Capítulo 6
Ambos equipos siguieron con sus prácticas. Jimin a momentos observaba a JungKook, ya que él y su equipo se encontraban ocupando la otra mitad del gimnasio. Tenía bastante que reclamarle al menor, pero no de la típica manera en la que una persona le habla casi a gritos a otra u otro, no, claro que no, Park le reclamaría a besos, tocadas, caricias que lo lleven a la desesperación, acariciaría tanto su polla para luego aumentar el ritmo, provocarle la erección más grande y necesitada, la anhelación de ser follado y cuando llegara a ese punto, en el que le rogaría por un salvaje sexo, él, Park Jimin, quien fue provocado dos veces, lo dejaría ahí, sin darle el placer que necesitaría su culo, sus huevos, su polla, su ser. Aunque probablemente el mayor se iría con un puto dolor en la entrepierna, pero quería su venganza.
JungKook sintió la intensa mirada de Jimin, pero lo ignoró porque si decidía seguirle el juego, ambos terminarían tocándose en las regaderas y de momento prefería hacerlo esperar un poco más. Sí, ansiaba ser tocado por aquellas pequeñas manos, porque no podía omitir el tamaño de ellas, pero ¡Vaya que sabían tocar! Se volvía loco, sus hormonas se revolucionaban con un simple roce de aquellas partes de Park Jimin, aquellas manos que acariciaron su polla de una manera que lo desquicio.
—Voy a creer que ese bulto fue provocado por lo emocionado que te pone el entrenamiento, JungKook —el menor abandonó sus pensamientos sexuales, cayendo en la realidad, la cual era, él corriendo con TaeHyung a su lado, a quien por cierto había olvidado que tenía cerca— Eres tan guarro, y yo creía que eras de esos chicos que se escondían tras los mangas y anime.
—Pues ya ves que no —señaló su entrepierna— Y no, este bulto es a causa de tu ex mejor amigo, quien por cierto no ha dejado de observarme desde hace un rato.
—¿Y? ¿Esperas que vaya y le pida que deje de mirarte y que en su lugar te arrastre hasta las regaderas y te meta su polla suelta? —preguntó con sarcasmo y burla—.
—No, pero podrías ir y decirle que después del entrenamiento podría regalarle otro orgasmo sin que me folle.
—Te vas a quemar JungKook y vas a estar, mínimo, una semana con un dolor de culo que no querrás volver a provocar a Jimin.
—Ni que tuviera una polla extragrande —soltó riendo—.
—No, claramente no la tiene extragrande, pero es bestia al momento de follar. Le gusta dominar completamente ese momento. Le gusta correrse lentamente, disfrutar la sensación de sentir su semen recorrer su polla y luego salir con fuerza manchando todo a su paso —JungKook miró fijamente a TaeHyung, comenzando a preguntarse como sabe todo eso— Le gusta jugar hasta el límite de que su compañero sexual pida a gritos ser follado, lleva a la locura.
—¿Cómo sabes todo eso?
—¿Creías que en tantos años de amistad jamás llegaríamos al punto de acostarnos? —rio divertido— Ambos perdimos la virginidad con el otro y para ese entonces Jimin sabía exactamente lo que hacía.
—Vaya amistad la de ustedes.
—Nuestra amistad siempre fue única, por supuesto, hasta que lo arruinó todo.
—Fueron follaamigos.
—Algo así, más bien quisimos que nuestra primera vez fuera con alguien de quien no nos arrepentiríamos. Si no fuera porque nos queríamos mucho como hermanos, seguro habríamos sido novios, pero él es demasiado puto para mí y yo demasiado fiel para él.
—¿Hoseok sabe que perdiste tu virginidad con Jimin?
—No, cree que la perdí con él. Aunque no es algo que le deba importar, lo conocí mucho tiempo después.
—Seguro se enojaría con Park por no contarle algo así.
—No sé y ni quiero saberlo.
Jimin seguía observando al menor, sin notar que alguien lo observaba a él y aquel chico que llevaba robando su atención desde hace un buen rato, por lo que sin importarle nadie ni nadie, se dirigió hacia JungKook.
Hoseok notó al chico que suele mantener enojado a Jimin o al menos, el único chico que realmente lo hacía enfadar. Fue raro para el capitán de futbol que justamente él se presentara en el gimnasio sabiendo que Jimin y su padre se encontrarían en el lugar.
—Hola —saludó a Jeon, quien lo miró algo confundido— JungKook ¿verdad?
—Sí y tú ¿Quién eres?
—¿Qué haces acá? —preguntó molesto TaeHyung desviando un poco su mirada hacia Jimin, quien ya había visto a su odioso hermanastro— No sueles venir...
—Estoy hablando con él —señaló a Jeon— Así que te puedes ir tras la polla de Hobi...espera, verdad que ya no están juntos —se burló, enfadando a Kim— Ahora prefiere el culo de mi capitán.
—¿Y tú? ¿Sigues buscando las sobras que Jimin deja? —contraataco Tae— Porque por eso estas aquí, seguramente ya escuchaste que tu amado hermano va tras el culo de JungKook.
—Y por lo que puedo deducir aún no se lo folla —miró completamente a Jeon, centrándose en su entrepierna— Veo que estás animado. ¿Quieres que te ayude con eso?
JungKook para nada se sorprendió con la actitud atrevida y arrogante, del que parece ser el famoso hermanastro de Park, admitía que le gustaba que fueran atrevidos, pues él tiene ese tipo de personalidad, sobre todo cuando se trata de coquetear, pero ser llamado "sobras de Jimin" lo fastidio.
—Primero; me importa una mierda tus problemas familiares con Jimin. Segundo; de ese tipo de problemas se encargará quien lo provocó y no has sido tú quien me provocó la erección. Tercero; yo decido si tu hermano me folla o no —molesto miró a TaeHyung— Cuarto; no soy la "sobra de Jimin" y por último; no me niego a una erección provocada por ti.
Tanto TaeHyung como Jun Hong se sorprendieron por la respuesta de JungKook, pues hasta ese momento sólo conocían a Jimin siendo putamente descarado, por lo que esto, particularmente, llamó mucho la atención en el hermanastro de Park.
—Ya veo por qué el imbécil ese va tras tuyo —Jun acortó la distancia entre él y Jeon, quien mostró una sonrisa lasciva— Entonces ¿Quieres que te provoque una nueva erección?
—¿Acaso quieres que entre en tu batalla familiar que tienes con Jimin? —preguntó coqueto JungKook— Porque esa clase de juegos jamás lo jugué.
—Y no lo vas a jugar —tanto JungKook como Jun giraron un poco sus rostros para mirar a Jimin, quien estaba junto a ellos—.
Jun miró divertido a su hermanastro, quien, por cierto, lo estaba fulminando con la mirada. Tan sólo su presencia ya molestaba JiMin y en ese momento quería golpearlo.
JungKook observó primero a Jimin y luego a Jun, sonrió de lado y se cruzó de brazos, esperando a que alguno dijera algo. Mientras que Hoseok inmediatamente se acercó, pues sabía que los hermanastros podían terminar dándose puñetazos. El entrenador del club de futbol, padre de Jimin decidió ignorar la situación y dar por finalizado el entrenamiento.
—¿Qué haces acá? No sueles venir —habló Jimin enojado— Vete.
—No eres dueño del gimnasio, hermanito —respondió con total desagrado Jun— Y ahora mismo mi asunto es con JungKook —miró al nombrado— Entonces ¿me encargo? —señalo descaradamente la entrepierna de Jeon, quien sonrió lascivamente—.
—Ya te dije que quién lo provocó debe hacerse responsable —miró de reojo a Jimin, quien notó esa mirada rápida del menor— Y como no me interesa este jueguito, aunque es muy excitante, los dejo —paso en medio de ambos y se dirigió a las regaderas, ya que Bogum también dio por terminado el entrenamiento—.
—Jimin —lo llamó Hoseok, quien se quedó de pie junto a él— No armes líos ¿sí? Ya sabes que sólo te quiere causar problemas.
—Lo sé —soltó un suspiro, mirando ahora divertido a su hermanastro— Lo siento, pero te debo dejar. Debo encargarme de algo —miró descaradamente hacia las regaderas, ganándose un gruñido por parte de Jun por "perder" ante Park— Adiós hermanito.
Hoseok observó a su amigo marcharse rápidamente hacia las regaderas, donde tanto él como TaeHyung sabían a qué se dirigía hacia ese lugar. Volvió su mirada a su exnovio, quien al sentirse observado le devolvió la mirada.
—Tae...
—Su papá sigue estando de parte de Jun —comentó molesto— ¿Cuándo comenzará a querer realmente a su hijo?
—Todavía te preocupas por Jimin —comentó sonriendo cálidamente Hoseok—.
—No porque él haya sido una mierda conmigo, significa que yo lo seré también.
—¿Lo perdonaste?
—No soy nadie para perdonar.
—¿Sigues enojado con él?
—No, pero sigo sintiéndome traicionado.
—¿Y conmigo?
—Tú ya ni el sentimiento de traición me causas, Hoseok —giró sobre sus pies y se encaminó hacia Bogum, quien esperaba por él a un par de metros—.
El mayor se quedó observando como su exnovio se alejaba de él junto a otro hombre, a quien por cierto no dejaba de sonreírle, recordándole que aquella sonrisa durante mucho tiempo había sido sólo suya.
Mientras Hoseok volvía arrepentirse de haberle sido infiel a TaeHyung, Jimin ya se encontraba en las regaderas, observando el cuerpo desnudo de Jeon, centrándose un poco más en la erección del menor.
—Así que yo provoque eso en tu polla —comentó el mayor comenzando a quitarse la camiseta de entrenamiento, dejándole ver al menor lo marcado que estaba en el abdomen y sus fuertes y musculosos brazos—.
—Sí ¿te harás cargo? —el menor se giró, no quedándose atrás con su cuerpo, el cual era muy deseable para Jimin, tanto que ya había animado su entrepierna—.
—Siempre me hago cargo de lo que sea que provoque, más si es una erección —se sacó las zapatillas, calcetines y caminó hacia Jeon, quien lamió su labio inferior observando a Jimin— ¿Esta vez vas a dejar que te folle?
—¿Tan ansioso estás de follarme? —Jeon siempre había sido coqueto, pero en ese momento estaba siendo extremadamente coqueto y lujurioso—.
—Estoy ansioso de escucharte gemir y gritar mi nombre —a centímetros de los labios de JungKook, lo agarró de la cintura y acercó completamente ambos cuerpos, chocando sus erecciones— De recorrer tu cuerpo, lamer cada parte tuya y llenarte de mí semen después de terminar con un grandioso orgasmo.
JungKook había comenzado a excitarse de sobremanera con las palabras de Jimin, imaginarse la lengua del mayor lamer cada parte de su cuerpo lo hacía más deseable, tanto que ansiaba ser penetrado por él. Quería sentir aquel liquido en su culo después del magnífico sexo que sabía que tendría con Park.
Jimin fue bajando lenta y sensualmente su diestra por el abdomen de Jeon hasta llegar a la gruesa polla del menor, sintiendo las palpitaciones de la carne, ansiosa de ser masturbada, la cual bien podría ganarse una que otra mamada por parte del mayor. El propósito de éste era llevar al límite a JungKook y que pidiera, rogara por ser follado.
—Estás muy duro, Jeon —susurro Park sobre los labios del menor— Me gusta ponerte de esta manera.
—Y a mí me gustará más cuando hagas algo —gruño JungKook— Si tardas, me iré.
—Esa actitud tuya me cabrea, pero me excita —rodeo la erección del menor y fue tirando de esta de a poco, provocando suspiros en el menor— ¿Vas a dejar que te folle?
—Lo pensaré... ¡Aahh! —gritó por el dolor y placer que sintió cuando Park tiró de su polla con fuerza. Eso debió bajar la erección por el dolor, pero Jimin sabía cómo jalar de una polla para causar justamente aquello que causo en Jeon. Dolor y un indescriptible placer—.
—Quiero, deseo follarte Jeon —paso su lengua por el labio inferior del menor— Ansío tenerte bajo mi cuerpo, penetrándote duro, fuerte, rápido y muy salvaje.
—Deja eso y mastúrbame, idiota —exigió Jeon, cerrando con fuerzas sus ojos por sentir el suave tacto de los dedos de Jimin sobre toda su carne palpitante— Si lo haces, tal vez te deje follarme.
—¿Ah sí? —ansioso, Jimin volvió a envolver la polla de Jeon, comenzando lentos, pero fuertes movimientos de arriba hacia abajo en la erección—.
—Ah...oh, Dios... —soltó entre gemidos JungKook, ya que Jimin aumento el ritmo—.
La mano de Jimin subía y bajaba, tiraba y apretaba. Disminuía el ritmo y aceleraba cuando escuchaba gemir lentamente a Jeon. Separó un poco sus cuerpos y bajó hasta quedar de rodillas frente al menor. Este lo miró con deseo, lujuria y mucho morbo. Muchos le habían dado una mamada, pero pocos fueron capaz de llevarlo al orgasmo, pero presentía que Jimin haría la diferencia.
El mayor separó un poco las piernas del menor, sin dejar de mirarlo. No sólo lo envolvía con sus caricias, sino que su mirada lo llevaba a un mundo donde el morbo, placer y satisfacción reinaban. Park acercó su rostro a la erección, por lo que JungKook imaginó que iniciaría la mamada, pero para su sorpresa, la lengua de Jimin se entretenía con sus testículos, siendo el nuevo punto P de Jeon sumando el hecho de que la masturbación ya lo volvía loco.
Jeon estaba viajando a un mundo del cual no quería salir, al menos no por un par de horas. La manera en cómo Jimin le lamía los testículos, en cómo le daba leves mordidas causándoles pequeños espasmos, en cómo chupaba primero uno, volviendo loco, para enseguida, sin darle respiro alguno, chupaba el otro. Ensalivaba todo a su paso, cada pedazo de carne, succiono primero uno, para terminar, succionando el otro y regalándole una lamida.
Tembló cuando sintió la lengua del mayor recorrer su escroto, ya que nadie, nunca, le había lamido en esa zona y jamás pensó que causaría tanto placer y un cosquilleo que le recorrió todo el cuerpo. Jeon cerró con fuerzas sus ojos, dejando escapar un gemido fuerte, cargado de sensualidad y desesperación, pues estaba siendo torturado como jamás lo fue antes. Sí, TaeHyung tenía razón y odiaba ese hecho, pues no quería rogarle a Jimin para que lo follase ya, pues tenía su propio orgullo y dignidad de hombre, el cual llevaba cuidando durante años y no por un chico que le estaba haciendo la mejor masturbación de su puta vida, junto con unas lamidas, chupadas y succiones en sus testículos y escroto, no por eso, él pediría ansioso, necesitado, urgido, deseoso que lo follara, no, trataría de aguantar todo lo que pudiera, lo cual sabía que sería poco, pues estaba por llegar al orgasmo.
Jimin miró hacia arriba, sonriendo victorioso por ver la mirada necesitada de JungKook, sí, el menor lo quería, lo deseaba, lo necesitaba con urgencia en su culo, dentro de su culo dándole las estocadas más fuertes, poderosas, placenteras, salvajes, sensuales y profundas, que sabía podría obtener de Park Jimin. Deseaba ser embestido, ¡Ya!
—Jeon —lo llamó el mayor, viendo cómo el menor iba abriendo lentamente sus ojos— Me quieres ya dentro tuyo ¿verdad? Necesitas mi polla en tu lindo culito.
—Y si ya lo sabes ¿para qué me preguntas? —gruño Jeon mirándolo fijamente—.
—Estoy esperando que me pidas que te folle —le sonrió el mayor al menor, quien sonrió con burla— ¿Qué?
—No te lo pediré... —y antes de decir algo más, Jimin se levantó de golpe y atrapo los labios del menor en un fogoso beso—.
Park volvió aumentar el ritmo de su mano, mientras que con la otra acariciaba y apretaba una de las nalgas de Jeon. Ambos gemían, pero JungKook soltaba gruñidos cada que Jimin apretaba demasiado fuerte su nalga. El mayor froto su erección contra la del menor, soltando un fuerte gemido y jadeo. Suspiro en los labios del menor mientras éste sonreía.
Pero Jimin recordó las ocasiones en las que el menor lo provocó para luego abandonarlo con un enorme dolor de polla y huevos, por lo que sin esperar a que JungKook se corriera, soltó la carne palpitante y gruesa, miró fijamente al Jeon y le sonrió de la manera más sensual que el menor nunca vio, siendo hipnotizado por aquellos ojos.
—¿Qué sucede? —JungKook preguntó confundido, totalmente extasiado, viendo cómo el mayor se alejaba de su cuerpo y buscaba su ropa en el piso— ¿Qué haces?
—¿Creíste que soy el tipo de chico a quien se le deja caliente y luego es abandonado? —se acercó de nuevo, ya con su ropa puesta. Agarró de la cintura al menor y lo besó ferozmente— No querido Kookie, a mí no se me deja con la polla animada, para luego tener que encargarme a través de una puta masturbación.
Sonriendo, Park se alejó y abandonó la regadera.
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