Unos tacones hacían eco por el pasillo, mientras que su figura estaba siendo cubierta por un hermoso vestido negro pegado a su cuerpo, junto con un cinturón del mismo color, de cuero, lo hacía amoldarse a su figura, su cabello estaba suelto pero no siendo un desastre.

Al llegar a la última puerta, tocó y la persona que estaba adentro, le dio el pase. Abrió la puerta y entró, cerrándola detrás de sí.

—Señor...

—Me defraudas— Le cortó, ella frunció el entrecejo y negó.

—No entiendo que quiere decir con eso, Señor— Dijo, mostrándose completamente confundida.

—Simplemente te has hecho a un lado, dejándole el camino libre a ese tonto Omega.

—Pero señor, nosotros acordamos que...

—No me importa que sea lo que hayamos acordado, las cosas cambiaron y quiero que los separes— Se levantó de la silla y camino hasta pararse enfrente del enorme ventanal de cristal.

—No puedo y no lo haré.

—De acuerdo— Ella se giró, caminando a la puerta, dónde tomó el pomo y antes de siquiera girarlo, él volvió a hablar. —Cuando tú y tu familia este en la ruina total, no vengas a querer suplicarme, porque ya no voy a ser considerado contigo. Jamás.

Ella tragó pesado, detuvo el movimiento de abrir la puerta, bajó el brazo y se giró nuevamente.

—¿Qué se supone que deba hacer ahora?

—Te voy a ayudar, tú sólo serás el peón que derribara a la reina mientras que el caballo te hará llegar al palacio. 

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—Jeon, detente— Murmuró con voz adormilada, sintiendo los besos que su Alfa le dejaba en la curvatura del cuello, él hizo un gesto tierno con su nariz, arrugándola. —Jungkook, son las seis de la mañana, dile a tu lobo que me deje descansar un poco, ¿No crees?— Abrió sus ojos y se giró hacia él.

Jungkook mantenía su mirada en él, una sonrisa de lado y su cuerpo desnudo siendo cubierto con una sábana.

—Estoy en celo, ¿Qué esperabas?— Taehyung rodó los ojos, jaló toda la sábana hacia él, levantándose y envolviendo su cuerpo con está. Jungkook sonrió y metió sus brazos debajo de su cabeza.

—Iré a darme una ducha— Avisó, tomando su ropa limpia que estaba arriba del buró. Jungkook asintió, soltando un sonido de afirmación con su garganta, mirando como se marchaba su Omega al baño.

Cuando Taehyung cerro la puerta, aprovechó para levantarse, vestirse y tomar dos supresores, a pesar de que Taehyung dijo que no eran necesarios, él lo hizo, ya que sintió que realmente lastimó a Taehyung.

Se colocó una camiseta negra de cuello V, y salió de la habitación, bajando las escaleras rápidamente, y dirigiéndose a la cocina. Una vez ahí, saco la leche, y tomó la caja de cereal que estaba en la alacena. Cuando la iba a regresar a su lugar, sonrió para el mismo, teniendo en mente una travesura. Abrió la alacena y subió el cereal hasta la arriba, para que Taehyung hiciera maniobras para bajarlo.

Se sentó en la silla, con el plato en la mesa de mármol y empezó a comer el cereal, esperando ver a Taehyung entrar por la cocina.

Cosa que nunca pasó.

Jungkook había terminado su cereal, y estaba preocupado, así que dejó su plato en el lavamanos y salió de la cocina, para subir las escaleras y llegar a su habitación.

Al abrir la puerta, su cuerpo se quedó estático.

—¡Tae!— Corrió hasta el cuerpo que estaba en el suelo, se arrodilló y lo movió, pero él no respondía. —¡Taehyung despierta! ¡Tae!

Y entonces, una sonora carcajada resonó por toda la habitación, Jungkook miró extrañado al Omega en el suelo, quién se puso de pie después del Alfa.

—¿Qué demonios? ¿No estabas desmayado?— Preguntó, confundido.

—Eso te pasa, por querer subir el cereal hasta lo alto.

Porque sí, Taehyung bajó y vio como Jungkook había puesto la caja de cereal hasta lo alto para que no le alcanzará. Jungkook soltó una risa y se cubrió los ojos.

—Jeon... ¿Jeon?— La sonrisa de Taehyung se desvaneció al ver la primera lágrima de Jeon bajar por su mejilla. —¿Jeon? ¿Jeon, que tienes? ¿Estás bien?

—¡Me asustaste!— Gritó, Taehyung se sintió culpable por jugarle una broma tan pesada.

—Lo siento. Ya, ya, tranquilo, estoy bien, ¿Ves? No me pasa ni me pasó nada— Dió dos vueltas frente a él, mientras trataba de animarlo.

—Lo vas a pagar.

—Jungkook, no seas... ¡Ah!— El Alfa lo cargó y lo arrojó a la cama.

—Ahora viene la mía.