Sudaba a chorros, pero seguía corriendo, no sé podía permitir el privilegio de parar e ir por un frio y tentador helado a descansar en una de las bancas del parque. Aunque sus ganas de mandar todo a la fregada eran inmensas, no podía. Si era atrapado quien sabe que le harían esos hombres que venían siguiéndolo.

¿Qué pecado había cometido! él solo estaba comprando sus frutas de la semana, cuando cierto rubio salvaje empezó a perseguirlo y a él se le sumaron otros hombres.

Gracias a sus habilidades logro librarse de varios de ellos quedando detrás suyo solo uno, el líder, el rubio teñido, quien planeaba esta vez atraparlo.

Pero, tal como en otras ocasiones milagrosamente el joven hombre se salía con la suya, tomando el tren justo antes que se cerraran las puertas, dejando fuera a su rival.

ㅡ Bye, bye gringou~ Jajaja. ㅡ Se burlo estando dentro del metro que tenía las puerta cerradas.

ㅡ...bitch.

El tren ya había salido dejándolo con las palabras al aire, apretó sus puños conteniendo un grito.

ㅡ¡Señor! Señor...ㅡ Se tomó un respiro ante la mirada de su jefe. ㅡLo encontramos.

Una sonrisa se dibujo en su rostro.

(...)

El tren se detuvo y él salió silbando, triunfante por su pequeña travesura y con sus frutas intactas. Se encamino afuera de la estación a tomar un taxi cualquiera para que lo lleve a su casa.

Al llegar vio a uno de sus tantos amigos recostado en su sillón mientras jugaba en su play recién comprada que ni él había inaugurado.

ㅡWey, como entraste.

ㅡOcultar tus llaves debajo de una maceta, no es de tus mejores ideas, México. ㅡ Dijo viéndolo.

De cabellos rubio oscuro , ojos castaños con uno de ellos siendo atravesado por una cicatriz que se extendía hasta su ceja, esta siendo muy notoria por su piel clara.

México solo giro sus ojos y fue a dejar sus frutas en la refrigeradora. Camino a su sala donde el chileno jugaba y sacó del piso una maleta donde había una cápsula con un mineral dentro.

ㅡWeon, como conseguiste eso.ㅡ Exclamó con asombro Chile. ㅡEs bien grande.

ㅡA que si.ㅡ Con una sonrisa y un guante saco el mineral. ㅡSe lo arrebate al gringo y fue bastante fácil.ㅡ Dijo colocando el mineral en su gargantilla.

ㅡ¿No estas provocando demasiado al gringo?ㅡ Dijo para después sorber de su bebida.

ㅡPara nada, no se atrevería a hacerme nada, tengo mis respaldos. Además, como podría hacerme daño.

(...)

El teléfono sonó y el propietario de este contestó.

ㅡ¿Ya la tienen?

ㅡSi, señor. La señorita está amarrada en estos momentos. Es cuestión de tiempo para que noten su desaparición.

ㅡBien, voy allá ahora.

Corto la llamada. Fue a su auto y recorriendo algunas calles de una zona baldía se dirigió a un aparcamiento de un edificio en especifico, algo oculto. Salió y se dirigió a un elevador maltrecho, las puertas se abren y sus subordinados lo reciben.

ㅡSeñor, al fin llega. La pareja del ladrón del mineral "Ocin", hace una hora causó gran alboroto intentando escapar. Tuvimos dormirla y amordazarla, ahora se encuentra en la sala G21.

Hablo el hombre mientras seguía a su jefe al mando quien se dirigía a la sala donde se encontraba su rehén. Abrió la puerta y ahí la encontró dormida en un colchón del lugar, la examino detenidamente y maldijo.

《Porque una mujer como ella...》

Cerró la puerta y la despertó.

ㅡHey, preciosa. Despierta.ㅡ La agitó levemente.

La luz cegó sus ojos cuando despertó, queriendo taparse los ojos intento acercar sus manos, pero no podía. Miro a su alrededor esta vez notando la presencia del hombre sentado entre la única puerta en esa habitación y ella, él la observaba.

Recordó todo, ella había salido de su trabajo y se estaba dirigiendo a su casa cuando una camioneta paso a su lado raptándola. Todo había pasado tan rápido que no se dio cuenta hasta que la sacaron de la camioneta, hizo lo que pudo para escapar pero uno de esos hombres le inyecto algo que la durmió en segundos dejándola inconsciente.

Notando que no podía mover sus brazos, ni hablar, se rindió y se sentó intentando estar cómoda.

Él alzo la ceja sorprendido de todas las reacciones que se imagino esa era la menos esperada, tal vez gritar o correr a la puerta haya sido más normal.

ㅡHoney, tal vez no lo sepas y disculpas por esto.ㅡ Señaló las sogas. ㅡPero tu noviecito me robo algo que aprecio mucho.

Ella lo miro extrañada.

《¿Novio?》

ㅡEs una pena que tu tengas que pasar por esto...

Ella solo podía verlo y notar en sus ojos, ese pequeño brillo que había también en todos esos chicos que quisieron su número.

ㅡTe tengo una oferta, si revelas todo lo que sabes de él. Podríamos dejarte en paz.ㅡ Dijo acomodando el mechón de cabello en el rostro de ella.

Ella alejo su rostro y frunció el ceño. ¿De quién demonios hablaba? Ella no tenía pareja, como iba darle información de alguien que no conocía, como iba a librarse de esta.

ㅡTe quitare la mordaza, así puedo oír tu respuesta.

Sabía que no era necesario, pero quería oír su voz.

ㅡ¿De quien habla?

Esas fueron sus palabras, más él solo quedó más encantado. Su voz era hermosa, le gustaría grabarla. Aunque fue extraño que no supiera de ese bribón, quizá le estaba mintiendo para encubrirlo.

ㅡEn serio, no sabe de quien hablo.

ㅡNada de nada.

ㅡTengo entendido que ustedes viven juntos.

Se prendió un foco en la cabeza de ella. Él hablaba de México, ella había tenido la mala suerte de ser elegida de entre todos por este para que pida vivir con ella hasta encontrar un departamento propio. Nunca creyó que esto le traería tanto lío, lo mataría cuando lo vea.

ㅡAhora lo recuerdas.

El disfrutaba verla, su rostro semiredondo, ojos negros rasgados, labios rosas y ese largo cabello negro como el carbón. '¿A que sabrá su labial?' Pensó.

ㅡQue les robo, podría traerlo.

ㅡPuedo confia-

Justo en ese momento una de las paredes fue destruida de al parecer un explosivo y de él entró una chica alta y detrás México. Aquel rubio solo pudo agarrar a la chica y ponerla detrás suyo.

Ante el ruido varios de los hombres del rubio abrieron la puerta armados siendo recibidos por la mujer que no dudaría en disparar si entraban, ella cargaba con una metralleta. Dejando que México avance.

ㅡ¿Qué haces acá!ㅡ Grito USA a la chica.

ㅡSon refuerzos gringo, no te awites. Rusia es de temer pero no es para tanto.ㅡ Hablo México caminando hacia él.

ㅡRebajarse a cumplir los caprichos de un mocoso, que pena.ㅡ Burlándose sonrío.

ㅡTan descarado, y tú como puedes involucrar a inocentes en esto.ㅡ Hablo por primera vez la chica del cabello platino.

ㅡSolo busco las cosas que me pertenecen.

ㅡHablas de esto.ㅡ México se quito la gargantilla y la balanceo en sus dedos. ㅡ"Ocin" ¿ese era su nombre? Deja ir a mi hermana y volverá a tus ma-

ㅡWait! ¿Tu hermana? Ella es tu hermana?!ㅡ USA estaba sorprendido y feliz.

ㅡPos si.ㅡ México se sorprendió por su pregunta y al igual que el gringo bajo la guardia.

ㅡ¿Son hermanos?

ㅡSi, es mi hermana.

ㅡ...Really?

ㅡ¡Si chingadamadre!

ㅡ...

ㅡ...

Ante el silencio incluso Rusia tuvo la tentación de mirar los rostros de esos dos, mas se contuvo y siguió mirando a los guardias del gringo. En cambio la otra chica en la sala logró liberarse de las sogas y se levantó a romper el silencio.

ㅡÉl creía que era tu novia. Me sentí ofendida.ㅡ Dijo mientras se sacudía sus ropas. Aún detrás del rubio.

ㅡ¡Perú!

ㅡ¡Cállate! Te permití estar en mi casa y así me pagas.

ㅡP-pero no es mi culpa, fue el gringo.

ㅡExcusas, devuelve lo que robaste y podré irme.

ㅡPero...ㅡ Perú frunció el ceño. ㅡ...Ok, ten gringo.ㅡ México lanzó la gargantilla directo al rostro del gringo, pero este lo atrapó en la palma de su mano.

ㅡGracias.

ㅡBien, me voy.ㅡ Perú se dirigía en la puerta.

Por puro instinto los guardias se separaron e inclinaron como si su jefe fuera quien saliera, solo podían recordar como 4 de sus compañeros tuvieron que ser atendidos por médicos cuando evitaron que esa mujer escapará y eso que en ese momento ella no estaba enojada.

ㅡArgh... Da miedo cuando esta enojada, no Rusia?ㅡ Rusia asintió mientras guardaba su metralleta. ㅡBueno, gracias gringo fue divertido lo de hoy. Te veo pasado mañana.

Y así como llego, se fue.

ㅡ...¿Señor?ㅡ Uno de los guardias se acercó al rubio temiendo su falta de reacción.

ㅡ¿Tienen los datos de esa chica?

ㅡ¿La señorita Perú?

ㅡSi.

ㅡSi señor.

ㅡMuy bien.ㅡ Aquella sonrisa en el rostro de su jefe fue algo extraño de ver para sus guardias.

(...)

Una peruana en sus ropas de oficina salía al fin de su trabajo para regresar a su casa mientras por el teléfono hablaba con su progenitor.

ㅡDe acuerdo papá, alistare uno de los cuartos para que se quede.

Mientras miraba si su taxi había llegado, notó cierta cabellera rubia que feliz la saludaba llamando la atención de varios por su aspecto atractivo y actitud alegre.

ㅡTe hablo luego papá, tengo... unos asuntos.

Ya era el tercer día consecutivo que iba a recogerla de su trabajo, no importaba cuanto ella lo rechazara, seguía llegando. Tal vez si aceptaba una vez ya la dejaría en paz y si no podría noquearlo en cualquier momento.

Final (　＾▽＾) ...

...

Me tarde mucho no? ... Lo siento por este corto, estaba en borradores y quería terminarlo, algo ligero y sencillo...(*´ー｀*)

...

Bueno, los veo el otro año jajaja(*´∇｀)ﾉ
Es broma, intentaré estar un poquito más frecuente. Bye bye.