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10🦁

Thomas gruñó con molestia y siguió caminando, su león ansioso era un problema, así que decidió caminar por la hierba tratando de controlarlo, si su lado animal salía ahora era posible que se convirtiera en salvaje.

Thomas estaba herido, pero tampoco se perdería así de fácil.

El crujido de las ramas le hizo voltear la cabeza, el aroma agrio se desplazó por su nariz, cuatro Alfas, dos de ellos frente a él, los demás esperando en el bosque.

Gruñó y corrió tratando de evitarlos, podía pelear con uno o dos, pero no con cuatro, corrió lo más rápido que pudo sin saber el motivo por el que lo hacían, eso no importaba, solo tenía que salir con vida de ahí.

Su conexión pulsó con confusión, luego con ira, Thomas se arrepintió de escapar como un cachorro, sólo podía esperar llegar a su compañero con vida, no importaba nada más.

Los arboles rasgaron su ropa y la piel, pero no se detuvo, eso sería su sentencia de muerte, gruñó por el tirón en su pelo.

Thomas se giró para ver a uno de sus perseguidores sosteniéndolo, sus ojos eran algo macabro y oscuro, un estremecimiento recorrió su cuerpo, dejó salir sus garras y rasgó su pelo, el desconocido cayó sobre su culo cuando dejó de tener un agarre sobre él, lo aprovechó y rajó su cuello.

Siguió corriendo sin saber si su atacante estaba muerto, eso no era importante, sólo debía irse de ahí.

Un gruñido molesto lo detuvo, el león frente a él enseñó los colmillos de forma amenazante.

Thomas miró a su alrededor en busca de los demás, nadie, quizás se separaron, eso le daría una oportunidad si también se deshacía de este.

Cambió en un segundo, el león no lo esperó, así que la sorpresa le dio ventaja, se lanzó hacia él y le mordió el lomo, el león se deshizo de él encajando sus garras en las costillas, Thomas se separó, el dolor junto con la preocupación de Jacob a través de su conexión nublando su cabeza.

Sacudió la cabeza a tiempo para ver al león corriendo hacia él, Thomas no lo pensó dos veces, le mordió el cuello, el león gruñó de dolor, su mandíbula se apretó más fuerte hasta escuchar un chasquido.

Corrió de nuevo a través de las ramas, esta vez mucho más rápido, casi a punto de salir del bosque los dos leones restantes lo bloquearon.

Gimoteó e intentó dar marcha atrás, eso no sirvió de nada, lo rodearon.

Si planeaba salir de ahí debía matar a esos leones, esta vez no tenía otra salida.

Uno de ellos atacó, Thomas lo arañó, pero el león le mordió una de las patas con fuerza, el otro no se quedó mirando y le mordió el lomo con fuerza, Thomas retrocedió cojeando, los dos atacaron y se distrajo lo suficiente con su vínculo como para hacer algo.

¿Thomas? ¿Estás bien?

La voz de Jacob inundó su cabeza, Thomas gimió tratando de hacerle llegar algo, nada, simplemente la oscuridad se lo tragó.

......

Jacob despertó sintiéndose como una mierda, y también lo parecía, concluyó mirando su reflejo en el espejo, las manos acariciando su espalda lo hicieron estremecer de ira, Karen, la leona que llevaba a sus cachorros, Jacob se giró y le gruñó, ella no pareció intimidarse solo le dio una risita.

— Tendrás que adaptarte a mí, ahora somos pareja — dijo pestañeando más rápido de lo normal, Jacob gruñó.

— No te lo tengas tan creído, mi compañero está en algún lugar, solo y herido gracias a ti — ella giró los ojos.

— Probablemente muerto ahora.

— No está muerto — Karen se encogió de hombros.

— Lo que digas ¿Por qué no aprovechamos el tiempo? — dijo quitándose la bata de baño.

— No, eso no va a pasar — gruñó mirando su desnudez, ella lo fulminó con la mirada.

Jacob sintió a sus cachorros removerse.

Salió de ahí luego de vestirse, la leona no dejó de verlo en ningún momento, se sentía terriblemente mal junto a esa mujer.

Su padre lo miró con una sonrisa en cuanto lo vio, como si no hubiese hecho nada y quizás se sintiera de esa forma mientras Jacob sentía un vacío tan grande en su interior que amenazaba con tragarlo, los restos de su conexión pulsaron.

— Quiero verlo — dijo, su padre arqueó una ceja y sonrió.

— No, tu león ya se está muriendo, abandónalo — Jacob tragó el nudo en su garganta que amenazaba con ahogarlo.

— Déjame verlo.

— No lo verás.

— Al menos enséñame como está — su padre cedió e inició una videollamada, luego le entregó el teléfono.

Jacob palideció al verlo, Thomas estaba hecho un ovillo en forma de león, su pelaje blanco manchado de rojo, algunas heridas abiertas aún goteaban, su respiración era tan lenta que debías concentrarte para saber que estaba vivo.

— Por favor, déjame verle por última vez — murmuró, su padre le arrebató el teléfono.

— Muy bien, te llevaré a verle mañana, solo reza porque llegue a mañana.

Jacob mordió su mejilla para evitar decir algo desagradable y salió de ahí, su teléfono fue confiscado y algunos de los partidarios de su padre hacían guardia.

Jacob acabaría con cada uno de ellos en cuanto pudiese.

Caminó hacia la habitación que utilizó Thomas la última vez que durmió ahí, ya no quedaba nada de su aroma, el lugar olía al limpiador.

Jacob cayó en la cama y gimoteó, su compañero estaba débil antes de romper la conexión, quizás no aguantaría mucho más, sus uñas rasgaron las sábanas cuando trató de profundizar en una conexión que ya no estaba.

— Jacob — alguien llamó.

Jacob no podía responder, ni siquiera sabía dónde rayos estaba, pero era mejor estar ahí que en una cama revolcándose en la miseria por su compañero.

Algo lo removió, luego lo golpeó, Jacob abrió los ojos para ver a un cambiaformas rubio con la barba de un día, sus ojos marrones oscuros le recordaron a alguien, pero Jacob no sabía a quién.

— No puedes perderte ahora, ¿Qué le diré a Thomas cuando regrese? — el hombre sonrió, Jacob se iluminó al darse cuenta de quién era.

— ¿Miguel? — el hombre asintió, Jacob se deprimió un poco más y colocó sus brazos bajo la cabeza — Thomas no regresará, se está muriendo y todo es mi jodida culpa, no debí insistirle, quizás él estaría...

— Es tu compañero, no importa si insistías o no ¿Te vas a rendir? ¿Sólo así?

— No puedo hacer nada, estoy atado mientras mi compañero... — un gemido estrangulado salió de su garganta.

— Deja que tu manada te ayude — Miguel sonrió, Jacob negó.

— No ayudaran una vez sepan que somos compañeros.

— ¿Por qué? — Miguel hizo una mueca, luego lo señaló con un dedo a medida que lo regañaba — No todos son como tu padre, tu manada está agradecida de que le quitaras el puesto.

— Iba a heredarlo de todas formas — Jacob se encogió de hombros.

— No lo harías, tu padre no iba a dejar de ser Alfa, sólo estaban dejando que las cosas siguieran su curso, planeó criar a tus herederos y deshacerse de ti antes de pasarte el mando.

Jacob dio un respingo y se sentó en la cama.

— ¿Qué?

— Tiene a varios miembros de la manada bajo amenaza, pero ellos le dijeron a los demás y todo se supo — dijo Miguel.

Jacob agradeció estar en este cuarto, era uno de los pocos pasillos que tenía guardias y así podían hablar sin restricciones.

— ¿Todo?

— Están de vuestra parte Jacob, la manada los quiere, no importa si son compañeros o no, tu manada está agradecida — Jacob dejó salir el aire.

— ¿Qué podrían hacer?

— Buscaremos a Thomas, también podrían ayudar con Karen.

— Yo... eso es peligroso — Miguel sonrió, eso lo hizo sentir mejor.

— Sólo agradécenos ¿Tienes alguna idea de donde está?

— Mañana me llevará a verle, piensa que puede ser su último día — murmuró, Miguel le palmeó el hombro.

— Thomas es fuerte.

— Lo sé, tengan cuidado, mi padre tiene gente en muchos lugares — Miguel asintió y se paró de la cama, Jacob lo detuvo diciendo su nombre antes de que se fuera — Yo... gracias.

— No te relajes, después de esto tendrás que seguir siendo nuestro Alfa.

— Con mucho gusto — dijo.

Jacob estaba más tranquilo, si antes de saber cómo reaccionaría su manada a Thomas los quería, ahora esto era algo completamente nuevo.

No sólo lo aceptaban, estaban dispuestos a ayudar a su compañero, esta manada era mucho mejor de lo que podía imaginar.

......

Jacob exhaló cuando el auto se detuvo de una vez, sus ojos se mantuvieron cubiertos durante todo el camino y la ansiedad estaba carcomiéndolo.

Su conexión con Karen pulsó, a Jacob no le importó, esa conexión no funcionaba como debía y contaba los días para deshacerse de ella.

Alguien lo jaló y lo puso a caminar, luego bajó algunas escaleras, el aire se tornó frío hasta el punto de hacerlo temblar, su nariz captó humedad y olor a sangre, la sangre de su compañero, eso lo hizo gruñir y se ganó un golpe del hombre detrás de él.

Retiraron la venda y pestañeó adaptándose a la oscuridad, no tenían nada de iluminación ahí, Jacob vio por el rabillo del ojo a varios cambiaformas detrás de las rejas, su padre tenía algo turbio aquí.

Prestó atención cuando el guardia se detuvo, la vista lo hizo encogerse, su compañero acurrucado en una esquina, la única luz era la ventana alta en el lugar, sólo eso le permitía ver su lomo blanco ensangrentado y sucio.

Jacob se arrodilló y colocó las manos en los barrotes de hierro.

— No deberías poner las manos ahí, es un animal salvaje.

— Ese animal salvaje es mi pareja — gruñó.

El guardia elevó sus hombros y se retiró a la pared contraria junto con otro, Jacob los ignoró y volvió a ver a su pareja.

— Thomas — susurró, el león no hizo movimiento alguno.

Thomas, vine por ti.

Dijo a través del vínculo que compartían como pareja, Jacob no sabía si funcionaba luego de romper el lazo.

Sin embargo, Thomas alzó la cabeza y lo miró con fríos ojos dorados, los guardias se tensaron y agarraron sus cuchillos.

— Si le hacen daño yo mismo les desgarraré el cuello — gruñó, el león se acostó sobre su estómago y apoyó la cabeza en las patas delanteras.

Thomas, siento lo que pasó, me arrepiento tanto de golpearte y romper el lazo, pero fue para protegerte, lo prometo.

Te necesito conmigo.

No recibió reacción, Jacob gimió, no podía ser que su compañero fuese un león salvaje ahora.

Te amo, Thomas, eres mi compañero y te sacaré de aquí, luego todo estará bien.

Thomas movió la cola y ronroneó, Jacob no supo si fue por sus palabras o sólo era el león de buen humor.

Peleaste conmigo por los cachorros que tendré, pff...ni siquiera sabía que me había acostado con una leona, sabes que soy un poco alérgico, solo y por eso ella me drogó y utilizó tu aroma.

Jacob se sintió como un idiota hablando con él, Thomas probablemente ni siquiera estuviese allí y si lo estaba lo ignoraba.

De pronto el león se puso de pie, dio dos pasos hacia él medio cojeando y se detuvo al ver los cuchillos de los guardias

Jacob gruñó para que los arrojaran al suelo, para su sorpresa hicieron exactamente eso.

Thomas.

El león siguió cojeando, Jacob lo vio con más claridad ahora, una de sus patas delanteras heridas, su lomo, el cuello y una de las patas traseras, gruñó enojado por el daño, la bestia también gruñó con enojo.

Thomas se detuvo frente a su mano extendida, primero pasó la barbilla por su palma y ronroneó.

Jacob tuvo un poco de esperanza hasta que su compañero mordió con fuerza sacándole sangre, gruñó y acunó su mano en su ropa, el león lamió la sangre de su boca y sus ojos brillaron.

Jacob se puso de pie y comenzó a caminar, sus guardias siguiéndole.

— Es un león salvaje ahora.

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