Capitulo -20-
El pinto ya había llegado al instituto solo, no es que se había olvidado de su amigos, claro que no, bueno esta vez no, más bien tenia aun presente lo sucedido el día anterior con Geno, el hermano de Error.
Flash back
— ¡Ink espera! — le grito Geno, quien seguía al pinto por detrás. Después de saber la maldita verdad debía de hablar con este a como de lugar.
— Lo siento Geno, sé que no estoy en posición de pedirte nada, pero... ¿Puedes guardar el secreto de lo que te conté?
— ¿Por qué? — pregunto Geno, sin comprender esa petición.
— Geno. Conoces a Error, él jamás me creerá y sé que nunca quera hablar de ese tema y menos que tú se lo digas.
— Pero Ink, ¿Acaso no quieres recuperar la amistad de Error?
— Créeme, Geno. Nada volverá a ser como antes... —Ink, solo siguió su camino sin siquiera notar como el semi- muerto lo miraba con ojos de preocupación.
Ink corrió lo más rápido que pudo, no llego a su casa, más bien llego a un parque, el mismo donde hace tras años atrás, casi en primaria pasaba la mayor parte del día con Error.
— Error... —murmuro, mirando un árbol grande el cual estaba justo en el medio de todo el parque. Ahí es donde más la pasaban juntos, mientras Ink dibujaba Error se la pasaba durmiendo a un lado de él.
Fin, del flash back
Ink tenía que reconocer algo, extrañaba a su viejo amigo, extrañaba los buenos momentos que pasaban juntos. Extrañaba a Error y sabía que nada lo que había pasado con él volvería de nuevo a revivirse.
— ¿Eh? — Ink, volvió a la realidad, notando como un joven, al parecer de un grado superior al él rondaba los pasillos sin rumbo aparente. Se acerco cuidadosa mente para ver si necesitaba algo de ayuda. — Disculpa. ¿Estás perdido?
El pintos solo podía observar, como el usuario lo quedaba mirando. Era una mirada fría, pero eso no lo inmuto para nada, ya que para su a ver, la de Error era más penetrante.
— ¿Acaso eres nuevo? — cuestiono Ink, sin ninguna pizca de miedo en sus cuenca. — Si no sabes dónde queda tu siguiente clase, te puedo guiar al panel de mapa. —ante ese último, noto como el extraño reirá. — ¡Oye! ¿De qué te ríes?
— Bueno... —por fin emitía palabra alguno el extraño. — Se supone, que en estas circunstancias deberías de decir algo como; Yo te puedo guiar, o algo así.
— Ah, es que soy algo olvidadizo. — respondió con sinceridad, apenado, pero sincero antes sus palabras. — Normalmente olvido donde quedan mis clases, que si no fuera por mis amigos, siempre estaría llegando tarde. Así que, no tuve de otra que, mínimo aprenderme donde está el panel del mapa, pero aunque viera el mapa siempre término perdiéndome.
— Se nota que no eres un buen guía. — cuestiono entre risa. — Mi nombre es Reaper, y si soy nuevo desde hace un par de días. Pero no estoy perdido.
— ¿A no? —pregunto dudoso, Ink ante esa respuesta.
— No, solo llegue temprano. Quería conocer mejor el lugar y memorizarme buenos atajos para los cambios de horario. —comento la muerte, divertido. — Por cierto, eres la primera persona que me habla con normalidad desde que llegue.
— ¿Por qué? — interrogó sin comprender. — ¿Acaso muerdes?
Reaper, no pudo evitar reír con ese comentario, mas a su pesar su expresión cambio drásticamente. Miro a Ink de arriba a bajo, como analizándolo, estaba por decir algo pero el contrario se le adelanto.
— ¡Lo olvidaba! — grito de la anda, como si recordada algo importante. — Mi nombre es Ink, soy de primer año. Es un placer conocerte Reaper.
La parca lo miro dudoso. ¿Enserio, recién se acordaba de la presentación? Pero, no negaba que eso le resultaba más que curioso, de más de una forma hablando. Miro la mano de Ink, la cual solo le extendía en plan de un simple saludo.
— Reaper, de segundo año. — acepto el apretón de mano del pintos. — Es un placer.
En ese momento, Reaper se emociono. Ink, era un alumno de primer año pero se emociono que por fin alguien lo viera sin prejuicio, ni nada de por el estilo.
— Por cierto, Ink. ¿Me vas a guiaras?
— ¿A done?
— ¿Es enserio? — se cuestiono, ¿tan rápido podía olvidar las cosas?
Del otro lado del instituto, Blue recibía constantemente llamadas de Dream, las cuales todas se dirigían al buzón de voz. Aun no tenia ánimos ni el valor para hablar con el soñador, por lo que solo decidió simplemente caminar por los patios y/o pasillos del establecimientos, hasta que diera la hora de su primera clase, que en teoría seria dentro de media hora, hasta ese entonces caminaría sin ningún rumbo alguno, pero de la nada algo o mejor dicho alguien llamo su atención. Un esqueleto, que jamás había visto, caminaba por esos mismos lugares, pero solo que este se veía algo perdido, en lugar de solo perder el tiempo como él. El arándano simplemente se acercó al sujeto en cuestión, el cual portaba un uniforme distinto al de Blue, era claro que venía de otro instituto.
— Eh, disculpa ¿Acaso estas perdido? — pregunto Blue, estando relativamente cerca del individuo, siendo lo más amigable posible.
Al momento de tenerlo cerca se percato de que aquel esqueleto blanco, una cicatriz en su ojo izquierdo, y pupilas moradas, lo miraba atentamente.
— Ah, ¿eres un niño de primaria caso?
— ¡¿Qué?! —reacciono el arándano, sintiéndose de lo más ofensivo. — Primero no soy de primaria. Soy el magnífico Blue Berryr, mwe he he, estudiante de primer año de instituto.
— Woh, woh, cálmate pequeñín. Que no se te astille tus huesos.
— Por favor, no digas malos chistes....
— Se nota que no tienes ni un hueso de humor en toda tu espina dorsal. En fin, mi nombre es Epic, pequeño y soy del instituto Jaguar, miembro del equipo de básquet, se supone que hoy tenemos un enfrentamiento con el quipo de este instituto, pero...
— ¡¿Te perdiste?! — reaccionó Blue, mirando al nuevo con orbes de estrellas
Epic, estaba sorprendido, o mejor dicho fascinado con esa mirada de estrella, que no pudo evitar un leve sonrojo color morado en sus pómulos.
— Eh... bueno... ¿Qué puedo decir? Mis huesos son de comediante, no de guía. Je je
— ¡Ah! — grito Blue, — mira, te guiare al gimnasio si prometes no mas chistes malos de huesos.
— Tranquilo amiguito. Un comediante no hace promesas, pero por ti azulito puedo hacer una acepción— le guiño una cuenca, como si coqueteara con Blue.
Blue, por otra parte no le dio tanta importancia ese gesto, que solo jalo a Epic rumbo al gimnasio. Por el camino, Blue le hablaba del instituto, sus lugares favoritos, las materias que más le gustaba entre otras cosa. Epic por otra parte, estaba como ido, el niño era lindo y adorable, eso no lo negaba pero, no sentía atracción asía él, solo que sus ojos de estrellas que al parecer, solo aparecía así cuando se emocionaba, lo asían recordad a alguien en particular.
No obstante en el gimnasio, la tención que se produjo en ese sitio era tanta que hasta se podía cortar con un simple cuchillo, la rivalidad que avía entre Hate y Nightmare comenzó ese mismo año de instituto.
— ¿Qué quieres Hate? — encaro el príncipe de las pesadillas a su rival.
Hate, no tenía que estar ahí a esas horas del día, ya que su encuentro no sería después de las cinco de la tarde, ni las una era. Aquello confundió más al grupo en cuestión.
— ¿Qué no puedo ver a un rival entrenar? — contrarresto con otra pregunta. —Tu equipo es y siempre será patético petróleo. —mención Hate, con cierto aire de grandes.
Se sentía confiado, ante sus burlas que, sin previo aviso una pelota de básquet se dirigía peligrosamente de lleno a su cara.
— ¡Hate, por fin te encuent...! — ni pudo finalizar su oración, ya que su líder lo uso de escudo contra ese proyectil, que en teoría eran para él y no para el inocente Epic. — ¡¿Pero qué te pasa!?
— Maldición, falle... — se quejo Killer, siendo el culpable de esa pelota perdida.
— Escúchame, petróleo. —hablo Hate, captando la atención de todos los demás. — Más te vale darme un buen enfrentamiento, no quiero nada patético como tu equipo. — Vámonos Epic.
— ¡¿Qué?! Pero si recién llego... — Epic, miro al arándano quien llego justo después, colocándose a un lado de la entrada del gimnasio, como no le pudo agradecer apropiadamente por su generosa guía, solo opto por guiñarle una cuenca e irse sin más.
Queda claro que todo eso, fue visto por Dust, el cual ya quería matar al maldito que le estaba coqueteando a su arándano.
— ¡Oye lagrimitas! ¡Para la próxima, usa más fuerza! —le reclamo, Dust, mencionado el pelotazo de hace un rato, que por desgracia termino en la cara de Epic.
Killer, al principio no comprendió pero al ver a Blue parado en el lumbral de la puerta entendió a la perfección el humor de su contrario.
Blue, por otra parte al escuchar el grito de Dust, lo altero claro que bio al polvito por una milésima de segundo, para optar irse sin más a su inicio de clase, claro que aun tenía que hablar con psicópata, pero seguía en pie de hablar a sola y no con todos sus amigos presentes.
Apenas era el inicio del día, y ya varias cosas estaban sucediendo en este instituto. Solo faltaba esperar lo peor...
En el salón del comité estudiantil. El presidente Edge, miraba unos documentos, los cuales no le gustaban para nada.
— Oye, ya sé que es tu hermano. Pero tienes que hacer algo. — le hablo, Orange sabiendo de ante mano el contenido de esos documento.
— El equipo de básquet bol necesitan un miembro más, solo para sustituir a alguno durante los partidos. ¿Verdad? — cuestiono, esperando una afirmación del contrario y la recibió. — Está decidido. Fell, entrara al equipo de Básquet bol.
Una vez que finalizo aquella decisión, dejo a un lado esos documentos que decía: "Alumno sin futuro académico". Eso era preocupante pará Edge, ya que, sin importar que, Fell seguiría, siendo su hermano menor.
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