Capítulo 11
El mayor no pudo evitar soltar una carcajada, ya que el falso, pero adorable puchero del menor le causó ternura. No había visto antes esa faceta en su querido amigo, pero tampoco le molestó. Siempre veía ese lado rudo, frío, defensivo y a veces, cortante, todo aquello por su padre.
Admitió, para sus adentros, que el chico nuevo, quien ahora forma parte del club de atletismo, estuviera influyendo en Jimin. No sabía todavía si de buena o mala manera, pero de momento le agradaba. Lo demás era cosa de tiempo.
—¿Hoy te quedarás en mi casa? Sabes que no hay problema.
—Sí, de todas formas, en la casa de mi padre, nadie notará mi ausencia.
—Entonces, vamos —le sonrió el mayor— Mi querida hermana seguro estará feliz de verte de nuevo. Sabes que ella te aprecia como si fueras nuestro hermano menor.
—Y yo a ella —Jimin, algo avergonzado, pero feliz, le sonrió al mayor. Si no fuera por los hermanos Jung, quién sabe qué sería de Park—.
Al terminar el día escolar, Hoseok fue por Jimin a la enfermería. Éste no estaba solo cuando el mayor llegó por él. TaeHyung estaba sentado en una silla junto a la camilla, en donde se encontraba aún acostado Park. Ambos se veían cómodos, al parecer el ambiente entre ellos iba mejorando poco a poco. Pensó Hoseok.
—Permiso.
— ¡Oh! —Jimin miró hacia su amigo y luego dirigió su atención a Tae, quien ignoraba la presencia del mayor— TaeTae se ofreció acompañarnos.
— ¿Yo? —el nombrado miró a Park bastante sorprendido y luego fastidiado, porque era consciente que aquello fue inventado con la intención de que él (Kim) y Hoseok compartieran tiempo juntos— Me iré con JungKook...
—Mejor —sonrió con coquetería esta vez Jimin— Ambos nos acompañan y luego se van a sus casas.
—Sigues siendo un oportunista, Jimin.
—No creo cambiar eso de mí, Tae —volvió a sonreír, pero esta vez siendo una sonrisa cálida—.
—Si no quieres, no lo hagas TaeHyung —y a pesar de sus palabras, él deseaba caminar hacia su casa en compañía de su exnovio, a quien sigue amando—.
—No te preocupes. Acompañaré a Jimin, en todo caso —se levantó de la silla y miró a Park— Iré por Jeon.
Hoseok soltó un suspiro, siendo lo único que pudo hacer, ya que TaeHyung no le escucharía y lo sabía. Todo era su culpa, también era consciente de eso. Jimin miró al mayor, sabiendo qué pasaba por su mente en ese momento, pero no dijo nada y prefirió mantenerse callado, ya antes soltó, entre enojo y gritos, todo lo que pensaba del mayor por engañar a su mejor amigo, claro, no olvidó que él (Park) también había traicionado la gran y especial amistad que formó con TaeHyung durante años.
— ¿Listo Hobi? —preguntó el menor, tratando de sacar a su capitán de aquella incómoda, nostálgica y dolorosa atmosfera. El menor sabía que aún había amor hacia su mejor amigo por parte de Hoseok— Podrías ayudarme a bajar, por favor.
—¡Oh! Claro, si Jimin —rápidamente se acercó a su amigo, éste se apoyó en el mayor y así logró levantarse de la camilla, sin sentir tanto dolor—.
—Espero estar mejor mañana, de lo contrario mi padre se desquitará con todos en el equipo.
—No te preocupes por el equipo, eres tú quién importa en este momento. Ya mañana veremos qué hacer.
La enfermera le dio algunas recomendaciones al alumno Park, que descansara el resto del día y que, si seguía en ese estado al día siguiente, que mejor no asistiera a clases. El mayor agradeció la atención de la enfermera y ambos abandonaron la enfermería.
Jimin recordó, involuntariamente, los golpes de su padre, sus gritos y humillaciones, preguntándose por qué tenía que ser de esa manera con él, después de todo era su hijo. El único, pero lo trataba como a un desconocido.
El mayor observó a su amigo mientras le ayudaba a caminar por el pasillo, permitiéndole apoyarse en su hombro. Sentía tanta lastima por él, por su situación, pero se obligó a cambiar la mirada y el rostro preocupante que tenía, ya que sabía que eso era lo que más le desagradaba al menor y no quería incomodarlo, no más de lo que ya se siente por la situación.
—Te sigues viendo gracioso.
Jimin no tuvo la necesidad de levantar un poco más la mirada para saber a quién pertenecía esa voz y la burla en ella. En cambio, Hoseok no pudo reprimir su risa, pues le dio gracia que le dijeran eso a su amigo, mientras que TaeHyung golpeó levemente el brazo de JungKook, por burlarse del estado de su "ex mejor amigo".
—No empieces con tus idioteces, JungKook.
—Es la verdad. Se ve gracioso —comentó mirando fijamente a Jimin, quien ahora sí levantó la mirada, encontrándose con los profundos ojos negros del menor— Así como vas, terminarás debiéndome dos salidas "hyung".
—Al parecer te urge pasar tiempo conmigo, "Kookie".
El menor del grupo se sorprendió un poco por el apodo, pero supo que había sido la venganza de Jimin por llamarlo "hyung". Ambos apodos soltados por los dos jóvenes, fueron dichos cargados de coquetería y complicidad, al igual que sus miradas en ese momento.
—Por supuesto. Hyung y yo tenemos asuntos pendientes.
—Ya, suficiente de cachondeo entre ustedes —interrumpió Hoseok observando a Jimin— Vamos rápido a casa, tienes que descansar.
—Ya van dos, querido capitán —Park miró con algo de molestia al mayor, pero terminó por sonreír levemente. Temía reír, seguro hasta para eso le dolería el cuerpo—.
TaeHyung se posicionó en el lado derecho de Jimin y así ayudarlo, permitiéndole que se apoyara en su hombro izquierdo. Por un par de segundos cruzó mirada con el mayor, pero enseguida la desvió. Jimin a momentos se sintió incómodo por el ambiente pesado entre las personas que le ayudaban a mantenerse en pie y poder caminar. Mientras que Jeon caminaba junto a TaeHyung llevando consigo la mochila de Park.
El menor caminaba sin preocupación alguna, ignorando la atmosfera entre Hoseok y TaeHyung. En ocasiones miraba al trío, pero en particular, dirigía toda su atención a Jimin, a quien veía quejarse por sus movimientos y seguramente por el dolor que sentía.
El clima estaba bastante agradable, pero no podían disfrutarlo del todo por la situación. Jimin recordó una situación entre ellos tres, cuando caminaban exactamente hacia la casa del mayor para jugar videojuegos, cuando Ho y Tae aún eran novios. Sintió nostalgia al recordar aquello y JungKook notó ese cambio en su mirada y rostro, preguntándose qué fue lo que le causó la mirada apagada y con arrepentimiento.
Por otro lado, Jimin detuvo su atención hacia el menor, quien en ocasiones observó el cielo y le regaló una leve sonrisa, tal vez en forma de agradecimiento por el día agradable, aunque no se imaginó que JungKook fuera un chico que se dedicara a darle un par de minutos de su atención al cielo, aquello le causó curiosidad, más de la que ya había comenzado a sentir hacia Jeon JungKook.
Mientras caminaban hacia la casa del mayor, las miradas de Jimin y JungKook se cruzaron. El tiempo no se detuvo a su alrededor, ni olvidaron quienes los acompañaban, ni tampoco Jimin olvidó el dolor en su cuerpo y en que caminaba con dificultad, pero si sintieron tranquilidad y la respuesta aquel sentimiento fue una sonrisa sincera, pura, sin rastro de coquetería ni morbo, no, aquellas sonrisas habían sido totalmente cálidas, guardando en ellas esperanza e ilusiones.
Jiwoo les invitó a JungKook y a TaeHyung a beber un jugo, pero este último se negó. Ella entendió el por qué, pero no puedo evitar insistir un poco más. La hermana Jung siempre se llevó bien con el ex novio de su hermano, de hecho, siempre tuvieron una linda relación y le agradaba que cuidara de su hermano. Lamentó mucho cuando terminaron, hasta dejo de hablarle por un mes a Hoseok por serle infiel a Kim.
Jeon ayudó a Hoseok a llevar a Jimin hasta la habitación en la que se estaba quedando. El mayor los dejó solos, pero no con una doble intención, sino que iría por dos vasos de jugo que su hermana preparó para el parcito, quienes volvieron a sonreírse como hicieron minutos antes. No había rastro de morbo en aquellas hermosas sonrisas.
—Veo que te estás quedando en esta casa —comentó el menor, dirigiéndose a la ventana para cerrarla, había comenzado a helarse el dormitorio—. ¿Te causará problemas con el entrenador?
—Haga o no haga nada, siempre tendré problemas con él.
Jimin trató de sentarse un poco mejor en la cama, pero terminó por causarse dolor, por lo que Jeon se acercó y lo ayudó.
El mayor sonrió y el contrario lo notó. Sus miradas se encontraron y sus respiraciones chocaron con la otra. Estaban a centímetros de distancia, pero ninguno se alejó ni desvió la mirada del otro. Por supuesto que no, ellos ansiaban esa intimidad, claro, desean una mucho más profunda, pero en ese momento, aquello fue suficiente para despertar un sinfín de emociones en el otro.
—Creo que merezco un "gracias" de tu parte, Hyung —aquella cálida e inocente atmósfera que se formó gracias a sus sonrisas minutos atrás se esfumó con una simple, pero potente palabra por parte del menor—. Supongo que estás de acuerdo ¿verdad?
—Por supuesto que lo estoy, Kookie.
Por ello, acercó su rostro al de JungKook y lo besó. A eso se refería el menor con su "gracias". Tanto él como el mayor ansiaban volverse a besar. Sentir la suavidad de los labios contrarios, su textura, lo jugosa que podían llegar a ser. El cómo encajaban a la perfección con el otro. Y, sobre todo, la experiencia que tenían ambos labios, satisfaciendo, al contrario, con un dulce, húmedo y caliente beso, el cual se profundizó cuando el mayor indago la cavidad bucal del menor con su traviesa lengua.
Poco tardó el menor a unirse al divertido beso jugoso y sensual que inició el mayor. Sí, definitivamente su hyung sabía besar deliciosamente, tanto como para alborotar sus hormonas y querer mucho más que sólo un beso.
—Hyung... —susurró en los labios del mayor—. ¿Estás seguro de que te duele todo?
—Hasta la polla, pero por tu culpa —respondió entre risas y un susurro.
—Mierda.
Y aunque ambos querían más, sabían que el mayor no podría hacer mucho por su condición física, por lo que se separaron. El menor se sentó a los pies de la cama, sin dejar de observar a Jimin, aunque claro, éste tampoco dejaba de observarlo, era casi imposible hacerlo después de aquel beso tan exquisito.
—Pensé que tendría que interrumpir un polvo —ambos miraron hacia el dueño de la voz. Hoseok entró a la habitación con dos vasos de jugo, uno en cada mano—. Jiwoo dice que te puedes quedar a cenar si quieres, JungKook.
El menor lo pensó un momento. No tenía mucho que hacer al llegar a su casa, más que continuar leyendo su manga. Quizás por ese día, podría disminuir sus horas de lectura y pasar un poco de tiempo con personas reales. Iniciar amistades, aparte de TaeHyung y su equipo de atletismo podría ser una buena idea. Pero, sobre todo, porque quería compartir más tiempo con Jimin. Debía admitirlo.
—Claro, sí quiero.
—Le iré a avisar, entonces —regresó hacia la puerta, pero volvió su atención al menor—. JungKook... ¿me harías un favor?
— ¿Quieres que le pida a TaeHyung que acepte quedarse?
—Por favor.
—No suelo entrometerme en asuntos ajenos —Jimin carraspeo, ya que, sí lo ha hecho, al menos con él—. Vale, contigo lo hice —miró al herido, segundo después volvió hacia Hoseok—. Pero tu problema con Tae es bastante complicado, prefiero mantenerme al margen.
—Entiendo. No te preocupes, después de todo, soy el único responsable de mi situación con Tae.
El mayor de los 3 abandonó la habitación. Un silencio inundo el dormitorio, pero para nada era incomodo, simplemente ellos prefirieron mirarse y regalarse sonrisas tanto cómplices, como cálidas.
Mientras tanto Jiwoo se las arregló para que Kim aceptara ayudarle en la cocina. Él sólo se quería ir de esa casa. Quedarse tanto tiempo le traía recuerdos y eso era lo que menos quería tener en ese momento, sobre todo cuando vio entrar a su exnovio a la cocina, al parecer con intenciones de ayudar con la cena.
—Ya me debería ir —comentó el menor.
—Sabes que me sentiré mal si rechazas mi comida, Tae —dijo Jiwoo con voz desanimada—. Te aseguro que el tonto de mi hermano no te molestará.
—Recuerda que eres mujer de palabra —comentó el menor. Jamás pudo negarse a alguna petición de su excuñada y lo que ella dice, lo cumple.
Hoseok sonrió, quizás no era lo que él esperaba, pero sería suficiente. El simple hecho de tener la compañía de su exnovio, sobre todo, una vez más en su casa. Con eso, él se daba por recompensado en la vida. Ese no era el momento para hablar con Kim, no sobre la infidelidad que cometió meses atrás.
Media hora después, los 3 terminaron en la cocina. TaeHyung ayudó a poner los cubiertos sobre la mesa, como también las tazas para servirse un café o té. Durante esa media hora, Jimin descansó, terminando por quedarse dormido, éste intento no hacerlo, ya que sería una falta de respeto para el menor, quien se había dado el tiempo de cuidarlo, pero el cansancio y dolor fueron mucho más fuerte que su voluntad, aun así, el menor lo entendió.
—Se quedó dormido —comentó TaeHyung entrando en la habitación—. Hace mucho no veía dormir a Jimin. Sigue viéndose adorable.
Lo último no fue muy del agrado del menor en el dormitorio, pero prefirió no comentar nada. Él se había quedado en ese lugar exactamente por eso, le pareció irreal ver un rostro tan adorable al dormir. Tanta hermosura junta, con una mezcla de dolor y cansancio, definitivamente cautivó de cierta manera a JungKook.
—Jiwoo me pidió que viniera por ti. Ya todo está listo.
—Ya voy —pero no se levantó de la cama, siguió observando a Jimin y no quería dejarlos solos.
—JungKook vamos —insistió el mayor—. Una vez que él se duerme, no se despertará hasta que se sienta mejor.
—Ve primero —dijo con molestia.
—Bien.
TaeHyung ya era consciente de la extraña y particular personalidad del menor, por lo que prefirió abandonar la habitación. Tenía la esperanza de conversar un poco con Jimin, pero el nombrado descansaba y era exactamente lo que necesitaba en ese momento. Dejó la habitación, dirigiéndose hacia el primer piso, pero encontrándose con una visita desagradable para él, sobre todo, sorpresiva y confusa, de cierta manera.
JungKook se levantó de la cama y se acercó a Jimin. Lo observó un poco más. Sí, se veía hermoso. Sonrió. Tal vez, sólo tal vez podría comenzar a considerar a Park como un amigo, uno con el que sabía tendría mucha diversión y hasta con quien podría conocer un mundo nuevo.
Si las miradas mataran, dos personas ya estarían muertas en el cuarto de estar de la casa de los hermanos Jung, entre esos, Hoseok. TaeHyung presintió horas antes que ir a la casa de su ex, le traería un desagradable momento, al igual que doloroso.
Se supone que ellos ya no mantenían ningún tipo de comunicación, pero al parecer sí y algo más que eso. Pensó Kim.
—Maldición —susurró Jiwoo.
—Tenemos visita —comentó el recién llegado, dirigiéndose al cuarto de estar, sentándose en el sofá grande—. No esperaba verte de nuevo en esta casa, TaeHyung.
—Ni yo, pero ya me voy —agarró su mochila con intenciones de dirigirse a la puerta, pero Hoseok se interpuso en el camino de su exnovio—. Apártate.
—Tae...
—Apártate, Jung.
—Tae me prometiste que te quedarías a cenar —Jiwoo se acercó al menor—. Siempre cumples tus promesas, por favor.
—Lo siento Jiwoo, pero me quiero ir —este miró hacia JungKook, quien terminó de bajar por las escaleras, notando un ambiente incomodo—. ¿Vienes conmigo o te irás solo?
—Me quedaré.
—Bien.
Sin más, empujó al mayor, quien se sorprendió por la acción de Kim. El menor abrió la puerta, abandonó la casa tratando de no cerrar con tanta fuerza la puerta, pero le fue imposible. En ese momento había abandonado la casa de la persona que seguía causándole sufrimiento.
JungKook observó al capitán del equipo de baloncesto, quien tenía una sonrisa de victoria en su rostro, seguro por ser él quien se quedó en la casa de Ho y no TaeHyung. Qué hijo de puta. Pensó Jeon.
— ¿Tienes algún problema conmigo? —interrogó Yoon Gi al menor de todos los presentes, quien volvió a mirarlo, pero sin sentirse intimidado por el contrario ni su tono de voz.
—Con suerte sé que eres capitán del equipo de baloncesto —respondió indiferente—. A mí no quieras joderme.
Yoon Gi se cabreó enseguida por la respuesta de JungKook, por lo que se levantó del sofá, acercándose al menor, este no mostró intimidación porque para nada se sintió de esa manera. Es más, le hizo frente, pero Jiwoo se interpuso entre ambos.
—Vete de mi casa —le ordenó a Yoon Gi, quien lo miró algo confundido y sorprendido—. Me agradas, hasta cierto punto y ese "punto" es quien se acaba de ir por tu presencia.
— ¿Estás de su lado, Jiwoo?
—No estoy del lado de nadie, el único que debe elegir uno, es el tonto de mi hermano —miró a Ho Seok, quien se mantenía mirando hacia la puerta, ya cerrada—. Creo que ya va eligiendo.
Yoon Gi se acercó rápidamente a Ho Seok, le agarró el brazo derecho y lo obligó a subir por las escaleras para llevarlo hasta la habitación del primero.
— ¿Te molesta esperar un poco más para cenar? —le preguntó al menor.
—Supongo que no. Estaré con Jimin mientras tanto.
—Está bien y lo siento por lo sucedido.
—No se disculpe conmigo. No me importan los problemas de ellos, sólo estoy aquí por Jimin.
—Se ve que quieres bastante a Jiminie.
—Hay algo que quiero de él.
—Bien... prefiero no preguntar qué quieres de él —sonrió nerviosa—. Anda, sube. Iré por ti cuando esos dos terminen —refiriéndose a su hermano y a Yoon Gi.
JungKook regresó por el mismo camino por el que bajó, volviendo a la habitación de Jimin, quien seguía durmiendo plácidamente, sin saber de lo ocurrido con su "ex mejor amigo" TaeHyung, su exnovio y Yoon Gi.
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