Arinia dejó el lugar con una cara de furia en su rostro, y se fue caminando por el bosque abandonando a ese grupo que busca las gemas mágicas, ella toda su vida había estado en el mar junto a su capitán y ahora sin él ella se sentía perdida en el vasto mundo, pero eso no la detendría y ahora ella misma 

Mientras tanto Ceres encendía una hoguera en la playa Alexey sumergía el cuerpo de la híbrida por un par de segundos, la loba estaba preocupada por la salud de Dafne y tampoco quería que su amiga muriera, lanzaba pequeñas piedrecillas frente a ella con cierto desdén. Pero alguien que sí se comportaba raro era Kassia, en su rostro se reflejaba una clara molestia por ver tan apegados al alguacil y a la hija del mar y la luna. 

—¿Ocurre algo, señorita Ceres? — Ivanna la miró con seriedad

—Ceres, no te veo bien ¿qué te pasa? — indagó el vampiro abrazando a la loba.

—Estoy preocupada por Dafne — respondió la chica acomodando su cabeza en el hombro del vampiro.

—Sí, yo también estoy preocupado pero sé que se va a mejorar — mencionó él con calma.

Ceres sonrió levemente y cerró sus ojos sintiendo la calma y calidez de Jack, Kassia sintió algo de celos pues ella había salido del mar en busca de un amor en tierra firme, miró de reojo a la pareja algo desanimada pues parecía que todos estuvieran felices pero ella no. Sin que Ceres, Jack o Ivanna se diesen cuenta la sirena se alejó de ellos para adentrarse en el bosque.

—Me parece tan romántico estar contigo viendo el mar — musitó con una voz cálida

—Sí, también disfruto mucho de tu compañía, Ceres — el vampiro le tomó la mano y entrelazó sus dedos con los de ella.

Mientras tanto, el agua del mar cubría las piernas del alguacil mientras observaba al cuerpo de Dafne flotar en el mar. Él no entendía muy bien cómo el agua del mar la sanaría, pero eso no le interesaba él sólo quería que ella estuviera bien. Se sentía bien con ella a su lado, de alguna manera quería compensarle todo el sufrimiento que había tenido.

Frente a sus ojos vio la herida cerrarse lentamente, la sangre ya no escurría de ella y entonces Dafne empezó a abrir los ojos con dificultades provocándole una sonrisa, la híbrida tosió y vio su herida cerrarse. La chica apenas lo vio, lo abrazó para aferrarse y permitirle salir del mar, sin embargo quien la manejó fue su bestia interna. Aysel.

—No imaginé que fueras tan expresiva — murmuró Alexey.

—No soy yo... es Aysel ella es-

—¿Tu loba interna? — Dafne asintió.

—¿Tú como sabes eso?

—He convivido con Ivanna durante una década y visité su manada... ella me explicó muchas cosas acerca de los lobos pero... — hizo una pausa —su padre creyó que sería su Mate 

—Y eso no pasó ¿me equivoco? — comentó mientras Alexey la sacaba del mar.

Alexey asintió, el Alfa de la manada de Ivanna siempre los vio juntos, él observó que cuando mencionó la palabra "manada" Dafne se estremeció pues él no sabía de su pasado. La notó desanimada, desdeñosa y sin ganas de querer hablar más del tema.

—Lo siento — murmuró el hombre.

—No tienes por qué disculparte — respondió ella restándole importancia.

—Dafne — musitó él —eres alguien muy fuerte y no me refiero a tu fuerza física. Con todo lo que te ha pasado... con tantas cicatrices sigues de pie dispuesta a luchar.

Dafne se sonrojó y sintió como su corazón dio un vuelco, Aysel ronroneó gustosa del halago que provino de Alexey que muy pocas veces hacían sentir bien a la chica. El hombre se acercó al grupo y depositó cuidadosamente a Dafne en la arena de la playa.

—Dafne — exclamó Ceres preocupada —¿Estás bien? 

—Sí, tranquila, Ceres — respondió la híbrida.

—Iremos a la ciudad — informó el alguacil acomodando la cabeza de Dafne en su hombro.

"Me agrada esto, podría acostumbrarme" pensó Dafne cerrando sus ojos y dibujando una sonrisa

Estaba muy a gusto que se quedó completamente dormida pero minutos después el olor a pescado asado y frutas la despertaron. Ahora ella estaba acostada en la arena de la playa arropada con una manta hecha con la piel de un oso, movió sus ojos encontrándose con Alexey comiendo un pescado y en la otra mano tenía una langosta.

—Estaba esperando a que despertaras — le entregó la langosta —no tengo idea qué comen las sirenas.

—No te preocupes, con esto me conformo — musitó la chica recibiendo la langosta.

Ella se quedó embelesada por los ojos marrones de Alexey, no sabía qué le sucedía a su cuerpo, ni mucho menos a su loba interior para que ella estuviera tan inquieta y a la vez tan contenta ¿era por Alexey? era una cosa sin sentido pues él dijo que Ivanna y él pudieron haber sido Mates pero no fue así, sin embargo han habido casos de parejas de lobos incluso sin ser Mates por lo que no sería descabellado.

(...)

Nibiru observaba desde su mansión a Kassia que iba andando por el bosque quemado mostrándose algo triste,  se frotó las manos pues así podría deshacerse de aquellos que se interferían en sus planes de encontrar las gemas para su beneficio. Haciendo uso de una de sus más oscuras y siniestras habilidades se metió en la mente de Kassia para hablarle y hacerle creer que todos la odiaban.

Todo el cuerpo de la chica sirena fue invadido por la oscuridad que traía consigo Nibiru, aquel sujeto era todo un misterio. 

Kassia cayó al suelo y se retorció sintiendo que se quemaba por dentro, que todo su cuerpo sería despedazado desde dentro. Sus ojos que, previamente eran azules, se volvieron oscuros; sus blancas córneas se tintaron de un negro muy profundo que permitía el contraste del iris y la córnea.

—Kassia, libera todo aquello que te haga sentir mal y entrégate a la obscuridad — habló la figura de Nibiru parada a unos metros de ella pero la sirena no podía tan siquiera hablar —Hum... ya comprendo,  no tienes voz.

Creando una esfera de energía oscura en su mano se acercó a ella, la tomó bruscamente del cuello e hizo que esa energía oscura ingresase al cuerpo de Kassia por la boca lo que obligó a la chica a abrir su boca para buscar oxígeno.

—Espero que comprendas que de ahora en adelante vas a servirme — murmuró el hombre con seriedad y sin ningún atisbo de compasión, luego soltó una risa en un murmullo —la sorpresa que se van a llevar esos aventureros será grande, estoy ansioso por verte pelear. 

Kassia emitía sonidos guturales, una clara señal de que su voz había regresado y que ahora podría hablar perfectamente de pronto ella desapareció de allí junto a Nibiru que se la llevó a su mansión, Gahlia y Azrael quedaron anonadados por el simple hecho de que esa sirena estuviera allí con ellos y que fuere a ser uno de los aliados de Nibiru.