Los problemas familiares no son algo nuevo, en mi puesto de trabajo (que claramente es real y no es un invento de Thomas en la empresa para tenerme contento), he visto muchas veces estos problemas, incluso Bruce los ha presenciado en nuestras horas de trabajo y claro que los critica puedo ver su mirada juzgona y claro que un bebé puede tener una mirada juzgona, mi hijo lo hace, en fin, los problemas familiares son una realidad a la que todos debemos enfrentarnos alguna vez, pero estoy seguro que nadie tiene tantos problemas como lo hacemos mi padre y yo, nunca nos llevamos bien y simplemente creo que comenzamos a odiarnos justo después de que fui concebido, ciertamente no poseo un solo recuerdo agradable de nuestra relación, durante un tiempo crei que yo era el problema y que lo entendería cuando tuviera hijos, bueno ahora tengo uno y entiendo aún menos a este hombre, quizá fue que siempre fui un poco rebelde, recuerdo aquellas tardes donde hacía alguna cosa que él considerara inadecuada, recuerdo las palizas, el dolor, e incluso la sangre, madre entraba en la masacre e intentaba protegerme pero esto generalmente la convirtió en su nuevo objetivo, recuerdo sus gritos, el caos y la desesperación, después me enliste en el ejército, fue un intento de alejarme de él y escapar de la violencia, pero si soy sincero, fue también un absurdo intento de ganar su cariño y aprobación, cosa que a decir verdad no conseguí. Lo que trato de decir es que nuestra relación siempre se vio opacada por las altas expectativas, la disciplina y algo de abuso por su parte, supongo que eso tuvo mucho que ver con el hecho de que me mudara al otro lado del planeta.

Probablemente esta es la razón por la cual saber de su muerte me quejo con un sentimiento extraño, no puedo decir exactamente qué es lo que es pero se que es raro y vaya que soy bueno con los sentimientos, recibimos la llamada en la mañana y ni siquiera supe que decirle a mi madre, Thomas se hizo cargo de la llamada y Martha se encargó de empacar, ellos creen que mi insensibilidad ante esto es simplemente parte del shock inicial de recibir una noticia como esta, supongo que sí, es mi padre así que eventualmente tendré que llorar, aunque ni siquiera se si realmente puedo estar de luto por una relación inexistente, quiero decir, es una desgracia al igual que la muerte de cualquier ser humano pero joder, se siente tan lejano que simplemente no lo entiendo, sin embargo si puedo distinguir un dolor, uno pequeño pero molesto que me dice que las cosas no estan bien.

-Alfy- Thomas me llamó, sacándome de mis pensamientos- ¿seguro que estas bien amor?.
-Claro, no te preocupes Thom, solo pensaba- respondí.
-¿En qué pensabas?- preguntó Martha.
-En que Bruce es muy pequeño, no creo que un funeral sea para él- mentí descaradamente.
-Te negaste a dejarlo con una niñera- dijo Thomas.
-Me niego a que una extraña se haga cargo de mi bebé.
-Bueno no estará mucho tiempo en el funeral, seguro terminará durmiendo- Martha hace que esto luzca mejor de lo que realmente es.
-Igual no debe tener contacto con la muerte tan pronto- suspire.

A decir verdad nos encontramos en un vuelo que nos llevara a Inglaterra, Thom movió cielo y mar para garantizar que pueda despedirme de mi padre y se niega a decirme cuánto pagó para que “conserven” el cuerpo de mi padre en lo que llegamos, es un asco, pero supongo que es algo que debemos hacer, aunque  se que esta acción bien es intencionada por parte  de mi esposo solo me genera dudas, porque bueno, esta muerto, asi que probablemente tendrá un mal olor, pero supongo que mencionar este hecho hará que mi esposo crea que no aprecio su buena intención.

A pesar de todo lo que ha pasado, ninguno ha mencionado el hecho de mi padre decidio cometer suicidio, hasta donde se y vi por las noticias se coloco un explosivo y atento contra la reina de Inglaterra por una cosa de una organización secreta, gracias al cielo su majestad sobrevivio pero mi padre no conto con la misma suerte, lo cual esta bien o seguramente seria ejecutado y eso seria aun más humillante que la situación actual, he pasado las ultimas horas de vuelo pensando en ello, pensando en sus razones para unirse a este grupo de extremistas que desean undir a Inglaterra en la oscuridad del pasado, creo que mi inquietud a molestado a Bruce pues se convirtio en un bebé bastante irritante, todo le molesta, todo lo hace llorar y todo parece ponerlo de mal humor, supongo que todo esto es bastante confuso para alguien que ni siquiera sabe ir al baño por si solo, en este momento me he convertido en la cosa más interesante del mundo para él, se niega a dejarme, lo cual me inquieta más, pues no pienso llevar a mi hijo a un velorio y no puedo dejarlo solo sin obligarlo a vivir un estrés enorme, aunque Thomas dice que el asunto con mi padre no tiene nada que ver con la ansiedad de Bruce, sino que es un proceso normal, debido a su edad, sube “ansiedad por separación” y la verdad no se si esto me tranquiliza o me hace sentir peor.

Bruce no parece notar realmente que acaba de perder un abuelo, imagino que sería distinto con el padre de Martha, el señor Clark ama a nuestro pequeño y Bruce lo adora, realmente pasan el día entero juntos cuando él viene a visitarnos e incluso mi pequeño ha aprendido a distinguir su aroma en cuanto pone un pie en la mansión pues no importa si está durmiendo abre los ojos, Martha encuentra esto adorable y muy divertido, sin embargo mi bebé ni siquiera se lleva bien con mi padre es como si Bruce le hubiera declarado la guerra desde el momento en que nació, lo ve con odio y estoy seguro de que lo he escuchado gruñir a él.

Terminamos llegando a Inglaterra en la madrugada, y para mi fortuna ya nos estaba esperando una camioneta que Thom rento para movernos aquí, iremos a una habitación de hotel, pues no podemos quedarnos en casa de mis padres simplemente por la falta de espacio, somos una familia de cuatro, no cabemos en mi antigua habitación, no sería cómodo. He de admitir que pasé casi toda la noche sin dormir, simplemente sumido en mis pensamientos, abrumado por la situación y las dudas que no dejan de surgir, todo esto es tan irreal, demasiado irreal, y cuando me di cuenta la luz del sol se filtraba por la ventana.

***

Tomamos el desayuno en casa de mi madre, había olvidado lo delicioso que era su guiso, es como volver a casa, no tenía idea de cuanto extrañaba la comida de mamá, la casa se siente extraña, nadie habla, nadie discute, es como si se encontrara sola, Bruce se encuentra en el regazo de su abuela, comiendo de su cuchara, mamá sabe cómo mantener a Bruce tranquilo, supongo que es porque su aroma es similar al mio.

-Debemos conseguir a alguien que cuide a Bruce- finalmente mi madre rompió el silencio a lo que simplemente deje de lado mis cubiertos para verla- no pensarás llevarlo a un funeral.

-Claro que no, pero no me gusta la idea de que un extraño cuide de él- respondí viendo a mi bebé que parece luchar contra la carne.

-Esme es una buena opción- comentó ella.

-Mi hijo no estará bajo el cuidado de la Ex de mi esposo- Respondió Martha.

Hice una mueca.

-Fue una relación de menos de un mes, no creo que cuente como una ex- murmure.

-¿Te acostaste con ella?- preguntó Thomas, causando que mi madre casi se atragantó con su comida.

-¡Thomas!- regañe.

Bruce liberó una carcajada.

-Entonces si es una ex- agregó él, restando importancia a su falta de respeto.

-Bueno, no importa eso, solo digo que no debemos llevar al bebé- dijo mi madre una vez que logró reponerse, incluso sigue sonrojada- qué pasa con tus amigos.

-No les dejaría cuidar ni una planta Má- suspire.

No me malinterpreten, adoro a mis amigos pero los conozco y sé que son un grupo de idiotas, inmaduros, medio retrasados y algo estúpidos pero son mis mejores amigos, sin embargo no les dejaría a mi bebé, y Thomas tampoco lo permitiría, mi amor es un poco estricto con lo que tiene que ver con el pequeño.

-Ya veremos cómo resolver esto, cuando tengamos que ir- agregó.

-Entiendo- tomó las manos de mi pequeño - Supongo que podemos turnarnos, una hora o dos cuidándolo en casa.

-Puedo quedarme- finalmente Martha intervino- ciertamente no me siento cómoda en los funerales, y ustedes eran más cercanos a mi suegro.

-Ni siquiera muerto deja de causar problemas- murmure ganando una patada por debajo de la mesa por parte de Thom y una mirada asesina de parte de Mamá- ¿Que?, no estoy mintiendo.

-Tu padre hizo lo mejor que pudo con nosotros- Mamá como siempre, intenta defenderlo.

-Claro, tengo las cicatrices que lo demuestran- respondí y me puse de pie, no le daría tiempo de recriminar o responder- llevare a Bruce a tomar su siesta- asegure simplemente para tomar a mi bebé y salir de la cocina.

Puedo sentir la angustia e irritación de parte de mis parejas el enlace lo hace posible, es molesto, ellos creen que por estar muerto ahora es un santo pero no es así, la muerte no santifica a los idiotas mucho menos a los idiotas que se quitan la vida en un atentado contra su majestad, y es que ellos no lo entienden, no entienden lo que es luchar cada segundo de tu vida por recibir un grano de amaranto de aprobación y que sin importar lo que hagas comprender que jamás serás suficiente, se que no fui el hijo que mi padre deseaba, no soy del todo varonil no de la forma tradicional, mi cuerpo es pequeño es frágil y no importa mi entrenamiento o letalidad, no es lo que él esperaba, luego está mi casta, si soy un Omega una carga para el macho Alfa, un estorbo que cometió el error de no ser algo superior, mi padre odiaba todo esto, odiaba mi forma de ver el mundo con un optimismo casi cómico y sádico, odiaba mi estupidez y mi habilidad de escapar de los problemas.

-Shh, shh, está bien Brucey- murmure acunando a mi bebé sobre mi pecho.

-uhm- Bruce se queja.

-Ya vamos a dormir amor,la pesadilla pronto terminará.

Odiaba que fuera un niño tan inquieto, detestaba mi risa por los pasillos, mi curiosidad al explorar el mundo y mi habilidad de destruir las cosas con mis ideas, odiaba que no fuera el niño deportista como los hijos de sus amigos, que yo prefiriera pasar el tiempo en la cocina con mamá que jugando en las calles, nada lo hacía cabrear más que no tomara un castigo en silencio y gritara como un niño que busca sobrevivir en lugar de tomar los golpes como un hombre.

-Esta bien amor, mamá solo está confundido- murmuré besando su cabecita, Bruce siente mi angustia y quizá no lo entiende pero se que se preocupa tomando mi rostro con sus manitas- mamá estará bien -detesto que Bruce moje sus manos con mis lágrimas, ese hombre no merece que mi hijo moje sus manos en las lágrimas que él provocó.

Pero mi padre no detesto nada igual que mis decisiones de vida, estaba furioso cuando me marche al ejército, intentó golpearme por ser tan estupido y arriesgarme por “un gobierno podrido”, no respondió una sola de mis cartas desde que ingrese y ni siquiera me vio a la cara cuando regrese, luego vino Martha y de alguna manera crei que eso lo haría feliz hasta que llego Thomas y volvió en él esa mirada desaprobación, ni hablar de cuando Bruce nació, el simplemente me dejo marcharme como aquella vez rumbo al ejército, no le importo y prefirió morir en su odio y rencor antes de aceptarme en su vida y restaurar nunca inexistente relación.

Duele, claro que duele, no si el hecho de saber que mi padre murió odiando cada segundo de vida o el hecho de que jamás logramos entendernos, no se si realmente estoy de luto o solo estoy aliviado de que mi cachorro no tendrá a una persona así de violenta en su vida, no lo se, no lo entiendo pero de alguna manera aquí estoy, en mi antigua habitación con mi bebé sobre mi pecho y llorando, llorando por lo que pudo ser y jamás se volvió real, por lo que no pude cumplir y por el alma de este hombre, Bruce se angustia con mis lágrimas puedo verlo en sus grandes ojos azules que me miraban con intriga, con sus manitas que golpean mis mejillas y esos balbuceos tan confusos que no entiendo pero de alguna manera son tan reconfortantes.

-Ma..ma- y entonces esos balbuceos tuvieron sentido.

-¿Qué dijiste?- pregunte sentándome de golpe en la cama, sosteniendo al pequeño en  mi regazo.

-Ma…ma, ma..ma- como el cielo buscará entregar un regalo mi pequeño dijo sus primeras palabras, deje las lágrimas y la angustia atrás, cargando a mi cachorro con emoción.

-¡Oh, Dios, Dios, Dios!- salte de la cama levantando al pequeño y haciéndolo girar así como reir- si, si, si, Mi amor, soy mamá, mamá- reía ante la emoción abrazando más a mi bebé hacia mi pecho y Bruce parece tan orgulloso de su actuar que solo aplaude con alegría- oh, debemos mostrarle a mamá y a papá- de la nada recordé que no soy una madre soltera adolecente y si puedo compartir esta alegría con sus padres- ¡Thomas, Martha, Mi bebé dijo su primer palabra!- gritaba al bajar las escaleras corriendo a mi familia con una alegría que claramente se contagió.

Puede que mi padre odiaba muchas cosas, pero si algo aprendí es que yo no soy él y seré yo quien se encargue de que la vida de mi niño se colme de alegrías y buenos recuerdos, seré yo quien aplauda tan fuerte sus logros que jamas se sentira solo, seré su padre, su compañero, médico y consejero, seré todo lo que mi pequeño Bruce necesite y haré todo lo que esté en mi para asegurar que mi niño tenga la mejor de las vidas, lo haré feliz en cada segundo y lo amare cada una de sus imperfecciones como nadie más lo hará.