➳ [ 006 ]
-Estoy lo suficientemente cansado de ese CEO, pero necesito mi nota final y por nada del mundo voy a dar mi brazo a torcer.
—Te compadezco amigo— Namjoon sobó su hombro en modo de apoyo. —Pero, ¿Eso del café no fue en parte tu culpa? Digo, tampoco lo estabas halagando en ese momento, eh— solté un suspiro y negué.
-Supongo...
-Bueno, nos vemos, tengo que regresar a la empresa de los Lee, suerte y trata de no explotar, ¿Sí?- asentí. Él sonrió y besó mi frente. -Adiós.
-Adiós.
Namjoon había venido a la empresa en mi hora de almuerzo, así que ambos habíamos aprovechado para salir a comer juntas. Pero ya era hora de regresar a nuestros puestos.
Entre y miré al personal más impaciente e imperativo que otras veces, mire a Solar quien pareció mirarme con algo de... lastima. Fruncí el entrecejo.
Me apure a subir al elevador, al llegar al piso marcado, Kihyun estaba en medio del pasillo, parecía preocupado y alterado.
—¡Tienen que volver a hacer esos papeles! ¡El jefe está que explota por sólo un jodido error!— gritó, para después colgar. Se giró hacia mí y camino con pasos duros y firmes, al llegar me tomo de la muñeca y sacudió. —Eres un estúpido, nada puedes hacer bien, cometiste un error en un documento, y ahora vas a pagarlo... incluso con sangre- le arrebaté mi brazo de golpe y lo miré de forma retadora.
-No me toques. Si cometí un error, estoy dispuesto a pagarlo, no como tú, que incluso no es tu error y estás bastante molesto- lo pasé de largo y toque la puerta tres veces.
No se escuchó nada, así que sin más, entre.
El aroma a molestia y a agrio, me hizo hacer una mueca.
-¿Señor Jeon?- pregunté, al ver la silla girada hacia la gran ventana. Camine hasta quedar más cerca del escritorio. -Uhm, ¿Sucedió algo?
Jungkook se dio la vuelta en su silla, me sorprendió y me intimido su ojos rojos. Estaba enojado y peor aún, no sabía porque.
-¿Dónde estabas?- ¿Qué?
-¿Uhm? S-Salí a desayunar.
-¿Con quién?
Me parecieron extrañas las preguntas que me estaba haciendo, pero supuse que quería saber que estaba haciendo y con quién, cuando se enteró del error de documento.
-Con... un amigo- dije, él asintió, se levantó y camino hacia mí, mientras que yo, daba pasos hacia atrás, hasta que sin darme cuenta, había caído sentado en el sofá y Jeon estaba parado frente a mí, mirándome con esa mirada molesta y penetrante, una mirada que atraía y a la vez, intimidaba a mi Omega.
-Alfa, ¿No?- tragué pesado y asentí temeroso.
Con su mano tomo mi brazo y me hizo levantarme de golpe, gemí de dolor e intenté desacerme de su agarre. Me puso contra la pared y con su anatomía me encerró.
-¿Porqué sales con Alfas?- parpadee sorprendido, miré sus ojos, y no pude evitar agachar la cabeza. —¡Contesta!— me sacudió contra la pared, golpeándome en esta.
-¡Él es mi Alfa!- grité, no sabía porque carajos había dicho aquello, simplemente lo dije por el miedo y el maltrato que estaba sufriendo en esos momentos.
-¿Qué?- soltó una risita sarcástica, se separó de mí y me miró.
Perdón Namjoon.
-Él es mi Alfa... y yo su Omega.
-¡Cállate!- le vi levantarme la mano, me encogí pero no me golpeó, quiso hacerlo, tuvo la idea, pero no lo hizo. Al contrario, se giró hacia su escritorio y tiro todo lo que estaba ahí, soltando un grito. Toda la oficina quedó en un silencio sepulcral, lo único que se escuchaba era su respiración agitada y mi respiración sorprendida. -Vete... mañana hay trabajo que hacer- dijo, como sí nada hubiera pasado.
Camine hacia él con precaución, me agaché y recogí los papeles que había tirado, las puse en el escritorio y él se giró a verme enojado.
-¡Dije que te vayas!- y volvió a tirar los papeles que había levantado.
Me quedé parado, mirándolo a los ojos, agaché un poco la cabeza, aguantando las ganas de llorar. Sorbí mi nariz y lo miré.
-Las pruebas se volvieron un infierno desde que supe que eras mi Alfa- él se sorprendió, dió dos pasos ligeramente hacia atrás, mirándome. -Ese chico no es mi Alfa... es mi amigo, yo...- cubrí mi boca para callar mis sollozos. -No se preocupe señor Jeon... voy a pedir que me cambien de empresa, lamento haberle causado tantos problemas.
Sin más, esquivé las cosas que estaban tiradas y salí de la oficina, miré a Kihyun, que me miraba con una media sonrisa en sus labios, pero sin importarme mucho, pase enfrente de su escritorio y subí al elevador. cuando las puertas estaban por cerrarse, ví a Jungkook salir de su oficina, sus ojos se conectaron con los míos y escuché gritar mi nombre.
Las puertas se cerraron y mi Omega cerro los ojos y se echó a dormir... tal vez, para siempre.
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