Capítulo 5
JungKook no encontró por ningún lado a TaeHyung, por lo que lo llamó a su celular, éste le respondió al tercer llamado y le comentó que estaba esperando a su hermano algo distanciado del lugar, que luego le comentaría la razón de eso. El menor no se lo pensó y se dirigió hacia donde estaba Kim y esperar con él a HeeChul, quien ya iba de camino por ellos.
Mientras que, en la fiesta, un furioso Park Jimin abandonó el baño. Buscó por unos minutos a Jeon y no precisamente para continuar con el momento tan fogoso y cachondo que tuvieron en el baño, sino que, para machacarle la polla por dejarlo con ansias de más, pero no tuvo suerte, porque no lo encontró por ningún lado. Hoseok notó raro a su amigo, por lo que se acercó a él y le preguntó que le sucedía.
—Me dejo con toda la calentura —Jimin estaba realmente molesto y el mayor lo notó— El muy hijo de puta me dio la mejor jalada que jamás antes me han dado ni me he dado, para ¡Luego irse!
—Vaya, el primer chico o más bien, persona, que te hace algo así —Ho Seok se burló inmediatamente— Al menos te dio un buen orgasmo ¿verdad?
—Uno muy bueno —admitió, pero aun sintiendo molestia y algo de humillación— Pero cuando lo vea, le partiré ese culito sensual que tiene con mi polla gorda y suelta.
—Como que te estas obsesionando con ese chico, Jimin.
—No lo dejare tranquilo hasta escucharle gemir mi nombre bajo mi cuerpo.
—Y por lo que veo, no será tan fácil —dijo con tono burlesco a su amigo, quien estaba mirando a su alrededor, seguramente, buscando una nueva víctima que pueda saciar, un poco, el deseo sexual que llevaba por culpa de Jeon—.
—Mientras ese momento llega, ya tengo en mente con quien me divertiré esta noche, porque de que me follo a alguien, follo.
Hoseok sólo movió de manera negativa su cabeza al ver como Jimin se alejaba, acercándose a un chico que estaba solo en una esquina. No era exactamente del tipo de su amigo, pero sabía que Jeon lo había calentado demasiado, por lo que ese escuálido muchacho estaría bien para lo que quedaba de noche para Park.
***
Tanto TaeHyung como JungKook se mantenían en silencio en el auto. HeeChul los observaba por el retrovisor del auto, ya que su hermano pequeño decidió sentarse atrás, para evitar que el mayor notara que había llorado.
TaeHyung no podía dejar de pensar en su amado exnovio, en los momentos que pasaron juntos. En sus palabras de amor, sus caricias, sus besos, abrazos y aquellas noches donde le hizo el amor. Le fue imposible no derramar un par de lágrimas, las cuales JungKook notó.
—Al final terminó por llevarme al baño —Jeon decidió hablar y romper el incomodo silencio en el auto, y de esa manera llamar la atención de los Kim— Pero no logró su cometido.
—Te vi entretenido con su polla, JungKook —TaeHyung decidió no darle más importancia de la necesaria a lo que sucedió con su ex, dejando de lado su dolor (por su propio bien) y concentrarse en el momento cachondo que narraba su amigo— Y a Jimin lo vi muy entretenido disfrutando de tus manos.
—Y vaya que se divirtió, pero lo deje a medias —se carcajeo ante su cometido, siendo la primera vez que TaeHyung lo veía de esa manera—.
—Jimin te hará mierda —soltó entre risas HeeChul, ya que, conoce demasiado a Jimin para saber que a nadie le perdonaría ese tipo de travesura— Te partirá el culo, de eso estoy seguro.
—Y yo —apoyo TaeHyung riéndose— Jamás nadie le hizo algo así.
—Entonces yo soy el primero en hacerle algo así a tu querido ex mejor amigo, TaeHyung —comentó sonriendo traviesamente, muy orgulloso por su cometido— Lo que venga después, lo disfrutaré, de eso estoy seguro.
El fin de semana paso rápido, para mala suerte de JungKook, pues no tenía ganas de iniciar una nueva semana de clases. Aunque este pensamiento cambio cuando recordó lo ocurrido en la fiesta. Los gemidos y jadeos que le provoco Jimin con sólo tocarlo, cuando le hablaba en el oído, cómo lo provoco y su grito al llevar al mayor al orgasmo, le provoco unas enormes ganas de tocarse pensando en Park Jimin y de tener unas ansiosas ganas de ir a clases, simplemente para iniciar su verdadero juego de seducción hacia su mayor.
Llevó su diestra hacia su entrepierna, tocando su gruesa polla, la cual necesitaba ser tratada rápidamente, pues tenía mucho por "soltar". Rodeó su eje con su mano, iniciando un rápido movimiento de arriba hacia abajo. Jamás había estado tan necesitado de masturbarse, el dolor en sus testículos se hacía incontrolable.
Cerró fuertemente sus ojos cuando sus movimientos se hicieron rápidos y hasta fuerte, llegando a causarse daño con alguna jalada. Necesitaba llegar ya al orgasmo y eyacular cada gota de semen. Necesitaba de sobremanera liberarse del deseo, lujuria y, sobre todo, del dolor de sus bolas provocado por aquel chico que lo pone más que duro.
—Mierda...mierda... ¡Joder! —gritó sin llegar aún al orgasmo— Puto de mierda —dijo refiriéndose al mayor— Jamás nadie provoco...ah...esto en mi —volvió a cerrar sus ojos, siendo cada vez más rápido con sus movimientos rodeando su polla gruesa, dura y necesitada— Maldito puto... ¡Aahh! —la liberación que sintió cuando el semen salió con fuerza de su miembro fue tan liberador como cuando el mayor eyaculo en sus manos. Fue tan morboso y le dejo la sensación más exquisita y por supuesto, un sentimiento de ansia, que por segundos, lo descoloco—.
Aquella había sido una mañana del lunes muy particular, ya que no es como si cada lunes de semana iniciara de esa manera, es más, suele masturbarse por las tardes, cuando se siente agotado y quiere animarse de alguna manera, no a primera hora del día, pero presentía que no sería la primera y única vez, ni tampoco que sólo ocurriría el primer día de la semana.
Bajó a desayunar junto a su madre, quien esperaba por él, mientras que su padre ya se había ido a trabajar.
—¿Ha estado buena la fiesta? —preguntó ella mientras le servía una taza de café a su hijo. Le gustaba el café por las mañanas a Jeon— Ya que hasta ahora te he visto. Tu abuela espero por ti ayer.
—Lo siento mamá, pero me entretuve en casa de mi nuevo amigo y pues llegué bastante tarde —respondió con una sonrisita para no ser regañado— ¿La abuela se fue muy molesta?
—Un poco. Quería verte, te extraña mucho.
—Prometo que iré a verla en cuanto pueda.
—Ya se lo he dicho —le sonrió victoriosamente ahora ella al menor— Y cuéntame sobre tu nuevo amigo, ya que los que te conozco son esas series chinas que miras y esos libros chinos también.
—Primero, esas "series chinas" se llaman anime y los libros se llaman manga —comentó algo fastidiado, ya que su madre siempre llamaba de esa manera a sus "amigos". Ella sabía que su hijo prefería la soledad, aunque eso era sólo para amistades, cuando se trataba de polvos, pues salía en busca de ellos, no suelen faltarle ese tipo de "amistades"— Y pues mi amigo se llama TaeHyung, está algo loco, pero es divertido pasar el rato con él. Es hijo de la directora del instituto, tiene un hermano mayor y líos amorosos.
—Bueno, al menos tienes un amigo de carne y huesos —se rio—.
—Mamá sabes que, aunque no he tenido amigos, sí que he tenido mis aventuras cachondas por ahí.
Cuando JungKook descubrió y acepto su gusto por los hombres, se lo comentó a su madre y padre, a pesar de que ambos sufrieron al inicio, terminaron por aceptar algo que ellos no podrían cambiar, aunque lo quisieran, además no estaban dispuestos a perder a su único hijo. La única condición que le puso su padre al menor fue que no llevara a sus líos amorosos a su casa, que si llevaba a algún chico que fuera aquel que lo enamorara. Ni su padre ni madre se meten en su vida privada ni mucho menos sexual, claro, le exigían que se cuide y vaya al médico cada cierto tiempo.
—Lo sé, hijo —dijo ella, bebiendo de su café. A pesar de que al inicio le fue difícil respetar la vida de su hijo, ya no le incomodaba que su hijo fuera tan liberal para hablar, de hecho, lo prefiere de esa manera antes que le oculte las cosas—.
Terminaron su desayuno entre bromas y platicas sin mucha importancia. JungKook tiene una buena relación con sus padres a pesar de todo. Suele contarles sus problemas en el instituto, relacionado con materias y sus calificaciones, por lo demás, él no se mete en la vida sexual de sus padres, ni sus padres en la de él, solo cuando el menor les pide algún consejo o que opinen en sus acciones, pues quieren confiar y darle la libertad de equivocarse para aprender de esos errores, además sabían que no iba a dejar embarazada a ninguna chica.
Camino al instituto pensó y sintió un cosquilleo en sus bolas recordando lo ocurrido en el baño en aquella fiesta. Era un recuerdo que no podía controlar y dudaba que llegara a olvidarlo. Tuvo que darse un golpe lo suficientemente fuerte en su entrepierna para que no se animara demás.
Al llegar al instituto varios lo observaron, sobre todo los amigos de Yugyeom, con quien tuvo bastante acercamiento en la fiesta, pero como poco le importaban las miradas, siguió su camino hasta su salón. Cuando giró hacia la izquierda, vio al causante de su maravillosa masturbación en la mañana, quien tenía acorralada a una chica contra la pared del pasillo, acariciando los muslos de ésta bajo la falda.
Sus miradas se cruzaron y como si fuera magia, los dos viajaron aquella noche, en esa fiesta, en ese momento en medio de la pista de baile. Jimin recordó el cómo acaricio el cuerpo del menor, soltando un gemido en el oído de la chica, pero no exactamente provocado por ella, mientras que JungKook se mordió el labio inferior recordando las caricias del mayor en su polla. El mayor llevó su diestra a uno de los senos de la chica y apretándolo con fuerza, le sacó un gemido de dolor y placer, sin saber que en ese momento Park se imaginó que era la polla del menor, aunque no había parecido, pero en su memoria, mirada y atención, lo era.
JungKook estaba dispuesto a provocar al mayor, no le importaba las consecuencias, quería ver esa mirada lujuriosa, morbosa, atrevida, deseosa y ansiosa de Jimin, al cual le agradaba bastante ser provocada por él. Y como se propuso algo, se quedó dos metros alejados del mayor y la tipa, apoyándose en la pared del frente. Ninguno dejaba de mirar al otro, comenzando a seducirse sin vergüenza, Jimin llegó a olvidar que la chica estaba contra la pared, en medio de ésta y su cuerpo.
JungKook bajó su zurda a su entrepierna, tocándose tan lentamente que le dolían las bolas, mientras que Jimin comenzaba a ponerse duro, algo que aún no había logrado con la chica. Ella lamió su cuello y lo llevo de vuelta a la realidad, pues había entrado en una burbuja donde sólo estaban él y el atrevido de Jeon. Agarró de la cintura a la chica y giró con ella, quedando ahora él apoyado en la pared, y así poder mirar directamente al menor, quien no dejaba de tocarse, acelerando un poco el ritmo. Park llevó su diestra a su erección ya notoria, la chica lo miró sorprendida, pero luego sonrió con lascivia, pensando aún que ella lo provocaba. Siguieron tocándose un buen rato. Jimin sintió una punzada en las pelotas cuando observo detenidamente los labios del menor, mientras éste se lamía de manera muy erótica, provocando aún más al mayor.
Jimin alejo un poco a la chica con claras intenciones de querer acercarse a Jeon, agarrarlo y llevárselo al baño de hombres más cercano, pero al saber sus intenciones, JungKook volvió a guiñarle de la misma manera el ojo derecho y se dirigió a su sala.
—Quieres jugar con fuego, bien. Voy a hacer que te quemes, JungKook —comentó Jimin dirigiéndose al baño, solo, para hacerse cargo de su dolorosa erección.
Cuando llegó al baño, se encontró con su ex mejor amigo, aunque en realidad Jimin seguía considerando su mejor amigo a TaeHyung a pesar de que éste a él no. Ambos se miraron un momento, Kim notó ansioso a Park y por su rostro supo enseguida la mala jugada que le hicieron, por lo que no pudo evitar burlarse de él.
—¿Te parece gracioso mi situación? —le preguntó algo molesto Jimin entrando a un cubículo, dejando la puerta abierta, después de todo no sería la primera vez que se masturbaba frente a su amigo. Sí, a ese nivel de confianza se tuvieron tiempo atrás— Tu amiguito nuevo es un hijo de puta.
—Dudo que sea más hijo de puta que tú, Park —soltó ahora con rencor en sus palabras, pues aún no olvidaba la traición de a quien creyó un hermano de otra madre—.
—Mierda... —Jimin había comenzado a masturbarse, el dolor en sus bolas, la opresión que causaba su pantalón y el deseo sexual con el que lo dejo JungKook no ayudaba al querer ponerse serio y hablar con TaeHyung— Tenemos que hablar...ahh...lo sé, pero ahora... ¡Mierda! —gritó al sentir cómo su líquido seminal comenzaba a salir, aumentando la cantidad de lo que inicio siendo gotas— Joder, mocoso de mierda...ahh...
—Creo que Jeon te está dando un fuerte dolor de polla, Jimin —dijo con burla—.
—Ni te imaginas cuánto duele —cerró con fuerza sus ojos para segundos después eyacular sobre el inodoro, manchando un poco su calzado y la parte baja de su pantalón— Pero él no tiene idea del dolor de culo que yo le daré.
Antes de que Jimin saliera del cubículo, TaeHyung abandono el baño, pues sabía que su ex mejor amigo querría hablar con él sobre el pasado y él no tenía esa intención, prefería seguir alejado de Park y todo su entorno, sobre todo incluyendo a su exnovio.
JungKook seguía riéndose para sí mismo por su pequeña travesura hacia el mayor. Estaba disfrutando mucho el provocarlo para luego dejarlo con un dolor de polla y seguramente de huevos. Aunque presentía que tal vez eso podría traerle problemas con Jimin, pero también sabía que lo disfrutaría.
—Te estas ganando un dolor en el culo, JungKook —le comentó TaeHyung acercándose al asiento del menor—.
—¿Te encontraste con tu ex mejor amigo en el baño? —preguntó con burla— Por cierto, ¿Qué haces aquí? Está no es tu sala.
—Sí, acabo de verlo en el baño y déjame decirte que te partirá el culo en cuanto tenga la oportunidad y a tu segunda pregunta, no me importa llegar cinco minutos más tarde a clases.
—Al parecer volvieron hablar. ¿Ya lo perdonaste lo que te hizo?
—Simplemente me comentó del dolor de huevos que le causaste, lo demás es otro asunto que aún no puedo perdonar.
—Como sea. Ya se encargó de su polla y huevos. Le regalé otro orgasmo, de los cuales estoy seguro de que disfruto.
—Créeme que los disfrutó, pero Park Jimin no se quedara simplemente con una paja, mucho menos si le cortas el momento.
JungKook le restó importancia a las palabras de TaeHyung, pues sabía que Park era el tipo de chico que no se quedaría con simples pajas, que insistiría hasta obtener su cometido, el cual era su culo, pero no se lo iba a entregar tan fácil. Por primera vez quería seducir al punto de la locura a quien invadirá su ser.
El resto de las clases, hasta la hora del almuerzo, pasaron con lentitud. Fue aburrido para el menor, sobre todo cuando llegó Jimin a su clase, cumpliendo su castigo. Esperaba divertirse más con él, pero extrañamente el mayor no le prestó atención como días anteriores, pero tampoco le importó mucho, por lo que lo ignoro tal cual Park hizo, seguramente por cortarle el momento, como mencionó TaeHyung horas antes.
En la hora de entrenamiento, los equipos de atletismo y futbol compartirían gimnasio de nuevo. La mitad derecha sería para el equipo de Hoseok y la parte izquierda para Bogum.
Jimin estaba siendo regañado por su padre, el entrenador de su equipo. No estaba prestando la atención debida, por lo que claramente lo regañaría. Detestaba que hiciera eso delante de sus compañeros, pues luego era el centro de burla por unos minutos, en cambio para Hoseok, el capitán del equipo, sabía que Park terminaba por sentirse aún más presionado de lo que ya se sentía a causa del entrenador.
—¿Estás bien? —se acercó el capitán a Park— Si quieres ve al baño a lavarte la cara.
—No, estoy bien. Sabes que estoy acostumbrado a sus mierdas —respondió enojado, pero no con su amigo, sino por su situación, contra su padre, sus demás compañeros por burlarse de él, por todo— Juro que un día le daré donde menos lo espera.
—Y ese día será tu fin, lo sabes.
Ambos sabían a que se refería Jimin con "darle donde menos lo espera". El padre de Jimin era el ser más homófobo que ambos conocían, si aceptaba que Hoseok estuviera en el club era netamente por orden de la directora del instituto, pues llegó a querer al muchacho como a un hijo por ser el novio de TaeHyung y todavía le tenía cierto cariño a pesar de todo. Por lo que no estaba en los planes de Jimin comentarle a su padre sobre las veces que se ha follado a tipos, a hombres con pollas como él y que ha disfrutado mucho cada polvo. Tenía muy claro que el día que su padre descubra ese "secreto" de su hijo, perdería todo o lo poco que tenía.
Decidieron dejar la fastidiosa conversación y regresaron a la práctica. Ninguno notó que un viejo amigo y exnovio los observaba desde su puesto. Sabía exactamente por qué el rostro furioso de Jimin, sabía que respuesta le había dado a Hoseok, porque si había alguien que conocía como a la palma de su mano, al revés y al derecho a Park Jimin, ese era Kim TaeHyung.
—Al parecer tu ex mejor amigo no se lleva muy bien con su entrenador —comentó JungKook después de ver la discusión de Jimin y su padre—.
—Jamás se ha llevado del todo bien con su padre. Desde que su madre los abandonó, su papá cambió con él.
—¿Por qué los abandonó?
—Conoció a otro hombre, uno que realmente la quiso cuando ella se sentía sola y pues su padre volvió a casarse tiempo después. Su madrastra tiene un hijo y Jimin no se lleva muy bien con su hermanastro.
—¿Y quién es su hermanastro?
—Creo que aún no lo conoces. Está en el equipo de baloncesto, se llama Jun Hong.
—No, no lo conozco. ¿Cómo se llevan?
—Algo así como perros y gatos. Ambos se detestan, Jun porque cree que el padre de Jimin separó a los suyos y Jimin, bueno, a él poca gente le agrada realmente.
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