-Bien, esa bola estuvo mejor... Trata de lanzarla un poco más abajo-me pedía Miyuki mientras me regresaba la pelota.

Después de que aceptara a ayudarme, ignore todo lo malo que habíamos pasado, me sentía cómodo jugando con el y el se veía tranquilo ayudándome.

Sonreía con cada impacto que daba la bola en su guante, curiosamente aun esta situación me era imposible ignorar que estaba unido a el. Cada instrucción que me daba no podía oponerme a ella, cada movimiento que hacia lo observaba y cada mirada que me daba me alegraba, era complicado pero podía controlarme.

-Paremos por hoy-se levanto y se acercó a mi, negándome la oportunidad de negarme.

-Es... Esta bien-dije resignado y haciendo un pequeño puchero.

-No seas un niño malcriado-me dedico una sonrisa altanera burlándose de mi.

-NO LO SOY!!-grite en protesta.

-...-se carcajeo al oir mi respuesta,quede impactado al verlo reír de esa manera... Desde que llegue el me a visto mal, gritado o enojado conmigo, verlo de esta manera me relajaba.

-Ve a darte un baño,  iré despues-me pidió el guante y se fue a guardar el equipo.

Me encamine a las regaderas y me bañe rápido, me retrase un poco a la salida pero aun así no encontré a Miyuki.

Casi llegando a los dormitorios escuche la voz de Miyuki junto con otra voz, me escondí sin saber el porque pero puse atención a la conversación.

-Miyuki... Le estas dando esperanzas... -esa voz la conozco.

-Y que quiere que haga Chris-sempai? Lo vuelvo a tratar de lo peor? -se escuchaba enojado.

-No digo que hagas eso, pero creó que deberías dejarle en claro que solo eres el catcher.

-El lo sabe, nosotros no somos nada... -sus palabras imprimieron mi pecho, sabia que no teníamos una relación pero el escucharlo de el era diferente.

-Solo déjaselo claro-eso lo dijo en un tono más bajo.

-Aaah... Ya entendí, te gusta... -me sorprendí al escuchar eso y más aún cuando no hubo respuesta- no me interesa de esa manera pero no se lo puedo dar sempai...

-A que te refieres?-la testosterona empezaba a hacerse presente y sabia que se estaba saliendo de control.

-Es mi destinado y aunque no quiera estoy unido a el, no se lo puedo dar porque...

-Mientes-Chris-sempai gruñó ante lo dicho pero solo escuche una risa burlona de Miyuki.

-No tengo porque mentirle, lo respeto mucho pero manténgase alejado de él-sentencio con "la voz" que solo los alfa tienen, me doblegó el escucharlo y temblé un poco.

Poco sabia de estas cosas pero mi padre siempre que usaba "la voz" era inevitable que mi mama negara algo, se doblegaba y si estaban en una pelea ella solo terminaba agachando la mirada temblando en su lugar. La voz es algo así como el mandato que nós daban los alfas es casi imposible a los omegas desobedecer.

-No puedo creerlo, eh visto como lo tratas y no puedo...

-El como lo trate es diferente, es un problema que tengo y lo ataque sin que el tuviera la culpa.

-Entonces pelemos por el-estaba en shock al oír aquello, era natural para nosotros el escuchar esto de las peleas por alguien casi siempre, después se todo a veces dejamos regir a nuestro instinto pero ¿Porque hacerlo por mi?

-No lo haré, aunque ustedes formen una relación o el con Furuya que desarrollo el mismo interés que usted en el, Sawamura no dejara de venir a mi...

-Si es marcado será diferente

-No lo hara, cuando son destinados es un caso especial...

-Eso es...

-Se lo comprobare-interrumpio Miyuki la protesta de Chris-sempai algo molesto-Sawamura!

-...-me puse nervioso al descubrir que el sabia que estaba ahí, trate de huir pero...

-EIJUN... VEN... -maldita sea, uso esa voz a la cual no podía imponerme, resistiendome un poco fui hacia ellos.

Al estar frente a los dos sentí el ambiente pesado y el olor de cada uno más fuerte, sus miradas penetrantes y las ganas de ambos por ser quien ganara.

-Elije a alguien- me ordeno Miyuki.

Estaba asustado pero a ninguno de los dos le importaba en este momento, aun sabiendo que estaría mejor con Chris algo se negaba a ir hacia el, mi cuerpo necesitaba de Miyuki y no podía oponerme a eso, desde un principio fue el...

A paso lento me acerque a Miyuki viendo su sonrisa altanera, el ambiente pesado empezó a desaparecer pero se formó uno más tensó.

-Si no lo quieres ¿porque quieres tenerlo? -pregunto Chris-sempai aun con enojo.

Yo también tenía esa misma duda, porque estar peleando por esto si el a dejado en claro que no me quiere...

-No tengo razón aparente...

-Entonces déjalo escojer con el tiempo...

-Se lo dije sempai, EL ES MIO... -su voz al final era ultratumba, Chris-sempai estaba tentando terreno peligroso, si un alfa es molestado de esta forma por otro es normal que se descontrole y termine en pelea.

-Aun no lo acepto...

-Maldicion... -escuche decir a Miyuki antes de ser tomado de la cintura y voltearon a ver de frente.

Su mano derecha era la que me sostenía de la cintura y con la izquierda retuvo mi rostro tomándome por el mentón, junto sus labios a los míos y no supe como reaccionar, pero aparentemente el que perdió fui yo.

No fue un beso cualquiera, sentía la superioridad que daba al hacer que le siguiera su paso, era un beso demandante... Aunque quisiera protestar me sentía en las nubes, mordió mi labio provocando un gemido y después metió su lengua en mi boca. Mis sentidos se nublaron al igual que mi vista, mi olfato estaba inundado con la fragancia de Miyuki y por un momento olvide todo lo que no fuera nosotros.

Igual de repentino como empezó el beso, termino de la misma forma, al separarse de mi, mis piernas flanqueron, pero aunque el beso termino la mano de Miyuki no se había apartado de mi cintura si no ya hubiera caído

-Estas convencido ahora? -todavia seguía el reto entre los dos alfas que fue lo que me hizo regresar a la realidad.

-Miyuki... Sabes que yo puedo darle un mejor trato y vida...

-...-hubo un silencio muy largo que hizo que volteara a ver el rostro de Miyuki.

Era sombrío y muy tenso, su mano me tomo más fuerte y sus hombros estaban rígidos, parecía que había dejado hasta de respirar.

-Piensalo... -aclaro Chris-sempai.

-No meteré a mi familia en esto, y debería rendirse... No tengo intención de entregárselo.

Me cargo en un hombro como costal de papas y empezó a caminar lejos a pasos agigantados, quería protestar pero algo me decía que no lo hiciera, esperaría a ver que sucedía.