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Carrera II

MIYUKI...

Adolescencia... Si, esa cosa odiosa que nós llega a todos en algún momento pero para mi termino siendo más problemático de lo esperado.

Primero que nada mi madre se suicidó cuando yo tenía 10 años, el impacto fue horrible al verla muerta rodeada de alcohol, pastillas y drogas.

Cada año la vi odiarse a si misma y no por algo tan racional, ella solo se odiaba por no ser una omega, por no poder obtener el amor que ellos tienen y no poder tener una relación tan duradera como ellos la sostienen.

Añoraba tener un vínculo, por mi parte, iba tomando un rencor enorme a los omegas, destrozaron mi familia y destrozaron a mi madre al punto de la locura.

En dos años no salia de casa más que a la escuela, no hablaba con nadie y nadie se me acercaba, estaba dolido y frustrado al no poder ayudar a mi madre.

Tener 13 años me cambio nuevamente, pase por mi primer celo... Lo pase solo y agonizando, nadie me explico de ello...

Mi padre solo pagaba mis cuentas de la casa y comida, pagaba mi escuela y una vez al mes hablaba para saber como estaba, nunca me ofreció vivir con el... Nunca me pidio volver a formar parte de su familia... Porque obviamente esa omega era lo único para el que valía algo.

Al pasar por mi celo, los omegas empezaban a ofrecerse como putas... Me causaban asco y repulsión, ellos eran nuevos en sus celos de igual forma pero parecía que perdían toda conciencia al entrar en el.

Solo una vez perdí el control, solo una maldita vez y eso me basto para no pensar si quiera en volverme a perder en el.

Fue un día que mi padre me llevo de visita a su casa, no llevaba un conteo de que días tenía un celo, aun así ese día no tenía problemas, llegamos e ignore a todos casi toda la velada.
Ya casi regresaba a casa cuando mi hermanastro se acercó, quería apartarme pero se aferró a mi y empezó a restregarse contra mi, tenía un olor algo cítrico... Naranja talvez...

Se vía vulnerable y deseoso de algo, estaba a punto de tomarlo pero mi padre llego junto a nosotros y nós separo bruscamente. Empezó a gritarme y aunque discutía que no había hecho nada, seguía empeñado en regañarme. El detonante fue cuando le dije que controlará a su hijo porque si no terminaría rompiendo matrimonios como su madre... Me fulminó con la mirada y me dio la golpiza de mi vida.

Nunca en mi vida creí sentir tanto odio hacia a alguien, y nuevamente no había a nadie en quien pudiera confiar, ni siquiera en quien llorar porque mi madre ya no estaba.

Me encerré en mi propio círculo y alejaba a cualquiera que quisiera pasarlo, el único lugar donde sentía que podía relajarme era jugando béisbol pero perdió sus sentido cuando mi madre murió... Ya no sabia que hacer.

De tanta agonía que tenía, el único método para desahogarme y no tener remordimiento fue lo que alguna vez mi madre hizo...acostarse con quien pasara por enfrente...

A los 14 años de edad empecé a acostarme con casi todas la mujeres de la escuela... Mi única regla era "NO OMEGAS" el éxtasis del sexo y la lujuria era una liberación para todo lo que sentía.

Me hice la idea que los sentimientos eran inútiles, solo necesitaba divertirme y nunca enamorarme... Eso del amor era una pérdida de tiempo, solo era una manera de morir lentamente.

Eso pensaba hasta que un día que pensé en regresar a jugar béisbol vi a un chico... Me cautivó el verlo jugar y llamo mi atención inmediatamente.

-Narumiya-san debería controlar mejor su lanzamiento-lo regaño el catcher.

-Tu deberías mejorar tus reflejos, lancé perfectamente... -contesto sin tapujos.

Se notaba a leguas que era un omega, pero tenía actitud de alfa, era una mezcla rara de dos opuestos.

-No podrá jugar si no mejoramos esto-volvio a recalcar el catcher.

-No cambiare mis lanzamientos... Tu debes practicar más para poder igualarme-contesto con prepotencia.

-Pero yo...

-Deberias pensar en mejorar tu recta-intervine con una sonrisa provocativa.

-Y tu quien eres para darme órdenes? -me volteo a ver con enojo.

-Soy un catcher que vio tus debilidades...

-Eso es mentira, no tengo debilidades.

-Y que me dices de esa admiración que tienes por tí mismo sin ver los errores evidentes que te dice el-señale al catcher que me veía sorprendido.

-Maldito... Si te crees tan bueno porque no te pones como catcher?

-Me estas retando?

-Claro que si... -contesto con una sonrisa de oreja a oreja.

No negaría que me causaba tentación jugar con él pero... Hace mucho no tocaba un guante y no tenía pensado hacerlo en realidad.

-No es el momento... Tengo que irme...

-Cobarde... -susurro pero lo alcance a escuchar, crispado mis nervios.

Fui hasta donde estaba el catcher y le quite el guante, me puse en posición para finalmente fulminaron con la mirada.

-Espero que lances como hablas

-Idiota... -me sonrió y enseguida lanzo.

-Eres fácil de leer, tus dedos son evidentes al soltar la pelota... Pero no estas mal...

-Cretino... Yo lanzo genial...

-Ya quisieras.

-Bueno... Aceptare que tienes habilidades de catcher.

-No lo acepte para que me reconocieras, acepte porque odio a los arrogantes... Y más a los omegas...

-Como lo supiste? -me miro con miedo.

-Es evidente con el cuerpo que tienes-acepte con simpleza.

-...-se veía el pánico en sus ojos-no se lo digas a nadie... -me pidio acercándose a mi para que solo yo escuchara.

-Mmmh... No tengo interés en ser un chismoso.

-Entonces...nos llevaremos muy bien-volvio su sonrisa arrogante-Soy Narumiya Mei.

-Miyuki Kazuya...

-Espero volvamos a jugar Kazuya.

-Quien te dio derecho a hablarme por mi primer nombre? -lo fulmine con la mirada.

-Yo... Jajaja puedes llamarme Mei...

-Aaah... No creó que me sirva discutir.

-No... Pero da igual, juegas en algún equipo? -pregunto entusiasmado.

-No

-No quieres entrar en el mio....

-No

-Pero...

-No

-Entonces entra a cualquiera... Si no puedo jugar contigo... Quiero ser tu rival...

-Suenas muy confiado...

-Estoy confiado...

Aunque fuera un omega, el carácter que tenía se me hacia curioso, estaba rompiendo mi única regla al hablar y estar aceptando que me podría caer bien...

-Lo pensare... -hable.

-Me es suficiente con eso...

Estaré cometiendo un error al darle una oportunidad?

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