39- El pasado de Nibiru y Alaric Windsor
400 años antes.
La antigua región de Britania en una aldea en medio de un campo que era controlado por licántropos que se disputaban su control vivía el pequeño Alaric con sus 14 años de edad, luego de recoger la leche de algunas de las vacas que poseía su familia encontró algo que le marcaría de por vida. Una de esas bestias sedientas de sangre asesinó a su padre, cómo pudo los separó pero ya era tarde para eso.
—H-hijo venga la muerte de tu padre y tu hermano con tu magia vudú — pidió su padre en su lecho de muerte.
Desde ese día Alaric comenzó una larga travesía consiguiendo todo tipo de técnicas mágicas durante más de treinta años y de vudú para poder acabar con todas las criaturas sobrenaturales que, según él, son el mal en persona. En la que era su casa puso un altar con varios muñecos vudú acompañados de un círculo con un pentagrama dibujado y rodeado de velas encendidas, con un libro bastante antiguo y pesado Alaric recitó una oración en un idioma muerto para ese entonces.
La luz de las velas comenzó a desvanecerse poco a poco, una corriente helada recorrió la habitación llamando consigo una sombra con dos enormes ojos inexpresivos pero aterradores que salió del mismo infierno, Alaric retrocedió asustado pero ya era tarde. En cada ritual demoníaco que hacía debía entregar algo a cambio para obtener algo de gran valor.
—Tú que me has invocado — resopló el demonio con voz distorsionada —a cambio de tu alma te entregaré todo lo que desees.
Alaric tomó la iniciativa y se paró en la raya frente a ese demonio que estaba frente a él, lo encaró con el ceño fruncido y una mirada llena de rencor y odio que agradó al demonio, no obstante Alaric Windsor siempre se ha caracterizado por su gran astucia al momento de hacer las cosas.
—Te pediré tres cosas — sentenció el hombre —la primera es que quiero tener juventud eterna y la segunda, un acompañante con grandes poderes mágicos que me ayude a acabar con todas esas pestes que pueblan el planeta de los humanos, la tercera es que quiero tener grandes poderes diabólicos.
—Concedido, pero si llegaras a morir te veré en el círculo más profundo del infierno.
Un desgarrador grito salió de la garganta de Alaric, las ventanas y las puertas se cierran y se abren sin cesar así como un viento helado que recorría la habitación formando un torbellino de viento negro, del cuerpo del hombre comenzó a salir una aberración con forma humana de cabello largo y mirada fría y tétrica. El dolor era insoportable, el joven Alaric sufría lo inenarrable amén de conseguir su tan ansiado objetivo de vengar la muerte de su padre con la sangre de todos los seres sobrenaturales con los que se encontrase.
(...)
Varios días después, aquel ser que había salido de las entrañas de Alaric ya estaba con él frente a una cuadrilla de lobos hambrientos de carne y sedientos de sangre, en el tiempo que estuvieron inconscientes toda su aldea fue completamente arrasada por los licántropos que mataron a todos sus habitantes.
—Hazlo ahora, Nibiru — indicó Alaric.
—Lo haremos juntos — Nibiru sacó una lanza de su brazo derecho.
Alaric servía como carnada para la manada y Nibiru se encargaba de aniquilarlos con su lanza y sus propios puños, clavando y atravesando a cada criatura de lado a lado cual si fueran empalados con la lanza, y aunque morían lo hacían de una manera muy lenta, cuando Nibiru iba a acabar con otro de esos lobos Alaric lo detuvo pues acababa de ocurrírsele algo. De soslayo miró a un lobo completamente herido al pie de un árbol, Nibiru apareció frente a él mientras que Alaric le colocaba un paño con una sustancia química que hizo empezar a dormir a ese lobo.
(...)
Aquel sujeto fue usado como sujeto de pruebas en diversos experimentos que les servirían a ellos para acabar con cada ser sobrenatural del mundo, habiendo usado desde unos simples cuchillos de metal hasta que dieron por fin, en una noche oscura y nublada sin que las estrellas o la luna fueran vistas por culpa de la niebla, con la debilidad de las bestias.
Alaric cargó una escopeta que su padre solía guardar tras un armario con unas balas que brillaban más que una simple bala común y corriente, eran de un tono plateado brillante que reflejaba, incluso, el tenue brillo de la luz de la luna.
—Dime una cosa, bestia inmunda, ¿qué sientes cuando ves algo hecho de plata? — Alaric lo miró fríamente mientras preparaba el arma.
—Ni siquiera pienses que te lo diré.
—¿Por qué no lo averiguamos?
Pronto una sonrisa torcida adornó los labios del hombre quien apuntó con su arma al sujeto y tan sólo instantes después el sonido de un disparo acompañado de un grito desgarrador que comenzaba a desvanecerse le dieron la respuesta. La plata mataría a cualquier criatura sobrenatural que se le atraviese en su camino y así tener aquellos terrenos donde habitaban tales seres para vendérselos a las personas de su misma especie.
(...)
Actualidad.
Tanto Kassia, Azrael y Gahlia quedaron horrorizados por tal relato de Nibiru, amén que sabían que Kassia es una sirena y que posiblemente corra peligro pero nada más lejos de la realidad. Alaric Windsor llegó y observó a todos en la mansión, caminó hacia Kassia, se inclinó y besó la mano de la mujer sorprendiendo a todos.
—Me he enterado por parte de Nibiru que a Kassia le gustan las mujeres ¿o me equivoco? — el hombre miró a su "creación" con una sonrisa.
—Así es, Alaric — mencionó Nibiru —lo corroboré cuando seguía en el grupo de Dafne. Se sentía celosa de que esa híbrida estuviera con ese hombre.
—Ya veo... — dijo Alaric —, yo me encargaré de acabar con ellos y ustedes encárguense de obtener las demás gemas. Aún faltan seis, según cuenta la leyenda se formará un tridecaedro* en extremo poderoso.
Nibiru asintió con calma, a pesar de todo lo que han pasado juntos cada uno tenía intereses totalmente distintos. El odio que sentía Nibiru hacia los humanos por aislarlo durante años en lugares oscuros no se comparaba con el resentimiento y rencor que Alaric Windsor siente hacia las criaturas sobrenaturales, en especial los licántropos quienes mataron y masacraron a todos sus seres queridos.
(...)
Tridecaedro: Poliedro o sólido geométrico de 13 caras.
P.D: Fue entretenido escribir esta parte aunque me dio flojera a veces... otra cosita estamos entrando en la recta final 16 capítulos restan prorrogable por otros dos más.
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