"Si hay amor en ésta vida somos imparables.
No, no podemos ser derrotados".
- Avicii: Waiting for love.

Durante el receso, los chicos marginados de NY High School caminaban juntos por el pasillo, los demás los veían con extrañez, pero a algunos no parecia importarles.

- Vaya, hasta que me miran de nuevo en grupo -reclamó el pelirrojo.

- Y no precisamente el grupo con el que conviviste antes -respondió el menor entre ellos.

- Al menos puedo decir que eso es una ventaja, no estar ya con esos hijos de perra -dijo James con resentimiento.

- No entiendo cómo pudiste soportarlos por mucho tiempo -cuestionó Stacy.

- Fácil, todo estaba bien hasta que el estúpido de Carl llegó -renegó el de ojos verdes.

Hank bajó la mirada- Él no era como ustedes lo conocen ahora, sigo sin entender porqué de un momento a otro se volvió un completo imbécil.

- Y que seguramente no lo entenderás nunca -habló Alex de nuevo- Tal vez solo cambió para mal por un motivo u otro.

- Eso es lo más probable -respondió el chico a la vez que Stacy sujetaba su brazo brindándole apoyo.

- No se ustedes, pero ese chico tiene algo que me perturba -comentó Winston sintiendo un escalofrío.

- Dímelo a mi -dijo Stacy ahora recibiendo el apoyo de Hank.

- ¿Qué te perturba de él? -preguntó Demian.

- No lo se... desde el dia de la pelea me siento un poco aterrado cuando lo veo.

Edward tuvo una teoria, pero no la iba a decir, era algo personal que solo él y su mejor amigo conocían.

- Yo también siento algo extraño en él -afirmó James- No he desifrado qué es, pero no es como que me interese saber de ese tarado.

- Bienvenido al club de los que nos perturba ese chico -comentó Winston a modo de gracia.

- ¿Me puedo unir? -preguntó la chica.

- ¿Y yo? -continuó Hank.

- Creo que hay espacio para todos en ese club -dijo Edward.

- Pues ¿saben? A mí también me da un poco de miedo -admitió Demian- Pero se que no es rival para mí.

Continuaron caminando por el pasillo, topándose nuevamente con los bullys, ahora acompañados de las otras tres chicas.

- Ah, pero miren ésto -habló Lance- Los fracasados juntos en un solo lugar.

Las risas de algunos estudiantes cercanos le siguieron la corriente.

- Agh, deberías hacerle un favor al mundo y lanzarte de un edificio -habló James poniéndose al frente de todos.

Un "¡Uhhh!" Se escuchó de fondo.

Ahora los del lado del pelirrojo contenían su risa, provocando la furia del enemigo.

- Quienes deberían lanzarse son todos ustedes -reclamó Scott- Su vida como marginados no creo que valga mucho.

- Al menos no vivimos molestando y abusando de los demás -habló Stacy desde su lugar.

- Y nosotros no vivimos como delincuentes asesinos -fue Angie la que habló.

- Pero si como abusadores y bullys sin razón -Hank cubrió a la chica que le gustaba.

- Tú no hables si eres un idiota triste sin razón -le dijo Julie.

- Ustedes no conocen si tiene una razón o no, y no es de su incumbencia -Winston alzó la voz.

- Son otros los que no tienen justificación -dijo Edward poniéndose al lado de su amigo.

- ¿Sí? Pues... -Lance fue interrumpido.

- ¡Ya basta! -Demian se puso en frente del chico líder de los bullys- ¿Saben qué difiere realmente entre nosotros? Que nosotros vivimos sin meternos y sin molestar a nadie.

- ¿Y ya con eso creen que son especiales? -habló Nancy.

- No lo creemos, sabemos que lo somos -Alex se puso frente a todos- Y si consideran un problema nuestro bajo perfil, eso lo arreglaremos nosotros. Ustedes por lo tanto arréglense con su complejo de superioridad y dejen de molestar -el chico se retiró del lugar seguido del resto.

Todos los estudiantes estaban asombrados, no esperaban que el más joven supiera defenderse de manera que dejó callados a los chicos populares.

- Wow, ¿cómo hiciste para dejarlos callados? -preguntó James.

- Mi tío siempre dice que siempre hay qué preocuparse por uno mismo, lo que ellos no hacen y se los demostré -respondió Alex.

Todos los demás lo miraron con admiración.

- Al parecer que estemos todos unidos nos hace más fuertes -habló Demian- ¿Les parece si permanecemos juntos sobreviviendo a éste lugar?

El resto del grupo asintió, comenzando así su idea de permanecer juntos enfrentando las situaciones con los bullys.

- Y para pasar tiempo juntos fuera de clases ¿qué les parece ir al parque el sábado a las 16:00hrs? -sugirió el mayor.

- Por mí no hay problema -habló Hank.

- Ni por mi -dijo Stacy.

- Cuenta conmigo -comentó Alex- ¿James? ¿Vienes? -preguntó mirándolo.

- Ehhh... sí, claro -respondió el pelirrojo tratando de ser sociable.

- ¿Mi hermana puede venir? No quiero dejarla sola -sugirió Winston.

- Claro, también irán mis hermanos -dijo Demian.

- Bien, entonces la convenceré de ir -afirmó el castaño- ¿Ed? ¿Tú que dices?

- Tengo tiempo en la tarde, así que cuenten conmigo -confirmó el rubio.

- Pues quedamos en una reunión -aclaró Demian mientras todos asentían.

Eran un equipo a partir de ese día.

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En una banca en el patio, Ryan, Raymond y Freya compartian el momento de receso. Como siempre, Ryan hablando con la chica y tratando de conocerla, en cambio, el segundo gemelo traia consigo una revista de cómics.

- ¡ÉSTO LO HABRÍA CAMBIADO TODO! -gritó llamando la atención de su hermano y la rubia.

- ¿Te encuentras bien? -preguntó Freya.

- Ehh sí... lo siento -admitió algo avergonzado- Me emocioné por la historia de éste cómic, es todo.

- ¿De qué trata? -preguntó ella.

- Es todo un universo de éstos personajes, y este cómic es qué hubiera pasado si algunos de ellos no existieran y sus amigos ocuparan su lugar -explicó Raymond- Pero en la realidad normal sus amigos no existen.

Freya lo miró algo confundida viendo la revista cuyo título era "The Great Elements: What if: Elements Swap ep. 1".

- Es un intercambio de lugares -concluyó Ryan- Y aquí mi hermano está obsesionado con esas historietas.

- ¿Qué? Me encantan -se defendió el otro- Aunque me hagan pasar corajes o me pongan dramático a veces.

- ¿Cuál a veces? Casi todo el tiempo -reclamó su hermano- Y lo peor es que a pesar de los corajes que haces con esos cómics los sigues leyendo.

- Así me gustan -volvió a decir Raymond.

- Como sea, a mí me gusta más escribir -aclaró Ryan.

- Yo me quedo también con la escritura -comentó Freya.

- Una vez más... podrías venir conmigo al club después de clases si gustas -sugirió Ryan.

Freya ya lo llevaba pensando desde que comenzó a hablar con él, y luego de pensar en lo que Winston y el doctor Duncan le habían sugerido, sin olvidar las palabras de su padre, creia que no podía perder nada con entrar al club que tanto le hablaba y le proponía quien ahora consideraba su amigo.

- No comiences a insistir, seguro ya la tienes harta -dijo Raymond.

- Claro -afirmó Freya- Quiero... quiero entrar.

- ¿En serio? -preguntó Ryan con una gran sonrisa.

- Sí... -respondió ella con una sonrisa tímida luego de pensarlo.

- ¡Qué bien! -exclamó feliz el chico- Yo te voy a apoyar en lo que necesites.

- Gracias -dijo ella con sinceridad contagiándose de la alegría de su amigo, se sentía tan bien de verlo feliz.

Raymond los veía burlonamente para luego regresar su vista y atención al cómic que leía previamente.

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Más tarde, cuando Winston pasó a buscar a su hermana en su escuela, ella le dijo que pretendía quedarse al taller extra escolar al que había sido invitada.

- Me alegra que hayas decidido aceptar -dijo Winston brindándole apoyo a su hermana- Verás que serás la mejor.

- Aunque... tengo un poco de miedo -confesó Freya- No quiero que se burlen de lo que escribo.

- El que se burle no es culto -habló Edward, quien acompañaba a su amigo- Tú eres la mejor, y quien diga lo contrario se equivoca.

- Vamos, Fre, se que tu puedes -el castaño miró a la chica a los ojos- Recuerda lo que papá siempre decía.

- Que la opinión negativa no me detenga -comentó la de ojos azules.

- Exacto, así que ve allá, hermanita, que yo confío en tí -alentó Winston.

- Gracias, Wins -dijo Freya abrazando a su hermano.

El momento fue interrumpido por Ryan, quien llamaba a Freya para entrar a la clase.

- Te veo en un rato -dijo la chica dirigiéndose con su amigo.

- ¡Mucha suerte! -le gritó Edward a la distancia.

-¡Te quiero, hermana! -exclamó Winston.

Edward y Winston se miraron orgullosos de la chica que estaba animándose a probar cosas nuevas y ser más social.

- Bien, pues como Fre se quedará un rato más, podriamos pasear por ahí mientras esperamos a volver por ella -sugirió Edward.

- Me parece buena idea, vamos a un café que está cerca de aquí -dijo Winston caminando a la par con su mejor amigo.

Los dos chicos cruzaron una calle, sin saber que a lo lejos rondaba un hombre pelirrojo de ojos color entre marrón y avellana con rasgos notables de demencia, tuvieron suerte de no ser vistos tampoco.

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Hola, espero que les haya gustado, no olviden votar, comentar y compartir.

Vaya gran hiatus con ésta historia, pero ya saben, investigaciones, lluvia de ideas, frío... y otro par de cosas que pasaron.

En fin, aquí tienen su capítulo donde voy dejando alguna pista muy importante.

Pero eso lo revelaremos luego, en el siguiente capítulo tendremos muchas muestras de amor UwU.

Nos vemos *se hace invisible*.

Violett_User