Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20


Entre tropiezos, risas y besos, se encaminaron hacia la primera regadera de todas las que había. Se quitaron sus uniformes con rapidez y desesperación. Jimin olvidó en ese momento lo que hizo el menor junto con su hermanastro, pues no podía negar todo lo que sentía ni mucho menos su cuerpo, a todas las sensaciones, emociones y sentimientos que causaba JungKook cuando lo tenía cerca, incluso más en ese tipo de situación.

Con sus cuerpos desnudos, Jimin dejó correr el agua de la regadera. Estaba fría, pero el calor que ambos sentían por el momento no les permitió sentir la potencia del frío, sino que, la sintieron tibia.

Siguieron devorando sus labios, iniciando una guerra dentro de sus bocas cuando sus lenguas querían dominar la otra. Ninguno quería ceder ante el otro. Querían dominar la situación. Park chocaba con movimientos sensuales y provocadores su pelvis contra la de Jeon, rozando sus miembros, llegando a darles estocadas fuertes a la polla hinchada y erecta del menor. Gemían y jadeaban a segundos. Sus lenguas eran succionadas por el otro, turnándose para disfrutar ambos.

El deseo era desenfrenado y ya no aguantarían más.

—Métela ahora, Jimin —gruñó el menor.

Antes de hacerlo, el mayor preparó el orificio del menor. No quería hacerle daño por muy sobreexcitado que estuviera.

Un par de minutos después, JungKook estaba de espaldas contra Jimin, recibiendo gustosamente las embestidas del mayor. Era tanta la euforia que sentían, que JungKook dejó marcas en los muslos de Park y éste jalaba el pelo de Jeon. Lo que el mayor no sabía, era que JungKook vio la marca que dejó la pelirroja en su cuerpo, dejándose dominar por los celos, decidió marcar los muslos del mayor, pero no, no se quedaría satisfecho con eso, por lo que sacó la polla del contrario de su interior, dio media vuelta y de un salto, rodeó la pelvis del mayor. Éste desprevenido, casi cayó de espaldas, pero se mantuvo, agarrando los muslos del menor.

Gruñó cuando JungKook succionó su cuello. Seguro al otro día tendría un chupetón enorme. Le dio una nalgada al menor cuando éste dejó su cuello, se relamió los labios y le sonrió con malicia.

Volvió a penetrar a JungKook, dándole estocadas fuertes, seguras y precisas. El ritmo aumentó al igual que la fuerza. Iban a llegar al orgasmo.

Cuando por fin sus cuerpos se liberaron y explotaron, el agua de la regadera se encargó de llevarse el semen de sus cuerpos. Dejaron la ducha y se acercaron a las bancas que había en el lugar, agarraron unas toallas, que varios minutos antes Jimin había dejado en el lugar. Secaron sus cuerpos entre sonrisas cómplices.

—Entonces —habló el menor, quien terminó de colocarse su calzado—. ¿Estarás en casa de Hoseok en la tarde?

— ¿Crees que todo terminó sólo porque acabamos de follar? —preguntó con cierto tono de burla y molestia—. Te dije que hoy estaré ocupado y que no llegaré a casa de mi amigo ni a la de mi padre.

—Te encontraras con la zorra —escupió sus palabras con veneno y amargura.

—Tal vez...

—Bien. Disfruta de su asquerosa vagina y tetas de silicona.

Cuando paso por el lado derecho del mayor, éste lo agarró el brazo y lo detuvo. Saltó por sobre la banca y quedó frente al menor, quien sólo quería irse del lugar, tratando de zafarse del agarre del mayor.

—No sabía que podías ser tan celoso, JungKook.

—No lo estoy —desvió su mirada.

—Claro, como digas —acercó el cuerpo del menor contra su torso desnudo.

Ambos sintieron la respiración del otro.

—Me debo ir.

—Iré a casa de TaeHyung. Creo que tiene problemas amorosos o algo así.

Mentiría si dijera que no sintió un enorme alivio cuando lo escuchó decir a dónde iría. Sus emociones y sentimientos se le estaban saliendo de control y comenzaba a asustarse.

— ¿Problemas con Hoseok? —preguntó el menor.

—Algo así. Creo que mi mejor amigo a comenzado a confundirse entre sus pretendientes.

—Entre nuestro capitán y tu capitán.

JungKook sabía sobre la relación que tuvo TaeHyung con Hoseok y no debía ser tan inteligente para notar cierto interés de Bogum hacia Kim.

—Supongo que quiere contarme sus problemas y que le dé algún consejo, aunque soy realmente malo en ello, pero podría, al menos, hacerlo reír.

— ¿Crees que regrese con tu capitán?

— ¿La verdad? No lo sé. Con Kim TaeHyung nunca se sabe. Jamás debes esperar algo de él, porque podría sorprenderte, ya sea de buena o mala manera.

— ¿Y tú quieres que regrese con él o prefieres que se quede con Bogum?

—Sólo quiero que sea feliz.

El mayor besó los dulces y sensuales labios del menor. Éste no pudo resistirse y le regreso el beso. Estuvieron un par de minutos besándose, pero sin intenciones de regresar a la regadera y follar. Simplemente se besaban, incluso podría decirse que fueron dulces, tiernos y cariñosos en sus besos.


***



El día fue avanzando. Ambos asistieron al resto de sus clases. Jimin tuvo que arrebatarle una bufanda a un chico de su clase para poder cubrir el enorme chupetón que le dejó JungKook en el cuello. Se cobraría, por supuesto que sí. Ya luego le tocaría a él tener que cubrirse, de alguna manera, su cuello u otra parte de su cuerpo por alguna marca suya.

Jeon se dirigía rápidamente hacia su entrenamiento, pronto iniciarían los campeonatos y debía entrenar tanto como le fuera posible. Aceleró sus pasos, pero terminó cayendo de culo al piso al chocar con el cuerpo de un estudiante, para su mala suerte, ese estudiante.

—Justo a ti te buscaba, niñato.

Jun agarró con fuerza el brazo de Jeon, obligándolo a levantarse del piso. Lo arrinconó contra la pared del pasillo, dándole un fuerte golpe en su espalda contra la pared.

—Mierda —se quejó Jeon.

—Vas a pagarme por lo que me hiciste, JungKook —le advirtió.

—Tú solo te buscaste esa paliza —lo empujó con fuerza. Jamás se dejó agredir por nadie, mucho menos lo haría ahora por un polvo resentido y dolido.

— ¿Tanto te importaba que el bastardo de Park no viera esas fotos? Porque te veías muy sexy en las fotos, Kookie.

Escuchar ese apodo salir de los labios de Jun, le resultó asqueroso.

Definitivamente le gustaba y ponía escucharlo salir de la boca de Jimin. De eso no cabía duda alguna.

—Me importa más de lo que tú me podrías importar.

—Te vas a arrepentir por elegirlo a él antes que a mí.

—Me arrepentiría si te eligiera a ti antes que a él —lo miró con desprecio, incluso con repulsión—. ¿Sabes? Nuestros polvos estuvieron bien. No me quejo de cómo follas, para nada, pero ahora es aburrido. Este tipo de escenitas no van conmigo.

— ¿No? ¿y qué pasa con la pelirroja? Ella es muy candente y sé que a Jimin le ha gustado tirársela en la regadera, tal como te tiró a ti hace horas atrás.

— ¿Nos estuviste vigilando?

—No deberías de fiarte de Jimin, él siempre juega sucio y jamás está satisfecho. Siempre quiere más. No eres especial para él, no seas idiota.

—Te ves tan ridículo ahora mismo, Jun.

Lo empujó de nuevo, pero esta vez para pasar por su lado y dirigirse de una buena vez hacia el gimnasio.
Aunque, desgraciadamente las palabras de Jun retumbaban en sus pensamientos. Sabía que no era especial para Jimin o al menos eso pensaba el menor, pero temió más a la idea de escucharle decir esas palabras, porque para él, Park Jimin ya era alguien importante en su vida.

Aquellos pensamientos negativos y tortuosos se esfumaron cuando entró en el gimnasio y su mirada se cruzó con la de Jimin, quien le sonrió dulcemente desde su posición.

Durante el entrenamiento, Jimin observó al menor desde su posición. Miró la manera en la que estiraba sus piernas, precalentando para luego salir y correr alrededor del gimnasio y finalmente, en la cancha de afuera. Realmente es hermoso, pensó el mayor, soltando una pequeña risita, recordando las veces en las que ha disfrutado de su cuerpo. Una delicia.

JungKook sabía que el mayor lo observaba, por lo que acentúo su culo en su dirección, separó sus piernas a la altura de sus hombros y fue bajando, doblando su cuerpo para estirar sus muslos, con una clara intención de provocar la polla de Jimin, la cual obviamente reaccionó ante tal espectacular vista. Jeon JungKook era toda una tentación andante para Park y lo sabía.

Por otro lado, el capitán del club de atletismo muchas veces prefirió verse como un "tonto" frente a los demás. Un chico que no notaba ciertas cosas o que jamás se enteraba de nada, pero estaban equivocados. Él notaba y veía a la perfección aquellas miradas entre Jeon y Park, como también había notado cómo su compañero de club estaba calentándole la polla al futbolista, por lo que se acercó al menor y le dijo:

—Es hora de correr, Jeon —trató de mantenerse serio, pero es que la situación le causó gracia—. Venga, deja de calentar a Park y ve a correr.

—Ya que nos pillaste, ¿puedo ir a las regaderas primero?

— ¡Joder, Jeon! Eres un sinvergüenza —terminó carcajeándose, segundos después mantuvo la seriedad—. Lo siento, pero luego solucionan el problema de Park y su polla, ahora ve y corre. El campeonato inicia la próxima semana y te necesito en forma y concentrado.

—Ese idiota me desconcentra —señaló a Jimin, quien estaba siendo regañado por Hoseok mientras el menor cubría su erección.

—Está bien.

Bufando, JungKook abandonó el gimnasio. Dio cinco vueltas alrededor del recinto y luego corrió en la cancha. Tenía mucha energía, por lo que no correría diez vueltas, no, correría veinte.

Mientras tanto en el gimnasio, Jimin volvió a concentrarse en el entrenamiento, pues ya no estaba el menor para desconcentrarlo. El entrenador, como siempre, le exigía más a él que a cualquier otro alumno. El capitán se unió a las exigencias de su entrenador hacia su hijo, dejándole ver al adulto que Jimin no estaba solo.

Ambos se extrañaron cuando un pelirrojo se unió a las exigencias, de momento lo dejaron pasar, pero ya luego le preguntarían del por qué decidió unirse, sabiendo que podría causarle problemas. Otros dos más se unieron, los demás le temían demasiado al entrenador y a sus castigos.

Después de una hora de arduo entrenamiento, tanto los de futbol como los de atletismo finalizaron sus prácticas.

—Si saben que tendrán problemas ¿verdad? —les pregunto el capitán a los tres chicos que se unieron a las exigencias del entrenador hacia su hijo.

—Sí, pero no me gustan las injusticias —respondió el pelirrojo—. Además, todos somos compañeros y un solo equipo —les sonrió.

—Ni siquiera sé sus nombres —comentó algo apenado, Park—. Pero gracias, chicos.

—Me llamo TaeMin, llevamos siendo compañeros un año y medio, Jimin —volvió a sonreír—. Él es MinHo, un muy buen amigo.

Ambos se dieron unas rápidas miradas, pero Jimin notó algo en aquellos grandes ojos del alto y en los pequeños, pero sonrientes y cautivadores ojos del pelirrojo. Seguramente siempre que él (Park) y Jeon se miraban, se vería de esa manera. Se notaba la complicidad y relación amorosa como sexual entre esos dos, pensó Jimin.

—Y tú —Park miró al último que se unió a las exigencias del entrenador. Éste simplemente le sonreía muy animado—. Siempre serás un idiota, Eun Kwan.

— ¡Oye! Respeta a tus mayores, mocoso —sonriendo, se acercó al menor—. En el pasado fuimos cercanos. Tómalo como muestra de que aún aprecio esa amistad, aunque te metieras con mi exnovia.

—Estaba borracho, sabes que no suelo controlarme con alcohol en el cuerpo.

—Supongo, pero al menos dolió menos al saber que ella te buscaba y no sólo a ti.

—Era una perra. Te mereces algo mejor.

—Por supuesto.

—Por cierto —habló el alto, junto al pelirrojo—. Desde ahora te apoyaremos.

— ¿Por qué? —preguntó Jimin, bastante curioso y confundido.

—Tienes un padre horrible, Jimin. Además, él nos cae mal, supongo que queremos darle un mal momento.

—Gracias, supongo.

—Bien —habló el capitán—. Trataremos de llevar esto de la mejor manera. En dos semanas iniciara nuestro primer partido y debemos estar en forma, concentrados —miró de reojo al sub-capitán, quien desvió su mirada—. Dormir las horas correspondientes, descansar siempre que puedan y por favor —ahora miró fijamente a Jimin—. No abusen de sus cuerpos y sabes a que me refiero, Jimin.

—No disminuiré mis encuentros sexuales. Es lo único que me quita el jodido estrés.

—No tienes remedio —bufó el mayor.

—Apoyo a Park —soltó MinHo, desordenando dulcemente el pelo del pelirrojo.

—Idiota —soltó el pelirrojo.

—Bueno chicos, los dejo —comentó de repente Park al ver entrar a JungKook al gimnasio—. Tengo cosas por hacer.

—Nosotros también —MinHo paso su brazo derecho por los hombros de TaeMin y se alejaron hacia las regaderas.

Jimin apresuró sus pasos cuando vio que TaeHyung entraba en el gimnasio junto a Bo Gum.

—Bonito culo —soltó con una sonrisa coqueta y mirada lujuriosa, el mayor—. No te imaginas las ganas que tuve de acercarme y follarte en ese momento.

—Y tú no sabes las ganas que sentí de que lo hicieras.

Park acortó la distancia, disfrutando de la respiración del menor chocar con sus labios.

—Estás todo sudado —comentó el mayor, rosando las yemas de sus dedos contra los largos dedos del menor.

—Y tú apestas —rio el menor, mientras Park hizo un tierno puchero—. No se ven mis marcas —observó el cuello del mayor.

—Tuve que pedirle a alguien que me pusiera base, ya sabes, esas cosas que se ponen en el rostro las chicas y algunos chicos.

—El objetivo de los chupetones, es lucirlos.

—El objetivo es disfrutarlos, pero luego ocultarlos para sentir la adrenalina de ser pillado.

Ambos rieron, mientras Jimin seguía rozando los dedos del menor, mientras éste disfrutaba de sobremanera el suave y delicado roce del mayor. Había descubierto algo nuevo. Le encantaba que Park lo tocara de esa manera.

—¿En serio tienes que ir con Kim? Podríamos ver una película y disfrutar de la noche —propuso el menor, deseando internamente que Jimin cambiara de planes.

—Lo siento JungKook, pero soy hombre de palabra y esta noche debo estar para mi mejor amigo.

—Bien —bufó el menor, pero no se alejó ni un centímetro—. Mañana en la noche y la próxima, serás todo mío.

—Será todo un placer, Kookie.

En ese momento, JungKook recordó cuando Jun lo llamó por ese apodo y sí, definitivamente se escuchaba mucho mejor y sensual desde la boca de Jimin. Nadie, jamás, podría igualar la manera, el tono, el sonido ni la mirada que ponía el mayor cada vez que lo llamaba por ese apodo, que, además, lo ponía inmediatamente, sintiendo esas ganas de ser follado ahí mismo, sin importarle quienes seguían aún en el gimnasio ni que TaeHyung esperaba por Park a un par de metros de distancia de ellos.

—Podría estar toda una noche sintiendo y disfrutando del roce de tus dedos —confesó el menor.

—Sería un gusto, pero creo que, si le agregamos una buena follada, sería una noche llena de placeres y satisfacción —disminuyó más, si era posible, la distancia entre ellos, rozando ahora los labios del menor, usando la punta de su lengua—. Desearía follarte ahora mismo, Kookie, pero no me gustaría que los presentes aquí vieran tu delicioso cuerpo desnudo.

—Ni a mí me gustaría que otros vieran cómo me follas ni mucho menos que vieran tu polla al desnudo, hyung.

Se miraron un par de segundos y sin soportar más, unieron sus labios en un fogoso beso. Algunos presentes, además de sus amigos, se sorprendieron un poco. Aquello podría ser de riesgo para ambos, pero sobre todo para Park, pero ¿Qué podían hacer cuando sus cuerpos gritaban por atención del otro? Ya no había control y sus cuerpos lo sabían.

TaeHyung molestó a Jimin durante todo el trayecto del instituto hacia su casa. Mientras que el mayor se quejaba por las burlas, pero no pudo evitar sonreír, después de todo, las sensaciones y sí, sentimientos que causaba Jeon en su interior, le gustaba.

—Ya admite que el niñato ese te gusta.

—Esta noche hablaremos de ti y tus líos amorosos, no del mío.

—Vaya, "del mío" o sea que sólo es uno. Aunque, a decir verdad, desde que estás, de alguna extraña manera con Jeon, no has tenido muchos polvos, sin contar a la pelirroja.

—Repito, hablaremos de ti, no de mí.

—Sólo porque te conviene, idiota nalgón.

Minutos más tarde, al llegar a casa de su mejor amigo, no pudo sonreír ampliamente. Había extrañado de una manera increíble aquella casa. Siempre se sintió acogido por la familia Kim. Siempre lo hicieron sentir como uno más de la familia, a pesar de que la directora del instituto no sabía exactamente la clase de padre que era el entrenador de futbol.

Observó los muebles, los sillones, los cuadros que había en la pared más amplia de la casa, los jarrones con aromáticas flores, las cuales eran cuidadas por el hermano mayor de TaeHyung.

Y sonrió al ver la parte más linda de la pared de cuadros. En el centro había muchas fotografías, las cuales formaban un corazón. En el centro vio aquella primera foto que fue tomada por HeeChul, en ella salían Jimin y TaeHyung sonriendo, sentados bajo un árbol mirando las hojas de éste. Ese día juraron ser amigos para siempre.

—Sigue ahí —comentó con una sincera y amplia sonrisa en su rostro.

—Ese es su lugar. Jamás podría sacarla de ahí.

—Gracias Tae Tae, de verdad gracias.

—No te pongas sentimental. Venga, subamos que hay mucho por hablar.

—Ya, pero primero pide una pizza. Tengo hambre.

—Siempre tienes hambre.

Mientras Jimin subió al dormitorio de su mejor amigo, éste pidió una pizza a domicilio. Tendrían que esperar veinte minutos, pues había más ordenes en su local favorito. Park se cambió de ropa, la cual consistía en un short y sudadera dos tallas más grandes que su talla normal. TaeHyung entró a la habitación con dos vasos de jugo, uno de naranja, ya que sabía que al mayor le gustaban las cosas agrias y el suyo de frutilla.

—Comienza.

—Bogum me invitó al cine, en plan romántico.

—Eso es algo que ambos sabíamos que iba a suceder.

—Lo sé, pero ya sabes...

—Sigues queriendo al idiota de Hope ¿verdad?

—Jamás te podría mentir a ti —se sentó a los pies de su cama—. Ese idiota sigue metido en mis pensamientos, por más frío e indiferente que trate de ser con él.

—Eso también lo sé.

—Pero sigo dolido por sus engaños —miró a Park—. En ocasiones, recuerdo sus infidelidades y termino llorando. Tú mejor que nadie sabe cuánto lo amé.

—Tae, sé que Ho te lastimó demasiado, pero ¿le darías otra oportunidad? Y no me refiero a que regreses con él como novios, sino más bien, que lo escuches.

— ¿Escuchar cómo folló con su supuesta mejor amiga? ¿Qué escuche cómo son los labios de Min Yoon Gi y su misteriosa relación con él?

—No exactamente eso. Escucha su disculpa, TaeHyung. Este tiempo que estuvimos distanciados, he compartido mucho con él y sé cuánto te extraña. Cuánto lamenta el haberte roto el corazón. Él en serio tiene mucho por decirte.

—¿Y Bogum? Él ha estado conmigo todo este tiempo. No puedo hacerle algo así.

—No le harás nada, porque estoy seguro de que él es consciente de que aún sientes algo por tu ex novio. Y porque es un buen chico, estoy seguro de que quiere que vuelvas a sonreír y, sobre todo, que vuelvas a creer en el amor.

—Ay, no —se levantó de su cama, horrorizado.

— ¿Qué pasó?

—¡Joder, enano! Te has enamorado y ahora me sueltas demasiadas palabras cursis.

—No jodas en un momento serio, TaeHyung.

—Bien, haré lo siguiente. Voy a escuchar a Hoseok, pero no te prometo nada. Sobre Bogum, saldré con él. Quién sabe y resulta algo bueno.

—Mientras seas feliz y estés conforme con tu decisión, te apoyaré.

—Gracias Jimin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro