Jimin, relajado ante el feliz y despreocupado comportamiento del menor, realmente se veía mejor después de todo lo ocurrido.
—Yoongi... —susurra.
—¿Qué?
—Tengo hambre, mucha hambre —explicó con un mohín en su rostro—. ¿Puedo comer más dulces?
—No —respondió divertido, sentándose en la cama y arrastrando al menor con él.
—Pero si son muy ricos —explicó sentado sobre sus piernas, observando como el contrario se comenzaba a cambiar de ropa.
Algo que el pequeño ser acuático encontraba incómoda e innecesaria, sentía que no se podía mover libremente con esta.
—Mucho dulces hacen mal, solo se comen de vez en cuando, no todo el tiempo y a cada hora —explicó ya vestido, observando como el pequeño cuerpo sobre su cama solo vestía una camiseta.
Jimin estiró su labio inferior y se dio la vuelta, volvió a acomodarse en la cama para intentar dormir un poquito más, con el pensamiento de que cuando se despertara tal vez Yoongi le dejara comer un dulce.
—Jimin ¿Te quitaste el bóxer? —pregunto observando el redondito trasero que estaba expuesto gracias a que la camiseta se había levantado por los movimientos.
—¿Qué cosa? —pregunto dándose vuelta, curioso.
—Tu bóxer, ropa interior, el pequeño pantalón corto que usas bajo la ropa para cubrir tus partes —el de cabello celeste le siguió observando confundido.
No fue hasta que Yoongi le mostró la dicha prenda que asintió con su cabeza, comprendiendo.
—¿Por qué te la sacaste? —pregunto acercándose a la cama, dejando la ropa que había sacado a su lado.
Mantenía su atención solo en el rostro de menor, no se sentía capaz de controlarse si veía más allá.
—Es apretado e incómodo, me gusta más estar sin eso —explicó arrugando su naricita.
El vampiro suspiró y negó con su cabeza. Lo ayudó a vestirse y lo obligó a colocarse ropa interior otra vez, advirtiéndole que no tenía que sacársela.
—Tienes que usarlo, nadie puede ver esas partes, son privadas.
Aquello no tenía mucho sentido para Jimin, solo era piel. ¿Qué era lo malo de mostrar piel?
—¿No quieres que nadie las vea? —pregunto inclinando su cabeza ligeramente hacia la izquierda.
—No.
—¿Por qué soy tuyo? —era en lo único que podía pesar Jimin.
—Sí, porque eres mío no quiero que nadie te vea prácticamente desnudo.
El pequeño tritón asintió con su cabeza, comprendiendo... O tal vez no, pero haría lo que el vampiro le pedía para que no lo alejara.
—Nadie me puede ver ahí, solo Yoongi —murmura comprendiendo.
Y el vampiro no tuvo que corregir ese pensamiento, porque estaba bien. Solo él podía verlo en esas fachas, porque Jimin era de él, su Jimin.
—Tengo hambre —recordó levantándose de la cama, cayó al piso con un fuerte golpe ante la debilidad de sus piernas después de avanzar con suerte tres pasos.
Juntó sus cejas y se esforzó por no darle demasiada importancia, era tonto preocuparse solamente porque sus piernas le fallaron un momento, eso no significaba que nunca más le iban a funcionar.
Pero en cambio se frustró y seguido se enojó al ver que le costaba moverlas. Observo sus piernas y golpeó una con suavidad antes de intentar moverla a la fuerza otra vez.
Unos brazos lo rodearon y lo alzaron con facilidad.
—Yoongi, mis piernas no funcionan —explicó mordiendo su labio inferior para evitar su puchero.
—Tienes que esperar a que tengan la fuerza para aguantar tu peso, no es que no funcionen —explicó sentándolo en la cama, se arrodilló frente a él y observo el rojo en las rodillas por el fuerte golpe.
Más tranquilo Jimin asintió con su cabeza, confiando en las palabras del contrario.
—Tienes que usar pantalón, así no será un golpe directo contra el suelo si te vuelves a caer.
—No quiero —negó moviendo repetitivamente su cabeza de un lado a otro—. Esos no me gustan, pareciera que asfixian a mis nuevas piernas, no quiero que se vayan y mi colita vuelva, no aún, quiero estar más tiempo contigo —expresó.
El vampiro suspiró y asintió con su cabeza, le tendría que decir a su asistente que fuera a comprar pantalones cortos sueltos, no dejaría que su tritón estuviera por ahí solo con una de sus camisas y un bóxer bajo de esta.
—Por hoy lo dejaremos —desistió levantándose, tomando a Jimin bajo los brazos lo levantó.
Por inercia, el tritón lo rodeó con sus piernas y brazos, aferrándose al cuerpo del contrario.
—Soy un pulpo —gruño suavemente, como si fuera un animal muy peligroso.
Tomándolo de los muslos, se aseguró de que su camisa cubriera la ropa interior y salió de su habitación en busca de desayuno.
En la sala, Jungkook esperaba sentado en la mesa a su primo para informarle de su pronta ida.
No dijo nada al verlo con el tritón encima, ni cuando este lo acomodo en una silla y luego lo arrastró más cerca de él cuando se sentó en su lugar.
Parecía un niño cuidando de su juguete preferido.
—Buenos días primo, Jimin —saludo observándolos.
Yoongi asintió con su cabeza en forma de respuesta y Jimin le agitó con emoción su mano, distrayéndose cuando Taehyung apareció a su lado con un carrito y muchas cosas en este.
El castaño le sonrió a su amigo mientras comenzaba a colocar la comida delante de su señor y el tritón.
—Señor —llamó su atención.
—Dime.
—Jackson dijo que ya encontró a una persona.
—¿Qué persona? —preguntó el pequeño tritón, comenzando a comer lo que sea que había frente a él, solo sabía que tenía un muy buen sabor, todo sabía mejor que las algas o la carne cruda que casi nunca comía en el mar.
—Dile que no es necesario —respondió comenzando a comer también.
—Claro, con su permiso —comenzó a retirarse.
—¿No comes con nosotros? —pregunto Jimin, haciéndole ojitos.
Taehyung ignoro los ojos de aquel vampiro pariente de su señor y negó con su cabeza hacia su amigo. Era un empleado, no podía, pero tampoco podía responderle eso a Jimin, tal vez el ser acuático no le entendería.
—Ya comí Minnie, pero gracias —se disculpó siguiendo su camino, sintiendo los ojos de Jungkook hasta que se retiró de aquella sala.
—Primo.
—Uhm —respondió observándolo, instándole a seguir.
—Hoy volveré a esa casa —informó no muy feliz por ello, no quería volver a aún.
Por lo general, prefería pasar todo su tiempo en la casa de Yoongi y si no a las afueras, en cualquier parte menos la casa de su padre.
—Los Jeon requieren de tu presencia primito —se mofó con malhumor, solo mencionar a los Jeon y los Min cambiaba drásticamente su humor.
—Solicitan de mi presencia pero no me explicaron, iré y volveré lo antes posible —aseguró.
—Sirve de algo y averigua qué está sucediendo por allá —pidió, tener información le vendría bien en este momento.
Jungkook asintió con su cabeza, comprendiendo.
—Me iré ahora entonces, así podré volver pronto —se retiró enseguida.
—¿A dónde va? —pregunto el pequeño tritón una vez que se retiró.
—Con su familia.
—¿Tú tienes familia? —pregunto curioso.
—No —su tono fue duro y frío.
El muchachito acuático le observó en silencio unos largos minutos, notando el cambio en el vampiro. No gustándole dicho cambio, sonrió y tomó la pálida mano para llamar su atención.
—Me tienes a mí.
Yoongi observó al menor y se dejó llevar por el sentimiento en su pecho, alzó su mano y acarició una de las abundantes mejillas.
—Si Jimin, te tengo a ti y a nadie más.
—No, también tienes a tu primo, a Tae, a Jackson y al tío de Tae —enumeró recordando los rostros que había visto desde que llegó a la casa.
—Pero tú eres más importantes que todos ellos —el pequeño tritón sonrió con cariño, feliz del loco palpitar de su corazón por aquellas palabras.
Ahora otro síntoma se sumaba, no era solamente su corazón palpitando con rapidez, ahora también había algo extraño en su pancita que se movía y solamente era provocado por el hombre frente a él.
—Me gusta estar contigo. ¿Hoy también tienes algo que hacer? ¿Me vas a dejar? —pregunto recordando como siempre le acompañaba un momento en el día y luego le dejaba con Tae el resto, por no decir todo, el día.
—Hoy también tengo cosas que hacer, pero ahora puedes venir conmigo.
—¿Y TaeTae?
(***)
Namjoon ingresó a la habitación e inmediatamente arqueó una ceja al ver a su sobrino sentado en el suelo con el pequeño tritón, quien estaba recostado en el suelo sobre su vientre, moviendo sus piernas mientras escuchaba atento lo que Taehyung estaba leyéndole, un cuento.
Yoongi estaba en su escritorio leyendo unos documentos, aparentando estar ajeno a ellos dos, pero de vez en cuando les echaba un pequeño vistazo.
—¿Desde cuándo tienes una guardería aquí? —se burló sentándose frente al vampiro.
Ignoro la mirada resentida y ofendida del castaño, así como la curiosa del cacheton.
—¿Averiguaste algo? —pregunto el vampiro ignorando totalmente la burla.
—Sí, el tipo era un trabajador de ahí que al parecer se obsesionó con tu mascota, lo cambiaron de sección pero parece que nunca obedeció. Jaebum lo despidió hace unos días, pide disculpas por los inconvenientes con uno de sus ex trabajadores y te invita a su próxima subasta, dijo que hay otra cosa de la cual también podrías estar muy interesado.
Yoongi bajo los papeles y observó al pequeño tritón, no creía que algo más podría ser más interesante que Jimin.
Como si sintiera su mirada, el ser acuático giro su cabeza y le observó, sonrió hasta que sus ojos desaparecieron y luego volvió a prestarle atención a su amigo.
El vampiro sonrió y negó con su cabeza—. Lo pensaré.
—Bueno, con el muerto no hay nada más que hacer al respecto pero, me entere de unos rumores que no te van a gustar.
—Qué.
—Los rumores de que compraste a una persona se esparcen con más fuerza, ahora agregando que es el único tritón en la tierra y que ahora pertenece a la familia Min.
Oh, claro que no le gustó aquello. No quería que la familia Min metiera sus narices en sus asuntos, no quería tener nada que ver con ellos.
—Nadie puede entrar o salir, Jungkook se irá y estoy seguro de que me traerá información cuando vuelva, solo a él se le permitirá entrar.
—Claro jefe.
—Yoongi, quiero caminar —pidió Jimin levantándose, quería que sus piernas pronto tuvieran la suficiente fuerza para mantenerse de pie solo.
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