(Agradecimiento a mi buen amigo que me recordó que existía éste temazo para poner aquí).

"Cuando te marches
Con nada más qué decir
Mira el reflejo de sus ojos
Míralos correr
Por sus vidas".
- The Offspring: You're gonna go far, kid.

Nuevo día de clases en NY High School, todo estaba normal, los populares siendo temidos mientras caminaban por los pasillos de la escuela como si fueran los dueños de éstos.

A lo lejos observaron a Edward y a Winston, como siempre, hablando entre ellos.

- Ese desgraciado me las va a pagar -comentó Lance con resentimiento refiriéndose a Edward.

Y estaba ideando su plan de cobrar venganza por lo ocurrido el día anterior.

- Hay qué separarlo de su "amigo" -le recordó Scott, uno de sus compañeros y mejor amigo.

- No será una tarea difícil, no es tan fuerte como la presa principal -comentó Lance- uno de nosotros se encargará de él y el resto de Edward.

Los demás estuvieron de acuerdo y prepararon el plan...

...sin saber que detrás de ellos alguien los observaba con sospecha.

|||||

Como el día anterior, los dos mejores amigos van camino a NY Middle School mientras conversan.

A pocos metros de la calle maldita, como la llamaba Winston, el castaño intentó respirar profundo y mantener la calma.

- Puedes con ésto, Wins, yo te apoyo -animó Edward.

- Gracias, Ed, sé que tengo qué superarlo, si yo lo supero primero puedo ayudar a Fre a que lo supere también -explicó Winston.

- Ambos lo lograrán -reconfortó el rubio.

Detrás de ellos, Lance y sus amigos los perseguían, y estando a una cuadra de Middle School, la calle más solitaria, apresuran el paso para alcanzarlos.

- Carajo -pensó Edward al darse cuenta que estaban a centímetros de ellos.

- ¡Mierda! -pensó Winston con temor.

- Miren, la linda parejita de la escuela -se burló Scott.

- ¿No vieron la lección que le dí a éste imbécil ayer? -preguntó Edward aparentando seguridad señalando a Lance.

- Al que no te ha quedado nada claro es a tí, cuatro ojos, nadie se mete con nuestro grupo -se acercó Carl amenazante.

- Váyanse y déjennos en paz -pidió Winston con tranquilidad.

- ¿Miedito? -se burló Lance- a tí ni quién te haga caso, perdedor.

- El único perdedor es otro -intervino Edward.

- Ya deja de defender a tu noviecito -se burló Scott.

- Déjalo, veamos si puede defenderlo de ésto -habló Carl dirigiéndose a Winston dándole un puñetazo a la cara.

El chico cayó asustado al suelo quejándose del dolor.

- ¡Winston! -exclama Edward intentando ir a su amigo.

- ¡De tí yo me encargo! -retoma Lance tomando a Edward de la camisa para seguido golpearlo haciéndolo perder las gafas.

- A ver si ahora puedes ver quién te golpea -se burló Scott pateando las gafas a la autopista.

Edward intenta golpear a Lance, pero Scott se lo impide acorralándolo contra la pared siguiéndole varios golpes.

- ¡D...déjenlo! -gritó Winston intentando levantarse.

- ¡Deja que tu novio se defienda solo! -reclamó Carl dando otro golpe a Winston haciéndolo caer nuevamente.

Winston quería hacer algo por su amigo, pero qué haría si lo derribaban tan fácilmente.

Esperen... él suplicando por que los dejen en paz... Carl haciéndole daño... todo le era tan familiar. ¿aquello que vió lo estaba viviendo?

Entró en pánico y se quedó hecho bolita en el suelo mientras Carl se burlaba de él.

- ¡Eres un miedoso! -le gritaba.

- ¡Ya déjalo! -Edward vió el estado de su amigo y le dió un fuerte golpe a Scott (con quien estaba peleando) haciéndolo sangrar por la nariz.

- ¡Primero defiéndete de ésto! -Lance lo tomó con fuerza de la camisa y lo derribó al suelo.

Entre los demás bullys aprovecharon que Edward estaba en el suelo para empezar a darle patadas.

- ¡A...ayuda! -gritó Winston seguido de una patada en la cara por parte de Carl.

- ¡Cállate, nadie los ayudará, par de imbéciles! -le gritó el bully.

Lance pidió a todos que pararan para luego hacer levantar a Edward y golpearlo de frente de nuevo.

Uno, dos  golpes a la cara, cuando se disponía a tirar el tercer golpe alguien lo detuvo.

- ¡Qué...! -volteó y un golpe más fuerte derribó a Lance dando la cara contra el suelo.

- ¡Malditos hijos de puta! ¡Será mejor que se larguen! -les gritó el otro chico.

- Tú de nuevo... -Lance lo reconoció.

- No es asunto tuyo -amenazó Carl caminando hacia él.

- ¡Verán que sí! -reclamó ese chico golpeando al contrario.

Con los dos líderes del grupo en el suelo, los otros chicos retrocedían.

- ¡¿Quién te crees que eres?! -protestó Scott haciéndose el valiente.

- Mejor que ustedes -respondió Demian mirando fríamente al otro intimidándolo también.

El grupo de bullys ayudó a Carl y a Lance a levantarse.

- La segunda vez que te entrometes en lo que no te incumbe -reclamó Lance- pero no llegarás a una tercera vez -amenazó dispuesto a abalanzarse sobre él.

Demian esquivó el puño del enemigo y de una patada lo derribó de nuevo.

Carl se lanzó sobre él, Demian lo detuvo y lo lanzó a la pared.

- ¡Hagan algo, tarados! -ordenó Scott a los demás mientras él atacaba.

- Ésto es nuevo -Demia evitó el golpe de Scott empujándolo hacia atrás- parecen un grupo de criminales haciéndole frente a un soldado -se burló esquivando a los demás.

El resto de bullys tiraba golpes, pero Demian los detenia y los regresaba más fuerte de lo que ellos pudieron haberlos dado.

Al ver que no podrian ganarle, los demás retrocedieron.

- ¿Y ustedes? ¿No se retiran? -les preguntó a Carl, Lance y Scott.

Los tres principales bullys se retiraron mirando al resto de manera amenazante seguido de sus aliados.

Demian volteó a Edward, con la cara llena de moretones e hileras de sangre bajando por su boca. 

- ¿Necesitas ayuda? -le preguntó.

- No, no -negó el rubio- estaré bien.

Luego el más alto dirigió su vista hacia Winston, éste último también había sido golpeado y aún estaba asustado en el suelo. El mayor le extendió la mano ayudándolo a levantarse.

- ¿Te ayudo con algo? -preguntó disimulando su preocupación.

Winston negó con la cabeza y de su mochila sacó su pelota de goma azul.

- Tranquilos, ya todo está bien -reconfortó el más alto.

- Wow, de verdad, gracias por llegar y ayudarnos -comentó Edward.

- No hay de qué, no soporto a ese grupo ni sus injusticias -aclaró Demian.

- Gr...gra...gracias... -Winston trató de hablar.

El castaño intentaba calmarse cuando se percata de la hora.

- ¡M...mi... mi hermana...! De...debo... ir a b...buscarla -tartamudeó.

- Tu hermana está en Middle School, ¿cierto? -preguntó Demian.

- S...sí... ¿có...cómo...?

- Los vi ayer mientras me dirigía allá también, y aparte los he visto en la sala de espera de Peace Mind.

- Sabiamos que eras tú -señaló Edward- también te vimos allá y ayer pasaste al lado de nosotros.

- Así es -afirmó el mayor- y ahora los acabo de ayudar de esos imbéciles.

- G...gracias... de... de nuevo -dijo Winston recuperando de a poco las palabras.

- El destino y sus jugadas -comentó Edward- su hermana conoce a los que, por lo que nos contó, son tus hermanos.

- Vaya, eso es demasiada casualidad -rió Demian- a propósito, debo pasar por ellos también ¿vamos juntos por ellos? -propuso.

- S...sí... vamos -aceptó Winston.

Los tres chicos retomaron el camino dirigiéndose a la escuela de sus hermanos.

|||||

Los menores esperaban en el pasillo principal a sus hermanos, ya con preocupación, pues se estaban tardando.

Cuando los vieron llegar juntos supieron la razón de la tardanza y corrieron hacia ellos.

- ¡ED! ¡¿Qué pasó?! -preguntó Freya preocupada.

- ¿Todo bien? -cuestionó Raymond a su hermano mayor.

- Si no fuera por su hermano, no estaríamos bien -respondió Winston con el ánimo bajo, lo común después de un ataque de pánico.

- Pero no se preocupen, ya todo está bien -comentó Demian a sus hermanos menores.

Freya los miró preocupada, y aumentó su terror al ver que su hermano también había sido agredido.

Winston era tan idéntico a su padre que al verlo con esas marcas de golpes la niña no pudo evitar recordar la imagen de su padre cuando lo vió sin vida, él también había sido golpeado, y luego... asfixiado.

No pudo evitar asustarse.

- ¡Wins! ¿Estás bien? -preguntó la chica al borde del llanto.

- Sí, sí, solo... un par de golpes y... un poco de pánico, pero... estoy bien -respondió Winston.

Freya abrazó a su hermano, escondiendo su cara en el pecho de éste para que el resto no la mire llorar.

Raymond la miraba con compasión, en cambio Ryan la veía con tristeza, quería abrazarla y decirle que estuviera tranquila, que su hermano y amigo estaban bien, pero intentó disimular en frente de sus hermanos.

- Si necesitan ayuda pueden contar conmigo, no lo olviden -comentó Demian.

- Claro, también cuenta con nosotros si necesitas algo -respondió Edward amablemente.

El mayor de todos miró la hora, se le hacía tarde para su sesión de ese día.

- Debemos irnos, espero verlos pronto -se despidió.

- Lo mismo digo -habló Winston sin dejar de abrazar a su hermana- y una vez más... te agradecemos por tu ayuda.

- No fue nada -dijo Demian siendo amigable- hasta luego -finalizó retirándose junto a los gemelos.

Edward, Winston y Freya se disponían a irse también.

- ¡Freya! -llamó Ryan llamando la atención de la chica- ...que estés bien -dijo tímidamente.

- Gracias... también tú -respondió ella limpiándose las lágrimas.

Ambos se despiden mostrándose una sincera sonrisa para luego volver a tomar el rumbo junto a sus hermanos.

- Creo que alguien se acaba de... -se burló Raymond- E N A M ...

- ¡No! -negó Ryan empujando a su gemelo- solo le dije que estuviera bien, ¿hay algo de malo en eso?

- Desde luego que no, pero tomando en cuenta tu cara de aflijido cada que está triste, eres el primero en acercarte a saludarla, alagas sus poemas más que nadie... -enumeró Raymond.

- ¡Ay, ya! No es para tanto -continuo negando Ryan mientras Raymond se burlaba.

Demian los escuchaba también, era fastidioso cuando se peleaban, pero para ser honesto, él también quería unirse a burlarse de su hermano menor.

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