Una vez en casa de de los hermanos Crayon. Error fue directo a su cuarto, dejo sus cosas del colegio sobre su cama. Tenía planeado ir a bañarse, cuando escucho el ruido de la puerta abrirse.

― ¡Error! ―grito un pequeño esqueleto colorido saltando encima del glicht, muy alegre― ¡Mi brother!

― ¡Fresh! ¡¿Cuántas bese te dije que no me abrases?!

― Sorry, brother. Pero mira. ―le extiende un papel, el cual muestra una excelente calificación de un examen de ingle. ― Fui el único de mi curso que aprobó.― Exclamo el pequeño, muy emocionado ante su logro, frente a su hermano mayor.

― Muy bien Fresh. Muéstrale a Geno, cuando regrese de su trabajo. ¿Vale?― le respondió, fingiendo indiferencia. Pero en el fondo estaba orgulloso de su pequeño hermano.

― ¡Ya le mostré! Todavía no se fue a trabajar.

Error al escuchar aquello le sorprendió bastante, mirando al colorido esqueleto.

― Fresh. ¿Por qué no vas a jugar con Core afuera?

― ¡Sí! ― se fue corriendo escaleras abajo.

Sin embargo, Error también se dirigió asía abajo, directo a la cocina, donde vio a Geno, sentado en la mesa, mientras bebía una taza de café.

― Oye. ¿Por qué no trabajaste hoy? ―le pregunto Error. Sin rodeos ni vuelas, solo directo al punto.

― ¿Y Fresh? ― pregunto decaído, sin apartar su mirada de aquella taza de café.

―Jugando con Core, afuera. Ahora responde.

―Me despidieron. ―respondió el hermano mayor, sabía que no podía ocultarle la verdad, por más que él quisiera.

Por otra parte, Error no sabía que decir, si bien el trabajo de medio tiempo de Geno era su único ingreso económico en esa pequeña familia de tres individuo, claro que Error trato de ayudar un poco, consiguiendo un pequeño trabajo de medio, pero Geno se negó rotundamente, ya que el deber de Error era sus estudio y que el único con esa obligación de trabajar solo recaía en él y solo en él al ser el hermano mayor. Pero, al ser despedido y sin ningún ingreso. ¿Qué harán ahora?

― Cuéntame. ¿Qué fue lo que paso? ― tenía curiosidad, eso era obvio.

Geno miro un momento a su hermano, después miro a la taza, soltando un suspiro.

― Veras, lo que paso fue...

Mientras en un parque no muy lejos, Horror se encontraba muy enojado tirandon piedras a una fuente, junto con Dust, quien solo se mataba de risa, tras recordar lo que había pasado minutos antes de salir del instituto.

― Ja, ja, ja, ja. Hombre, te advertí que no te acercaras a ese sujeto.―comento Dust, tratando de recuperar el aliento.

― Ya cierra la maldita boca.― le grito. Aun tenía el coraje dentro de él e incluso lo recordaba a la perfección que avía pasado.

Flash back.

Después de haber tratado de conseguir dinero del modo, "brabucón" y no tener éxito, estaba algo preocupado al no poder llevarle algo de dinero o comida a su hermano menor. No se preocupaba, por el hecho de no comer e incluso podía pasar semanas sin probar bocado, pero su hermano ya era otra historia. Con el fin del día y las clase cerca, no tenía a mas alumnos a quien "pedir dinero prestado"

Metió sus manos a los bolsillos, encontrando la hoja que con anterioridad el esqueleto llamativo le avía dado. <<Si quieres comida, ven a ese salón dulzura>> Recordó a aquellas palabras, seguido de <<No te acerques a ese maldito pervertido, si no quieres tener tu trasero de florero>> cosa que Dust, le avía advertido.

Tenía duda de si ir o no. Pero, menos le valía su bienestar, a comparación de su pequeño hermano. Estrujo aquel papel, dispuesto a ir a esa indicación.

Salón 315, indicaba el papel, miro a la puerta cerciorándose el número el cual concordaba. Gruño fastidiado y entro de una, sin tocar y sin ningún tacto alguno.

Para suerte de Horro, no avía nadie en ese salón o eso creyó, al oír una voz molestamente familiar para el caníbal.

―Cariño, así que osas venir. ―hablo Lust, con un hermoso mandil rosa y corazones purpura― Llegas, justo a tiempo. Acabo de terminar de hornear un pollo entero.

Horro, al ver aquel manjar, no pudo evitar comenzar a barbear. Aquello era tan grande y deliciosamente jodido para la vista, hasta apostaría que eso entero, llenaría a su hermano y a él.

― ¿Quieres un babero cariño? ―le hablo Lust, juguetón sirviéndole una presa de pollo, junto a una guarnición de papa fritas.

― Ok, dime ¿Cuál es el truco marica?

― ¿Truco? ¿De qué habla cariño?―le respondió con otra pregunta, tratando de fastidiar al otro.

― Sabes de que hablo. ―agachando la mirada, para después golpear fuertemente la mesa cercana a él― ¡Nadie da comida gratis, así porque, si!

Lust, no pudo evitar reír tras ese comentario. Se acercó coquetamente, moviendo sus caderas hasta estar frente al caníbal.

― Solo, quiero tu cuerpo como pago.― le susurro.

Horro, se estremeció y salió corriendo de ese lugar, claro, todo eso fue visto, y grabado por Dust.

Fin del flash, back.

― ¡Maldito enfermo! ―grito tan fuerte, Horror, que ya estaba cansado. Solo se dispuso a irse a su casa.

El caníbal, llego a su casa. Solo se encontraba frente a la puerta de esta. No tenía dinero ni comida. ¿Qué le daría de comer a su hermano?

Resignado, entro sin más, pero al entrar un aroma deliciosamente familiar lo llamo la atención.

Corrió a la cocina, viendo a su hermano Papyrus, degustar felizmente una presa de pollo.

― ¡¿De dónde sacaste ese pollo?! ―grito, ganándose la mirada confusa de su hermanito.

― Perdón Horro, yo le traje. ―hablo una joven chica de cabello castaño, no muy largo ni muy corto, algo temerosa.

― Horro, el pollo que trajo Aliza, está muy bueno. Tienes que probarlo.― mencionó Papyrus, más que feliz, sirviéndose una buena guarnición de papas.― Incluso estas papas, estas deliciosa.

― ¿Dónde sacaste esto? ―le pregunto a la joven, la cual era nada más ni nada menso que su primar.

Horror, no tenía ningún cariño por ninguno de sus familiares. Tenía sus razones para ello, pero a la única que toleraba era a esa joven e incluso ella se preocupaba de su hermano menor, lo cual se lo agradecía y mucho.

―A, veras. En mi salón, ahí un chico que está en el club de cocina. ―respondió algo temerosa, manteniendo su distancia asía su primo― Él me pregunto si lo quería, ya que se lo avía preparado a un chico, pero este salió corriendo cuando le izo una broma. Dijo algo así, de que le cocinaría a cambio de su cuerpo, donde consistía en que el lavara los platos, a cambio de comida gratis.

Tras esa declaración, un aura negativa envolvió a Horro, logrando asustar más aun a su prima.

― ¿Con que dar su cuerpo? ―comento, desprendiendo más aura negativa.

― ¿Horror? ― pregunto Aliza, sin comprender nada el repentino cabio de humor de su primo, logrando así que esta temblara de miedo.

Mientras en casa de los hermanos Crayon. Geno, le conto lo sucedido a Error. Este no sabía que decir o que hacer, pero lo que si sabía, era que tenía que ayudar a su hermano a como dé lugar.

La hora paso. Fell, se estaba preparando su cosa para ir a casa de Blue, para reunirse con Dream e Ink y realizar en tan molesto trabajo grupal. Solo esperaba el momento adecuado para irse.

― ¡Sans! ― ahí estaban, el característico grito de su hermano mayor.

― ¿Qué pasa jefe?

― Ya me voy al trabajo. No vuelvo hasta el lunes por la maña. ― respondió, tomando una maleta dispuesto a salir por la puerta― ¡Mas e vales que no rompas nada durante mi ausencia! ¡¿Quedo claro?!

― Muy claro jefe. Que le vaya bien.

UfPapyrus, miro un segundo al más bajo. Tomo sus llaves y se dispuso a irse. Por otro lado, Sans, salto de la alegría, corrió a su habitación, tomo sus cosa, espero diez minutos y se dispuso a irse a la dirección que le indicaba aquella hoja de papel.

Era viernes por la tarde. Un fin de semana sin su hermano y pasar una noche con su amor platónico. ¿Qué pedirá salir mal?