14- Sangre ácida
Aylin y Dafne eran las únicas personas en el lugar sin poder dormir, la híbrida observaba su espada analizando esta detalladamente, la gema que se había incrustado brilló brevemente y luego volvió a desaparecer.
-Hum... ¿Qué ha sido eso? - indagó la sacerdotisa.
-Es mi espada - respondió Dafne -la espada de hielo o algo así.
-He escuchado de multitud de herreros que crean espadas de diferentes elementos y metales - explicó la rizada -no sé si eso es verdadero y que en determinado caso lo sea, sería una gran ventaja para ti.
-Oh vaya, eso es interesante, te lo agradezco mucho - agradeció Dafne con una gran sonrisa.
Afuera la lluvia se descargaba con fuerza en la región, los relámpagos iluminaban de vez en cuando el exterior del templo de Aylin; el silencio dentro del lugar fue interrumpido por el llamado alarmado de un aldeano.
-Excelencia Aylin, abra por favor, es urgente - llamó desesperadamente a la puerta.
Aylin se levantó y abrió la puerta del templo, el aldeano estaba empapado por culpa de la lluvia que estaba cayendo afuera del lugar. Aquel sujeto llevaba una camisa de lana, un pantalón oscuro y unos zapatos de cuero en mal estado.
-Están atacando la aldea... - comentó asustado el hombre -por favor ayúdenos - suplicó.
-Está bien yo...
-Yo iré - dijo Dafne tomando su espada -no permitiré que nadie pase por lo mismo que yo hace seis años.
Kassia se acercó a ella y le tomó el hombro, sabía que era imposible detener a esa pequeña sirena que se convirtió en su gran amiga.
Aylin se sorprendió y le dio paso a Dafne, Caronete observó de lejos a la híbrida salir corriendo del templo hacia la aldea cerca de allí.
-Yo sé que puede luchar pero... tengo un mal presentimiento.
-Y la aguafiestas soy yo - Tefnut intervino con molestia.
-Ya cállate, es sólo que hay algo que no me agrada...
-¿Y qué piensas que hagamos? - indagó la muchacha.
-Tú sigues herida y no pienso dejarte sola - murmuró Caronete.
-Ja... puedo cuidarme sola - respondió la centaura.
Jack se despertó, aunque realmente no estaba dormido y sintió el olor de Dafne alejarse del templo donde estaban alojados.
Se levantó y vio a un hombre de avanzada edad, el mismo que vino asustado a llamar a la sacerdotisa, sentado en el suelo abrigado con una manta térmica.
-Ceres... ya vengo - habló suave el vampiro.
-Jack... No te vayas, por favor - la voz de la chica lobo salió suplicante -o llévame contigo - pidió tomando las manos de su vampiro de ojos rojizos.
Jack pareció pensárselo unos instantes y al final aceptó que ella fuera con él a investigar qué era lo que sucedía en esa aldea.
-Bien, ven conmigo - le sonrió cálidamente.
Ambos salieron del templo bajo la atenta mirada de Aylin quién no decía nada, sólo los observaba marcharse.
-Siento una energía maligna cerca de aquí - musitó la sacerdotisa.
El aire a su alrededor se puso aún más frío que cuando llovía normalmente, se sentía nerviosa y atemorizada, giró su cabeza y vio el mismo hombre que llegó a su templo hace un rato desfigurado y tenebroso.
-¿S-señor? - cuestionó la sacerdotisa asustada.
Debajo de sus ropajes sacó un cuchillo que antes de salir de su casa e intentó apuñalar a la joven, ella logró esquivar el golpe pero quedó herida en su mejilla.
La energía maligna se acrecentaba lentamente y pudo notar como la piel de ese hombre se iba tornando cada vez más y más oscura.
(...)
Por otro lado en medio del bosque, Alexey cargaba una maleta azul donde llevaba ropa de repuesto para Ivanna que estaba en su forma de lobo, él iba sobre el lomo de su amiga.
-Siento un olor moverse hacia nuestro destino, señor Alexey - anunció Ivanna.
-las cosas se complican a cada momento que nos acercamos - soltó el joven en un murmullo.
Cuando salieron del bosque hallaron a Aylin en el húmedo suelo retrocediendo poco a poco atemorizada de aquel aldeano, Alexey se bajó del lomo de Ivanna que estaba en su forma de lobo y corrió para salvar a la sacerdotisa.
El hombre le hizo un corte en la mano a Alexey y de esa herida comenzó a brotar su sangre que derritió un trozo del cuchillo.
Ivanna se lanzó contra el hombre y lo tiró al suelo y le mostró sus fauces abiertas en donde sus colmillos resaltaban mucho.
-Sacerdotisa, ¿está bien? - preguntó Alexey.
-Eso creo - respondió Aylin algo aterrada -gracias.
Alexey sonrió y dejó a la sacerdotisa Aylin en total tranquilidad, él solamente sabía que tenía una misión.
-Ivanna, quédate aquí por favor - pidió el alguacil.
La loba asintió y le gruñó al hombre que quiso asesinar a la joven sacerdotisa, salió corriendo hacia la aldea a la que ellos se dirigían.
(...)
La lluvia caía estrepitosamente sobre esa aldea donde algunos de sus habitantes habían sido manipulados por alguien o algo, Dafne tenía su espada desenvainada y lista para pelear.
-Kassia, quédate detrás de mí - ordenó la joven híbrida.
-No... - habló la sirena para sorpresa de Dafne, su voz sonó muy dulce y melódica -yo te ayudaré a luchar.
Ceres estaba aterrorizada porque no sería capaz de lastimar a nadie, uno de los aldeanos la atacó con un rastrillo y ella apenas los esquivaba; Jack se encargaba en su gran parte en defenderse de los aldeanos y a su loba.
-Defiéndete - pidió Jack preocupado.
-No los quiero lastimar - respondió asustada la chica esquivando un golpe de otro aldeano que la atacaba con una hoz.
Alexey llegó al lugar corriendo, observó por unos breves segundos si encontraba alguna pista que le lleve a aquel que controla a los pobladores.
Entre el ajetreo de la pelea Dafne y Kassia observo que la segunda creó un vórtice de agua con las gotas de lluvia que caían violentamente en esa región, cuando uno de los atacantes cayó al suelo de su boca salió algo que le llamó la atención.
Desenfundó su cimitarra para ir a cortar aquello que está controlando a la gente, pero una cadena lo tomó de su pierna y lo tumbó al suelo.
-Alguacil Alexey, no esperaba verlo por aquí - dijo una voz masculina de forma elegante.
-¿Quién eres tú? - murmuró Alexey.
Dafne sintió un olor que desconocía, le parecía extraño y muy raro pero no le desagradaba, Jack noqueó a varios habitantes de ese pueblo y miró a la híbrida preocupado.
-¿Sientes ese olor? ¿Qué es?
-No cabe duda... es la sangre de un vampiro... - mencionó el vampiro preocupado.
-¿Como? Ya luego me lo explicarás - dijo Ceres con preocupación.
-Ve a un lugar seguro, por favor... No quiero que te involucres en esto - murmuró el pelinegro preocupado.
Ella asintió y Jack vio a Dafne con seriedad preparándose para pelear contra quien sea que haya robado algo tan peligroso y poderoso como es la sangre de los vampiros.
[...]
Nota del autor:
Esta historia la estoy tardando en subir pues la semana pasada entré a estudiar nuevamente y es por ello que tardo en escribir los capítulos.
Espero lo disfruten y recuerden que los quiero.
Pos data: una Cimitarra es una espada curva utilizada por infantería árabe y los piratas del siglo XVII y XVIII
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