Las discusiones con Henkikoira colmaron la paciencia de los chicos, en especial la de Ceres que no soportaba estar ni a dos metros de ese sujeto, Dafne y Alexey prefirieron estar más a la expectativa sin intervenir mucho mientras Ivanna trataba de aplacar la ira de la pareja formada por un vampiro y una loba. El peculiar grupo caminó por las calles hasta llegar a un complejo de apartamentos al que Henkikoira los estaba llevando.

—¿Para qué estamos aquí, inútil? — inquirió Jack algo molesto.

—No dejabas de quejarte de que no eres una carga así que iremos donde una hechicera para que te dé ese maldito hechizo de una vez por todas, llorón.

—Silencio, tú no tienes el derecho de hablarle así — vociferó Ceres mientras subían las escaleras.

En la segunda planta encontraron decorados en las paredes con formas de serpiente y varias telarañas colgaban de las vigas del edificio notándose que era bastante viejo, sin embargo Alexey activó sus poderes de serpiente que poseía desde hace mucho tiempo y eso no pasó desapercibido por Dafne. Ella intentó agudizar su olfato pero en cabio fue su oído el que aumentó su capacidad sensorial al escuchar tres voces dentro de uno de los apartamentos.

—Ahí hay alguien, pero... ¿quién será? — se preguntó Aysel la bestia de Dafne.

—Veamos qué sucede — dijo Henkikoira y empujó la puerta que sorpresivamente se abrió.

Justo cuando se abrió la puerta ahí estaba ni más ni menos que la sultana de Esmirna, Amira al Thuebani, Alexey abrió sus ojos sorprendido cuando la vio sentada en el sofá de ese apartamento mientras una joven de cabello rojizo y rizado sujeto en dos coletas les invitaba a tomar el té.

—Los esperaba — dijo Amira acompañada con Jalil.

—Y se nota que vienen con el que fue maldecido por una de las serpientes de mi hermana — comentó Jalil con calma.

Por primera vez Alexey estaba frente a la mujer con la que siempre había soñado desde que lo mordió esa serpiente en su pueblo natal cuatrocientos años atrás, remangó su camisa y apreció su cicatriz en el antebrazo derecho, no cualquiera podría sobrevivir al veneno de una serpiente que tuviera conexión con Amira pero él sí pudo.

—Veo que tienes algo que ver con mi maldición. 

—¿Su maldición? — indagó Dafne con sus ojos entrecerrados.

—Así es, en ese entonces... es decir cuatrocientos años antes — Amira miró a Alexey mientras que la bruja preparaba algo para Jack —, yo era una princesa hija del sultán de Esmirna, la hija mayor de cuatro hermanos — comentó seria —, sin embargo esa serpiente que te mordió era la encarnación de mi hermano menor, Asad, que falleció en altamar.

—Yo... yo no sabía eso, lamento tu pérdida — se disculpó Alexey.

—Aún no termino, jovencito — le cortó antes de que pudiera seguir —cuando él murió, encarnó en una serpiente y buscó al mejor sucesor para mantener su esencia. Las serpientes suelen ser muy territoriales y poco les importa lastimar a otros para defender lo que les pertenece.

Amira lo miró a él y luego a Dafne haciéndoles sonrojar a ambos y eso hizo que la sultana soltase una risilla, mientras tanto Jalil le explicaba unas cosas a Jack quien se mostraba bastante molesto y con mucha razón pues Henkikoira no dejaba de decirle que solamente estorbaría si fuera con ellos. 

—Algo que debes tener en cuenta — le dijo la bruja a Jack —, es que aunque el sol no te impida pelear con todas tus fuerzas ahora que tomes esa poción, sí sufrirás de algunas quemaduras leves que se empeorarán si te mantienes más de dos horas con exposición directa al sol.

—Pero eso me es suficiente — mencionó el vampiro sin inmutarse —Nibiru pagará por lo que le hizo a mi madre.

Ceres giró su cabeza hacia su pareja justo cuando escuchó lo que dijo Jack, él nunca le había hablado acerca de su pasado y nadie sabía nada de eso, ni siquiera Lillith que lee las mentes de todos. Pero si ella tenía esa habilidad ¿por qué no rebeló el secreto de Jack? ¿acaso era algo muy doloroso para él o no fue capaz? eran las dudas que no tendrían respuesta pronto para la chica.

(...)

Nibiru no concebía como era posible que Kassia no haya podido encontrar al grupo de Dafne, parecía como si se los hubiera tragado la tierra, en su mansión y acomodando sus pensamientos sentado en su despacho, observaba con serenidad a Kassia, Gahlia y Azrael y decidió darles una misión muy poco convencional.

—Nos hemos estado centrando mucho en Dafne pero hemos podido tocarla y mucho menos vencerla — mencionó Nibiru con una calma enorme —, en ese caso vamos a encargarnos de su mejor amiga y todo lo que ama.

—Señor ¿qué es lo que necesita que hagamos? — cuestionó Gahlia.

—Todos saben que lo más valioso para un lobo, primero es su manada y segundo su mate — comentó el hombre cabello largo y negro —, así que acaben con su manada y con su mate.

—Como ordene — los tres hicieron una venia y salieron de la mansión.

Gahlia con un poco de papel creó un avión en el que cabrían fácilmente los tres, y con ayuda de las corrientes de viento que ella maneja se elevaron con dirección al este, justo al lugar donde se halla ubicada la manada de Ceres, una isla en medio de un vastísimo océano y bastante aislado de las demás manadas que pululaban por allí, pero eso no les impidió ser una de las manadas más poderosas e influyentes sobre todo por su gran flota.

Luego de un largo vuelo llegaron al mar, Kassia saltó al agua desde una altura de dos mil metros de altura, desde el fondo podía recuperarse de las heridas, cuando tocó el agua su cola se volvió gris mate sin un ápice de brillo que caracterizaba a las de su especie, esta casi se asemejaba a la aleta caudal de un enorme tiburón blanco o un tiburón tigre.

(...)

Mientras todo eso ocurría, casi al otro lado del mundo en la aldea de Ceres todos estaban tranquilos y sin ninguna preocupación, su alfa Fenrir estaba dando un paseo por los alrededores por si algún miembro de su manada necesitase algo. En la orilla vio sobresalir una cola de sirena pero esta no tenía el mismo patrón de colores brillantes y vívidos que solían tener las dueñas del mar, por el contrario esta era de un gris mate como la de un tiburón o un delfín.

—¿Qué es esa cosa de allá? Alfa Fenrir — indagó el Delta de la manada, un chico de pelo corto y una barba de chivo —, Alfa.

—Lleva a todos los que puedas a un lugar seguro, esperemos que Ceres vuelva de la misión con la chica sirena — mencionó Fenrir.

—Como ordene pero ¿cómo le vamos a avisar? Ella está al otro lado del mundo 

—Sao, por eso tenemos a Plava — el Alfa sonrió sin despegar la vista del mar —, y también los cambia-formas, no tienes por qué preocuparte por eso.

De repente una onda de viento provocada por la voz de sirena de Kassia, todo lo que no estaba bien sujeto al suelo salió volando pero justo antes de que siquiera los tocase, un chico de cabello plateado casi blanco pareció detener el mismísimo tiempo y destrozó los escombros que la sirena había lanzado. 

—¿Etannsti, cuándo volviste? — preguntó Fenrir.

—¿Acaso no me vieron venir? llegué hace unas horas, traigo noticias de Henkikoira y de Cipango — mencionó el muchacho mientras tenía el tiempo en pausa.

—¿Qué sucede? — cuestionó Sao.

—Ahora les digo — volvió a dejar correr el tiempo justo para darle una fuerte patada a Kassia en la cara.

—¡Canalla! — voceó la sirena.

—Atácame si te crees valiente — la retó —, lleven a todos a un lugar alto, esta mujer es peligrosa y creo que trae refuerzos.

—Ya escuchaste, Sao, hay que irnos de aquí.

En pocos minutos una gran nube de lluvia comenzó a descargar una enorme cantidad de agua sobre la isla en la que estaba situada la aldea, Etannsti supo que la pelea que tendría que afrontar será una de las más complicadas que haya tenido que afrontar pero eso no lo detendría, adoptó una pose de batalla con sus brazos rígidos per su cuerpo ligero; esa lluvia solo era el preludio de una gran batalla sin precedentes.

(...)

Nota del autor: La idea de Etannsti se me ocurrió cuando me acordé de la primera versión de Luna de Sangre (un asco por cierto) de un personaje que pueda manipular el tiempo, y los cambia-formas pues gracias a una amiga llamada Lawn con quién planeo hacer UN MONTÓN DE HISTORIAS pero una en específico que será LOCA A MORIR.

Disfruten del capítulo y que el viento sople a su favor.